Aprender a dominar un balón de fútbol es una gran manera de impresionar a tus compañeros futboleros, tener un mejor equilibrio y controlar el balón durante el juego. Si bien puede parecer difícil al principio, la clave del éxito absoluto es practicar tantas veces como sea posible. Sigue estos pasos para aprender a dominar el balón con tus pies, piernas, cabeza, hombros, etc. ¡Dominarás el balón como un profesional en poco tiempo!

Método 1
Método 1 de 5:
Empezando con el balón en tus manos

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    Sostén el balón justo en frente de ti de manera que esté a la altura de tu pecho. Suéltalo y deja que rebote. A medida que el balón empieza a descender después de este rebote, patéalo de nuevo hacia arriba. Trata de patearlo con tu pie dominante lo suficientemente fuerte como para que llegue a la altura de tu pecho. Cuando lo hagas, trata de patear el balón con tus cordones y tu pie ligeramente inclinado hacia arriba.Asegúrate de patear el balón con los cordones de tus zapatillas.
    • Asegúrate de que tus cordones no estén atados con un nudo doble. Es posible que el balón rebote de tus cordones en un ángulo raro si los atas con un nudo grande.
    • Al dejar salir un poco de aire del balón de fútbol, reducirás la intensidad de su rebote. Asimismo, el balón será más fácil de controlar y no saldrá volando cada vez que falles una patada.[1] Una vez que domines la técnica de dominar el balón, debes volver a inflar tu balón completamente.
    • Mantén tu tobillo rígido para que esté inclinado y fuerte. Un tobillo tembloroso lleva a una patada temblorosa.
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    Mantén tus rodillas ligeramente dobladas. Hacerlo te ayudará a tener un mejor control sobre el balón. No inmovilices tus rodillas y mantén el pie con el que no pateas (tu pie de control) plano y bien plantado en el suelo.[2]
    • Es importante mantener equilibrio mientras dominas el balón. En medio de los toques, es arriesgado pero útil tratar de equilibrarte de tal manera que puedas mantener el control del balón. Siempre trata de mantener el equilibrio en tus pies y estar listo para hacer movimientos rápidos. La clave para mantener el equilibrio es mantener tus rodillas dobladas y tus ojos en el balón.
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    Practica hasta que puedas atrapar fácil y constantemente el balón en frente de tu estómago; no debes inclinarte o agacharte para atraparlo. Una vez que hayas dominado esto, hazlo con el otro pie. Ten en cuenta que dominar el balón con tu pie no dominante será más difícil. ¡Continúa practicando!
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    Aumenta el número de veces que el balón rebota en tus pies. En vez de agarrar el balón cada vez que patees, patéalo hacia arriba y a medida que cae, patéalo de nuevo en lugar de dejar que rebote en el suelo. Trata de mantener el balón bajo control. Concéntrate en dominarlo con un pie hasta que te sientas cómodo y luego cambia con el otro. Practica hasta que te sientas seguro de dominar el balón con ambos pies.
    • Puedes “atrapar” el balón con tu pie con una práctica cuidadosa al amortiguar su caída y mantenerlo en su lugar con tu pie y tu espinilla.

Método 2
Método 2 de 5:
Alternando los pies

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    Suelta el balón y deja que rebote. Patéalo con tu pie derecho y trata de controlar la patada (trata de patear el balón recto hacia arriba). Intenta patearlo a una altura no superior a tu cintura.
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    Deja caer el balón y luego patéalo con tu pie izquierdo. De nuevo, trata de controlar tu patada y mantenerla ligera de tal manera que el balón solo llegue hasta tu cintura. Las patadas más pequeñas son más fáciles de controlar y mejor para aprender a alternar los pies. Prepárate para el hecho de que probablemente te muevas de tu lugar muchas veces mientras aprendes a alternar los pies.[3]
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    Atrapa el balón cuando lo hayas pateado una vez con ambos pies. Acomódate de nuevo si te moviste de tu lugar y luego suelta el balón otra vez. Cuando hayas pateado el balón con ambos pies dos veces, atrápalo. Luego, trata de patearlo tres veces con ambos pies, luego cuatro, etc. Habrás dominado este paso cuando puedas pararte en un lugar y domines el balón entre tus pies de manera indefinida.

Método 3
Método 3 de 5:
Empezando con el balón en tu pie

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    Coloca el balón a la altura de tus pies. Coloca tu pie dominante en la parte superior del balón y muévelo por debajo del balón lo suficientemente fuerte como para crear un efecto de retroceso en él. Luego, coloca tus dedos debajo del balón y deja que ruede hasta tu pie. Ahora, patea el balón inmediatamente hacia arriba como si fueras a cogerlo con tus manos.
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    Colócate de tal manera que puedas patear el balón con tu otro pie (hazlo a medida que el balón desciende). Alterna tus pies y continúa dominando el balón como aprendiste a hacerlo en la sección anterior. Cada vez que el balón caiga, no lo recojas con tus manos. Usa tu pie para rodar el balón encima de tus cordones y empezar a dominarlo de nuevo.
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    Mantén el pie con el que pateas cerca del suelo. Mover tu pierna demasiado alto mientras que golpeas el balón, te hará perder el control del mismo. La fuerza que impulsa el balón viene de tu pie, no de tu pierna.

Método 4
Método 4 de 5:
Usando tus rodillas

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    Levanta una rodilla de tal manera que quede perpendicular a tu cuerpo (al hacerlo, tu muslo estará plano). Es más fácil dominar el balón en una superficie plana que en una superficie angular.
    • Trata de dominar el balón solamente con tus muslos después de haberlo hecho con tus pies. Dominar el balón con tus muslos es una manera de añadir versatilidad a tus habilidades de dominio. Además, te permitirá tener más control sobre el balón.
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    Sostén el balón por encima de tu muslo y deja que caiga en la parte media. Si dejas que el balón rebote sobre tu rodilla, es casi seguro que se irá volando fuera de tu alcance.[4]
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    Domina el balón con tus muslos de la misma manera en que lo harías con tus pies. Empieza haciendo rebotar el balón en tu muslo y atrapándolo. Repite este proceso hasta que seas capaz de controlar la dirección del balón y su altura. Cambia de muslo y repite el proceso.
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    Alterna tus muslos. Hazlo cuando te sientas seguro de poder controlar el balón con ambos muslos.
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    Alterna entre tus muslos y pies. Patea el balón hacia arriba con tu pie derecho, hazlo rebotar con tu muslo derecho, patéalo con tu pie izquierdo y hazlo rebotar con tu muslo izquierdo. Cuando puedas hacer esto sin dejar caer el balón, trata de hacerlo rebotar en cada pie y muslo dos veces, luego tres y así sucesivamente.[5]

Método 5
Método 5 de 5:
Usando otras partes de tu cuerpo

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    Domina el balón con tu cabeza. Tira o patea el balón por encima de tu cabeza y luego hazlo rebotar con tu frente. Inclina tu cabeza hacia arriba de tal manera que el balón golpee la parte superior de tu frente. Mantén tu cuello relajado y dobla tus rodillas. Doblar tus rodillas te ayudará a mantener el equilibrio mientras te concentras en el balón por encima de ti.[6]
    • Puedes usar la parte superior de tu cabeza para dominar el balón, pero tendrás menos control de él. Además, puedes lastimarte si lo haces de esta manera. Trata de evitar hacerlo.
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    Usa tus hombros. Si bien es difícil dominar un balón con tus hombros porque no son planos, puedes usarlos para dirigir el balón hacia donde quieras que vaya. Cuando golpees el balón con tu hombro, muévelo hacia arriba y en la dirección en la que te gustaría que vaya. Por ejemplo, puedes patear el balón hacia arriba con tu pie derecho y luego golpearlo con tu hombro derecho. De esta manera, el balón hará un “arco” sobre tu cuerpo y caerá de tal forma que podrás patearlo con tu pie izquierdo.[7]
    • Asegúrate de usar únicamente tus hombros y no la parte superior de tu brazo. Golpear el balón con cualquier parte de tus brazos además de tus hombros se considera como “mano”.
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    Practica usando tu cabeza, hombros y pecho. Usa la secuencia “pie-pecho-muslo-hombro-cabeza” y repítela hasta que te sientas cómodo usando tus hombros y cabeza.
    • Practica estas técnicas con un amigo para crear una variedad de circunstancias como cuando se está en un juego.
    • Cuando te sientas cómodo con esta secuencia, cámbiala y practica otra como “cabeza-pecho-pie-hombro-muslo”.

Consejos

  • No te pongas tenso; relájate y suéltate.
  • Evita dominar el balón usando tu pie dominante durante mucho tiempo. Si bien es posible que sea más fácil, es importante fortalecer ambos pies y tobillos.
  • Trata de no darle demasiado duro al balón al patearlo.
  • Recuerda que puedes usar cualquier parte de tu cuerpo al jugar fútbol, siempre y cuando no uses tus brazos y manos (al menos que seas el portero o que hagas un saque).
  • Trata de hacer un pase backspin con el balón cuando le des con el pie (dale al balón con la parte de abajo del lado opuesto, no lo puedes ver pero sigue practicando y podrás hacerlo bien)
  • Ten una meta en la cual enfocarte, empieza con 10 y luego prosigue con 20. Tener una meta que alcanzar hará que la experiencia sea mucho más divertida y gratificante. Muchos equipos también se desarrollan con rapidez con esta habilidad.
  • No olvides practicar. Las dominadas pueden aprenderse en un minuto, una hora o incluso un día.
  • Siempre mira el balón.
  • Enfócate en el balón y mantén el equilibrio.
  • Cuando te sientas cómodo dominando el balón, podrás empezar a probar trucos como la vuelta alrededor del mundo.
  • Procura practicar a nivel del suelo. La maleza grande o los suelos irregulares te causarán dificultades para mantener el equilibrio, lo que a su vez provoca dificultades para hacer dominadas.

Acerca de este wikiHow

Daniel Leon
Coescrito por:
Futbolista profesional
Este artículo fue coescrito por Daniel Leon. Daniel Leon jugó fútbol profesional en España y Polonia entre 2011 y 2013. Antes de jugar de manera profesional, jugó en el equipo de la Universidad de Standford. Este artículo ha sido visto 296 453 veces.
Categorías: Fútbol