Estar en una relación que carece de apoyo emocional es difícil. La persona que no recibe lo que necesita suele sentirse aislada, rechazada y sin amor. Es fácil detectar el problema cuando uno es la víctima, pero ¿qué pasa si eres tú el que se distancia emocionalmente? ¿Es posible detener este comportamiento y darle a tu pareja lo que necesita? Si bien llevará algo de práctica, sí es posible cuando se entiende la manera en que uno se distancia y por qué lo hace, y luego da los pasos necesarios para dejar de hacerlo.

Método 1
Método 1 de 3:
Determina la manera y la razón por la que te distancias

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    Comprende lo que es el distanciamiento emocional. Hay dos grandes razones por las que una persona se distancia emocionalmente. Una es porque le cuesta conectarse con los demás a nivel emocional. La otra es porque el distanciamiento emocional puede brindarle cierto grado de control en las relaciones con los demás. Tómate un tiempo para pensar por qué te distancias de tu pareja.
    • Hacer una lista de las razones por las que te distancias puede ayudarte a comprender por qué lo haces.
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    Pregúntate si estás empleando el silencio como castigo. ¿Te niegas a hablar con tu pareja o respondes a sus preguntas al mínimo? ¿Apenas reconoces su existencia o evitas mirarlo a los ojos? Si este es el caso, es probable que le hayas dejado de hablar a modo de castigo, lo cual es una forma de distanciamiento emocional.
    • Emplear el silencio como castigo se considera manipulación emocional y puede causar efectos perjudiciales y duraderos en la relación. Su objetivo es ocasionar dolor en una persona e incluso suele verse como una forma de abuso.[1]
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    Observa si le niegas a tu pareja tu afecto o apoyo. Es comprensible abstenerse del cariño durante las discusiones, pero si constantemente le niegas tu amor físico, es probable que estés distanciándote.
    • Esto, además de hacerla sentir indigna de tu amor, la incentivará rápidamente a buscar en otro lado la satisfacción de los aspectos físicos de la relación que no le proporcionas. Negarse a brindar apoyo emocional a la pareja fácilmente puede hacerla sentir no deseada y no reconocida, lo cual puede conllevar al fin de la relación.[2]
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    Observa si pasas más tiempo con otras personas. Optar por pasar el tiempo con otras personas en lugar de la pareja es una forma de distanciamiento. Al estar ausente, no estarás brindándole lo que necesita, tanto física como emocionalmente. Tu pareja podría resentirse con el tiempo y podría engañarte o dejar la relación debido a ello.[3]
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    Pregúntate si te sientes vulnerable. Tirarse a la piscina y dar el todo en una relación provoca un poco de miedo en prácticamente todos. No obstante, si tienes temor de darle el todo a alguien porque te sientes vulnerable, esta la receta para el desastre.
    • No brindarle el apoyo emocional que necesita probablemente haga que te deje, cosa que podrías evitar si no tuvieras miedo de mostrar tu vulnerabilidad.[4]
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    Examina si tus relaciones anteriores han causado tus problemas actuales. ¿Te han herido tantas veces en tus relaciones amorosas que has decidido que mostrar tu verdadera identidad ya no vale la pena? ¿Te dijeron que nadie te podría amar y te niegas a creer que alguien pudiera hacerlo? De ser así, estas cicatrices podrían ser el origen de tu incapacidad de entregarte emocionalmente a alguien.
    • Con frecuencia, las experiencias que uno tiene de niño afectan las relaciones. Las personas suelen repetir lo que les enseñaron. Por ejemplo, si tus padres te dejaban de hablar a modo de castigo cuando estaban enfadados, quizá hagas lo mismo y ni siquiera te des cuenta de que lo haces.[5]
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    Cuestiona si el amor hará que olvides tu identidad. Las personas independientes pueden sentir que perderán su identidad si dan su todo en una relación. En lugar de hacer las actividades que normalmente disfrutas, quizá te encuentres haciendo más las cosas que a tu pareja le gusta hacer. Esto puede ser un punto de contención, lo cual puede hacerte querer dejar la relación.
    • En vez de pasar tiempo con tus amigos, quizá pases más tiempo con tu pareja. Quizá también pienses constantemente en tu pareja, lo cual puede exponer tu vulnerabilidad. Todos estos comportamientos pueden hacerte sentir que has perdido tu identidad, lo cual puede ser una idea aterradora.[6]
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Método 2
Método 2 de 3:
Trabajar en conjunto con tu pareja

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    Conversa con tu pareja. Ser franco y honesto con la pareja sobre las razones por las que te distancias emocionalmente puede hacerle entender el problema. Hacerlo muy probablemente fortalezca la relación, porque ya no tendrá que preguntarse cuál es el problema. Contárselo puede ayudarte a encontrar una solución juntos.
    • Puedes empezar la conversación diciendo “De verdad me importas mucho, pero veo que quizá no lo estoy mostrando de la manera que necesitas que lo muestre. Me cuesta expresar mis emociones, pero me gustaría lograrlo con tu apoyo”. Dile que quieres buscar maneras de lograrlo juntos.[7]
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    Enfrenta los miedos poco realistas. Una de las maneras para superar el distanciamiento emocional es responder “¿Qué es lo peor que puede pasar?”. Muchas veces, las parejas se distancian debido al miedo: miedo a ser juzgados, ridiculizados, incomprendidos o rechazados por el otro. Como consecuencia, los deseos, las opiniones y las emociones se mantienen guardadas bajo llave. Sin embargo, lo único que hace esta represión es crear un abismo enorme entre la pareja.
    • Haz una lista de algunas de las cosas que más te preocupan de expresar y compartir tus emociones. Luego, escribe el peor escenario que podría darse si las expresaras y compartieras. Tal vez, darte cuenta de que ninguno de estos escenarios es grave ni de vida o muerte pueda ayudarte a estar más a gusto compartiéndolas.
    • Por ejemplo, quizá temas que decirle a tu pareja cuánto la quieres te ponga en desventaja. Puede usar tu amor contra ti o, peor aún, dejarte pese a tus sentimientos. Sin embargo, otro posible final es que la relación termine o que le suceda algo trágico y nunca pueda conocer realmente tus verdaderos sentimientos. ¿Qué alternativa te parece peor?
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    Da pasos graduales para ser más vulnerable. Muchas personas tienen temor de la vulnerabilidad. Pero, cuando uno ve lo que hay al otro lado de la vulnerabilidad, se vuelve algo más atractivo. Cuando somos vulnerables, estamos verdaderamente vivos. Es la esencia misma de ser humano. Da pasos pequeños para comprobar la veracidad de esta afirmación.[8]
    • Deja una nota en el almuerzo de tu pareja o en uno de sus bolsillos para que la encuentre. No tienes que expresar tus sentimientos más profundos, pero comparte algo un poco más revelador de lo acostumbrado. Puedes simplemente escribir “No puedo esperar a verte esta noche” si normalmente no muestras mucha emoción por la presencia de tu pareja. Espera a ver su reacción. Lo más probable es que esté complacido. Y, tú también. Ser vulnerable se siente bien.
    • Después de dar un paso pequeño como este, pasa a acciones de cada vez más vulnerabilidad hasta que lentamente te sientas más a gusto siendo abierto y expresivo.
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    Pídele a tu pareja que tenga paciencia. Si tu pareja te da más amor y cariño de lo que puedes corresponderle por el momento, pídele que lo exprese menos hasta que puedas hacerlo. Esto no significa que le pidas que deje de quererte, pero quizá sí que iguale tu nivel de afectuosidad por un tiempo hasta que te sientas más a gusto. Esto ayudará a crear un equilibrio de concesiones en la relación y evitará que alguno de ustedes termine resentido.[9]
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Método 3
Método 3 de 3:
Buscar ayuda externa

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    Habla con un profesional. Si no logras ir a la raíz de tu tendencia a distanciarte o simplemente no puedes superarlo, habla con un terapeuta o consejero sobre tu problema. Un terapeuta puede ayudarte a ver algo que no puedes ver por tu cuenta y darte ejercicios que te ayudarán a lograr tu cometido. Contempla la posibilidad de ir con tu pareja para que también dé su punto de vista de cómo muestras este comportamiento.[10]
    • Probar la terapia centrada en emociones puede valer la pena. Esta analiza la manera en que las parejas interactúan entre sí en una relación. Esta terapia puede aumentar la expresión de las emociones y las conversaciones durante tiempos de conflicto.
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    Considera tus opciones de tratamiento. Para sanar y avanzar en tu deseo de compartir tus emociones, tendrás que tratar el daño o trauma que experimentaste en el pasado que conllevó al desarrollo de estos patrones. Habla con tu terapeuta o doctor para ver si alguno de los siguientes tratamientos es una buena opción para ti:[11]
    • La experiencia somática es un tipo de tratamiento en el que uno se centra en las sensaciones corporales para liberar cualquier emoción o tensión reprimida relacionada con una experiencia traumática.
    • La terapia cognitivo conductual es una forma extremadamente efectiva de psicoterapia destinada a identificar los patrones negativos y perjudiciales, y a desafiar dichos pensamientos para procurar una mentalidad más sana y positiva.
    • La desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares es una técnica conductual que ayuda a aliviar la aflicción de las experiencias traumáticas con movimientos oculares rítmicos.
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    Participa en un grupo de apoyo. Es posible que encuentres la ayuda que necesitas para superar tus problemas en un grupo de apoyo. En ocasiones, ayuda mucho escuchar a personas que también pasan por las mismas dificultades que uno, ya que así se puede aprender cómo luchan con ello. Pregúntale a tu terapeuta si hay grupos de apoyo cerca de tu zona o únete a un grupo de apoyo en línea si no encuentras uno.[12]
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Acerca de este wikiHow

Lauren Urban, LCSW
Coescrito por:
Psicoterapeuta licenciada
Este artículo fue coescrito por Lauren Urban, LCSW. Lauren Urban es psicoterapeuta en Brooklyn, Nueva York, con más de 13 años de experiencia en terapia trabajando con niños, familias, parejas y personas. Recibió su maestría en Trabajo Social en Hunter College en 2006, y trabaja con clientes para ayudarles a cambiar sus circunstancias y sus vidas.
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