¿Has tenido una cirugía y te preparas para recibir el alta del hospital? Es posible que aún tengas drenajes en el cuerpo y quieras saber cómo cuidarlos. Los drenajes Jackson Pratt (JP) se utilizan en distintas cirugías, como de tórax, pecho y, más comúnmente, abdominales y pélvicas. Siempre debes seguir las instrucciones de alta de tu cirujano. Toda la información en este artículo es suplementaria, y no reemplaza las indicaciones de tu médico. Cuidar los drenajes JP no es difícil, pero si tienes preocupaciones en algún momento, habla con tu cirujano o equipo médico.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Aprender más acerca de los drenajes Jackson Pratt

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    Reconoce la importancia de la función de los drenajes. Después de una cirugía, es posible que la herida tenga secreciones que debas eliminar para evitar la acumulación de fluidos, hematomas o abscesos. Ser capaz de controlar el drenaje también te permitirá estar atento al desarrollo de complicaciones posteriores a la cirugía. Los drenajes JP funcionan al succionar suavemente para eliminar las secreciones de la herida. Esto es posible gracias a un sistema que cuenta con una bombilla cerrada que crea succión cuando el aire se expulsa de la misma y la tapa se cierra.
    • Si bien los drenajes promueven la curación y eliminación de líquidos, no se deben dejar durante mucho tiempo, dado que pueden causar complicaciones.[1]
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    Comprende cómo está armado el drenaje. Un drenaje JP está formado por un sistema conectado de tres partes compuesto por una tubería de catéter. Este tubo tiene una parte plana con agujeros donde se recolecta la secreción. Durante la cirugía, el drenaje se cose en la cavidad a unos 2,5 cm (una pulgada) de profundidad, donde se encuentran los fluidos, generalmente a través de puntos de sutura. El resto del sistema de tubos está fuera del cuerpo, conectado a la bombilla que tiene una tapa de succión unida a la misma. Esta parte se debe abrir para vaciar el drenaje.[2]
    • Al usar un drenaje JP, debes apretar la bombilla de succión para ejercer la presión necesaria para extraer el líquido de la herida. Al vaciar el drenaje JP, la bombilla se expandirá, dado que habrás liberado la tapa plástica que mantiene el sistema cerrado.
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    Prepárate para realizar algunas tareas después de la cirugía. El cirujano (o el equipo médico) te explicará lo que debes hacer para cuidar el sitio de la incisión. Después de la cirugía, es importante que te asegures de que la herida cicatrice según lo esperado, que controles el tipo y la cantidad de la secreción, que prestes atención a las señales de infección, drenajes o catéteres desplazados, y además, evaluar el drenaje cada 8 o 12 horas (o según el tiempo que el médico recomiende).
    • Dado que la bombilla necesita la succión correcta para funcionar, generalmente tendrás que vaciarla cuando esté la mitad llena.[3]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Vaciar los drenajes

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    Reúne los elementos. Reúne todos los elementos necesarios: hoja de registro, termómetro, taza medidora, varias gasas y tijeras. Asegúrate de estar cerca de un lugar estable de trabajo con acceso al agua. Lávate bien las manos con agua y jabón.[4]
    • Por ejemplo, puedes usar la encimera del baño.
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    Prepara las gasas y los drenajes. Corta las gasas por la mitad en el centro para que puedan envolverse fácilmente alrededor de los drenajes. Esto permite proteger los catéteres, dado que evitará que se froten contra el sitio de la incisión. Separa los drenajes de la ropa y usa algo con bolsillos en la cintura (como una bata) para colocar los drenajes después de vaciarlos.
    • Solo debes cortar gasas para la cantidad de drenajes que tengas (uno o dos). Deja las otras gasas intactas para la limpieza.
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    Vacía los drenajes. Retira la tapa de la bombilla del JP y vierte el contenido en la taza medidora. Calcula cuántos centímetros cúbicos o mililitros se han drenado y anota la cantidad en tu registro de datos. Desecha los líquidos en el inodoro. Una vez que la bombilla esté vacía, limpia la tapa con alcohol, apretando cuando reemplaces la tapa. Esto permite crear succión; la bombilla debe parecer dentada o hundida. No intentes enjuagar el drenaje.[5]
    • Recuerda prestar atención a cualquier característica inusual en los líquidos (turbio, marrón o de olor desagradable). Si percibes estas características, comunícate con tu médico.[6]
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    Limpia el lugar del drenaje. Quita suavemente la cinta y la gasa para no ejercer tensión en las suturas. Busca señales de infección (pus, calor, enrojecimiento, inflamación) y anótalas en tu registro. Toma una gasa entera y humedécela con alcohol. Limpia el área desde la incisión hacia afuera para evitar que entren bacterias. Si lo prefieres, haz un movimiento en el sentido de las agujas del reloj, en forma de círculo que comienza en el sitio de la cirugía y llega hasta los bordes. Si necesitas limpiar el lugar nuevamente, toma otra gasa y comienza de nuevo. Permite que el área se seque naturalmente.
    • Si observas señales de infección (como fiebre, escalofríos, pus, enrojecimiento o inflamación en la zona), recuerda llamar al consultorio del cirujano.
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    Aplica la gasa en la herida. Una vez que la zona esté seca, toma las gasas previamente cortadas. Sujeta la punta aplanada del drenaje y acércala al cuerpo, envolviendo el catéter con la gasa. Usa cinta adhesiva para asegurarla, sin generar fricción o roce del tubo en la incisión. Vacía los drenajes y lava la zona cada 8 o 12 horas, o según el tiempo recomendado por el cirujano.
    • Coloca los drenajes a la altura de la cintura o debajo de la incisión. La gravedad llevará los fluidos hacia los drenajes JP.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Prevenir la irritación u otras complicaciones

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    Presta atención al drenaje. Por lo general, tendrá un poco de sangre después de la cirugía, pero con el tiempo, debería adoptar un color pajizo y luego claro. Nunca debe tener una apariencia turbia o similar al pus. Observa la cantidad de líquido drenado cada 24 horas. Es posible que el médico te haya proporcionado un recipiente de plástico con marcas para medir la cantidad de líquido drenado en mililitros (ml) o centímetros cúbicos (cc). Cada vez que se vacía el colector, generalmente cada 8 a 12 horas, ten en cuenta la medición. Con el tiempo, la cantidad disminuirá.
    • El médico posiblemente te haya proporcionado una hoja de registro para anotar la cantidad de drenaje.
    • Por lo general, el personal médico puede retirar los drenajes cuando la cantidad es inferior a 30 ml o 100 cc en 24 horas.[7]
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    Controla la herida. Es importante que tengas una buena comunicación con el cirujano y el personal. Tendrás que asistir a citas de seguimiento para observar la herida y la eliminación de las secreciones. También debes informar cualquier problema o inquietud que tengas. Si observas algunos de los siguientes síntomas, llama a tu médico:[8]
    • Los bordes de la herida están rojos.
    • Secreción espesa o pus.
    • La incisión (o el punto de inserción) presenta un olor desagradable.
    • Fiebre superior a 38,3 °C (101 °F).
    • Experimentas dolor en el lugar de la cirugía.
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    Mantén el lugar limpio. Tomar una ducha o un baño con los drenajes JP puede ser bastante incómodo, pero con un poco de ayuda, podrías limpiar la zona con cuidado. Asegúrate de obtener el permiso de tu médico antes de bañarte o ducharte, en especial si aún tienes vendajes puestos. En el caso de que te permita hacerlo, limpia la zona con suavidad y asegúrate de que esté totalmente seca cuando termines. Si no te permite bañarte o ducharte, limpia cuidadosamente la zona alrededor del drenaje con un paño o una gasa.[9]
    • Si necesitas ayuda adicional, comunícate con el consultorio para pedir referencias de un enfermero. Algunos cirujanos pueden hacer que un enfermero te visite todos los días para bañarte con una esponja y lavarte el cabello.[10] También puedes pedirle a un familiar que te ayude a bañarte.
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    Asegura los drenajes. Toma un pasador de seguridad y asegúralo a través del orificio de plástico en la parte superior de la bombilla del Jackson Pratt. Usa ropa holgada y coloca los drenajes en la ropa, como una camisa suelta. Asegura los drenajes para fijarlos. De esta forma, no se doblarán ni se saldrán. Al adherirse a la ropa, los drenajes te ayudarán a sentirte más cómodo.[11]
    • También puedes usar una riñonera para asegurar los drenajes alrededor de la cintura.
    • No fijes los drenajes a los pantalones. Si olvidas que están allí, podrías bajarte los pantalones y quitarte los drenajes.

Consejos

  • La primera vez que vacíes los drenajes, pídele ayuda a alguien. Es probable que te resulte difícil moverte y quitar o reemplazar los vendajes, etc.
  • No guardes la bombilla en el bolsillo de una camisa. Al estar demasiado alto, los líquidos no se drenarán correctamente, lo que ralentizará el tiempo de curación. Deja la bombilla debajo de la incisión.
  • No toques la apertura o la tapa con las manos u otra cosa. No querrás ingresar gérmenes en la bombilla.

Advertencias

  • Mídete la temperatura al vaciar los drenajes y anota la información en tu registro. Si es superior a 38,3 °C (101 °F), llama al consultorio del cirujano.
  • Si la bombilla se llena más de la mitad en 12 horas, vacíala antes de lo previsto y registra la cantidad. La bombilla debe estar vacía por la mitad para poder crear la succión necesaria para drenar la herida.
  • No aprietes la bombilla, a menos que la boquilla esté abierta. De lo contrario, harás que el líquido que se encuentra en el tubo regrese al cuerpo, incrementando el riesgo de desarrollar una infección.
  • Jamás intentes quitarte los drenajes Jackson Pratt por cuenta propia. Dado que están cosidos a la herida, solo debe quitarlos un médico.

Referencias

  1. Shingo Tsujinaka, Fumio Konishi, "Drain vs No Drain: After Colorectal Surgery. Indian Journal of Surgical Oncology" (Drenajes o no: después de la cirugía colorrectal. Revisa india de cirugía oncológica), 2011 Marzo 2 (1) 3-8
  2. http://www.drugs.com/cg/jackson-pratt-drain-care.html
  3. “Patient Education: How to care for the Jackson Pratt Drain, Clinical Center for the National Institutes of Health, Bethesda, Maryland, July 2008” (Educación del paciente: cómo cuidar los drenajes Jackson Pratt, Centro clínico del Instituto Nacional de Salud, Bethesda, Maryland, julio de 2008)
  4. https://www.mskcc.org/cancer-care/patient-education/caring-your-jackson-pratt-drainage-system
  5. https://www.mskcc.org/cancer-care/patient-education/caring-your-jackson-pratt-drainage-system
  6. http://www.drugs.com/cg/jackson-pratt-drain-care.html
  7. “Patient Education: How to care for the Jackson Pratt Drain, Clinical Center for the National Institutes of Health, Bethesda, Maryland, July 2008” (Educación del paciente: cómo cuidar los drenajes Jackson Pratt, Centro clínico del Instituto Nacional de Salud, Bethesda, Maryland, julio de 2008)
  8. http://www.drugs.com/cg/jackson-pratt-drain-care.html
  9. http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/ency/patientinstructions/000039.htm

Acerca de este wikiHow

Dale K. Mueller, MD
Coescrito por:
Cirujano cardiotorácico certificado por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Dale K. Mueller, MD. El Dr. Mueller es cirujano cardiotorácico en el grupo de Asociados Cardiotorácicos y Vasculares Quirúrgicos en Jacksonville, Florida. El Dr. Mueller tiene más de 25 años de experiencia como cirujano y completó su beca de investigación en Rush-Presbyterian-St. Luke's Medical Center en 1999. El Dr. Mueller es miembro de la Sociedad de Cirujanos Torácicos, la Asociación de Antiguos Alumnos del Condado de Cook y la Sociedad de Cirugía Rush. Está certificado por el colegio oficial estadounidense de cirujanos. Este artículo ha sido visto 11 011 veces.
Categorías: Instrumentos médicos