Este artículo fue coescrito por Catherine Cheung, DPM. La Dra. Catherine Cheung es una podóloga que reside en San Francisco, California. La Dra. Cheung se especializa en todos los aspectos del cuidado de pies y tobillos, incluyendo reconstrucción compleja. La Dra. Cheung está afiliada a Brown & Toland Physicians y Sutter Medical Network. Ella recibió un diploma en Medicina Psicológica en la Facultad de Medicina Podiátrica de California, completó su residencia en el Centro Médico Encino Tarzana y completó una beca de investigación en el Centro Médico Kaiser Permanente de San Francisco. Está certificada por la Junta Americana de Cirugía Podiátrica.
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Cuando caminas con los pies descalzos o con chancletas, es muy probable que tus pies se manchen y se ensucien. Sin embargo, no tienes de qué preocuparte. Afortunadamente, podrás quitarles esas manchas fácilmente, y estarán limpios en poco tiempo. En el caso de las manchas ligeras o moderadas, primero lávate los pies con jabón o gel para ducha. Si tienes manchas difíciles de quitar, usa un exfoliante hecho de azúcar, aceite de aguacate y limón.
Pasos
Método 1
Método 1 de 2:Usar un exfoliante para manchas difíciles de quitar
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1Llena un recipiente con una taza de azúcar. Usa un recipiente con una capacidad de al menos 1 1/2 taza. Utiliza azúcar blanca común, granulada y de mesa, en lugar de otros tipos de azúcar, como el azúcar rubia o la azúcar de caña pura.
- La azúcar blanca común granulada es un poco más abrasiva y será un mejor exfoliante.
- Puedes usar sal en lugar de azúcar, ya que algunas personas prefieren usar una taza de sal en lugar de una taza de azúcar para hacer este exfoliante. Si prefieres usar sal, usa sal de Epsom o sal kosher.
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2Agrégale aceite de aguacate al azúcar dentro del recipiente. Continúa añadiendo aceite de aguacate hasta que el exfoliante tenga la consistencia que desees. Una buena forma de comenzar es con 1/2 taza de aceite de aguacate. Además, cuanto más aceite de aguacate añadas, más aguado se volverá el exfoliante.
- Si no tienes aceite de aguacate, puedes sustituirlo con detergente lavavajillas. Puedes usar tu detergente lavavajillas favorito. No es necesario que uses una marca específica de este producto. Si usas menos detergente lavavajillas, el exfoliante tendrá una consistencia más espesa. Cuanto más detergente lavavajillas eches, tendrá una consistencia más aguada.
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3Agrega jugo de limón a la mezcla. Puedes agregar 1 1/2 cucharadas de jugo de limón o el jugo de 1/2 limón. El limón no solamente es un limpiador y exfoliante efectivo, sino que también es un buen desodorizante.
- Otra opción es añadir aceite esencial de limón a la mezcla. Usa de 4 o 5 gotas de aceite esencial de limón. Este tipo de aceite le agrega propiedades desengrasantes y antisépticas adicionales y, a la vez, suaviza tu piel.
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4Mójate los pies con agua en la bañera o la ducha. Mojarte los pies antes de aplicarte el exfoliante hará que sea menos abrasivo con tu piel, lo cual será más cómodo para ti.
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5Aplícate la mezcla de exfoliante que hayas hecho sobre los pies. Usa una cantidad generosa de exfoliante en ellos. ¡Con todo el exfoliante de limpieza profunda que harás, no tendrás que medirte!
- Si todavía tienes exfoliante adicional, puedes guardarlo durante un largo tiempo en un frasco limpio y cerrado herméticamente. Guárdalo con el exceso de exfoliante en un área fresca lejos de la luz solar para evitar que los aceites se oxiden.
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6Usa un cepillo exfoliante para pies. Restriega todas las manchas usando un poco de presión. Asegúrate de también restregar las uñas y las grietas pequeñas de los pies para una limpieza completa.
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7Enjuaga la mezcla de los pies con agua y luego sécatelos. Puedes dejar que se sequen al aire o secarlos con una toalla. Secártelos bien evita caídas e infecciones fúngicas, como el pie de atleta.[1]
- Después de secarte los pies, puedes aplicarles un humectante si lo deseas. Sin embargo, probablemente los aceites del exfoliante les proporcionen humedad suficiente, así que usar un humectante adicional es opcional.
Método 2
Método 2 de 2:Usar jabón o gel para ducha
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1Mójate los pies con agua en la bañera o la ducha. Si te los mojas, los suavizarás para limpiarlos fácilmente y te sentirás más cómodo mientras lo hagas.
- Si no puedes tomar un baño en la bañera o ducharte, usa un grifo de agua, una manguera, agua embotellada, o incluso el agua de un lago o del mar para mojarte los pies.
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2Aplica tu jabón o gel favorito para ducha sobre ellos. No importa la marca que prefieres, tan solo usa una cantidad generosa de jabón o gel para ducha. Asegúrate de hacer espuma con el jabón o el gel para ducha cuando te enjabones los pies.
- Usa una crema suavizante para la piel o aceite en los pies. Por ejemplo, los productos que contienen aceite del árbol de té con frecuencia pueden suavizar los pies y, a la vez, combatir los hongos.[2]
- Si no estás seguro del jabón que usarás, los jabones de las marcas Dove y Cetaphil son opciones populares, muy reconocidas, y buenas para la piel sensible, lo cual incluye a los humectantes.[3]
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3Restriega los pies enjabonados con un cepillo exfoliante para pies. Asegúrate de restregar bien todas las áreas de los pies con manchas. Usa presión firme y restriega todas las manchas, incluso aquellas en las grietas diminutas.
- Puedes comprar un cepillo exfoliante en las tiendas de descuento o desde la sección de descuentos de un supermercado local. Usa el cepillo exfoliante solamente para limpiarlos. ¡No lo uses para otras cosas!
- También puedes usar una piedra pómez para alisarte los pies después de remojarlos.[4]
- Si no tienes a la mano un cepillo exfoliante, haz tu mejor esfuerzo por quitarte las manchas de los pies con las manos u otros materiales disponibles, como un paño.
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4Enjuágatelos con agua y, luego, sécalos. Usa una toalla para secártelos o deja que se sequen al aire. Asegúrate de que estén completamente secos antes de caminar para que no te resbales y te caigas.
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5Aplícales humectante. Usar humectante permitirá que se suavicen y se mantengan suaves y lisos después de restregarlos. Usa el humectante que más te guste y aplica una cantidad generosa en todas las áreas de los pies, excepto entre los dedos.
- No apliques crema entre los dedos de los pies, ya que la humedad incrementa tus probabilidades de contraer una infección fúngica.[5]
- Si no estás seguro de qué humectante usar, algunas de las opciones que los podólogos recomiendan son los productos con vaselina de la marca Vaseline, el bálsamo terapéutico reparador de pies Foot Repair Therapeutic Balm de la marca Earth Therapeutics y la crema para pies Advanced Repair Foot Cream de la marca Eucerin.[6]
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6Usa calcetines después de humectarte los pies. Los calcetines se encargarán de que los pies absorban el humectante en lugar que se quede en el piso cuando camines descalzo.
- Usar calcetines durante unos cuantos minutos después de humectarte los pies también te ayudará a mantenerte a salvo. ¡No querrás resbalarte y caer con todo el humectante que te hayas aplicado!
- Para cuidarlos mejor, usa calcetines de algodón o lana.[7]
Advertencias
- Si sufres de diabetes o cualquier enfermedad que afecte tus nervios, acude a un profesional del cuidado de los pies.[8]
Referencias
- ↑ https://www.powersteps.com/foot-care
- ↑ Catherine Cheung, DPM. Podiatrist. Entrevista personal. 12 de mayo de 2020.
- ↑ https://www.realsimple.com/beauty-fashion/skincare/bath-body/the-best-bar-soaps#best-natural-bar-soap
- ↑ Catherine Cheung, DPM. Podiatrist. Entrevista personal. 12 de mayo de 2020.
- ↑ https://www.powersteps.com/foot-care
- ↑ https://www.allure.com/gallery/best-foot-creams
- ↑ https://www.powersteps.com/foot-care
- ↑ Catherine Cheung, DPM. Podiatrist. Entrevista personal. 12 de mayo de 2020.