El higo es una fruta popular que se come fresca o seca y que se incluye en productos horneados y en conservas. Se saca de la higuera, un árbol que se da bien en el sur y oeste de Estados Unidos, al igual que en las áreas mediterráneas y en el norte de África, donde los climas son templados y secos. La higuera necesita un clima cálido y mucho sol y, debido a su tamaño, requiere de mucho espacio para crecer y florecer.

Parte 1
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Preparándose

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    Elige una variedad de higuera. Hay muchos tipos de higuera a la venta, pero hay algunas que son más comunes y populares por su resistencia. Busca las higueras que crecen mejor en tu región, pero considera las variedades como la turquía marrón, la brunswick o la osborn. Ten presente que los higos pueden tener diferentes colores: desde tonalidades púrpuras hasta verdes o cafés. En general, cada tipo de higo madura en una época diferente del año.[1]
    • Visita un vivero de tu área o llama a la oficina agrícola local para obtener higueras que sean adecuados para tu área.
    • Las higueras crecen mejor en las áreas cálidas, tropicales y desérticas, así que las variedades más grandes se dan bien en estos climas. Sólo unas pocas especies selectas pueden crecer en lugares cuyas temperaturas bajan de los 4,50 ºC (40 ºF).
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    Investiga cuándo plantar la higuera. Casi todas se plantan a mediados de la primavera. Una higuera joven necesitará hasta dos años para producir sus primeros frutos que, por lo general, maduran a fines del verano o a principios del otoño. A diferencia de otros árboles frutales populares, las higueras se deben podar en verano.
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    Decide dónde plantar la higuera. Dado que las higueras son tan sensibles al calor y además requieren de mantenimiento en el cepellón, en general es más sencillo plantarlas en una maceta. De esta manera, pueden moverse a áreas más cálidas cuando sea necesario y se les puede dar mantenimiento a las raíces con más facilidad. Sin embargo, puedes decidir plantar tu higuera directamente en el suelo con las condiciones correctas, como por ejemplo en una pendiente orientada al sur, con muy poca sombra y mucho drenaje.
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    Prepara la tierra. Aunque las higueras no son particularmente delicadas en lo referente a las condiciones de la tierra, crecen mejor con algunos cambios menores. En general, las higueras prefieren una tierra ligeramente arenosa y con un pH cercano a 7 o apenas menor (más alcalino). Agrega un poco de fertilizante de 4-8-12 o 10-20-25 a la tierra.[2]
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Parte 2
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Plantando la higuera

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    Prepara la parcela. Usa un desplantador pequeño o tus manos para cavar un hoyo para la higuera. Haz el hoyo de un tamaño apenas suficiente para que quepa la raíz, y de la profundidad necesaria para que queden cubiertos entre 2,5 y 5 cm (1-2") de la base del tronco.
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    Planta tu higuera. Saca la planta del contenedor y acuéstala cuidadosamente. Usa un par de tijeras de jardinería para cortar el exceso de raíces alrededor de los bordes, ya que éstas reducen la producción de fruta. Luego, coloca el cepellón en el hoyo y extiende las raíces cuidadosamente alejándolas del tronco. Llena las áreas debajo y alrededor del árbol con tierra y aplánala suavemente para que quede pareja y firme.[3]
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    Riega la higuera. Para ayudar a que el árbol recién plantado se asiente, riégalo con abundante agua por unos días. Sin embargo, a las higueras no les gusta el exceso de agua, así que después de este periodo inicial sólo riega moderadamente una o dos veces a la semana.
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    Dale mantenimiento a la tierra. Si plantaste la higuera en el exterior, es importante que atiendas la tierra y la parcela en la que está creciendo. Quita las malezas que veas y enriquece la tierra con fertilizante cada 4 o 5 semanas. Adicionalmente, aplica entre 10 y 15 cm (4 y 6") de mantillo alrededor del tronco de la higuera, cubriendo la tierra parejamente.
    • Acolchar con mantillo en verano conservará la humedad de la tierra y en invierno protegerá a la higuera del frío y las heladas.
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    Poda la higuera cuando sea necesario. Poda la higuera en el verano del segundo año, ya que durante su primer año de crecimiento no es necesario. Poda el árbol y deja sólo 4 ramas fuertes para promover la producción de fruta. Cuando el árbol madure, poda todas las primaveras antes que crezcan los higos.
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    Cosecha la fruta. Corta los higos del árbol cuando estén completamente maduros ya que, tal como sucede con los duraznos, no seguirán madurando una vez que los hayas cortado. Un higo maduro estará algo blando y curvado cerca del tallo; su color diferirá dependiendo de la variedad de higuera que tengas. Retira los higos del árbol suavemente para no magullarlos.
    • Usa guantes para cortar los higos, ya que la savia que libera el árbol durante el corte es un irritante natural de la piel.[4]
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Consejos

  • Corta la fruta madura rápidamente para no atraer insectos y otras pestes.
  • Evita usar fertilizante con demasiado nitrógeno.
  • Plantar las higueras contra una pared que mire al sur aprovechará el calor radiante y protegerá al árbol de una posible helada.
  • Se pueden preparar higos secos dejándolos al sol por entre 4 y 5 días, o poniéndolos en un deshidratador por entre 10 y 12 horas. Los higos secos se conservarán por 6 meses.
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Advertencias

  • Recuerda usar guantes cuando coseches higos. La savia que mana de la higuera puede ser irritante para la piel.
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Categorías: Cultivo de frutas
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