El chalote es un tipo de cebolla que tiene un sabor mucho más ligero que las típicas cebollas, lo cual hace que sea ideal para una sopa o un plato crudo donde no quieras usar cebollas fuertes. Puedes cultivar chalotes ya sea a partir de semillas o bulbos, y puedes plantarlos en otoño o a principios de primavera. La clave para cultivar chalotes saludables es que la tierra drene bien y que no compitan con otras hierbas, ya que no les gusta.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Plantar los bulbos

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    Reúne los materiales necesarios. Para cultivar, necesitarás al menos un plantón de chalote para plantar, espacio para cultivar y un par de herramientas y equipo, como los siguientes:
    • suelo
    • composta bien descompuesta
    • una pala
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    Elige una estación. Puedes plantar chalotes en otoño o primavera, pero conseguirás una cosecha más pronto si plantas en la primera. Asimismo, algunas personas dicen que se consiguen chalotes más grandes y de mejor sabor si pasan por un proceso de vernalización.
    • La vernalización es el proceso de exponer una semilla o toda la planta a una temperatura fría para fomentar su crecimiento.[1]
    • Si vas a plantar en otoño, elige una fecha después de la primera helada y antes de que el clima sea helado. En primavera, ten por objetivo plantar a principios de la estación, como en marzo o abril si vives en los Estados Unidos.
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    Elige un lugar ideal. Los chalotes necesitan que el suelo reciba luz solar plena y drene bien. Asimismo, el área debe estar libre de hierbas tanto como sea posible. Lo ideal es cultivarlos en viveros de altura, sobre todo si el suelo es particularmente húmedo. Los suelos que tienen un buen drenaje son los siguientes:[2]
    • arena
    • sedimento
    • loam
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    “Si bien pueden cultivarse bajo sombra parcial, a los chalotes les va mejor bajo el sol pleno”.

    Maggie Moran

    Maggie Moran

    Especialista del hogar y jardinería
    Maggie Moran es profesional en jardinería en Pensilvania.
    Maggie Moran
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    Especialista del hogar y jardinería
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    Prepara el suelo. Puedes ayudar a las plantas al mezclar composta que esté muy ligeramente descompuesta en el suelo de las camas de cultivo. Agrega una cubeta de composta por metro cuadrado (1,1 yardas por 1,1 yardas).
    • Evita agregar estiércol al suelo ya que tiene una cantidad demasiado alta de nitrógeno.
    • El pH ideal del suelo para estas plantas es entre 6,2 y 6,8.[3]
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    Separa los bulbos. Al igual que el ajo, los chalotes crecen en cabezas que contienen varios bulbos. Si no están en bulbos separados, aparta cada uno de la cabeza principal.
    • Cada bulbo desarrollará una nueva cabeza de chalote que contendrá varios bulbos o dientes.[4]
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    Planta los bulbos. Para plantar los chalotes, coloca los bulbos de modo que haya aproximadamente entre 5 y 15 cm (2 y 6 pulgadas) de espacio entre ellos. Empuja cada uno en la tierra con las raíces apuntando hacia abajo. Hazlo hasta que tres cuartos de las plantas estén enterrados en el medio.
    • De forma alternativa, puedes plantar semillas en lugar de bulbos. Plántalas a la misma distancia y entiérralas a 1 cm (0,5 pulgadas) de profundidad. Planta las semillas en primavera en lugar de en otoño.[5]
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    Coloca mantillo en la parte superior. Debido a que es un cultivo de otoño, cubre la parte superior de los chalotes con paja, heno, hojas o virutas de madera para ayudar a protegerlos del frío y las heladas durante el invierno. Para obtener mejores resultados, coloca 15 cm (6 pulgadas) de mantillo.[6]
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    Riega los bulbos. Los chalotes no requieren grandes cantidades de agua ni atención adicional, pero debes regarlos una vez que los hayas plantado. Regarlos adecuadamente una vez deberá ser suficiente para vivir durante todo el invierno.
    • La capa de mantillo en la parte superior también ayudará a mantener la humedad del suelo.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Cuidar los chalotes

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    Protégelos de las plagas y los depredadores. Cuando crecen, producen tallos largos de la misma forma que lo hacen los ajos y otras cebollas. A los mamíferos les encanta comerlos. Puedes protegerlos cubriéndolos con una tela de hibernación o una red, lo cual mantendrá a los depredadores alejados.[7]
    • La red no será necesaria hasta primavera, que es cuando los chalotes empiezan a crecer activamente.
    • También puedes protegerlos de los gusanos al esparcir cenizas de madera en el área cada dos meses.
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    Desmaleza el área con regularidad. A estas plantas no les gusta competir con otras hierbas, así que es importante que sea una prioridad sacarlas cuando los chalotes se estén desarrollando.
    • Solo ten cuidado de no sacar ningún tallo de chalote accidentalmente cuando saques la hierba o maleza.[8]
    • Desmaleza el área con la mano en lugar de con una pala u otra herramienta para evitar dañar las raíces.
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    Riega las plantas durante los periodos de sequía. No debes regarlos demasiado, incluso durante la fase activa de crecimiento, ya que los chalotes no requieren demasiada agua. Sin embargo, si el clima se vuelve seco y no llueve demasiado en tu área, asegúrate de que el suelo se mantenga un poco húmedo.[9]
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    Corta las flores. Si los chalotes empiezan a florecer, esto les quitará energía a los bulbos, lo que significará que las cebollas no serán tan deliciosas ni grandes. Para evitarlo, corta las flores que empiecen a crecer.
    • Corta las flores desde el tallo para evitar que los chalotes entren en un modo de reproducción.[10]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Cosechar, almacenar y replantar

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    Retira la cubierta de los chalotes antes de cosechar. Si vives en los Estados Unidos, estarán listos para que los coseches a finales de junio o principios de julio (en el caso de los cultivos de otoño) o desde finales de julio hasta agosto (en el caso de los cultivos de primavera). Sabrás que están listos si el follaje se ha vuelto amarillo.
    • Elige cosechar en un día seco. Con una pala simple o de dientes, afloja el suelo con cuidado alrededor de los chalotes. Luego, sácalos hacia la superficie. Ten cuidado de no arrancar o dañar las raíces.
    • Deja que las plantas reposen expuestas al sol en la superficie del suelo por uno o dos días. Si están listas para que las coseches, estarán secas y podrás quitarles la tierra fácilmente.
    • Destapar los chalotes ayudará a que maduren debido a que exponerlos al sol los ayudan a que estén listos.[11]
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    Cosecha los chalotes. Para sacarlos del suelo, coloca una pala simple o de dientes al lado. Hunde la herramienta en la tierra, debajo de un chalote, a un ángulo de 45 grados. Esto romperá las raíces y podrás levantar la planta.[12]
    • Sacude cada chalote para retirar la suciedad restante de los bulbos.
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    Disfruta o almacena las plantas para usarlas después. Se pueden comer los chalotes recién cosechados de inmediato o almacenarlos para usarlos más adelante. Se pueden almacenar por varios meses, así que podrás tener chalotes para todo el invierno. Para almacenarlos, haz lo siguiente:[13]
    • Espárcelos y deja que se sequen por una o dos semanas en un lugar cálido y seco.
    • Corta las hojas que hayan quedado en la parte superior de los bulbos y transfiere los chalotes a una bolsa de malla para almacenarlos en un lugar fresco y seco.
    • Si los almacenas de esta forma, los chalotes durarán hasta por seis meses.
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    Guarda bulbos para replantar. También puedes reservar algunos bulbos para replantarlos. Por cada uno podrás conseguir una nueva cabeza. De los chalotes que reserves para almacenarlos, elige los bulbos más saludables, secos y grandes para replantarlos en otoño o primavera.[14]
    • No uses bulbos húmedos o dañados para replantar.

Consejos

  • Hay muchas variedades de chalotes. Puedes experimentar con varios. Diferentes chalotes tienen distintos sabores, pero también es posible que crezcan mejor o peor, dependiendo del clima y el ambiente de tu área.

Acerca de este wikiHow

Maggie Moran
Coescrito por:
Especialista del hogar y jardinería
Este artículo fue coescrito por Maggie Moran. Maggie Moran es profesional en jardinería en Pensilvania. Este artículo ha sido visto 6606 veces.
Categorías: Siembra y cultivos