Si una persona (ya seas tú o alguien más) tiene dificultades para respirar, llama al servicio de emergencias de inmediato. Sin embargo, si la respiración pesada no es una situación de emergencia, es posible que puedas obtener alivio sin tratamiento. Para ello, reduce tu nivel de esfuerzo, tómate una pausa o trata la causa original. Además, haz cambios en tu estilo de vida para mejorar la respiración a largo plazo. Si experimentas este problema mientras duermes, puedes cambiar la posición o hablar con tu médico. De manera similar, pide una cita con un profesional si tienes un problema de salud subyacente.

Método 1
Método 1 de 4:
Obtener alivio inmediato

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    Reduce tu nivel de esfuerzo si la respiración pesada es producto del ejercicio. El ejercicio es una causa común de la respiración pesada, en especial si te presionas para entrenar muy duro. Desacelerar o detenerte por unos minutos para beber agua puede ayudarte a respirar con una mayor facilidad. Ten en cuenta que tu nivel de estado físico incrementará con el paso del tiempo si sigues entrenando, por lo que no tendrás que desacelerar o detenerte con tanta frecuencia.[1]
    • Escucha siempre a tu cuerpo. Si te quedas sin aliento, cálmate y date tiempo para recuperarte.
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    Bebe un vaso de agua si te sientes deshidratado. En ocasiones, la deshidratación puede hacer que te quedes sin aliento, lo que puede hacer que respires de forma pesada. Afortunadamente, aliviar la deshidratación es tan sencillo como beber un vaso de agua. Si la deshidratación es la causa de la respiración pesada, desaparecerá después de incorporar líquidos.[2]
    • Como alternativa, puedes beber una bebida deportiva para aumentar tus electrolitos.

    Consejo: es más probable que te acalores en los días cálidos. Asegúrate de llevar una botella de agua contigo para refrescarte. Además, puedes llevar un ventilador o abanico de bolsillo contigo.

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    Descansa y enfríate si te sientes acalorado o afiebrado. Estar acalorado o descompuesto hará que te quedes sin aliento. Esto es muy cierto si intentas ser activo. Cuando te sientas acalorado o afiebrado, siéntate en un lugar fresco para poder recuperar el aliento.[3]
    • Si estás descompuesto, sigue descansando hasta sentirte mejor.
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    Afloja la ropa si se siente ajustada. La ropa ajustada o muy pequeña puede limitar tu capacidad de respirar. Esto es muy cierto si usas accesorios como fajas o un corsé. Asegúrate de que la ropa no sea demasiado ajustada. De ser así, afloja o quita la ropa que te moleste.[4]
    • Si una prenda es demasiado pequeña para ti, es mejor escoger otra cosa.
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    Toma un antihistamínico si tienes alergias de estación. En ocasiones, la respiración pesada se debe a que las vías respiratorias se estrechan debido a la inflamación causada por las alergias de estación. En algunos casos, las alergias también podrían hacerte sentir enfermo, con síntomas como estornudos, comezón en los ojos y goteo nasal. Afortunadamente, los antihistamínicos de venta libre pueden tratar estos síntomas y ayudarte a respirar con más facilidad.[5]
    • Habla con tu médico antes de tomar un antihistamínico.
    • Muchos antihistamínicos causan adormecimiento, así que busca uno que no produzca somnolencia. Por ejemplo, la cetirizina (Zyrtec) y la loratadina (Claritin) son dos opciones que no causan somnolencia.
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    Prueba con un ejercicio de respiración profunda si sientes ansiedad. Comienza por contar las respiraciones para ser consciente de ellas. Luego, apoya las manos en tu caja torácica. Inhala lento a la cuenta de 10 y llena toda la caja torácica con aire. Luego, exhala lento a la cuenta de 10 y permite que la caja torácica se hunda. Repite hasta sentirte más tranquilo.[6]
    • Como alternativa, puedes llevar el aire al estómago, en vez de la caja torácica.

Método 2
Método 2 de 4:
Realizar cambios en tu estilo de vida

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    Mantén un peso saludable para tu altura y edad. El sobrepeso corporal puede hacer que te quedes sin aliento con más facilidad. Esto significa que serás propenso a experimentar la respiración pesada. Además, es posible que desarrolles otros problemas, como apnea del sueño, que pueden afectar tu respiración. Es mejor mantener el peso en un rango saludable, dependiendo de tu edad y altura.[7]
    • En el caso de que tengas que perder peso, lleva una dieta saludable compuesta por proteína magra y muchos alimentos frescos. Además, reduce el consumo de azúcares agregados.
    • Estar activo todos los días también te ayudará a controlar tu peso. Sin embargo, habla con tu médico antes de comenzar un plan de entrenamiento.

    Consejo: habla con tu médico para identificar el peso correcto para ti. Todas las personas tienen necesidades diferentes que pueden cambiar en función del perfil de salud, el nivel de actividad y el tipo de cuerpo.

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    Haz 30 minutos de ejercicio moderado todos los días. Además de ser ideal para mantener el peso, el ejercicio ayuda a mantener el corazón y los pulmones saludables. Dado que los problemas cardíacos y pulmonares pueden causar respiración profunda, entrenar de manera regular puede ayudarte a respirar con más facilidad.[8]
    • Habla con tu médico para asegurarte de estar listo para comenzar a ejercitar.
    • Algunas buenas opciones son caminar, trotar, nadar, practicar aeróbicos, tomar clases grupales, practicar "Kick boxing", bailar y usar máquinas cardiovasculares.
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    Controla la ansiedad para reducir sus efectos. La ansiedad puede causar dificultades para respirar y hacer que el pecho se sienta apretado. Aprender mejores formas de lidiar con la ansiedad podría ayudarte a reducir estos síntomas. Estas son algunas técnicas que puedes probar:[9]
    • Practica ejercicios de respiración, como contar las respiraciones.
    • Medita todos los días por 5 o 10 minutos.
    • Utiliza estrategias de consciencia plena para enfocarte solo en el presente.
    • Reemplaza las preocupaciones por el diálogo interno positivo (como "Soy suficiente" o "Todo estará bien").
    • Practica el cuidado propio regular.
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    Deja de fumar, si lo haces. Es probable que sepas que fumar es malo para la salud respiratoria. Sin embargo, abandonar este hábito puede ser difícil, en especial si lo haces sin ayuda. Afortunadamente, tu médico puede ayudarte a encontrar herramientas que funcionen para ti para dejar de fumar para siempre.[10]
    • Por ejemplo, puedes usar chicles, parches o medicamentos recetados para dejar de fumar. Además, tu médico podría ayudarte a encontrar un grupo de apoyo que se reúna en tu área para no tener que hacerlo solo.
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    Mantén tu casa libre de polvo y alérgenos si tienes alergias. Es fácil pasar por alto los alérgenos en la casa que podrían causar problemas respiratorios. Asegúrate de limpiar el polvo, la suciedad y la caspa de las mascotas de manera regular para que no desencadenen alergias.[11]
    • También puedes instalar un filtro HEPA para limpiar el aire de la casa.
    • Quitarte el calzado al entrar en casa también ayuda a reducir los alérgenos que circulan en el aire.

Método 3
Método 3 de 4:
Respirar bien al dormir

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    Evita beber alcohol cerca del horario de acostarte. Dado que el alcohol actúa como depresor, relaja los músculos en la parte de atrás de la garganta. Esto puede causar ronquidos y otros problemas respiratorios mientras intentas dormir.[12]
    • De manera similar, no tomes drogas que depriman el sistema, como relajantes musculares.
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    Duerme de costado en vez de dormir boca arriba. Al dormir boca arriba, la lengua y el paladar blando pueden bloquear las vías respiratorias, lo que causa dificultades para respirar. Además, el peso adicional en el pecho o estómago podría presionar los pulmones, haciendo que respires de forma más pesada. Por otro lado, dormir de costado mantiene las vías respiratorias más abiertas.[13]
    • Si sueles rodar y dormir boca arriba, puedes fijar algo como una pelota de tenis en tu pijama para que girar te resulte incómodo. Como alternativa, puedes comprar un dispositivo que vibre cada vez que ruedes sobre tu espalda. Estos están disponibles en línea y en algunas tiendas departamentales.
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    Presta atención a los síntomas de la apnea del sueño. La respiración pesada al dormir puede ser producto de la apnea del sueño, que ocurre cuando dejas de respirar periódicamente durante el sueño. Este puede ser un problema grave, pero existen tratamientos. Visita a tu médico si observas los siguientes síntomas:[14]
    • ronquido fuerte
    • jadeo durante el sueño
    • resequedad de la boca al despertarse
    • cefaleas matutinas
    • insomnio
    • somnolencia diurna
    • dificultad para concentrarse
    • irritabilidad
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    Habla con tu médico acerca de las opciones de tratamiento si tienes apnea del sueño. Si tu médico te diagnostica apnea del sueño, podría sugerirte cambios en tu estilo de vida si tu caso es leve. Sin embargo, es posible que necesites un tratamiento si tu caso es moderado a grave. Estas son algunas opciones de tratamiento que tu médico podría recomendarte:[15]
    • Un aparato bucal puede llevar la mandíbula hacia adelante para que respires mejor. Esta es la opción de tratamiento más simple y sencilla, pero no es tan efectiva como una máquina CPAP.
    • Una máquina de presión positiva continua en la vía respiratoria (CPAP, por sus siglas en inglés). Este es el tratamiento más común para la apnea del sueño. Esta máquina viene con una máscara que se coloca sobre el rostro para poder respirar durante la noche.
    • Una máquina de presión positiva bifásica en la vía respiratoria (BPAP, por sus siglas en inglés). Este dispositivo también puede ayudarte a respirar por la noche, pero no es tan útil como la CPAP. Sin embargo, algunas personas consideran que la BPAP es más cómoda.

    Consejo: si nada ayuda, es posible que necesites una cirugía. Sin embargo, tu médico posiblemente pruebe con otros tratamientos en primer lugar.

Método 4
Método 4 de 4:
Buscar atención médica

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    Busca atención médica de emergencia si te falta el aliento o tienes una enfermedad cardíaca o pulmonar. La respiración pesada puede ser una señal de una enfermedad grave, en especial si tienes problemas de salud. Es mejor buscar ayuda inmediata si tienes problemas para respirar o te han diagnosticado una enfermedad. En algunos casos, la respiración profunda puede estar relacionada con un problema de salud grave, como un ataque cardíaco.[16]
    • Pídele a tu médico que te reciba el mismo día o acércate a un centro de atención de urgencias. Si estás solo, llama para pedir ayuda.
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    Visita a tu médico si crees que podrías tener una infección respiratoria. La respiración pesada puede presentarse si has tenido infecciones como gripe, bronquitis, neumonía, resfriado o sinusitis. Si bien estas enfermedades suelen desaparecer sin tratamiento médico, es probable que necesites atención adicional si los síntomas se vuelven graves, como cuando tu respiración se ve afectada.[17]
    • Por ejemplo, una infección viral puede desencadenar una infección bacteriana, lo que requiere antibióticos. De manera similar, la inflamación y secreción podrían bloquear las vías respiratorias al punto tal de necesitar un tratamiento respiratorio.
    • Tu médico te recomendará las mejores opciones de tratamiento para tus síntomas.
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    Habla con tu médico si tienes síntomas de asma. Estos incluyen ardor, pánico o mareos, además de problemas para tomar aire. El asma suele comenzar en la infancia, pero puede presentarse a cualquier edad. Si tienes asma, podrías experimentar la respiración pesada antes o durante un ataque. Tu médico te recetará un inhalador y posiblemente otros medicamentos para controlar la situación.[18]
    • Si sabes que tienes asma, usa tu inhalador si tienes problemas respiratorios.
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    Habla con un consejero o terapeuta si tienes problemas de ansiedad. Esta persona podría ayudarte a superar estos problemas y aprender nuevas técnicas de afrontamiento. Vivir con ansiedad puede ser difícil, así que no dudes en buscar ayuda.[19]
    • Busca a un terapeuta con experiencia en el tratamiento de personas con ansiedad.

    Consejo: pídele referencias a tu médico de un terapeuta o haz una búsqueda en línea.

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Categorías: Salud respiratoria