El bulldog inglés es una raza involucrada con una serie de problemas de salud y requiere un ejercicio moderado. Mantén a la mascota lo más feliz y activa posible programando media hora al día de actividad física, incluyendo al menos una caminata corta al día. Juega juegos como buscar y traer, tira y afloja, y llévalo al parque para que pueda socializar. Asegúrate de que el perro esté preparado para el clima y presta atención a su salud y bienestar mientras lo ejercitas.

Método 1
Método 1 de 2:
Mantener al bulldog activo

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    Programa de 20 a 40 minutos de ejercicio al día. Reserva al menos 20 minutos, pero no más de 40 al día para ejercitar al bulldog inglés adulto. Esto puede significar dejar al perro en el patio trasero o llevarlo a un parque para que se mueva. De cualquier manera, la actividad física se debe restringir a media hora en total. Durante el resto del día, el bulldog inglés debe permanecer en el interior y relativamente inactivo, lo que tiende a ser típico de la raza de todos modos.
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    Sácalo a pasear un poco todos los días. A pesa de los límites que el dueño de un bulldog inglés debe establecer, esta raza tiende a ser propensa a problemas de comportamiento si no se le lleva a caminar todos los días. Caminar cumple con la necesidad canina primordial del perro de desplazarse y cambiar de ambiente, aunque sea por un periodo corto de tiempo. Para limitar el esfuerzo físico, pero mantener el ritual diario, lleva al bulldog inglés a dar una vuelta por la cuadra al menos una vez al día para mantenerlo feliz.[1]
    • Para un cambio real de ambiente que no implique mucho esfuerzo en tu mascota, trata de llevarlo a un parque o vecindario diferente para caminar y explorar.
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    Juega a buscar y traer. Al igual que otras razas de perros, los bulldogs ingleses disfrutan jugar a buscar y traer, pero en intervalos más cortos y en un espacio más pequeño. Una vez que tengas la atención del perro, arroja un objeto familiar (es decir, un juguete favorito) para que lo traiga. Asegúrate de tirarlo a una distancia corta para que pueda traerlo sin hacer mucho esfuerzo.[2]
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    Juega tira y afloja. Si bien los bulldogs ingleses pueden tener una serie de problemas en las articulaciones, también tienen mandíbulas muy fuertes, lo que hace que el tira y afloja sea un juego ideal para jugar con ellos. La raza también es lo suficientemente tranquila como para representar una amenaza de que el juego se salga de control o el perro se vuelva agresivo. Asegúrate de elegir una cuerda resistente para jugar y ten cuidado de que no se esfuerce demasiado.[3]
    • El tira y afloja se puede jugar en interiores o al aire libre, lo que lo hace perfecto para cualquier ocasión.
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    Dale al perro la oportunidad de socializar. Si bien los bulldogs ingleses pueden no ser una raza muy activa, les encanta socializar y explorar. Busca actividades que permitan que el perro pueda salir y estar rodeado de personas (u otras mascotas) sin ejercer demasiada energía. Por ejemplo, llévalo a un parque y pasa tiempo sentado con él o caminando a un ritmo tranquilo, observando a la gente y disfrutando de la naturaleza.[4]

Método 2
Método 2 de 2:
Prestar atención a su salud

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    Prepara al perro para el clima. Los bulldogs ingleses crecen mejor en climas tempranos y son sensibles al calor o frío extremos. En climas cálidos, es probable que tengan problemas para respirar y se sobrecalienten, mientras que en climas fríos pueden enfriarse fácilmente. Vístelo para pasear al aire libre en temperaturas frías (por ejemplo, compra un abrigo o suéter para perros en una tienda de mascotas o en línea) y asegúrate de llevar agua para los paseos.[5]
    • En climas cálidos, programa caminatas para las primeras horas de la noche, cuando el clima es moderado y fresco.
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    Presta atención al sobrecalentamiento. El sobrecalentamiento es un problema común en los bulldogs ingleses, por lo cual se les debe vigilar de cerca durante el ejercicio. Los signos de agotamiento por calor incluyen respiración pesada y trabajosa y jadeos, una vía respiratoria inflamada, una acumulación de espuma blanca en la garganta (debido a la respiración pesada), vómitos y una mirada general de angustia. El agotamiento por calor puede causar la muerte de esta raza de perros, así que actúa rápido y haz lo siguiente:
    • Retira al perro del calor, llévalo a un área con sombra o preferiblemente adentro de la casa, y enciende un ventilador.
    • Mantenlo tranquilo, calmándolo con una voz suave y reconfortante.
    • Enfríalo como sea posible. Vierte agua fría en sus extremidades (cabeza, patas y cola), frota hielo alrededor de su cabeza o debajo de su cola o axilas, o colócalo en un baño frío (no uses agua fría, ya que correrá el riesgo de sufrir hipotermia si tiene demasiado frío).
    • Toma su temperatura vía rectal. La temperatura normal de un perro es de aproximadamente 38,6 °C (101, 5 °F). Si su temperatura es superior a 40,6 °C (105 °F), es probable que tenga un golpe de calor. En este caso, debes reducir su temperatura a 39,4 °C (105 °F), pero no más baja, ya que puede poner al perro en riesgo de hipotermia. Una vez que hayas reducido su temperatura, llévalo al veterinario.[6]
    • Si no puedes enfriarlo, llévalo al veterinario de inmediato.
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    Presta atención a la cojera. Los bulldogs ingleses son más susceptibles a las articulaciones débiles y las lesiones que otras razas debido a su gran peso y sus extremidades cortas. También tienen un alto umbral del dolor, lo que significa que pueden seguir corriendo y jugando después de sufrir una lesión, dañando aún más sus articulaciones o músculos. Si ves que el perro cojea o muestra cualquier otro signo de lesión, llévalo adentro para que descanse de inmediato o llévalo a un veterinario si la lesión parece grave.
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    Detén la actividad física a los primeros signos de agotamiento. Si el bulldog inglés empieza a verse angustiado o agotado mientras hace ejercicio, detenlo inmediatamente y haz que descanse. Esta raza es conocida por tener niveles de energía irregulares, por lo que la fatiga repentina no es poco frecuente. Asegúrate de darle mucha agua y mantenerlo calmado durante un episodio de cansancio.[7]
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    Continúa con las visitas regulares al veterinario. Como raza, los bulldogs ingleses tienen una anatomía compuesta y son más susceptibles a una larga lista de afecciones (que incluyen dermatitis, displasia de cadera y codo, enfermedades cardiacas y enfermedades degenerativas de la columna vertebral) en comparación con otras razas. Programa citas periódicas con el veterinario y pídele consejos específicos sobre la dieta y el ejercicio para mantenerlo con un peso saludable. El veterinario también te puede ayudar a controlar la salud de las articulaciones y los músculos del perro, y diagnosticar afecciones como la artritis.[8]

Acerca de este wikiHow

Melissa Nelson, DVM, PhD
Coescrito por:
Doctora en Medicina Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Melissa Nelson, DVM, PhD. La Dra. Nelson es una veterinaria que se especializa en Medicina de Animales de Compañía y Animales Grandes en Minnesota, donde tiene más de 18 años de experiencia como veterinaria en una clínica rural. Recibió su título de médica veterinaria en la Universidad de Minnesota en 1998.
Categorías: Cuidado de los perros