Los seres humanos no son los únicos mamíferos que pueden tener diabetes. Los perros también pueden contraer el trastorno, sobre todo a una edad avanzada. Si tu perro tiene diabetes, hay muchas maneras de cuidarlo. Asegúrate de administrarle la insulina correctamente. Haz cambios en su estilo de vida para promover su salud. Debes lidiar con las complicaciones de un perro diabético y tener mucho cuidado al organizar cosas como las vacaciones.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Medicar al perro

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    Haz un plan para la salud del perro con el veterinario. La diabetes requiere un tratamiento rápido, pero el plan de tratamiento depende de la salud actual del perro. Por lo general, se requiere insulina (el veterinario determinará la cantidad). Es posible que también tengas que hacer ciertos cambios en su estilo de vida. La primera medida es una larga conversación con un veterinario.[1]
    • Una prueba simple puede diagnosticar la diabetes al perro. El veterinario también puede hacer análisis de sangre para ver cómo afecta la diabetes al cuerpo del perro.
    • Cuanto más pronto empiece el tratamiento, mejor. La salud del perro se deteriorará en tanto no se trate la diabetes.
    • Asegúrate de hacerle las preguntas que tengas al veterinario. Tratar la diabetes puede ser difícil, así que debes dejar el consultorio con un plan de tratamiento claro en mente. Si el veterinario tiene algunos folletos que puedas tomar, llévatelos.
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    Extrae la insulina correctamente. Tendrás que ponerle inyecciones de insulina con frecuencia a tu perro. Asegúrate de saber cómo administrar el medicamento con seguridad. Necesitarás una jeringa para hacerlo. Antes de ponerle la inyección, extrae cuidadosamente la cantidad adecuada de insulina.[2]
    • Primero, quita la tapa de la jeringa. Luego, debes jalar el émbolo de la jeringa hasta obtener la dosis adecuada.
    • Mete la jeringa en la parte superior esponjosa del frasco de insulina. Presiona el émbolo hacia abajo para que entre aire en la botella. Esto creará un vacío que te permitirá extraer la insulina del frasco con mayor facilidad.
    • Jala el émbolo de la jeringa una vez más hasta que hayas extraído la cantidad adecuada. Asegúrate de que no haya burbujas de aire antes de ponerle la inyección al perro.
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    Ponle la inyección cuidadosamente al perro. El veterinario debe decirte en donde ponérsela. Por lo general, debes ponerla en algún lugar de la espalda del perro tirando hacia arriba la piel y doblándola. Si el perro no tiene experiencia con las inyecciones, es posible que debas pedirle a alguien que lo sostenga las primeras veces que le inyectes la insulina.[3]
    • Sostén la jeringa con la mano dominante a medida que le pongas la inyección al perro.
    • Introduce la jeringa en la piel del perro, sosteniéndola aproximadamente en un ángulo de 45 grados. Hazlo rápido. Debes tratar de que el perro sienta el menor dolor posible.
    • Presiona el émbolo con el pulgar hasta el final. Luego, saca la jeringa rápidamente de la piel del perro.
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    Hazle pruebas de seguimiento según sea necesario. La diabetes es una enfermedad complicada. Si al perro se le diagnostica por primera vez, se necesitarán pruebas de seguimiento para asegurar que el tratamiento funcione. Asegúrate de saber cuándo tiene una cita de seguimiento y qué pruebas necesitará.[4]
    • Ten paciencia. Al principio, puede ser frustrante y costoso seguir haciéndole más pruebas y adaptando el tratamiento. Sin embargo, con el tiempo, la mayoría de los veterinarios encontrarán un plan de tratamiento que funcione para el perro.
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    Habla con el veterinario acerca de los otros medicamentos que toma el perro. Algunos medicamentos pueden interferir con la insulina. También pueden hacer que la diabetes del perro empeore. Asegúrate de preguntarle al veterinario acerca de cualquier medicamento que tome actualmente. Es posible que tengas que disminuir la dosis o que cambies a un distinto tipo de medicamento.[5]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Cambiar el estilo de vida del perro

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    Habla con el veterinario acerca de la dieta adecuada para el perro. Si a un perro se le diagnostica diabetes, los cambios dietéticos generalmente son necesarios. Si el perro tiene sobrepeso o es obeso, el veterinario puede recomendar una dieta para bajar de peso.[6]
    • Una dieta de buena calidad generalmente consiste en la ingesta de alimentos que produzcan energía lentamente, los cuales a menudo tienen un contenido alto de fibra. También puedes buscar proteínas de alta calidad y carbohidratos complejos. El veterinario puede recomendar una marca específica de alimento para el perro, dependiendo de su estado de salud, edad y raza.
    • El veterinario también puede querer que sigas un programa de alimentación específico, sobre todo si el perro debe bajar de peso. Asegúrate de dejar el consultorio del veterinario comprendiendo cómo controlar la dieta del perro.
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    Haz que el perro se ejercite regularmente. El ejercicio puede ayudarle a no sucumbir a las complicaciones de la diabetes. También puede ayudar a bajar de peso a los perros que deban hacerlo. Sal a caminar y a jugar con el perro con frecuencia. Este necesita estar activo físicamente para controlar la diabetes.[7]
    • La actividad moderada es la mejor, sobre todo si el perro está enfermo. Una rutina moderada y constante mejorará considerablemente la salud del perro.
    • La cantidad precisa de ejercicio necesario varía dependiendo del tamaño y de la raza del perro. Pregunta al veterinario por cuánto tiempo debe hacer ejercicios cada día.
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    Supervisa al perro en casa. La supervisión en casa es necesaria para detectar tempranamente las complicaciones. El veterinario puede darte un dispositivo para examinar periódicamente el nivel de glucosa en la sangre del perro con el fin de que te asegures de que no esté muy alta o muy baja. Por lo general, debes pinchar un área sin pelo del perro con una aguja y usar un dispositivo pequeño para medir el nivel de glucosa. Debes hablar de los cambios con el veterinario.[8]
    • También debes supervisar el peso del perro. El aumento o la pérdida de peso cuando el perro no tiene sobrepeso puede ser un signo de que algo anda mal.
    • Además, fíjate si tiene signos de hambre, sed o micción excesivos. Estas cosas debe evaluarlas un veterinario.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Lidiar con las complicaciones

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    Ten cuidado cuando dejes a tu mascota. Salir de vacaciones o visitar otra ciudad puede ser complicado si tienes un perro diabético. Debes asegurarte de que el cuidador del perro sepa cómo poner inyecciones de insulina. No todas las perreras tienen personal disponible que pueda manejar estas situaciones.[9]
    • Si un amigo o un ser querido puede cuidar a tu perro, asegúrate de que sepa cómo administrar adecuadamente una dosis de insulina.
    • Algunos cuidadores profesionales de mascotas pueden tener experiencia administrando insulina a los perros. Trata de buscar una agencia de cuidado de mascotas.
    • Algunas clínicas veterinarias también alojan animales. Si la clínica puede cuidar a tu perro mientras estás fuera, es posible que los trabajadores no tengan problemas para administrar la insulina.
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    Presta atención a los síntomas de que el perro recibe demasiada insulina. Puede ser peligroso que los niveles de insulina sean muy altos. Es posible que el veterinario deba ajustar la cantidad de insulina que se administre. También puedes haberle inyectado demasiada insulina accidentalmente. Los signos del exceso de insulina requieren de la atención inmediata del veterinario. Lleva al perro al veterinario inmediatamente si notas algunos de los siguientes síntomas:[10]
    • convulsiones
    • temblores
    • caídas
    • vértigo
    • andar inestable
    • apatía
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    Sé constante con los cambios en la dieta para prevenir complicaciones. Al hacer que el perro empiece una nueva dieta, trata de que sea constante. Los cambios dietéticos son importantes para impedir que el perro desarrolle complicaciones a causa de la diabetes. Asegúrate de seguir cuidadosamente las instrucciones del veterinario.[11]
    • Evita darle cosas como dulces y sobras de la mesa.

Consejos

  • Tener una mascota con diabetes puede ser una experiencia emocionalmente difícil. Puede ser útil buscar grupos de apoyo en línea en los que puedas conectarte con otras personas que tengan mascotas diabéticas.

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años. Este artículo ha sido visto 6197 veces.
Categorías: Cuidado de los perros