Un cuello tieso generalmente no es indicativo de un problema médico grave, pero puede impedir las actividades diarias y dificultar conciliar el sueño. La causa de un cuello tieso puede deberse a muchísimos problemas, por ejemplo, una mala postura en el trabajo, dormir mal, esfuerzos físicos excesivos, ansiedad o problemas de salud. Prueba los pasos a continuación para aliviar el dolor de un cuello tieso.

Método 1
Método 1 de 8:
Probar con tratamientos calientes y fríos

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    Pon calor húmedo en tu cuello. El calor ayuda a relajar los músculos contraídos,[1] además el calor húmedo es mejor que el calor seco, pues penetra más en el cuello de manera eficiente.[2] Aplícate calor en la nuca o en el cuello como mínimo 20 minutos por sesión, 3 veces al día.
    • Una almohadilla de calor húmedo (de venta en las farmacias) es la mejor opción para aplicar calor en el cuello, pues la temperatura puede controlarse y aplicarse por periodos de tiempo más largos. Otra opción es ponerse una botella de agua caliente o tomar una ducha o baño caliente.
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    Ponte una toalla caliente sobre el cuello. Pon una toalla de mano en un tazón lleno de agua caliente o echa el agua caliente encima de la toalla. Si no, pon la toalla en el secador de 5 a 7 minutos. Seca la toalla lo suficiente para que no chorree, pero todavía esté caliente. Ponte la toalla sobre el cuello cuando esté tieso o te duela.
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    Prueba con una bolsa de hielo para aliviar el dolor. El frío entumece el dolor local y limita la acumulación de ácido láctico, el causante del dolor.[3] Usa una bolsa de hielo y ponla sobre la parte de tu cuello que esté rígida (suele ser la nuca). Pon la bolsa durante 10 a 15 minutos cada 2 horas.[4]
    • También puedes probar una posición más cómoda para poner el hielo en tu cuello. Siéntate en un sillón cómodo y descansa tu cabeza atrás. Pon la bolsa entre tus hombros y la nuca. Recuéstate en contra de la bolsa para que tu cuello obtenga todos los beneficios del frío.
    • Algunos expertos consideran que el hielo en realidad empeora la rigidez en el cuello, porque el frío contrae los músculos.[5] Prueba lo que mejor se sienta en tu cuello.
    • Usa un tratamiento frío para el dolor agudo en las primeras 48 a 72 horas, luego cámbiate al calor.[6]
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Método 2
Método 2 de 8:
Probar con estiramientos para aliviar el cuello tieso

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    Mueve tu cabeza hacia delante y hacia atrás. En la mayoría de los casos, el dolor puede aliviarse inmediatamente haciendo una serie de ejercicios para aliviar la tensión causada por los músculos contraídos o tensos. Para estirar los músculos en la parte delantera y trasera del cuello, baja la barbilla hacia el pecho y luego levanta la barbilla. Repítelo durante varios minutos.
    • Si este ejercicio te duele, no muevas la cabeza tan adelante ni tan atrás, sino solo lo suficiente para sentir un leve estiramiento.
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    Mueve tu cabeza de lado a lado. Para estirar los músculos laterales del cuello, mueve la cabeza hacia un hombro y luego hacia el otro. Sigue haciéndolo hasta que el dolor cese un poco y los músculos estén menos tensos.
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    Gira tu cabeza de izquierda a derecha. Por lo general, este es el movimiento más doloroso cuando se tiene rigidez en el cuello, así que hazlo de a pocos. Sigue girando tu cabeza de izquierda a derecha durante varios minutos.
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    Reduce la actividad física pesada que tengas que hacer. Durante los primeros días de sentir rigidez en el cuello, te recomendamos reducir la cantidad de actividad física.[7] Hacerlo te ayudará a reducir los síntomas y aliviar parte de la inflamación que puedas tener. Evita los siguientes deportes o ejercicios durante las primeras 2 o 3 semanas después de sentir la rigidez en el cuello:
    • Fútbol, rugby, hockey o cualquier otro deporte de alto contacto
    • Golf
    • Footing o jogging
    • Levantamiento de pesas
    • Ballet
    • Sentadillas y levantamiento de piernas
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Método 3
Método 3 de 8:
Saber cuándo ir al médico

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    Ve al médico si el dolor no desaparece. En ocasiones, un cuello tieso es un síntoma de un problema más profundo, por ejemplo, un disco dislocado en la columna o un nervio presionado. Este tipo de lesión puede no desaparecer por sí solo. Si tu cuello ha estado tieso por más de unos cuantos días, llama al médico para saber si necesitas atención médica.[8]
    • Tu médico podría administrarte una inyección antiinflamatoria. Las inyecciones de cortisona pueden aplicarse directamente en el punto de la rigidez y desinflaman el cuello, lo cual podría contribuir a la rigidez.[9]
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    Revisa tus niveles de ansiedad. Un cuello tieso puede deberse a una tensión extrema en el cuerpo, por lo general, como resultado de la acumulación de la ansiedad. Si crees que tu ansiedad puede contribuir a la rigidez de tu cuello, te recomendamos acudir a un médico o consejero para hablar sobre tratamientos para la ansiedad.[10]
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    Busca atención médica si observas síntomas graves. Tener un cuello tieso es uno de los síntomas primarios de la meningitis, enfermedad bacteriana grave que causa hinchazón alrededor del cerebro.[11] Un cuello tieso también puede indicar que vas a tener un ataque al corazón.[12] Busca atención médica inmediata si tienes algunos de los siguientes síntomas:
    • Fiebre
    • Vómitos y náuseas
    • Dificultad para bajar la barbilla hasta el pecho.
    • Dolor en el pecho o dolor en el brazo izquierdo
    • Mareos
    • Si te cuesta sentarte, ponerte de pie o caminar, acude a un médico de inmediato.
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Método 4
Método 4 de 8:
Probar con tratamientos para el dolor

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    Aplícate un analgésico tópico. El alivio inmediato también puede lograrse con el uso de pomadas con mentol u otro ingrediente que calma la piel y los músculos. Algunas pomadas populares son Voltaren®, Icy Hot® y Ben Gay®.
    • También puedes hacer tu propio analgésico. Derrite 2 cucharadas de aceite de coco con 1 cucharada de cera de abeja en un tazón pequeño a fuego medio. Añade 5 gotas de aceite de hierbabuena y 5 gotas de aceite de eucalipto. Vierte la mezcla a un recipiente con tapa, por ejemplo, un tarro de vidrio. Cuando enfríe, aplícatelo al cuello y a la zona circundante.
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    Toma ibuprofeno o aspirina. Los AINE (antiinflamatorios no esteroideos), tales como el ibuprofeno y la aspirina, brindan un alivio efectivo y son de venta libre. Asegúrate de no tomar más de la dosis recomendada.
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    Prueba un relajante muscular. Los relajantes musculares sirven para relajar los músculos y aliviar el dolor de un cuello rígido. Solo deben usarse como remedios a corto plazo, y el mejor momento para tomarlos es antes de irse a dormir.[13] Prueba los relajantes musculares si los demás métodos (de estiramientos o terapia de frío) no te brindan resultados.
    • Los relajantes musculares pueden contener otros fármacos. Lee las instrucciones con cuidado para tomar la dosis correcta.
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Método 5
Método 5 de 8:
Cambiar tu ambiente y modo de dormir

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    Escoge una almohada que te dé apoyo. Si te despiertas con un cuello tieso de vez en cuando, quizá el culpable sea tu almohada. Dependiendo de tu modo de dormir, escoge una almohada que minimice la rigidez en el cuello.[14] Las almohadas de espuma viscoelástica son una buena elección, pues estas brindan un apoyo constante para que el cuello pueda relajarse por completo durante las horas de sueño.
    • Los que duermen de costado deben buscar una almohada que mantenga la cabeza en posición horizontal y no la deje colgando sobre el colchón.
    • Los que duermen boca arriba deben usar una almohada que mantenga la cabeza en posición horizontal y que no lleve la barbilla hacia el pecho.
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    Cambia las almohadas de plumas después de 1 año de uso. Las almohadas rellenadas con plumas ofrecen un soporte excelente para el cuello, pero pierden su esponjosidad al cabo de 1 año. Si ya has tenido tu almohada por este periodo de tiempo y te deja el cuello rígido, considera la posibilidad de comprar una nueva.[15]
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    Prueba dormir sin almohada. Muchos médicos recomiendan dormir sin almohada por algunas noches después de sentir rigidez en el cuello.[16] Esto ayuda a aliviar los síntomas y prevenir la rigidez causada por una mala posición al dormir.
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    Asegúrate de que tu colchón tenga la firmeza suficiente. Tu colchón podría no estar brindándote el apoyo necesario para tu columna y cuello. Si hace muchos años que no compras un colchón nuevo, quizá sea hora de hacerlo.
    • También puedes voltear tu colchón, cosa que podrás hacer ocasionalmente para asegurarte de que no se deforme. Asegúrate de seguir las instrucciones de cuidado del fabricante, puesto que algunos tipos de colchón (como los de tipo somier) generalmente no deben voltearse.
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    Evita dormir boca abajo. Dormir boca abajo puede ser duro para la columna vertebral y para el cuello, dado que el cuello está a un lado toda la noche. Procura dormir de lado o boca arriba. Aunque termines durmiendo boca abajo durante la madrugada, estarás durmiendo menos tiempo boca abajo que si empezaras a dormir así.[17]
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    Procura dormir de 7 a 8 horas diarias. Descansar lo suficiente le permitirá a tu cuerpo restaurarse a sí mismo. Las interrupciones al despertarse en la madrugada o al tener dificultades para conciliar el sueño pueden exacerbar el dolor de cuello, debido a que el cuerpo no recibe las horas suficientes de descanso para sanarse. Procura tener un sueño reparador todas las noches.[18]
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Método 6
Método 6 de 8:
Probar con masajes y tratamientos alternativos para sentir alivio

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    Masajéate el cuello. La terapia de masajes es una de las mejores maneras de aliviar el dolor de un cuello tieso. Si vas a masajearte el cuello, prueba la siguiente técnica:
    • Para calentar la nuca, fricciona de arriba abajo con tus manos.
    • Ejerciendo una ligera presión, usa las yemas de tus dedos para friccionarte haciendo movimientos circulares. Céntrate en las áreas más rígidas, pero fricciona todo tu cuello para sentir el alivio.[19]
    • Repite este movimiento hacia arriba y abajo del cuello durante varios minutos.
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    Acude a un masajista. El masajista trabajará contigo para saber dónde tu cuerpo acumula tensión. Si bien tu cuello es el que está tieso, en realidad podrías acumular tensión en otras partes de la espalda u hombros que se acumula en el cuello.
    • Pregunta en tu seguro de salud si los masajes están cubiertos por tu plan de salud.
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    Prueba con la acupuntura. La acupuntura es el tratamiento chino para el dolor y demás dolencias, en el cual se introducen agujas diminutas en diversos puntos estratégicos de la piel. Si bien algunos cuestionan la efectividad de la acupuntura, muchas personas que sufren de dolor crónico de cuello la recomiendan.[20]
    • Programa una cita con una acupunturista y pregúntale específicamente sobre el tratamiento para el cuello tieso o dolor de cuello.
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Método 7
Método 7 de 8:
Probar con otros remedios caseros

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    Toma suplementos de magnesio. Si bien no se ha demostrado científicamente que ayuda con la rigidez o el dolor de cuello, muchas personas que sufren de dolor muscular debilitante encuentran que el magnesio es efectivo. Prueba tomar suplementos de este mineral.
    • La dosis diaria recomendada de suplemento de magnesio oscila entre los 310 y 420 mg, dependiendo de la edad y el sexo.[21] No excedas la dosis diaria recomendada.
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    Prueba con las sales de Epsom en un baño de agua caliente. Las sales de Epsom, o sulfato de magnesio, es un ingrediente comúnmente usado en los baños de agua caliente, si bien la ciencia demuestra que estas sales no influyen en el alivio del dolor muscular.[22]
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    Prueba con el raspado de piel chino, o Gua Sha. Esta práctica es muy popular en China y Vietnam, donde se usa una cuchara sin filo para raspar la espalda hasta dejar moratones. En teoría, esta acción promueve la circulación sanguínea al área, además de eliminar toxinas u otros elementos no saludables del área. El Gua Sha está empezando a ser probado por la comunidad científica general, a veces con resultados positivos.[23]
    • El Gua Sha no deja de ser polémico. Como deja moratones leves, muchas veces es poco atractivo, y puede no ser calmante ni producir los resultados esperados en algunos pacientes.
    • El tratamiento Gua Sha debe abordarse con precaución: comunícate con el terapista cada vez que el raspado te duela o te parezca demasiado brusco. No querrás salir de la sesión con la piel irritada y sin comodidad.
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Método 8
Método 8 de 8:
Prevenir una reaparición de dolor

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    Arma tu espacio de trabajo para que sea ergonómico. Muchos sufren de un cuello tieso, porque su área de trabajo no es ergonómico. Pon tu silla de modo que las plantas de tus pies estén sobre el suelo y tus brazos descansen en tu escritorio.
    • Si trabajas con un monitor de computadora, asegúrate de que esté al nivel de tus ojos
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    No te sientes por demasiado tiempo. Si te sientas en tu oficina todo el día o si pasas mucho tiempo sentado en el auto, haz pausas cortas. El movimiento le da a los músculos la oportunidad de estirarse en vez de permanecer rígidos durante horas.
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    No bajes la mirada para ver tu celular frecuentemente. Bajar el cuello constantemente puede perjudicarlo lentamente. Más bien, sostén tu celular o tablet al nivel de tus ojos.
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    No cargues un bolso pesado en un solo hombro. Llevar mucho peso en un hombro tensa desproporcionalmente un lado del cuerpo. El cuello y la espalda compensarán el peso y puede causar dolor en el cuello. Mejor, opta por una mochila o por una maleta pequeña con ruedas.
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    Emplea la técnica apropiada para hacer ejercicios. Levantar pesas incorrectamente es una causa común de la rigidez en el cuello. También puedes lesionarte un músculo o afectar un nervio si empleas una técnica segura. Trabaja con un instructor para asegurarte de emplear la técnica correcta.
    • No trates de cargar más peso del que puedas soportar. Levantar pesas no es fácil, pero tampoco debes sentir que vas a precipitarte. Busca el peso adecuado para tu tipo de cuerpo y nivel de fuerza.
    • No hagas levantamientos demasiadas veces por semana. Tus músculos necesitan tiempo para repararse entre sesión y sesión. Te lesionarás si te ejercitas con demasiada frecuencia.
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Consejos

  • Prueba métodos alternativos como la ventosaterapia, la moxibustión y el chi kung.
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Advertencias

  • Esforzar cualquier músculo al punto del dolor a su vez incrementará el dolor. Resístete al impulso de esforzar los músculos.
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