La policitemia vera es un tipo de cáncer. Si lo tienes, la médula ósea produce muchos glóbulos rojos y, en algunos casos, muchos glóbulos blancos y plaquetas. Para determinar si tienes esta enfermedad, aprende a reconocer los síntomas comunes. Además, ten en cuenta los síntomas peligrosos que podrían requerir que te acerques a un centro de emergencias. Por último, conoce las complicaciones de esta enfermedad y prepárate para pruebas y un diagnóstico formal por parte de un profesional médico.[1]

Método 1
Método 1 de 3:
Reconocer los síntomas de la policitemia vera

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    Documenta tus síntomas en un diario. Escribe cualquier síntoma que experimentes. Luego, evalúa si alguno está asociado con la policitemia vera. Al revisar la lista de síntomas, haz un círculo en cualquiera de los síntomas que coincidan con los siguientes síntomas de esta enfermedad:[2] [3]
    • cefaleas
    • sangrado o formación de hematomas
    • comezón después de bañarse o ducharse
    • sensación de mareo
    • sensación de debilidad o cansancio
    • sudoración excesiva
    • dolor e inflamación en una de las articulaciones, como el dedo gordo
    • dificultad para respirar
    • hinchazón en la parte izquierda superior del abdomen
    • adormecimiento en las extremidades
    • hormigueo o sensación de ardor en las extremidades
    • sensación de ardor en los pies
    • dificultades para respirar al estar recostado
    • zumbido en los oídos o acúfeno
    • dolor en el pecho
    • dolor en los músculos de las pantorrillas
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    Pide una cita con un médico. Si encuentras una coincidencia entre cualquiera de tus síntomas y los síntomas comunes de la policitemia vera, pide una cita con tu médico. Lleva tu diario o diario de salud y muéstrale al médico los síntomas que hayas anotado. Pregúntale si podrías tener esta enfermedad y qué medidas tomar.
    • "¿Crees que tengo policitemia vera?".
    • "¿Hay pruebas que se puedan hacer para determinar si tengo esta enfermedad?".
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    Busca atención médica de emergencia si tienes síntomas de un accidente cerebrovascular. Si tienes policitemia vera, el flujo de sangre se ralentiza y la sangre se espesa. Como resultado, serás más propenso a tener coágulos de sangre. Si desarrollas un coágulo de sangre en la cabeza, podrías tener un accidente cerebrovascular. Por lo tanto, busca atención médica de emergencia si tienes alguno de los siguientes síntomas de un accidente cerebrovascular:
    • asafia o dificultad para hablar o comprender el habla
    • adormecimiento en el rostro, los brazos o las piernas en un lado del cuerpo
    • debilidad o parálisis en el rostro, los brazos o las piernas
    • visión borrosa
    • visión doble
    • disminución de la visión
    • cefalea fuerte o inusual
    • rigidez en el cuello y dolor facial
    • vómitos y conciencia alterada
    • inicio de confusión
    • dificultad para recordar cosas
    • desorientación espacial y falta de percepción
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    Reconoce si eres parte de un grupo demográfico de riesgo. La policitemia vera es más común entre los adultos de más de 60 años. Si tienes más de 60 años, ten en cuenta que perteneces a un grupo demográfico de riesgo. Diles a tus amigos y familiares cercanos o que se ocupen de tu atención médica.
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Método 2
Método 2 de 3:
Prestar atención a las complicaciones de la policitemia vera

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    Presta atención a la sangre o los problemas de sangrado. Estos representan una de las complicaciones asociadas a la policitemia vera. Por ejemplo, si experimentas mucho sangrado en la nariz, podría ser producto de la policitemia vera. De manera similar, si tienes sangrado en las encías, desarrollas muchos hematomas o experimentas sangrado en el intestino, es posible que sufras algunas de las complicaciones de la policitemia vera.[4]
    • Muchos glóbulos rojos también pueden causar otros problemas como úlceras pépticas y gota.
    • La policitemia vera también puede causar leucemia aguda.
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    Presta atención a la comezón y el hormigueo en la piel. La policitemia vera puede causar comezón y enrojecimiento de la piel en los brazos, las manos, los pies o las piernas. Si sientes comezón en la piel al estar caliente en la cama o después de ducharte, quizás experimentes una de las complicaciones de la enfermedad.
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    Sé consciente de los coágulos de sangre y el riesgo de un ataque cardíaco. Si tienes esta enfermedad, la sangre se espesará y ralentizará, lo que puede causar coagulación. A su vez, los coágulos de sangre pueden causar problemas de salud graves, como un ataque cardíaco. Si experimentas alguno de los síntomas de un ataque cardíaco, busca ayuda médica de emergencia.
    • Los síntomas comunes de un ataque cardíaco incluyen dolor o rigidez en el pecho, dolor en el pecho y los brazos, presión en el cuello o la mandíbula, náuseas, indigestión, acidez, sudor frío, respiración jadeante, aturdimiento y fatiga.[5]
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    Nota los síntomas del agrandamiento del bazo. Si tienes policitemia vera, el bazo posiblemente trabaje más duro y podría agrandarse. En tu diario o diario de salud, escribe cualquier dolor o molestia que experimentes. Nota si estos síntomas coinciden con los síntomas comunes del agrandamiento del bazo:[6]
    • no poder terminar una comida
    • sensación de molestia o dolor en la parte superior izquierda del abdomen
    • sensación de saciedad en la parte superior izquierda del abdomen
    • dolor o molestia en el hombro izquierdo
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Método 3
Método 3 de 3:
Hacerte una prueba de policitemia vera

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    Pídele un análisis de sangre al médico. Los análisis de sangre son una de las formas más comunes de diagnosticar esta enfermedad. Los cambios en el recuento sanguíneo a menudo ocurren lento. De hecho, la policitemia vera se diagnostica más comúnmente cuando un paciente se somete a análisis de sangre por otros motivos. El médico podría hacer un hemograma completo para determinar si tienes una cantidad excesiva de glóbulos rojos. También podría hacerte análisis de sangre para determinar si tu recuento de hemoglobina o hematocritos es elevado, que es otro indicador de la policitemia vera. Para determinar qué tipo de policitemia vera tienes, el médico también podría evaluar tus niveles de la hormona eritropoyetina.[7] Hazle las siguientes preguntas:[8]
    • "¿Puedes hacerme un análisis de sangre para determinar si tengo policitemia vera?".
    • "¿Qué debo hacer para prepararme para el análisis de sangre?".
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    Revisa los resultados del análisis de sangre con tu médico. Pregúntale a tu médico sobre los resultados de tu análisis de sangre. El profesional puede informarte en persona o por teléfono. Sé consciente de los resultados del análisis que podrían indicar un diagnóstico positivo de la policitemia vera: [9]
    • incremento en la cantidad de glóbulos rojos
    • más plaquetas o glóbulos blancos
    • nivel alto de hematocritos
    • nivel alto de hemoglobina
    • nivel bajo de eritropoyetina
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    Sométete a una biopsia de la médula ósea. Pregúntale a tu médico si sería apropiado someterte a una biopsia de la médula ósea o aspiración. El profesional tomará una muestra del material de la médula ósea. Si realiza una aspiración, tomará una parte líquida de tu médula ósea. Cuando termine, pregúntale si los resultados muestran que la médula ósea produce células sanguíneas en exceso. Puedes hacer las siguientes preguntas:[10]
    • "¿Ya están disponibles los resultados del análisis?".
    • "¿Mi médula ósea produce demasiadas células sanguíneas?".
    • "¿La biopsia indica que tengo policitemia vera?".
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    Pregúntale al médico si los resultados indican una mutación genética. Los resultados del análisis de sangre o la médula ósea podrían indicar la presencia o ausencia de una mutación genética asociada a la policitemia vera. Consulta con tu médico acerca de esta mutación genética:[11]
    • "¿Los resultados indican la presencia de la mutación genética asociada con la policitemia vera?".
    • "¿Los resultados muestran la mutación genética JAK2 V617F?".
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    Pregúntale a tu médico si puedes realizarte otras pruebas. El profesional podría realizar otras pruebas, como evaluar tu nivel de vitamina B12, la saturación de oxígeno de tu sangre o un panel metabólico detallado. Junto con los análisis de sangre, estas pruebas pueden ayudar al médico a determinar si tienes la enfermedad.
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    Habla con el médico acerca de los siguientes pasos. Si recibes el diagnóstico de policitemia vera, habla con el médico acerca de las opciones de tratamiento. Lamentablemente, la enfermedad no se puede curar por completo, y se trata más como una afección crónica; el médico controlará tu salud para detectar complicaciones. El tratamiento se enfoca en reducir las señales, los síntomas y las complicaciones asociados con la enfermedad. Por ejemplo, el médico podría recetarte una dosis baja de aspirina, un procedimiento llamado flebotomía, medicamentos como hidroxiurea o terapias para reducir la piel pruriginosa.[12] Pregúntale al profesional sobre las opciones de tratamiento:
    • "¿Cómo puedo abordar esta enfermedad?".
    • "¿Cuáles son los mejores medicamentos disponibles para tratar la policitemia vera?".
    • "¿Tendré que someterme a un procedimiento de flebotomía?".
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Acerca de este wikiHow

Janice Litza, MD
Coescrito por:
Médica de medicina familiar certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Janice Litza, MD. La Dra. Litza es una médica certificada en medicina familiar en Wisconsin. Es una médica activa y enseñó como profesora clínica durante 13 años, después de recibir su doctorado en la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin en Madison en 1998. Este artículo ha sido visto 4790 veces.
Categorías: Cáncer
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