Los dolores de cabeza son una condición neurológica común que afecta a casi todo el mundo al menos una vez en la vida. Pueden variar en frecuencia e intensidad. Algunas personas experimentan dolores de cabeza una o dos veces al año, mientras que otras los padecen más de 15 días al mes. Sin embargo, a medida que los dolores de cabeza o migrañas se vuelven más frecuentes, pueden interferir con tus actividades cotidianas.[1] Afortunadamente, existen muchas cosas que puedes hacer en casa para eliminarlos de forma natural.

Método 1
Método 1 de 8:
Informarse sobre el dolor de cabeza

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    Descubre qué tipo de dolor de cabeza tienes. Los dolores de cabeza pueden deberse a diversos factores como el estrés, el resfriado, las alergias o la deshidratación. Antes de usar remedios o buscar la ayuda de un doctor, es importante identificar el tipo de dolor de cabeza que padeces para encontrar un tratamiento eficaz.
    • Los dolores de cabeza tensionales son la forma más común de esta condición. Surgen a causa de la contracción muscular en la parte posterior del cuello o el cuero cabelludo que con frecuencia es una reacción al estrés emocional, la fatiga o la depresión. Por lo general, producen una sensación de tensión (como si tuvieras una banda que te aprieta) alrededor del cuello o la cabeza, o un dolor que ocurre principalmente en la frente, las sienes o la parte posterior de la cabeza. Los dolores de cabeza tensionales crónicos también pueden manifestarse junto con cambios en los patrones de sueño, insomnio, ansiedad, pérdida de peso, mareos, falta de concentración, fatiga constante y náuseas.
    • Los dolores de cabeza en racimos (o en brotes) se caracterizan por un dolor intenso y punzante que se desarrolla detrás de un ojo. Al parecer, tienen su origen en la disfunción del hipotálamo y tienden a ser hereditarios. Provocan un dolor ardiente, agudo y constante. La ptosis (caída del párpado) puede ser un signo importante de dolor de cabeza en racimos.
    • Los dolores de cabeza sinusales ocurren cuando los senos nasales se inflaman debido a alergias, resfriados o la gripe. También pueden deberse a problemas digestivos como reflujo gástrico, diarrea o estreñimiento. Un resfriado recurrente o prolongado podría provocar sinusitis. La sinusitis aguda es una condición nasal común que puede ocurrir debido a los cambios en la presión atmosférica, problemas dentales, alergias o una infección por bacterias o virus.
    • Las migrañas pueden provocar un dolor intenso en un lado de la cabeza, dolor pulsátil por toda la cabeza o en un lado de esta, sensibilidad a la luz y el sonido, náuseas, vómitos y aumento del dolor al realizar un esfuerzo como subir escaleras o ejercitarse. Algunas personas que sufren de migraña también presentan “auras” o extrañas sensaciones olfativas, visuales y táctiles más o menos 30 a 60 minutos antes de la aparición de los dolores de cabeza.
    • Los dolores de cabeza postraumáticos pueden ser producto de una lesión en la cabeza y podrían durar meses o años después de sufrir incluso un traumatismo craneal leve. Los síntomas comunes son dolor de cabeza, mareos, insomnio, falta de concentración y cambios de humor.
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    Lleva un diario de dolores de cabeza. Los medicamentos o los cambios de estilo de vida pueden ser una causa frecuente de los dolores de cabeza. Mantén un diario para registrar los cambios recientes en tu dieta, estilo de vida, medicamentos y factores desencadenantes. Cuando tengas un dolor de cabeza, escríbelo junto con cualquier cambio reciente.[2]
    • Anota la fecha, la hora del día y la duración del dolor de cabeza. También escribe su intensidad, como leve, moderado o intenso. Por ejemplo, podrías descubrir que te dan dolores de cabeza intensos cuando tomas más de 3 tazas de café en un día, junto con una disminución del sueño. Anota los alimentos, bebidas, medicamentos y alérgenos con los que has estado en contacto antes de la aparición del dolor de cabeza.
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    Estudia tu diario de dolores de cabeza. Trata de identificar los factores comunes. ¿Has consumido la misma comida justo antes de la manifestación del dolor de cabeza? ¿Has tomado algún medicamento o suplemento dietético? Si es así, contáctate con tu doctor y evalúa la posibilidad de suspender dichos medicamentos, para ver si cambia la frecuencia y la intensidad de tus dolores de cabeza. ¿Has estado expuesto a alérgenos como el polen o el polvo? ¿Has cambiado tus patrones de sueño? [3]
    • Establece conexiones y experimenta por tu cuenta. Si crees que un determinado factor produce dolores de cabeza, elimínalo. Sigue haciéndolo y al final descubrirás cuáles son tus desencadenantes.
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    Evita los desencadenantes comunes. La mayoría de los dolores de cabeza podrían deberse a ciertos cambios ambientales o alimenticios. Estos son los desencadenantes comunes que provocan o aumentan la intensidad de los dolores de cabeza:[4]
    • Cambios estacionales o cambios en la presión atmosférica. Ciertas actividades como volar, hacer senderismo, nadar o bucear pueden provocar cambios en la presión del aire y dar lugar a los dolores de cabeza.
    • Falta o exceso de sueño. Trata de dormir lo suficiente de forma regular.
    • Exposición al humo, los vapores de los perfumes o los gases peligrosos. Los alérgenos como el polen o el polvo también pueden contribuir con los dolores de cabeza.
    • Tensión ocular. Si usas gafas o lentes de contacto, asegúrate de tener la prescripción adecuada. No uses lentes que produzcan irritación.
    • Luces brillantes o intermitentes.
    • Estrés o emociones fuertes. Usa técnicas de relajación para controlar el estrés.
    • Bebidas alcohólicas como el vino tinto, el champán y la cerveza.
    • Consumo excesivo de bebidas con cafeína, como el café, las gaseosas o los tés.[5]
    • Alimentos y bebidas con edulcorantes artificiales, sobre todo con aspartamo.
    • Bocadillos con glutamato monosódico (GMS), un tipo de sal.
    • Alimentos como carnes procesadas, sardinas, anchoas, arenques encurtidos, productos con levadura recién horneados, frutos secos, mantequilla de maní, chocolate endulzado, crema agria o yogur.[6]
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Método 2
Método 2 de 8:
Aliviar los dolores de cabeza en casa

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    Aplica una toalla tibia. El calor abre los vasos sanguíneos, lo que aumenta el flujo de sangre y permite el transporte de oxígeno y nutrientes para reducir el dolor en las articulaciones y relajar los músculos, ligamentos y tendones adoloridos. La aplicación de una toalla tibia en la frente o el cuello ayuda a aliviar los dolores de cabeza tensionales o sinusales.[7]
    • Sumerge una toalla pequeña y limpia en agua tibia (entre 40 y 45 °C) durante 3 a 5 minutos, luego escurre el agua. Aplícala en la frente u otros músculos adoloridos por 5 minutos y luego repite los pasos por 20 minutos.
    • También puedes usar una botella con agua caliente o una bolsa de gel para aplicar calor. La temperatura del calor no debe superar los 40 a 45 °C, ya que podrías quemarte la piel. Las personas con piel sensible no deben usar una temperatura superior a 30 °C.
    • No apliques calor si tienes hinchazón o fiebre. En vez de eso, usa una bolsa de hielo para bajar tu temperatura. Los dolores de cabeza también pueden deberse al exceso de calor.
    • No uses calor en las lesiones, heridas o puntos de sutura. El calor dilata los tejidos, lo que puede limitar la capacidad del cuerpo de reparar los daños y cerrar las heridas. Las personas con mala circulación y diabetes deben ser muy cuidadosas al momento de usar compresas calientes.[8]
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    Toma duchas de vapor. Las duchas de agua tibia ayudan a reducir la congestión a causa de un resfriado o fiebre y alivian el estrés, lo que reduce los síntomas o aparición del dolor de cabeza. Usa agua tibia (entre 40 y 45 °C) a la hora de darte una ducha, de modo que no te deshidrates o te quemes la piel.[9]
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    Usa un humidificador. El aire seco puede provocar deshidratación e irritar los senos nasales, lo que con frecuencia da lugar a los dolores de cabeza tensionales, sinusales y las migrañas. Usar un humidificador te permitirá mantener el aire húmedo.[10]
    • Trata de encontrar la humedad adecuada. El aire de tu casa debe contener entre 30 y 55 % de humedad. La humedad muy alta puede dar lugar al desarrollo de moho y ácaros del polvo, causas comunes de los dolores de cabeza por alergias. Si la humedad es muy baja, los miembros de tu hogar podrían sufrir de sequedad ocular e irritación de la garganta y los senos nasales, otra causa de los dolores de cabeza.[11]
    • La forma más simple de medir la humedad es usar un instrumento llamado higrostato que está disponible en la mayoría de las ferreterías.
    • Debes limpiar a fondo tanto los humidificadores portátiles como los centrales. De lo contrario, se contaminarán con moho y bacterias que el aire arrastra por la casa. Apaga el humidificador y llama a tu doctor si manifiestas síntomas respiratorios que crees que se relacionan con el uso del humidificador.[12]
    • Si prefieres un humidificador natural, compra una planta de interiores. El proceso de transpiración de las plantas (liberación de vapor de agua a través de las flores, las hojas y los tallos) ayuda a regular la humedad en los espacios cerrados. Además, las plantas de interiores purifican el aire de dióxido de carbono y otros contaminantes como el benceno, el formaldehído y el tricloroetileno. Algunas buenas plantas de interiores son el aloe vera, la palmera de bambú, el ficus benjamina, la aglaonema y varias especies de filodendro y drácena.[13]
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Método 3
Método 3 de 8:
Usar remedios herbales

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    Toma tés de hierbas. Los tés herbales tienen propiedades antioxidantes e inflamatorias que alivian el estrés y los músculos adoloridos. Algunos tés pueden tardar hasta 2 o 3 horas para surtir efecto.[14] Los tés herbales que ayudan a reducir los síntomas relacionados con los dolores de cabeza son los siguientes:
    • Para los dolores de cabeza acompañados de náuseas o ansiedad, mezcla 1/2 cucharadita de menta seca y 1/2 cucharadita de flores de manzanilla seca en 1 taza de agua caliente (de 80 a 85 °C). Toma 1 o 2 tazas, según sea necesario durante el día, hasta que disminuya el dolor de cabeza.
    • Para los dolores de cabeza acompañados de insomnio, prueba el té de valeriana. Pon en infusión 1/2 cucharadita de valeriana en 1 taza de agua caliente antes de irte a dormir.[15] Ten en cuenta que la valeriana interactúa con muchos medicamentos. Consulta con tu doctor antes de probar la valeriana, sobre todo si tomas naloxona o buprenorfina.
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    Prueba el jengibre. El jengibre ayuda a reducir los síntomas de ansiedad, náuseas, vómitos, hipertensión arterial y problemas digestivos que acompañan a algunos dolores de cabeza, lo que reduce su intensidad. Los estudios han demostrado que el jengibre también ayuda a reducir las probabilidades de migrañas.[16]
    • El extracto de jengibre también está disponible en la forma de cápsulas dietéticas o aceite en la mayoría de las tiendas de alimentos nutritivos. El jengibre es una hierba fuerte. Por lo tanto, la cantidad diaria recomendada es 4 g, incluidas las fuentes alimenticias. Las mujeres embarazadas no deben tomar más de 1 g de jengibre al día.[17]
    • No tomes jengibre si padeces de un trastorno hemorrágico o si tomas anticoagulantes como la aspirina.[18]
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    Toma la matricaria. Las investigaciones han demostrado que la matricaria es una medicina eficaz para evitar o detener las migrañas. Está disponible fresca, liofilizada o seca. Puedes comprarla como cápsulas, tabletas o extractos líquidos. Los suplementos de matricaria deben contener al menos un 0,2 % de partenolida, un compuesto natural que se encuentra en esta hierba. La cantidad diaria recomendada es entre 50 y 100 mg una o dos veces al día.[19] Estas son algunas precauciones que debes recordar:
    • Las personas con alergias a la manzanilla, la ambrosía o la milenrama podrían ser alérgicas a la matricaria y no deben tomarla.
    • La matricaria puede aumentar el riesgo de sangrado, sobre todo si tomas anticoagulantes. Consulta con tu doctor antes de tomar la matricaria si sigues un tratamiento con anticoagulantes.
    • Las mujeres embarazadas y que dan de lactar, además de los niños menores de 2 años, no deben tomarla.
    • Si tienes una cirugía programada, asegúrate de informarle al doctor si tomas la matricaria. Es posible que interactúe con la anestesia.
    • No dejes de tomar la matricaria de forma abrupta si la has usado más de 1 semana. Disminuye poco a poco la dosis antes de suspender su uso. Dejar de tomarla muy rápido podría provocar dolor de cabeza por efecto rebote, ansiedad, fatiga, rigidez muscular y dolor en las articulaciones.[20]
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    Agrega romero a las comidas. El romero es muy usado como una especia en la cocina, sobre todo en los platos mediterráneos. El romero se ha usado con fines medicinales para mejorar la memoria, aliviar los dolores y espasmos musculares, mejorar la digestión y contribuir con el sistema circulatorio y nervioso.
    • No excedas los 4 a 6 g de romero por día. De lo contrario, podría provocar deshidratación e hipotensión. También puede actuar como un abortivo.[21]
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    Usa el toronjil. El toronjil (Melissa officinalis) es una hierba que con frecuencia se usa para reducir el estrés y la ansiedad, promover el sueño, mejorar el apetito y aliviar el dolor muscular y el malestar a causa de la indigestión. Además, suele combinarse con otras hierbas calmantes o relajantes, como la valeriana y la manzanilla para promover la relajación.
    • El toronjil está disponible como un suplemento alimenticio en cápsula y la dosis recomendada es de 300 a 500 mg, 3 veces al día o según sea necesario. Las mujeres embarazadas o que dan de lactar deben consultar con un doctor antes de usar el toronjil.[22]
    • No deben tomarlo las personas con hipertiroidismo.
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    Prueba la hierba de San Juan. Las personas con migrañas, dolores de cabeza postraumáticos o en racimos corren mayor riesgo de experimentar ansiedad, depresión, cambios de humor y cambios de personalidad. La hierba de San Juan sirve para tratar la depresión leve o moderada. Está disponible en la forma de extracto líquido, cápsulas, tabletas y tés comerciales. Pregúntale al doctor cuál será adecuado para ti.
    • Los suplementos están estandarizados con una concentración de hipericina al 0,3 %, uno de los componentes activos de la hierba, y debes tomarlos tres veces al día en dosis de 300 mg. Podría requerir 3 o 4 semanas para mostrar mejoras significativas. No dejes de tomar la hierba de San Juan de un momento a otro, ya que podría producir efectos secundarios desagradables. Disminuye poco a poco la dosis antes de suspender su uso.[23] Estas son algunas precauciones que debes recordar:
    • Si los dolores de cabeza empeoran, suspende su uso.
    • Las personas con trastorno de déficit de atención (TDA) y trastorno bipolar no deben usar la hierba de San Juan.
    • No la uses si tomas medicamentos como antidepresivos, sedantes, píldoras anticonceptivas o fármacos antialérgicos.
    • Las mujeres embarazadas y las que dan de lactar no deben usar la hierba de San Juan.
    • Tampoco debe usarse para tratar la depresión grave. Si experimentas pensamientos de agresión o suicidio, debes acudir a un doctor de inmediato.[24]
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Método 4
Método 4 de 8:
Recurrir a la aromaterapia

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    Prueba la aromaterapia. Se trata de un tratamiento herbal que emplea la fragancia de los aceites esenciales de una planta para combatir los dolores de cabeza, insomnio, ansiedad, depresión, estrés, trastornos digestivos y otras condiciones. Un médico o aromaterapeuta certificado te ayudarán a encontrar el producto más adecuado para ti.[25]
    • Los aceites esenciales sin diluir pueden provocar reacciones en la piel. Por lo tanto, es necesario mezclarlos con un aceite o loción portadora antes de usarlos. Las lociones portadoras están hechas de una emulsión de aceite y agua, lo que las hace no grasosas y fáciles de aplicar.
    • Las personas con piel seca y sensible deben usar aceite de oliva, de germen de trigo o de aguacate como aceites portadores, puesto que son más espesos y retienen la humedad de forma más completa. Darte una ducha o un baño antes de aplicar los aceites también aumenta la hidratación de la piel.
    • Para diluir los aceites esenciales, agrega 5 gotas de aceite esencial a 15 ml (1/2 onza líquida) de loción o aceite portador. Guarda la mezcla sin usar en un frasco gotero de vidrio oscuro con una tapa rosca hermética.[26]
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    Usa el aceite de menta. El aceite de menta tiene una cantidad significativa de mentol que ayuda a aliviar los dolores de cabeza, dolores musculares y congestión nasal.[27] Para tratar el dolor de cabeza, aplica 1 o 2 gotas de aceite de menta diluido en la frente y las sienes, luego masajea por 3 a 5 minutos, haciendo pequeños círculos en el sentido de las agujas del reloj. Nunca lo apliques en el rostro de un bebé o niño pequeño, ya que puede provocar espasmos que inhiben la respiración. En caso de irritación o sarpullido, suspende su uso de inmediato.[28]
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    Prueba el aceite de manzanilla. El aceite de manzanilla tiene la capacidad de aliviar el dolor y relajar los músculos. Por lo general, se usa como un remedio para el insomnio, las náuseas y la ansiedad.[29] Para tratar el dolor de cabeza, aplica 1 o 2 gotas de aceite de manzanilla diluido en la frente y las sienes, luego masajea por 3 a 5 minutos.
    • Si eres alérgico a los ásteres, las margaritas, los crisantemos o las ambrosías, también es posible que seas alérgico a la manzanilla. Esta provoca somnolencia y no debes tomarla antes de conducir o hacer ejercicios.[30]
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    Usa el aceite de lavanda. El aceite de lavanda tiene propiedades antiinflamatorias esenciales para aliviar el dolor y las partes del cuerpo adoloridas o sensibles. Es útil para combatir condiciones como dolores de cabeza, ansiedad, estrés, insomnio y dolor muscular. Además, huele muy bien.[31]
    • Para tratar el dolor de cabeza, aplica 1 o 2 gotas de aceite de lavanda diluido en la frente y las sienes, luego masajea por 3 a 5 minutos. También puedes agregar 2 a 4 gotas de aceite de lavanda puro a 2 o 3 tazas de agua hirviendo. Luego coloca la cabeza sobre el agua e inhala los vapores.
    • No consumas el aceite de lavanda, ya que su ingesta es tóxica. Solo úsalo por vía externa o por inhalación. No dejes que entre en contacto con los ojos. Si sufres de asma, consulta con tu doctor antes de usar la lavanda. Algunas personas con asma consideran que la lavanda irrita sus pulmones.
    • Las mujeres embarazadas y que dan de lactar deben evitar el uso de la lavanda.[32]
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Método 5
Método 5 de 8:
Practicar técnicas de relajación

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    Evita el estrés. El estrés da lugar a la hipertensión arterial y a la tensión muscular, ambas causantes de los dolores de cabeza. Busca formas de relajarte para combatir los dolores de cabeza.[33] Adapta las técnicas en función de tu personalidad y preferencias. ¿Cuál tiene el efecto más calmante? Estos son algunos ejemplos:
    • Respira profunda y lentamente en un ambiente tranquilo.
    • Céntrate en los resultados positivos.
    • Restructura tus prioridades y elimina las tareas innecesarias.
    • Reduce el uso de dispositivos electrónicos. Estos generan tensión muscular y dolores de cabeza.
    • Recurre al humor. Las investigaciones han demostrado que el humor es una forma eficaz de lidiar con el estrés agudo.
    • Escucha música relajante.[34]
  2. 2
    Practica el yoga. El yoga mejora la forma física, disminuye la presión arterial, promueve la relajación y la confianza en uno mismo, además de reducir el estrés y la ansiedad. Las personas que lo practican tienden a tener una buena coordinación, postura y flexibilidad, un mejor rango de movimiento, una buena concentración, digestión y mejores hábitos de sueño. Puede ser útil para los dolores de cabeza tensionales y postraumáticos, las migrañas, la ansiedad general y el estrés.[35]
    • Inscríbete en una clase grupal y céntrate en tu respiración y tus posturas. El instructor te ayudará a dominar ambos aspectos del yoga.[36]
  3. 3
    Practica el tai chi. El tai chi es un programa de ejercicios suaves que se deriva de las artes marciales. Consiste en movimientos lentos y deliberados, meditación y respiración profunda. Ayuda a mejorar la salud física, el bienestar emocional, la coordinación y la agilidad. Las personas que lo practican con regularidad tienden a tener una buena postura, flexibilidad, un mejor rango de movimiento y a dormir mejor en la noche. Todos estos factores contribuyen a regular el cuerpo y a reducir el estrés, lo que alivia muchos tipos de dolores de cabeza.
    • Por lo general, el tai chi se practica con la guía de un instructor en sesiones semanales que duran una hora. También debes practicarlo de 15 a 20 minutos dos veces al día en casa y es seguro para todo el mundo, sin importar la edad o agilidad atlética.[37]
  4. 4
    Realiza actividades al aire libre. Está demostrado que la interacción consciente con el ambiente natural favorece un estilo de vida saludable. Un estudio ha descubierto que vivir en un ambiente verde disminuye los niveles de estrés y fomenta la actividad física. Las actividades como hacer jardinería, hacer senderismo y jugar tenis al aire libre contribuyen a reducir el estrés y favorecen el bienestar general. Saca tiempo para realizar actividades recreativas al aire libre mínimo 1 o 2 horas por semana.[38]
    • Si sufres de alergias al aire libre, toma las precauciones necesarias. Piensa en tomar medicamentos antialérgicos como Allegra, Claritin, Zyrtec, Benadryl, Fenergan y Clarinex.[39]
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Método 6
Método 6 de 8:
Mejorar tu estilo de vida

  1. 1
    Duerme lo suficiente. El insomnio o los cambios en los patrones de sueño pueden provocar dolores de cabeza.[40] No dormir lo suficiente también aumenta el estrés, genera cambios de humor y altera la concentración. El adulto promedio necesita dormir al menos 6 a 8 horas.[41]
  2. 2
    Haz ejercicio de forma regular. El estrés mental es una de las principales causas de los dolores de cabeza tensionales. Diversos estudios han demostrado que el ejercicio reduce los niveles de hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol. Además, estimula la producción de endorfinas, un químico del cerebro que actúa como un analgésico natural y levanta el estado de ánimo.[42]
    • Se recomienda realizar diariamente una rutina de 30 a 45 minutos con ejercicios moderados como caminar rápido, trotar y nadar, o una rutina intensa de 15 a 20 minutos con ejercicios como levantar pesas, hacer senderismo y practicar deportes competitivos.[43]
  3. 3
    Evita el cigarrillo y las bebidas alcohólicas. El alcohol (sobre todo la cerveza) puede generar dolores de cabeza en racimos y migrañas crónicas. Debes evitar el humo pasivo o involuntario y otras formas de consumo de nicotina (en chicles o tabletas), debido a que pueden provocar dolores de cabeza intensos. Fumar también irrita los pasajes nasales cuando estás resfriado, lo que produce dolores de cabeza sinusales.[44]
    • Las personas con antecedentes de migrañas o dolores de cabeza en racimos deben evitar por completo el cigarrillo y las bebidas alcohólicas, debido a que estos se relacionan con los mareos, el insomnio, la ansiedad, la depresión y los pensamientos suicidas. Si piensas en suicidarte, llama al número de emergencias de tu país o busca asistencia médica de inmediato.
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Método 7
Método 7 de 8:
Mejorar tu dieta

  1. 1
    Evita los alimentos que producen inflamación. Los dolores de cabeza sinusales y postraumáticos con frecuencia se caracterizan por una inflamación, la que se da cuando una parte del cuerpo se vuelve roja, hinchada y dolorosa debido a una infección o lesión. Ciertos alimentos pueden retrasar el proceso de recuperación del cuerpo, aumentar la inflamación y provocar dolores de cabeza. Algunos alimentos inflamatorios también pueden generar problemas digestivos como distensión abdominal, reflujo ácido estomacal y estreñimiento. Trata de reducir o evitar el consumo de los siguientes alimentos:
    • carbohidratos refinados como pan blanco, pasteles y donas
    • frituras
    • bebidas con azúcar como las gaseosas y las bebidas energéticas
    • carnes rojas como la ternera, el jamón o el bistec y las carnes procesadas como las salchichas
    • margarina y manteca vegetal o animal[45]
  2. 2
    Consume una dieta “mediterránea”. Si bien algunos alimentos provocan inflamación, otros ayudan a reducirla, lo que evita potenciales dolores de cabeza. La dieta mediterránea está compuesta de alimentos que reducen la inflamación, incluidos los siguientes:
    • frutas como las fresas, las bayas o las naranjas
    • frutos secos como las almendras y las nueces
    • verduras de hoja verde como la espinaca o la col rizada, ricas en antioxidantes
    • pescados grasos como el salmón, la caballa, el atún y las sardinas
    • granos enteros como el arroz marrón, la quinua, el mijo, la avena y la linaza
    • aceite de oliva o aceite de canola[46]
  3. 3
    Toma mucha agua. Trata de tomar al menos 250 ml (8 onzas) de agua cada dos horas. La deshidratación con frecuencia provoca dolores de cabeza, mareos, calambres musculares, presión arterial baja, cambios en la temperatura corporal y convulsiones. La recomendación diaria para un adulto promedio es 2 litros de agua. Si tomas bebidas con cafeína, toma 1 litro de agua por cada taza de cafeína. Las bebidas deportivas sin cafeína, libres de glucosa y con electrolitos también ayudan a aliviar la deshidratación.[47]
  4. 4
    Toma magnesio. Los estudios han demostrado que el magnesio es muy eficaz para aliviar el dolor de cabeza. Además de sus propiedades antiestrés, el magnesio puede reducir la ansiedad, la fatiga crónica, el dolor de pecho y mantener saludables los niveles de presión arterial, colesterol y azúcar en sangre.
    • Las fuentes naturales de magnesio son el salmón, la caballa, el fletán, el atún, el chocolate oscuro, las verduras de hoja verde, los frutos secos, las semillas, el arroz marrón, las lentejas, la soya, los frijoles negros, los garbanzos, los aguacates y los plátanos.[48]
    • El calcio inhibe la absorción de los suplementos de magnesio, por eso es mejor consumir sus formas de más fácil absorción, como el bicarbonato de magnesio y el óxido de magnesio. Se recomienda tomar 100 mg de suplementos de magnesio 2 o 3 veces al día. Los adultos deben tomar al menos 280 a 350 mg de magnesio al día.
  5. 5
    Toma vitamina C. Esta vitamina desempeña un papel vital, puesto que es un antioxidante, promueve la función inmune, controla los niveles de azúcar en sangre y disminuye el riesgo de diversas enfermedades crónicas. Puedes consumirla en la forma de suplemento dietético con una dosis recomendada de 500 mg, distribuida en dos o tres veces al día. Dado que fumar agota la reserva de vitamina C, los fumadores necesitan 35 mg adicionales por día. También puedes incorporar a tu dieta diaria los alimentos ricos en vitamina C, entre los cuales se encuentran los siguientes:
    • pimentones rojos o verdes
    • frutas cítricas como las naranjas, los pomelos, las toronjas, las limas y los jugos cítricos no concentrados
    • espinaca, brócoli y coles de Bruselas
    • fresas y frambuesas
    • tomates
    • mangos, papayas y melones[49]
  6. 6
    Prueba el extracto de baya de saúco. El saúco europeo es una hierba que fortalece el sistema inmunitario y se le conoce por sus propiedades antiinflamatorias y antivirales. Además, ayuda a reducir los dolores de cabeza sinusales. El extracto de baya de saúco está disponible como jarabe, pastilla o suplemento dietético en la mayoría de las farmacias y tiendas de productos nutritivos. También puedes poner en infusión 3 a 5 g de flor de saúco seco en una taza de agua hirviendo, durante 10 a 15 minutos. Tómalo como un té herbal hasta tres veces al día. Estas son algunas precauciones que debes recordar:
    • No uses bayas de saúco verdes o crudas, ya que pueden ser venenosas.[50]
    • No debes administrárselas a los niños sin antes consultar con un pediatra.
    • Consulta con tu doctor antes de tomar la baya de saúco, debido a que puede causar algunos efectos secundarios en las mujeres embarazadas, las personas con enfermedades autoinmunes y las personas que toman medicamentos para la diabetes, laxantes, fármacos para quimioterapia o inmunosupresores.[51]
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Método 8
Método 8 de 8:
Buscar ayuda profesional

  1. 1
    Acude a tu doctor. Aunque la mayoría de los dolores de cabeza son curables mediante cambios de estilo de vida o consumo de medicamentos, algunos se vuelven frecuentes si no los tratas de inmediato y provocan otras enfermedades. Algunos dolores de cabeza también pueden ser signos de alerta de otros problemas ocultos que necesitan atención médica de inmediato.[52] Debes acudir a tu doctor o ir a la sala de emergencias si presentas cualquiera de los siguientes síntomas:
    • “primer” o “peor” dolor de cabeza, acompañado de confusión, debilidad, visión doble o pérdida del conocimiento que interfiere con las actividades cotidianas;
    • dolor de cabeza intenso y repentino que puede estar acompañado de rigidez del cuello;
    • dolor de cabeza intenso, acompañado de fiebre, náuseas o vómitos que no se relacionan con otras enfermedades;
    • dolor de cabeza a causa de una lesión en la cabeza;
    • dolor de cabeza intenso en un solo ojo, acompañado de un enrojecimiento;
    • dolor de cabeza persistente en una persona que nunca antes ha tenido dolor de cabeza, sobre todo si es mayor de 50 años de edad;
    • dolor de cabeza y pérdida de la sensibilidad o debilidad en cualquier parte del cuerpo que podría ser signo de derrame cerebral;
    • nuevos dolores de cabeza en una persona con antecedentes de cáncer, SIDA o VIH.[53]
  2. 2
    Prueba la retroalimentación biológica. Se trata de una técnica que enseña a las personas a mejorar su salud controlando ciertos procesos corporales que normalmente ocurren de forma involuntaria, como el ritmo cardiaco, la presión arterial, la tensión muscular y la temperatura de la piel. Durante esta técnica, te colocan electrodos en la piel que miden dichos procesos y los muestran en un monitor. Con la ayuda de un terapeuta de retroalimentación biológica, puedes aprender a cambiar tu ritmo cardiaco o presión arterial.[54]
    • La retroalimentación biológica es una terapia eficaz para los dolores de cabeza tensionales y las migrañas, la ansiedad, la depresión, las convulsiones, la hipertensión arterial, el dolor crónico, los problemas digestivos y urinarios. La retroalimentación biológica se considera segura para la mayoría de las personas, puesto que no se ha registrado ningún efecto secundario.
    • Los psiquiatras, psicólogos y doctores pueden estar capacitados para impartir la terapia de retroalimentación biológica.
    • Existen distintos tipos de terapia de retroalimentación biológica. La retroalimentación neurológica, también llamada electroencefalografía (EEG), mide la actividad de las ondas cerebrales. Puede ser más eficaz para los dolores de cabeza, el estrés, la ansiedad y la depresión. La electromiografía (EMG) mide la tensión muscular. La retroalimentación biológica termal ayuda a medir la temperatura de la piel y el cuerpo.[55]
  3. 3
    Prueba la acupuntura. La acupuntura estimula puntos específicos del cuerpo mediante la inserción de agujas finas en la piel. Diversos estudios han demostrado que la acupuntura ayuda a aliviar el dolor de cabeza, reducir la ansiedad y aliviar el estrés.[56] Es más eficaz para las migrañas, pero también puede ser útil para los dolores de cabeza tensionales, sinusales, en racimos y relacionados con otras enfermedades. Por lo general, la acupuntura no causa ningún efecto secundario si la realiza un acupunturista experimentado.[57]
    • Asegúrate de que el acupunturista cuente con una certificación para llevar a cabo la terapia con acupuntura. Es mejor evitar la actividad física extenuante, las comidas pesadas, el alcohol y la actividad sexual hasta 8 horas después del tratamiento.[58]
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    Presta atención a los síntomas de emergencia. Algunos dolores de cabeza pueden deberse a una infección o manifestarse como signos de alerta de un problema oculto.[59] Si presentas cualquiera de los siguientes síntomas junto con el dolor de cabeza, busca atención médica de inmediato:
    • hipertensión arterial
    • fiebre superior a 40 °C (140 °F)
    • náuseas y vómitos
    • sensibilidad a la luz, visión doble, visión de túnel o pérdida de la visión
    • dificultad para hablar
    • respiración breve y rápida
    • pérdida temporal del conocimiento
    • cambio repentino en las funciones mentales, como estado anímico indiferente, pérdida del juicio, pérdida de la memoria o falta de interés en las actividades cotidianas
    • convulsiones
    • parálisis o debilidad muscular[60]
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Advertencias

  • Consulta con un terapeuta o consejero de salud mental si sufres de depresión o ansiedad. Los dolores de cabeza con frecuencia se deben a una enfermedad mental o emocional y debes buscar ayuda si presentas otros síntomas.
  • Busca tratamiento médico si tus dolores de cabeza persisten o no responden a los tratamientos naturales o los medicamentos. Los dolores de cabeza crónicos pueden ser síntoma de enfermedades más graves.
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Acerca de este wikiHow

Zora Degrandpre, ND
Coescrito por:
Doctora en salud natural
Este artículo fue coescrito por Zora Degrandpre, ND. La Dra. Degrandpre es una médico naturista con licencia en Vancouver, Washington. También es revisora de subvenciones para los Institutos Nacionales de Salud y el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa. Recibió su doctorado en neuropatía en el Colegio Nacional de Medicina Natural en 2007. Este artículo ha sido visto 12 828 veces.

Descargo de responsabilidad médica

El contenido de este artículo no pretende ser un sustituto del consejo, examen, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Siempre debes comunicarte con tu médico u otro profesional de salud calificado antes de comenzar, cambiar o suspender cualquier tipo de tratamiento de salud.

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