La tuberculosis (TB) es una enfermedad que surge a causa de la bacteria mycobacterium tuberculosis y se propaga de una persona a otra a través del aire. Por lo general, afecta a los pulmones (normalmente el primer sitio de inoculación), pero puede afectar cualquier órgano.[1] En la forma latente, la bacteria permanece inactiva sin provocar signos o síntomas, mientras que la forma activa sí los muestra. La gran mayoría de las infecciones por TB permanecen latentes. La TB puede ser mortal si la dejas sin tratamiento o la tratas de forma inadecuada, por eso debes saber reconocer sus síntomas.[2]

Método 1
Método 1 de 3:
Conocer los factores de riesgo

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    Ten en cuenta las zonas que te dejan vulnerable a la TB.[3] Si vives o has viajado a estas zonas o incluso si entras en contacto con alguien que ha estado en dichos lugares, podrías estar en riesgo. En muchas partes del mundo, la prevención, el diagnóstico o el tratamiento de la TB es un reto debido a las políticas de salud, las limitaciones financieras o de recursos o debido a la sobrepoblación. Ello permite que la TB pase desapercibida y sin tratamiento, lo cual da lugar a su propagación. Viajar en avión desde y hacia las siguientes zonas también puede albergar la bacteria, debido a la ventilación aislada:
    • África subsahariana
    • India
    • China
    • Rusia
    • Pakistán
    • Sudeste asiático
    • Sudamérica
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    Examina tus condiciones laborales y de vida.[4] Los lugares y las condiciones de hacinamiento con escasa ventilación permiten que las bacterias se propaguen con facilidad de una persona a otra. Una mala situación puede empeorar aún más si las personas que te rodean no han pasado por adecuadas verificaciones o exámenes de antecedentes médicos. Las condiciones con las que debes ser cauteloso incluyen:
    • Prisiones
    • Oficinas de inmigraciones
    • Asilos de ancianos
    • Hospitales o clínicas
    • Campos de refugiados
    • Albergues
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    Considera tu propia salud inmunológica.[5] Tener una afección médica que baja las defensas naturales del sistema inmunológico puede ser problemático. Si tu sistema inmunológico no puede funcionar de manera adecuada, serás vulnerable a todo tipo de infecciones, incluyendo la TB. Dichas condiciones incluyen:
    • VIH o SIDA
    • Diabetes
    • Enfermedad renal en etapa terminal
    • Cánceres
    • Desnutrición
    • Edad (los muy jóvenes carecen de sistemas inmunológicos desarrollados y los mayores pueden tener una salud inmunológica inferior a la óptima).
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    Determina si las drogas podrían interferir con el funcionamiento de tu sistema inmunológico.[6] Cualquier abuso de drogas (incluidos el alcohol, el tabaco y las sustancias intravenosas) puede bajar las defensas naturales del cuerpo. Aunque algunos cánceres te ponen en un mayor riesgo de contraer TB, también lo hace la quimioterapia para tratar el cáncer. El uso de esteroides a largo plazo y los fármacos para evitar el rechazo de los órganos trasplantados también pueden afectar el funcionamiento del sistema inmunológico. Lo mismo ocurre con los fármacos que se usan para tratar las afecciones autoinmunes como la artritis reumatoide, el lupus, la enfermedad intestinal inflamatoria (la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa) y la psoriasis.

Método 2
Método 2 de 3:
Reconocer los signos y síntomas de la TB respiratoria

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    Observa si presentas una tos fuera de lo normal.[7] La TB normalmente infecta a los pulmones, lo cual rompe el tejido de dicha zona. La respuesta natural del cuerpo es eliminar el irritante por medio de la tos. Averigua cuánto tiempo has tosido. La TB dura más de 3 semanas y podría incluir signos preocupantes como el esputo con sangre.
    • Considera cuánto tiempo has tomado medicamentos para la gripe o el resfriado de venta libre o antibióticos para una infección respiratoria sin alivio alguno. La TB requiere fármacos antibacterianos muy específicos y antes de empezar la terapia es necesario detectar y confirmar la enfermedad.
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    Busca si hay secreción al toser.[8] ¿Has notado algún esputo (secreción pegajosa) al momento de toser? Si huele mal y es de color oscuro, puede ser cualquier tipo de infección bacteriana. Si es claro e inodoro, puede ser una infección viral. Presta atención si ha habido sangre al momento de toser en tus manos o pañuelos desechables. Cuando la TB forma cavidades y nódulos, los vasos sanguíneos cercanos pueden destruirse, lo cual da lugar a la hemoptisis (es decir, toser sangre).
    • Siempre debes buscar los consejos médicos de un profesional cuando tosas sangre. Él te aconsejará cómo proceder.[9]
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    Presta atención al dolor de pecho.[10] El dolor de pecho puede sugerir una amplia variedad de problemas, pero cuando acompaña a otros síntomas, estos pueden indicar TB. Si sientes un dolor agudo, ello puede apuntar a un área específica. Observa especialmente si te duele cuando aplicas presión a dicha área o si te duele cuando inhalas y exhalas o cuando toses.
    • La TB forma cavidades duras y nódulos contra la pared de los pulmones o del pecho. Cuando respiras, estas masas duras dañan el área, lo cual provoca inflamación en dicha zona. El dolor tiende a ser agudo, localizado en un área específica y reproducible cuando ejerces presión en ella.
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    Presta atención a la pérdida de peso espontánea y falta de apetito. El cuerpo manifiesta una respuesta compleja a la bacteria Mycobacterium tuberculosis que provoca una mala absorción de nutrientes y la alteración del metabolismo de las proteínas.[11] Estos cambios pueden persistir y pasar desapercibidos durante meses.
    • Mírate en el espejo y observa si hay cambios en tu cuerpo. Si puedes ver el contorno de tus huesos, ello indica que no tienes suficiente masa muscular debido a la falta de proteínas y grasa.
    • Pésate en una balanza. Usa un peso reciente de cuando te sentías sano para compararlo con tu peso actual. El peso es variable, pero debes abordar cualquier cambio drástico con tu profesional de la salud.
    • Observa si tu ropa se siente más suelta.
    • Haz un seguimiento de la frecuencia con la que has comido y compárala con la última vez que te sentiste saludable.
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    No ignores la fiebre, los escalofríos y los sudores nocturnos. Por lo general, las bacterias se reproducen a la temperatura corporal normal (37 °C o 98 °F). El cerebro y el sistema inmunológico responden subiendo la temperatura corporal para evitar dicha reproducción. El resto del cuerpo detecta este cambio, luego intenta adaptarse a esta nueva temperatura contrayendo los músculos, lo cual te hace sentir escalofríos. La TB también da lugar a la producción de proteínas inflamatorias específicas que ayudan al desarrollo de la fiebre.[12]
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    Ten cuidado con la TB latente. Esta forma de TB es inactiva y no infecciosa. La bacteria simplemente habita en el cuerpo sin causar daño alguno. La reactivación puede ocurrir en aquellos con inmunidad reducida, como se mencionó anteriormente. También puede ocurrir con el aumento de la edad debido al debilitamiento del sistema inmunológico. La reactivación a veces ocurre por otros motivos desconocidos.[13]
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    Debes tener la capacidad de distinguir la TB de otras infecciones respiratorias.[14] [15] Hay muchas otras condiciones que pueden confundirse con la TB. No debes esperar un simple virus del resfriado solo para descubrir que tienes algo más grave. Para distinguir entre la TB y otras enfermedades, hazte las siguientes preguntas:
    • ¿Hay moco líquido transparente goteando de mi nariz? El resfrío causa congestión o inflamación de la nariz y los pulmones, lo cual da lugar al goteo o salida de moco de la nariz. La TB no presenta una nariz mocosa.
    • ¿Qué produce mi tos? Las infecciones virales y la gripe tienden a presentar una tos seca o a producir moco blanco. Las infecciones bacterianas que se encuentran en el tracto respiratorio inferior producen un esputo amarronado. En cambio, la TB genera normalmente una tos que dura más de 3 semanas y puede producir un esputo sanguinolento distintivo.
    • ¿Estoy estornudando? La TB no provoca estornudo. Este es un signo de resfriado o gripe.
    • ¿Tengo fiebre? La TB puede causar una fiebre de todos los niveles, pero los que tienen gripe normalmente tienen fiebres de más de 38 °C (100 °F).
    • ¿Mis ojos parecen llorosos o con picazón? El resfriado suele presentar estos síntomas, pero la TB no.
    • ¿Tengo dolor de cabeza? La gripe provoca dolores de cabeza.
    • ¿Tengo dolor en las articulaciones o el cuerpo? El resfriado y la gripe pueden causar dicho dolor, pero es más severo con la gripe.
    • ¿Tengo dolor de garganta? Mira al interior de tu garganta y ve si parece roja, hinchada y adolorida al momento de tragar. Esto se observa mayormente con el resfriado, pero también puede aparecer con la gripe.

Método 3
Método 3 de 3:
Someterse a exámenes para detectar la TB

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    Debes saber cuándo buscar atención médica inmediata.[16] Ciertos signos y síntomas requieren ayuda inmediata. Incluso si dichos síntomas de TB no dan lugar a un diagnóstico de TB, pueden indicar otra enfermedad grave. Muchas afecciones (tanto inofensivas como peligrosas) pueden causar dolor de pecho, pero siempre debes reportarlo y permitir que un doctor lleve a cabo un electrocardiograma (ECG).
    • La pérdida de peso constante puede indicar desnutrición o cáncer.
    • Cuando viene con tos sanguinolenta, la pérdida de peso puede sugerir más específicamente cáncer de pulmón.
    • La fiebre alta y los escalofríos también pueden surgir a causa de una infección sanguínea (o sepsis) desconocida, aunque esta normalmente provoca una disminución de la presión arterial, mareos, delirios y frecuencia cardiaca alta.[17] Si se deja sin tratamiento, puede ser mortal o provocar una disfunción severa.
    • En este caso, el doctor ordenará que te administren antibióticos por vía intravenosa y que te hagan un análisis de sangre para examinar los glóbulos blancos (las células inmunitarias que combaten la infección).
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    Si es necesario, saca una cita para una prueba de detección de TB latente.[18] Incluso si no sospechas que tengas tuberculosis, hay casos en los cuales podrías ser necesario someterte a un examen para detectar la TB latente. Aquellos que empiezan a trabajar en un ambiente sanitario requieren realizarse una prueba seguida de un examen anual. Si viajas o regresas de países en riesgo, tienes una inmunidad reducida o trabajas o vives en condiciones de hacinamiento con escasa ventilación, también debes someterte a dicha prueba. Para ello, simplemente saca una cita con tu doctor de cabecera.
    • Una infección de TB latente no causa síntomas ni la enfermedad, y tampoco es contagiosa. Sin embargo, del 5 al 10 % de personas con infección de TB latente con el tiempo desarrollan tuberculosis.[19]
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    Pide una prueba con derivado proteico purificado (DPP).[20] Esta prueba también se conoce como prueba cutánea de tuberculina (TST, por su sigla en inglés) o prueba de Mantoux. El doctor limpiará el área con un hisopo de algodón y agua, luego te inyectará un derivado proteico purificado (DPP). No cubras la ubicación con un vendaje, ya que esto puede alterar el líquido. En vez de ello, deja que tu piel absorba el líquido unas cuantas horas.
    • Si tienes anticuerpos para la TB, estos reaccionarán al DPP y formarán una "induración" (espesamiento o hinchazón alrededor del área).
    • Ten en cuenta que no se mide el enrojecimiento, sino el tamaño de la induración. Después de 48 a 72 horas, regresarás al doctor para la medición de la induración.
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    Entiende cómo interpretar los resultados.[21] Para las distintas categorías de personas, hay un tamaño máximo para que la induración se considere negativa. Pero, cualquier induración que sobrepase dicho tamaño indica que el paciente tiene TB. Si no tienes factores de riesgo para la TB, una induración de hasta 15 mm (0,6 pulgadas) se considera un resultado negativo. Sin embargo, si presentas cualquiera de los factores de riesgo mencionados anteriormente en este artículo, una induración de hasta 10 mm (0,4 pulgadas) se considera negativa. Una induración de hasta 5 mm se considera un resultado negativo si te encuentras en cualquiera de los siguientes casos:
    • Fármacos inmunosupresores como la quimioterapia
    • Uso crónico de esteroides
    • Infección por VIH
    • Contacto cercano con una persona con TB
    • Pacientes con trasplante de órganos
    • Aquellos que muestran cambios fibróticos en una radiografía de tórax.
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    Solicita un análisis de sangre IGRA como una alternativa para un DPP.[22] IGRA significa "ensayo de liberación de interferón gamma" y este análisis de sangre es más preciso y más rápido que un DPP. Sin embargo, cuesta más llevarlo a cabo. Si tu doctor opta por esta prueba, tomará una muestra de tu sangre y la enviará a un laboratorio para que la analicen. Tus resultados deben estar listos dentro de 24 horas y tendrás una cita posterior para analizar los resultados. Un nivel alto de interferón (determinado por un rango normal que ha preestablecido el laboratorio) es un resultado positivo que indica que tienes TB.
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    Realiza un seguimiento de los resultados de la prueba.[23] Un resultado positivo en la prueba cutánea o el análisis de sangre indica la TB latente. Para averiguar si está activa, tu profesional de la salud te pedirá una radiografía del tórax. Al paciente con una radiografía de tórax normal se le diagnosticará una infección de TB latente y se le administrará un tratamiento preventivo. Una radiografía de tórax anormal además de un análisis de sangre o una prueba cutánea positiva indicará la presencia de TB activa.
    • En un cultivo de esputo, se analiza la flema o el esputo que produce la tos para determinar el crecimiento de la tuberculosis. Si el resultado es positivo en la radiografía y el cultivo de esputo, ello confirma el diagnóstico de la TB activa.
    • Ten en cuenta que el esputo puede ser difícil de recolectar en los infantes y los niños pequeños. Además, el diagnóstico a menudo se realiza sin él en el caso de los niños.[24]
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    Sigue los consejos de tu doctor tras el diagnóstico. Si la radiografía y el cultivo de esputo confirman la tuberculosis activa, tu doctor te recetará una batería de medicamentos.[25] Sin embargo, si la radiografía es negativa, se considera que el paciente presenta la TB latente. Sigue cuidadosamente las instrucciones de tu doctor para evitar que la TB latente se vuelva activa. En Estados Unidos, la TB se reporta al CDC (centros para el control y la prevención de enfermedades) y el tratamiento puede incluir la terapia de observación directa (TOD), en la cual un trabajador de la salud observa que el paciente tome cada dosis.
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    Considera ponerte la vacuna Bacillus Calmette-Guérin (BCG). La vacuna BCG puede reducir el riesgo de infección, pero no lo elimina. Esta genera un falso resultado positivo en la prueba DPP, así que las personas vacunadas deben realizarse el análisis de sangre IGRA para diagnosticar la TB.
    • La vacuna BCG no es recomendable en Estados Unidos (país que registra una baja incidencia de TB), debido a su interferencia con la prueba DPP. Sin embargo, las personas de países menos desarrollados a menudo reciben dicha vacuna.

Consejos

  • La TB se propaga a través de la tos y el estornudo.
  • No todas las personas infectadas con TB llegan a enfermarse. Algunas presentan la TB latente. Si bien dichas personas no son contagiosas, con el tiempo pueden enfermarse si se debilita su sistema inmunológico. Puedes tener TB latente de por vida y nunca desarrollar su forma activa.
  • Es importante tener en cuenta que (aunque es un argumento polémico) incluso las personas que tienen TB latente y han recibido tratamiento pueden ser positivas en posteriores exámenes de TB. Es un asunto que debes evaluar con tu doctor.
  • La vacuna BCG (Bacillus Calmette-Guérin) puede generar falsos resultados positivos en la prueba DPP, lo cual requiere llevar a cabo una radiografía de tórax.
  • Las personas con TB miliar (o diseminada) requieren más pruebas, incluyendo una resonancia magnética del órgano involucrado y una biopsia.
  • La TB miliar puede presentar los mismos síntomas que la TB respiratoria, además de los signos y síntomas específicos del órgano afectado.
  • Para aquellos que han recibido la vacuna BCG y han obtenido falsos resultados positivos en la prueba DPP, es recomendable realizarse un análisis de sangre IGRA. Sin embargo, es posible que tu doctor prefiera la prueba DPP debido al costo y disponibilidad.
  • Para los niños menores de 5 años de edad, es preferible la prueba DPP al análisis de sangre IGRA, debido a la falta de estudios científicos.[26]
  • En Estados Unidos, la tuberculosis ha resurgido y el CDC ha cambiado sus directrices respecto a quién debe recibir tratamiento. Anteriormente, la edad límite para recibir tratamiento con el fármaco isoniazida era de 34 años de edad. Pero en la actualidad se receta el medicamento prácticamente a todos los que dan positivo en las pruebas de TB, a manera de precaución para sí mismos y los demás. Por el bien de tu salud y los que te rodean, sigue dicho tratamiento.

Acerca de este wikiHow

Amer Alnajar, MD
Coescrito por:
Jefe médico, vytaliz.com
Este artículo fue coescrito por Amer Alnajar, MD. El Dr. Alnajar es socio fundador, médico y jefe de estrategia en Vytaliz en Nueva York, y se especializa en medicina interna. Recibió su doctorado en Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Drexel en 2011. Tiene licencia en Pennsylvania y en Nueva York. Este artículo ha sido visto 45 876 veces.
Categorías: Salud respiratoria