Si estás experimentando problemas vocales como ronquera, dolor y cambios en tu voz, entonces es posible que tengas que dejar que tus cuerdas vocales descansen, especialmente si tienes una carrera que requiere mucho hablar o cantar.[1] Recuerda consultar primero a un médico antes de probar cualquier remedio casero para curar tus cuerdas vocales. En general, el médico te recetará un descanso vocal, hidratación y sueño para los casos de leves a moderados. En los casos graves, es posible que el médico te recomiende terapia de voz, inyecciones o incluso cirugía.

Método 1
Método 1 de 4:
Descansar e hidratar tus cuerdas vocales

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    Consulta con un médico. Asegúrate de consultar con un laringólogo primero antes de usar remedios caseros para curar las cuerdas vocales. El laringólogo podrá diagnosticar el problema y recetarte un tratamiento para tu caso específico.[2]
    • Para los casos leves, es posible que el médico te recete descanso vocal.
    • Para los casos moderados a graves, es posible que le médico te recete antitusivos o antibióticos además del descanso vocal.
    • Para los casos graves, es posible que el médico te recete una cirugía para solucionar el problema, especialmente si tienes nódulos en las cuerdas vocales.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Amy Chapman, MA

    Amy Chapman, MA

    Coach de voz y de oratoria
    Amy Chapman es una terapeuta vocal y, especialista en canto y voz con una maestría en Ciencias con certificado de competencia clínica en la patología del habla. Ella ha dedicado su carrera a ayudar a los profesionales a mejorar y optimizar su voz. Amy ha impartido conferencias sobre la optimización de voz en universidades de California, incluyendo la UCLA, la USC, la Universidad de Chapman, Cal Poly Pomona, CSUF y CSULA. Amy se capacitó en Lee Silverman Voice Therapy, Estill y LMRVT, y es parte de la American Speech and Hearing Association.
    Amy Chapman, MA
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    Coach de voz y de oratoria

    Si usas tu voz a nivel profesional, es buena idea que acudas donde un laringólogo. Si tus cuerdas vocales están dañadas, lo más importante es saber exactamente qué tipo de daño tienes. Para averiguarlo, acude donde un laringólogo, el cual es un otorrinolaringólogo con una beca adicional en laringología, y pídele que use una estroboscopia rígida. Es una cámara más grande que la usada por un otorrinolaringólogo regular, por lo que puede exhibir lo que sucede en tus cuerdas vocales.

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    Dale un descanso a tu voz. Dependiendo de la gravedad del daño, debes darle un descanso de 1 a 5 días a tu voz. Para hacerlo, debes evitar hablar a toda costa, así como actividades que puedan tensar las cuerdas vocales, como el ejercicio extenuante y el levantamiento de objetos pesados. Escribe las cosas si necesitas comunicarte con los demás.[3]
    • Si tienes que hablar, tómate un descanso de 10 minutos por cada 20 minutos de conversación.
    • No susurres en vez de hablar. Susurrar en realidad ejerce más presión en las cuerdas vocales que el habla regular.[4]
    • Las actividades que puedes hacer mientras le das un descanso a tu voz son leer, hacer ejercicios de respiración, dormir, y mirar películas o televisión.
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    Amy Chapman, MA

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    Coach de voz y de oratoria
    Amy Chapman es una terapeuta vocal y, especialista en canto y voz con una maestría en Ciencias con certificado de competencia clínica en la patología del habla. Ella ha dedicado su carrera a ayudar a los profesionales a mejorar y optimizar su voz. Amy ha impartido conferencias sobre la optimización de voz en universidades de California, incluyendo la UCLA, la USC, la Universidad de Chapman, Cal Poly Pomona, CSUF y CSULA. Amy se capacitó en Lee Silverman Voice Therapy, Estill y LMRVT, y es parte de la American Speech and Hearing Association.
    Amy Chapman, MA
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    Algunas lesiones requieren más descanso que otras. Una hemorragia en tus cuerdas vocales, la cual es básicamente un moretón, requiere un descanso estricto de ellas. Si usas tu voz pese a ello, pueden producirse otras patologías, como una masa fibrótica, un quiste o un pólipo. Necesitarás pasar al menos una semana sin emitir ningún sonido, como un tosido, tarareo o incluso un susurro.

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    Bebe agua. Beber agua ayudará a mantener lubricadas las cuerdas vocales, lo cual puede ayudar a fomentar la curación. Ten una botella de agua contigo para que puedas refrescarte la garganta cada vez que la sientas seca.[5]
    • Al mismo tiempo, debes tratar de evitar los líquidos que pueden evitar una recuperación rápida, como el alcohol, la cafeína y las bebidas azucaradas.
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    Duerme lo suficiente. El sueño también permite que las cuerdas vocales descansen y se curen. Por lo tanto, asegúrate de tener al menos 7 horas de sueño cada noche mientras se curan.[6]
    • Si te tomas 1 o 2 días libres del trabajo o la escuela para darle descanso a las cuerdas vocales, trata de no acostarte muy tarde.

Método 2
Método 2 de 4:
Hacer gárgaras con agua, miel y hierbas

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    Calienta una taza (237 ml) de agua. En el microondas o en la estufa, calienta una taza de agua hasta que esté tibia. El agua tibia tiene una temperatura de 32 a 38 °C (de 90 a 100 °F). Asegúrate de que el agua no esté demasiado caliente (o demasiado fría), ya que esto puede irritar las cuerdas vocales.[7]
    • Para obtener los mejores resultados, usa agua filtrada o embotellada.
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    Añade 2 cucharadas (30 ml) de miel. Mezcla la miel con el agua tibia hasta que se disuelva. En este punto, también puedes mezclar los extractos de hierbas que te haya recomendado el médico. Mezcla de 3 a 5 gotas del extracto en el agua.[8]
    • Las hierbas que son conocidas por ayudar a calmar y curar la garganta y las cuerdas vocales son la pimienta de cayena, el regaliz, el malvavisco, los propóleos, la salvia, el olmo resbaladizo y la cúrcuma.
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    Haz gárgaras durante 20 segundos. Toma un sorbo de líquido e inclina la cabeza hacia atrás. Deja que el líquido llegue lo más atrás posible en tu garganta sin tragarlo. Sopla aire suavemente desde la parte posterior de la garganta para empezar a hacer gárgaras. Asegúrate de escupir el líquido una vez que termines.[9]
    • Para cada sesión, haz gárgaras 3 veces. Haz gárgaras cada 2 o 3 horas durante el día.
    • Asegúrate de hacer gárgaras antes de ir a dormir. De esta manera, las hierbas y la miel pueden aliviar y tratar las cuerdas vocales.

Método 3
Método 3 de 4:
Usar la inhalación de vapor

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    Calienta 6 tazas (1420 ml) de agua. Vierte 6 tazas de agua en una olla. Coloca la olla en la estufa y enciende el fuego de medio a alto. Una vez que el agua empiece a evaporarse (aproximadamente de 8 a 10 minutos), apaga el fuego y saca la olla de la estufa.[10]
    • El agua que está a 70,5 (150 °F) proporcionará el vapor suficiente.
    • Si el agua está hirviendo, entonces está demasiado caliente. Deja que el agua se enfríe durante 1 minuto o 2 antes de empezar la inhalación de vapor.
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    Vierte el agua caliente en un recipiente. Coloca un recipiente en una mesa y vierte el agua caliente en él. Si deseas, puedes añadir extractos de hierbas al agua en este momento. Añade de 5 a 8 gotas del extracto al agua.[11]
    • Puedes añadir extractos de hierbas como manzanilla, tomillo, hierbabuena, limón, orégano y clavo de olor al agua para obtener beneficios adicionales.
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    Coloca una toalla sobre la cabeza y los hombros. Mientras estés sentado, inclínate sobre el recipiente a una distancia cómoda del vapor. Ponte una toalla sobre la cabeza, los hombros y acércate al recipiente para cerrar el espacio.[12]
    • Esto “atrapará” el vapor para que puedas inhalarlo.
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    Inhala el vapor. Solo tienes que respirar el vapor durante 10 a 8 minutos para sea efectivo. Coloca un temporizador para controlar el tiempo. Una vez que hayas terminado de inhalar el vapor, trata de no hablar durante 30 minutos después. Esto permitirá que tus cuerdas vocales descansen y se curen después del procedimiento.[13]

Método 4
Método 4 de 4:
Curar las lesiones graves

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    Programa una cita con un terapeuta de voz. Un terapeuta de voz te ayudará a fortalecer las cuerdas vocales mediante una serie de ejercicios y actividades. Dependiendo de la gravedad del daño, el terapeuta de voz también te puede ayudar a recuperar el control de la respiración mientras hablas, así como a recuperar el control muscular alrededor de las cuerdas vocales dañadas para evitar aplicar tensión anormal o para proteger las vías respiratorias mientras tragas.[14]
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    Deja que te apliquen una inyección. Las inyecciones las debe aplicar el laringólogo. Este procedimiento consiste en inyectar colágeno, grasa corporal u otra sustancia aprobada para alargar las cuerdas vocales en las cuerdas vocales dañadas. Esto permite que las cuerdas vocales hagan un contacto más cercano al hablar. Este procedimiento puede mejorar tu habla y reducir el dolor al tragar y toser.[15]
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    Sométete a una cirugía. Si la terapia de voz o las inyecciones no mejoran tu situación, entonces es posible que el médico te sugiera una cirugía. La cirugía puede consistir en implantes estructurales (tiroplastia), reposicionamiento de las cuerdas vocales, reemplazo del nervio (reinervaciones) o una traqueotomía. Conversa acerca de las opciones con el médico para evaluar qué procedimiento se ajusta a tu situación y tus necesidades individuales.[16]
    • La tirosplastia consiste en usar un implante para cambiar la posición de las cuerdas vocales.
    • El reposicionamiento de las cuerdas vocales consiste en mover las cuerdas vocales más cerca al mover el tejido desde el exterior de la caja vocal hacia el interior.
    • La reinervación consiste en reemplazar las cuerdas vocales dañadas con un nervio sano de un área diferente del cuello.
    • Una traqueotomía consiste en hacer una incisión en el cuello para crear una abertura para acceder a la tráquea. Se insertará un tubo en la abertura para permitir que el aire rodee las cuerdas vocales dañadas.

Consejos

  • Trata de evitar fumar mientras tus cuerdas vocales se curan.

Acerca de este wikiHow

Amy Chapman, MA
Coescrito por:
Coach de voz y de oratoria
Este artículo fue coescrito por Amy Chapman, MA. Amy Chapman es una terapeuta vocal y, especialista en canto y voz con una maestría en Ciencias con certificado de competencia clínica en la patología del habla. Ella ha dedicado su carrera a ayudar a los profesionales a mejorar y optimizar su voz. Amy ha impartido conferencias sobre la optimización de voz en universidades de California, incluyendo la UCLA, la USC, la Universidad de Chapman, Cal Poly Pomona, CSUF y CSULA. Amy se capacitó en Lee Silverman Voice Therapy, Estill y LMRVT, y es parte de la American Speech and Hearing Association. Este artículo ha sido visto 20 536 veces.