No hace falta presionar demasiado la delgada montura de la mayoría de los anteojos para que se doblen, pero tampoco es necesario que escojas un par nuevo cada vez que se te caen o te sientes encima de ellos por error. Puedes reparar fácilmente la mayoría de los anteojos por tu cuenta, siempre y cuando lo hagas con mucho cuidado. Utiliza un alicate con puntas de plástico y un paño protector para enderezar suavemente las monturas de metal torcidas. Para reparar monturas de plástico, puedes sumergir los anteojos en agua caliente hasta que vuelvan a su forma original. Siempre debes revisar si existen daños mayores antes de intentar reparar los anteojos. Si los anteojos se rompen, la solución tiende a ser mucho más costosa que cuando solo se doblan.

Método 1
Método 1 de 3:
Reparar anteojos de metal

  1. 1
    Utiliza un alicate con puntas de plástico. Esta herramienta te permitirá realizar ajustes pequeños sobre la montura doblada de forma más segura en lugar de forzarla con las manos. Si es posible, debes equiparte con un alicate que cuente con una capa de plástico suave sobre las puntas. Los alicates comunes de metal pueden rayar o incluso romper las monturas delgadas de alambre.[1]
    • Si no tienes a la mano un juego de alicates, puedes utilizar una mordaza de plástico o un fórceps para hacer el trabajo.
  2. 2
    Coloca un paño protector sobre los anteojos. Debes colocar el paño desplegado directamente sobre la sección de la montura que vas a manipular. De esta manera, crearás un amortiguador entre los anteojos y el alicate para minimizar los rayones y las marcas. El paño también evitará que te caiga un tornillo o un fragmento de plástico dentro del ojo en caso de que los anteojos se rompan por accidente.[2]
    • Asegúrate de que no existan arrugas ni pliegues sobre el paño que puedan provocar un cambio inesperado al enderezar los anteojos.
    • Un pedazo fino de tela (por ejemplo, una pañoleta o un pañuelo) es ideal para este propósito.
  3. 3
    Sujeta la montura con el alicate. Coloca las puntas del alicate sobre la sección doblada de los anteojos y aprieta las manijas para asegurarlas. Por ejemplo, si lo peor de la deformación se encuentra alrededor del puente de la montura, tendrás que sujetar un lado de la pieza que se extiende por el puente.[3]
    • Tan solo aprieta el alicate con la firmeza suficiente como para mantener la montura estable. Si lo haces con demasiada fuerza, podrías ocasionar aún más daño.
    • Los alicates delgados generan un punto de anclaje alrededor del cual puedes realizar ajustes más precisos.
  4. 4
    Gira el alicate para doblar la montura nuevamente a su forma original. Aplica una presión suave en la dirección opuesta a la deformación hasta que sientas que la montura comienza a ceder. Debes realizar ajustes lo más pequeños posibles para evitar romper o doblar los anteojos en otra dirección. Cuando te sientas satisfecho con la forma que han adquirido los anteojos, debes colocártelos y verificar cómo se sienten sobre tu rostro.[4]
    • No jales, tuerzas o hagas rebotar la montura. Si lo haces, lo más probable es que termine por partirse en dos.[5]
    • Es probable que tengas que ajustar los anteojos más de una vez para que se acomoden correctamente.
    Anuncio

Método 2
Método 2 de 3:
Remodelar anteojos de plástico

  1. 1
    Llena un recipiente poco profundo con agua tibia. Debes esperar un minuto o dos para que el agua del grifo se caliente. El agua debe estar muy caliente para ablandar la montura de plástico lo suficiente como para que se vuelva flexible. Debes reunir el agua suficiente como para cubrir por completo los anteojos doblados.[6]
    • Las temperaturas intensas pueden hacer que las monturas de plástico se derritan. Si el agua está tan caliente que no la puedes tocar, probablemente no debes sumergir los anteojos en ella.
    • También cuentas con la opción de sujetar los anteojos directamente debajo de un chorro caliente o utilizar una secadora de cabello si no cuentas con recipientes adecuados.[7]
  2. 2
    Sumerge los anteojos en el agua de 30 segundos a un minuto. Debes bajar los anteojos hasta el fondo del recipiente para que se sumerjan por completo. En ese punto, el calor del agua comenzará a actuar sobre ellos. Debes dejar que se asienten durante al menos 30 segundos antes de retirarlos y secarlos suavemente con una toalla de microfibra limpia.[8]
    • Si vas a utilizar una secadora de cabello, debes mantener la boquilla a aproximadamente 15 cm (6 pulgadas) lejos de la montura y agitarla hacia adelante y hacia atrás de 30 a 60 segundos.
    • Debes manipular los anteojos con cuidado. Estos se encontrarán aún más frágiles de lo normal cuando estén calientes.
  3. 3
    Regresa la montura con delicadeza a su posición. Debes mantener los anteojos estables con ambas manos mientras utilizas los pulgares para trabajar sobre las áreas más deformadas. Aplica presión de a pocos, sosteniendo la montura en la forma deseada durante unos cuantos segundos y luego dejando que se suavicen. El plástico debe flexionarse cuando lo tocas.[9]
    • Debes evitar ejercer una presión innecesaria sobre la montura, en especial alrededor de las varillas y el puente. Si tratas de doblar demasiado estos elementos, podrían romperse con facilidad.
    • Si la montura comienza a enfriarse antes de que hayas terminado, debes utilizar la secadora de cabello o sumergirlos otros 20 o 30 segundos en agua caliente. Puedes repetir este procedimiento todas las veces que consideres necesarias.[10]
  4. 4
    Deja que los anteojos se enfríen antes de utilizarlos. Una vez que tengas los anteojos como nuevos, debes dejar que reposen a temperatura ambiente durante unos minutos. Este procedimiento le dará al plástico la oportunidad de endurecerse y hará que las correcciones sean permanentes. Luego, puedes colocártelos sin tener que preocuparte de que se vayan a deformar o a romper.
    • Debes tener en cuenta que las monturas de plástico pueden ser más difíciles de afinar que las de metal. Si los anteojos aún no se ajustan exactamente a tu gusto, puede ser una buena idea que los lleves donde un profesional para que te los repare.[11]
    Anuncio

Método 3
Método 3 de 3:
Realizar ajustes comunes

  1. 1
    Coloca la montura en el centro para ajustar o aflojar los anteojos. Si deseas conseguir un mejor ajuste, debes sujetar los anteojos con los lentes apuntando en dirección opuesta a ti y colocar ambos pulgares en el centro del puente de la montura. Debes jalar los bordes de la montura hacia ti para doblarlos un poco hacia adentro. El procedimiento para suavizarlos es igual de sencillo. Esta vez, solo debes sujetarlos de manera que la montura se encuentre frente a ti.[12]
    • Recuerda que debes moldear los anteojos de a pocos, sin importar si son de plástico o metal. Si pierdes la paciencia, podrías terminar pagando el precio de un nuevo par de anteojos.[13]
    • Puede resultarte especialmente útil crear una curva más hacia adentro si tienes una montura de plástico de bajo costo, que tiende a aflojarse con el tiempo.
  2. 2
    Gira los oculares en direcciones opuestas para enderezar los anteojos. Si los lentes se encuentran desbalanceados, debes girarlos con cuidado alrededor del puente de la montura hasta que queden al ras sobre tu rostro. Esto puede tomarte algunos intentos para que lo hagas bien. Continúa modificando los anteojos y probándotelos hasta que vuelvan a su alineación correcta.[14]
    • El puente de la montura es el punto más débil de todos los anteojos, por lo que debes tener cuidado de no ejercer demasiada presión sobre el centro de esta área.
    • Una vez que los oculares se encuentren derechos, debes doblar la montura hacia adentro o hacia afuera para encontrar un ajuste que se sienta bien.
  3. 3
    Endereza las varillas de los anteojos de plástico para reducir la irritación. Si estás harto de rasparte la parte posterior de las orejas, trata de calentar la montura con agua caliente o una secadora de cabello y presiona la parte que se apoya sobre las sienes con el dedo índice. Una curva suave permitirá que las varillas sigan los contornos naturales de tu rostro.[15]
    • Debes mover lentamente la longitud de las varillas hacia los extremos unos milímetros a la vez, forzándolas para que tomen la forma nueva.
    • Es probable que los anteojos se muevan un poco después de enderezar las varillas.
  4. 4
    Dobla las partes de las orejas para darles un ajuste más seguro. Si estás lidiando con anteojos que se deslizan constantemente por tu rostro, debes alisar los extremos de las varillas hacia abajo para que se enganchen detrás de las orejas. Trata de concentrar la mayor parte de la presión sobre el área en la que empiezan a curvarse. Al acentuar el ángulo de las partes de las orejas, te asegurarás de que los anteojos permanezcan en su lugar mientras lees, miras alrededor o llevas a cabo todo tipo de actividades.[16]
    • A veces, no es posible remodelar las varillas de ciertas monturas de metal, que a menudo cuentan con partes de plástico recubiertas.
    Anuncio

Consejos

  • Si no estás seguro de la manera en la que se ajustan los anteojos, debes extender las varillas y colocarlas planas sobre una mesa. Cualquiera que sea el lado levantado, debes doblarlo hacia abajo.
  • Si no logras corregir tus anteojos favoritos por tu cuenta, no debes desecharlos. La mayoría de los vendedores de anteojos enderezan monturas deformadas por una pequeña suma. Incluso, puedes acudir a la tienda donde originalmente los compraste para que te los enderecen gratis.
  • Puedes conseguir una garantía extendida en anteojos nuevos en caso de que terminen doblados o sufran daños irreparables.
  • Si no estás seguro de tu capacidad para arreglar los anteojos sin romperlos, debes optar por lo seguro y hacer que un profesional los repare por ti.
Anuncio

Advertencias

  • Siempre debes revisar si existen grietas, tornillos sueltos, áreas decoloradas y otras señales de posibles daños antes de intentar remodelar los anteojos.
  • Si sumerges unos anteojos con lentes de medida en agua caliente, esto podría afectar su claridad. Por esta razón, es mejor que emplees este método solo con gafas de sol o anteojos de lectura económicos.
Anuncio

Cosas que necesitarás

  • alicates con puntas de plástico
  • un paño suave y fino
  • un recipiente poco profundo
  • una secadora de cabello (opcional)

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 37 402 veces.
Categorías: Cuidado de los ojos
Anuncio