El esófago de Barrett es un trastorno en el que el tejido del esófago pasa de tener un revestimiento blanco y normal a tener uno rosa o rojo, similar al interior del estómago, generalmente debido a la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). El esófago de Barrett puede causar malestar temporal, aunque los ataques fuertes pueden parecerse a un trastorno cardíaco. Puede ser molesto, pero se puede tratar con cambios de estilo de vida, medicamentos o procedimientos quirúrgicos. Sigue cuidadosamente las indicaciones del doctor y monitorea regularmente el trastorno para promover la curación del esófago.[1]

Método 1
Método 1 de 4:
Evitar la acidez a través de cambios dietéticos

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    Evita los alimentos grasosos. Comer alimentos sustanciosos y pesados puede producir acidez. Por lo general, esto dará como resultado un dolor torácico temporal y malestar mientras el alimento se digiere. Evita este síntoma doloroso reduciendo los alimentos grasosos y comiendo alimentos más saludables, como frutas y verduras.[2]
    • Evita comer comida rápida, pizza y otros alimentos con alto contenido de grasa.
    • También debes evitar las salsas pesadas y los postres sustanciosos.
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    Opta por alimentos ligeramente sazonados en vez de alimentos picantes. Los alimentos picantes pueden irritar el tracto digestivo, causando acidez. Usa condimentos suaves como sal, perejil y romero, y evita los fuertes como ajo, hojuelas de pimiento y curry. Evita la cocina picante y lee los ingredientes de los productos alimenticios antes de comprarlos.[3]
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    Evita el tomate y las frutas cítricas. Los productos con un contenido alto de ácido pueden irritar tu esófago y causar reflujo ácido. Los tomates y las frutas cítricas como limón, fresa, cereza, naranja y pomelo son los principales culpables. Evita estas frutas, así como la salsa de tomate, el jugo de tomate y los jugos cítricos.[4]
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    No bebas café ni bebidas carbonatadas. Las opciones de bebida también son importantes para prevenir la acidez y otros síntomas de la ERGE. Evita el café y las bebidas carbonatadas, los cuales pueden causar acidez. En cambio, opta por beber agua o tés herbarios, que serán suaves para el tracto digestivo.[5]
    • Si te gusta beber café por la mañana, trata de reemplazarlo con un sustituto que no tenga cafeína, como café de raíz de achicoria.
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    Aléjate del alcohol. Beber alcohol está relacionado directamente con la acidez. El vino tinto, en particular, puede causar este síntoma digestivo, por lo que debes evitarlo. Si bebes, hazlo con moderación para minimizar el riesgo de acidez.[6]
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Método 2
Método 2 de 4:
Controlar el reflujo ácido a través de cambios en el estilo de vida

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    Eleva la cabecera de la cama 15 o 20 centímetros (6 u 8 pulgadas). Mantener la cabeza elevada por la noche asegurará que el ácido del estómago permanezca en el estómago, lo cual prevendrá el reflujo ácido. Usa objetos sólidos como libros o ladrillos para elevar las patas que están debajo de la parte superior de la cama entre 15 o 20 centímetros (6 u 8 pulgadas). También puedes comprar dispositivos de plástico o de madera para elevar la cama.[7]
    • Elevar la cabeza con varias almohadas no será suficiente para prevenir el aumento del ácido del estómago. Sin embargo, puedes comprar almohadas grandes diseñadas para elevar la cabeza mientras duermes.
    • Sin importar que duermas boca arriba, de costado o boca abajo, es importante que eleves la cabeza para evitar el reflujo ácido.
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    Evita los cigarrillos y otras formas de tabaco. Los productos del tabaco, como cigarrillos y tabaco para mascar, pueden causar reflujo ácido. El tabaco relaja el esfínter esofágico inferior, lo cual permite que el ácido del estómago fluya de vuelta al esófago. Evita el uso recreativo de estos productos y habla con un doctor para que te ayude a dejarlos si los consumes regularmente.[8]
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    Haz ejercicios 5 días a la semana para bajar de peso. El riesgo de que sufras de problemas digestivos como reflujo ácido puede ser mayor si tienes sobrepeso, pues el peso adicional puede presionar el esófago. Habla con un doctor acerca de cómo bajar de peso seguramente, de una manera con la que te sientas cómodo. Además de reducir la ingesta de calorías, trata de hacer ejercicio moderado como caminar, nadar o montar bicicleta al menos 5 días a la semana.[9]
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    Evita comer a menos de 3 horas antes de acostarte. Dormir inmediatamente después de comer puede interrumpir el proceso digestivo y causar reflujo ácido. Termina la cena y come bocadillos lo suficientemente temprano como para que tu cuerpo tenga al menos 3 horas para digerir el alimento de forma apropiada. Trata de comer tu última comida alrededor de las 6 p. m. Controla tus antojos de comida a altas horas de la noche bebiendo agua y comiendo comidas bien equilibradas a lo largo del día.[10]
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Método 3
Método 3 de 4:
Buscar ayuda médica

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    Si experimentas acidez, toma un antiácido de venta libre. Si tienes un brote de ERGE y experimentas acidez, toma un antiácido como Rolaids, Tums o Mylanta. Sigue las instrucciones de la etiqueta para tomar la dosis correcta. Toma el medicamento con un vaso de agua fría.[11]
    • Mantente derecho mientras pasa la acidez. Si sientes pánico o malestar, trata de respirar profundamente para relajarte.
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    Toma cualquier medicamento prescrito por el docto para tratar la ERGE. Por lo general, el doctor prescribirá una dosis alta de medicamentos antiácidos para reducir el progreso del esófago de Barrett y calmar los síntomas de la ERGE. Toma este medicamento exactamente como se te ha prescrito. Si es necesario, establece una alarma en el teléfono para que no te pierdas ninguna dosis del medicamento.[12]
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    Supervisa la enfermedad con citas médicas regulares. Dependiendo de la seriedad del esófago de Barrett, el doctor puede pedir que vuelvas para evaluarte cada pocos meses o anualmente. Este puede realizar una endoscopía para examinar la condición del tejido esofágico y evaluar el trastorno. Los casos serios del esófago de Barrett pueden ser una etapa previa al cáncer esofágico, así que es importante que te mantengas al día con estas evaluaciones según se recomienden.[13]
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    Habla con el doctor acerca de la opción de la ablación por microfrecuencia. La ablación por microfrecuencia es un procedimiento en el que se usa un electrodo para administrar energía térmica al tejido esofágico enfermo a fin de destruirlo. Luego de 2 o 3 sesiones, este tratamiento puede curar completamente el esófago de Barrett. Consulta con un doctor si este procedimiento, que requiere anestesia o sedación, es el correcto para ti.[14]
    • Este procedimiento se realiza de forma ambulatoria.
    • Cada sesión dura entre 25 y 35 minutos.
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    Investiga acerca de la crioterapia para tratar el esófago de Barrett. La crioterapia es un procedimiento similar a la ablación por microfrecuencia, excepto que usa el frío para congelar el tejido esofágico enfermo. Los pacientes requieren entre 1 y 5 tratamientos y cada uno dura entre 25 y 35 minutos. Consulta con un doctor acerca de esta opción de tratamiento.[15]
    • Por lo general, la crioterapia es un procedimiento ambulatorio.
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    Consulta con un doctor acerca de la posibilidad de la cirugía. La cirugía puede ser una opción para lidiar con los síntomas de la ERGE y del esófago de Barrett. Si bien los medicamentos pueden tratar de reducir el reflujo ácido, una intervención quirúrgica puede prevenir el reflujo de las secreciones pancreáticas y biliares. Consulta con un doctor para saber si la cirugía es la opción adecuada para ti.[16]
    • Pregunta acerca del tiempo de recuperación y los factores de riesgo cuando consideres la posibilidad de someterte a una cirugía.
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Método 4
Método 4 de 4:
Diagnosticar el esófago de Barrett

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    Identifica los factores de riesgo que se apliquen a ti. Como regla general, las personas de más de 50 años son las que tienen mayor riesgo de contraer el esófago de Barrett. Otros factores de riesgo incluyen ser o haber sido fumador, ser caucásico, tener sobrepeso y tener antecedentes familiares de cáncer esofágico. Si 2 o más de estos factores se aplican a ti, pide a un doctor que te examine para saber si tienes este trastorno.[17]
    • El esófago de Barrett es más común en hombres que en mujeres; sin embargo, puede aparecer en ambos sexos.
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    Trata la acidez y el reflujo ácido para descartar el esófago de Barrett. La acidez y el reflujo ácido que persisten a pesar del tratamiento es un indicador común del esófago de Barrett. Trata estos síntomas moderados con medicamentos de venta libre y cambios dietéticos. Si los síntomas disminuyen, puedes descartar seguramente el trastorno.[18]
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    Si tienes la ERGE o síntomas similares, sométete a otras pruebas de diagnóstico. Si tienes la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) o has sufrido de acidez crónica y de reflujo ácido por un mes, ponte en contacto con un doctor. Pregunta si puede derivarte a un gastroenterólogo, que es un doctor que se especializa en el tracto digestivo.[19]
    • El doctor puede hacer una endoscopía, en donde se te introducirá una cámara pequeña por la garganta para examinar el tejido esofágico.
    • De manera alternativa, el doctor puede recomendar una cápsula endoscópica, en donde tendrás que tragar una cápsula de video del tamaño de una pastilla, la cual pasará naturalmente a través del tracto digestivo. El doctor podrá ver el revestimiento esofágico, pero no podrá tomar una muestra del tejido para hacer una biopsia.[20]
    • El doctor puede extraer una pequeña cantidad de tejido del esófago para hacer una biopsia.
    • El doctor también puede hacer ecocardiogramas y análisis sanguíneos para chequear tu corazón. A menudo, la ERGE se puede sentir como un ataque cardíaco, así que debes asegurarte de no confundir los síntomas de la ERGE con un problema cardíaco.
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Acerca de este wikiHow

Payam Daneshrad, MD
Coescrito por:
Otorrinolaringólogo certificado por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Payam Daneshrad, MD. El Dr. Payam Daneshrad es un otorrinolaringólogo certificado por el colegio oficial, un cirujano plástico facial elegible por el colegio oficial y el propietario y director de DaneshradClinic en Los Ángeles, California. Con más de 19 años de experiencia, el Dr. Daneshrad se especializa en otorrinolaringología pediátrica y para adultos: cirugía de cabeza y cuello, cirugía nasal sin tapones, cirugía de senos paranasales mínimamente invasiva y tratamiento de ronquidos. También utiliza las últimas técnicas quirúrgicas de Otorrinolaringología para amigdalectomía, adenoidectomía, tiroidectomía y paratiroidectomía. El Dr. Daneshrad se graduó con una licenciatura y los más altos honores en la Universidad de California, Berkeley. Recibío su doctorado en Medicina en la facultad de Medicina de la Universidad de Tulane, donde fue aceptado en la AOA, la sociedad de honor médico y la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Tulane. El Dr. Daneshrad recibió su formación médica en la Universidad del Sur de California, donde actualmente se desempeña como Profesor Clínico Asociado. El Dr. Daneshrad es el otorrinolaringólogo y cirujano plástico facial de Los Angeles Sparks y los equipos atléticos de la Universidad Loyola Marymount. Este artículo ha sido visto 11 626 veces.
Categorías: Salud respiratoria
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