Lidiar con la flema puede ser muy molesto. Afortunadamente, ¡hay muchos remedios caseros que son muy eficaces! Si tienes flema en la garganta, prueba remedios caseros como las gárgaras con agua y sal, o las inhalaciones de vapor para descomponer la mucosidad. Además, toma líquidos calientes y té con limón para obtener alivio, y come sopa o alimentos picantes. Por último, evita una mayor acumulación de mucosidad al mantenerte alejado de lo que la provoque.

Método 1
Método 1 de 3:
Emplear tratamientos caseros

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    Haz gárgaras de agua con sal para aliviar la mucosidad y calmar la garganta. Mezcla media cucharadita de sal con una taza (240 ml) de agua tibia. Toma un sorbo de agua con sal, pero no lo pases. En lugar de ello, inclina la cabeza hacia atrás y haz gárgaras con ella por unos segundos. Luego escupe el agua en un lavabo y enjuágate la boca.[1]
    • Puedes repetir este tratamiento cada 2 o 3 horas a lo largo del día, según lo necesites.
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    Usa un humidificador para humectar tus vías respiratorias con vapor tibio. Vierte agua destilada en el humidificador hasta la línea de llenado. Luego, enciende el humidificador y mantenlo activo mientras te recuperas. El vapor te humedecerá las vías respiratorias y diluirá tu mucosidad. Esto soltará la flema en la garganta.[2]
    • Si gustas, agrega un aceite esencial de eucalipto, el cual es un ingrediente activo en los ungüentos de mentol. Usa un gotero para agregarle 2 o 3 gotas de aceite al agua antes de encender el humidificador.[3]
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    Toma una ducha caliente e inhala el vapor para obtener un alivio temporal. Dado que el vapor puede soltar y diluir la flema en la garganta, puede ser de ayuda que tomes una ducha caliente. Para usar la ducha, haz que el agua esté en temperatura caliente, pero que no queme. Luego relájate en la ducha y toma respiraciones profundas.[4]
    • También puedes usar un aceite esencial de eucalipto en la ducha. Usa un gotero para agregar unas gotas de aceite al suelo de la ducha o la bañera justo antes de entrar.
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    Inhala el vapor de un tazón con agua caliente a fin de diluir y soltar la flema. Llena un tazón grande con agua caliente que emita vapor. Luego, inclínate sobre el tazón y cúbrelo junto con tu cabeza usando una toalla. Inhala con lentitud el vapor mientras te sientas cómodo. Luego toma un vaso con agua para enfriarte y mantenerte hidratado.[5]
    • A esto se le denomina facial con vapor. Puedes hacerlo una o dos veces al día, según lo necesites para obtener alivio.
    • Para obtener beneficios adicionales, agrega un aceite esencial al agua (como 2 o 3 gotas de aceite esencial de eucalipto, romero o menta) para descomponer la mucosidad y aliviar la garganta.[6]
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    Tararea para descomponer la flema si tu garganta no te duele. Tararear hace que la garganta vibre, lo que puede descomponer la flema con eficacia. Elige tu canción favorita y tararéala por 1 o 2 minutos. Luego, toma un par de sorbos de agua. Esto te ayudará a despejar la garganta.[7]
    • Esto funcionará mejor si la garganta no te duele. Si tararear te causa incomodidad, prueba otra cosa.
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    Enjuágate los senos paranasales con una olla neti para despejar tus vías respiratorias y diluir la mucosidad. Llena una olla neti con una solución salina de venta sin receta o agua purificada. Luego apóyate sobre un lavabo e inclina la cabeza a un lado. Coloca la boquilla de la olla neti contra la fosa nasal superior, luego vierte el agua en tu nariz con lentitud. Esta debe entrar por la fosa superior y salir por la inferior.[8]
    • Lava ambas fosas sobre el lavabo. No inhales la solución salina ni el agua.
    • No uses agua de grifo en la olla neti. En casos muy raros, el agua de grifo puede contener amebas que se comen el cerebro.

Método 2
Método 2 de 3:
Aliviar la mucosidad con líquidos y comida

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    Mantente hidratado tomando como mínimo 11 tazas y media (3 L) de agua al día. Los líquidos ayudarán a diluir la mucosidad, de modo que no se acumule en la garganta. Asegúrate de cubrir tus necesidades diarias de agua tomando mucha agua pura, té y otras bebidas. Además, come alimentos que contengan agua, como las sopas o las frutas. Las mujeres necesitan alrededor de 11 tazas y media (3 L) de agua al día, mientras que los hombres necesitan alrededor de 15 tazas y media (4 L).[9]
    • Dale sabor al agua o al té con limón, lo que te ayudará a descomponer la mucosidad. Agrega rodajas de limón al agua o vierte un poco de jugo de limón en el vaso.

    Advertencia: no tienes que tomar una cantidad excesiva de líquido. Si bebes demasiado, podrías experimentar una sobrecarga de líquido, ya que es normal que tu cuerpo se aferre a los líquidos mientras estás enfermo. Los síntomas de la sobrecarga de líquido comprenden a la confusión, el letargo, la irritabilidad, el coma y las convulsiones.[10]

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    Toma líquidos calientes para despejar la garganta y descomponer la mucosidad. Elige los líquidos calientes como el agua tibia, el té o la sidra para aliviar la flema. El calor ablandará y diluirá la mucosidad, de modo que se drene con más facilidad. Esto ayudará a despejar la garganta.[11]
    • Los líquidos tibios también brindan mucho alivio, por lo que te ayudarán a sentirte mejor.

    Consejo: el té de jengibre es una bebida popular para aliviar la irritación en la garganta, la tos y la mucosidad. Remoja una bolsita de té de jengibre en agua caliente por 2 o 3 minutos, y bébelo cuando esté a una temperatura cómoda.[12]

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    Toma té con limón y miel para aliviar la garganta y la mucosidad. Usa una bolsita de té con limón preparado o agrega 2 cucharaditas de limón a 1 taza (240 ml) de agua caliente. Luego, añade aproximadamente 1 cucharada de miel al agua con limón. Toma el té mientras esté caliente.[13]
    • El ácido en el jugo de limón ayuda a diluir y eliminar la flema, mientras que la miel calma la garganta.
    • Puedes disfrutar de tu té con limón y miel con la frecuencia que gustes.
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    Consume sopa caliente para diluir y descomponer la mucosidad. La sopa calienta la mucosidad, lo que puede diluirla, de modo que desaparezca con más facilidad. El caldo también puede ayudar a diluir la mucosidad y despejar la garganta. Asimismo, la sopa hecha con caldo de pollo (como la de pollo y fideos) también podría actuar como un antiinflamatorio.[14]
    • Elige una sopa hecha con caldo de pollo (si es posible), ya que es la mejor opción. Sin embargo, toda sopa te ayudará a calentarte y aumentar el líquido en tu organismo.
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    Consume alimentos picantes para soltar la flema, de modo que se drene con facilidad. Elige platos que contengan especias como la pimienta roja, el ají, el wasabi, el rábano picante o los pimientos. Estas especias actúan como anticongestivos naturales, por lo que diluirán la mucosidad y harán que tu nariz empiece a expulsar las secreciones. Esto ayudará a despejar la flema.[15]
    • Las especias podrían quemarte la garganta, por lo que quizás no quieras probarlas si tienes la garganta adolorida.

Método 3
Método 3 de 3:
Prevenir la acumulación de flema

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    Mantén la cabeza elevada, de modo que la mucosidad no se acumule en la garganta. La mucosidad se drena de forma natural de las fosas paranasales hacia la parte posterior de la garganta. Si estás recostado, la mucosidad puede acumularse allí. Esto genera una acumulación de flema en la garganta. Para prevenirlo, elévate sobre almohadas para permitir que la flema se drene.[16]
    • Cuando duermas, usa muchas almohadas o duerme en una silla si la mucosidad es muy espesa.
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    Deja de consumir alimentos que te provoquen reflujo ácido. Esta afección puede hacer que la mucosidad se acumule en la garganta. Si normalmente sufres de acidez o quemazón en la garganta, supervisa los alimentos que parezcan causar los síntomas y evítalos.[17]
    • Las causas comunes del reflujo ácido comprenden al ajo, las cebollas, las comidas picantes, la cafeína, las bebidas carbonatadas, los alimentos cítricos, el alcohol, la menta, los productos con tomate, el chocolate y los alimentos fritos y grasosos.[18]
    • Conversa con el doctor si tienes reflujo ácido más de dos veces a la semana, si aún no lo has hecho.
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    Deja de fumar y mantente alejado del humo de segunda mano. Fumar puede resecar las cuerdas vocales, lo que hace que el cuerpo genere más flema y mucosidad para restablecer la humedad perdida. Esto puede hacer que la flema empeore. Si es así, lo mejor es dejar de fumar. Además, pídeles a otras personas que no fumen cerca de ti o que se alejen mientras lo hacen.[19]
    • Si eres fumador, podrías usar gomas de mascar o parches de nicotina para ayudarte a lidiar con las ansias.
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    Evita los productos lácteos porque pueden espesar la mucosidad. Quizás hayas escuchado que los lácteos hacen que produzcas más mucosidad, pero es falso. Sin embargo, esto podría hacer que la mucosidad se espese, en especial si vas a comer productos lácteos ricos en grasas. Quizás no presentes mucosidad más espesa, pero lo mejor es mantenerte alejado de los lácteos si vas a tratar de deshacerte de la flema.[20]
    • Si no quieres dejar de comer lácteos, cíñete a opciones bajas en grasas o sin ellas, ya que son menos propensas a espesar la mucosidad.
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    Evita la exposición a los alérgenos, los gases y los químicos peligrosos. Los gases de la pintura, los limpiadores y otros químicos pueden irritar las vías respiratorias y perjudicar la función respiratoria. Esto puede hacer que tu cuerpo produzca más mucosidad. Limita tu contacto con irritantes o químicos. Si tienes que entrar en contacto con ellos, usa una mascarilla y ve a un área ventilada tan pronto como puedas.[21]

Consejos

  • Puedes tragar la mucosidad, pero también puedes escupirla si prefieres.[22]
  • Consume caramelos para la tos con mentol para aliviar la garganta.

Advertencias

  • Si toses sangre o sufres de falta de aire o dificultad para respirar, solicita atención médica inmediata o llama a los servicios de emergencia de tu localidad.
  • Solicita atención médica si toses mucosidad de color amarillo o verde.
  • No uses vinagre de sidra de manzana para tratar la flema. Esto no tratará la infección y podría quemarte la garganta.[23]

Acerca de este wikiHow

Lisa Bryant, ND
Coescrito por:
Médica naturópata
Este artículo fue coescrito por Lisa Bryant, ND. La Dra. Bryant tiene licencia de médica naturópata y experta en medicina natural en Portland, Oregón. Completó su residencia en medicina familiar en neuropatía en el Colegio Nacional de Medicina Natural en 2014. Este artículo ha sido visto 3 477 707 veces.
Categorías: Salud respiratoria