Los lentes de contacto de colores son accesorios cosméticos que se colocan sobre las córneas. Por otro lado, los lentes de contacto recetados por un médico sirven para corregir la vista. Los primeros cumplen simplemente un propósito estético. Para obtener los mejores resultados, elige lentes de contacto que mejoren y realcen tu apariencia.

Método 1
Método 1 de 2:
Elegir los lentes de contacto correctos

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    Aprende más sobre los lentes de contacto de colores. Estos cubren tu iris con un color nuevo. Este puede ser similar a tu color natural, lo que realzará el aspecto natural, o puede ser completamente diferente. Los lentes de contacto de colores nunca se ven exactamente igual en las personas.[1]
    • Los lentes opacos sirven para cubrir por completo el color natural de tus ojos. Si tus ojos son oscuros, quizá necesites este tipo de lentes para poder cambiar su color natural.
    • Los lentes para realzar el color sirven para darle un matiz al color de los ojos. Si tus ojos son claros, estos lentes pueden aclarar su tono natural o cambiarlo por completo. Sin embargo, es posible que no tengan ningún efecto en ojos oscuros.
    • Los lentes de contacto “Equinox” tienen un aro oscuro alrededor del iris. Estos proporcionan un efecto sutil y dramático, sobre todo en ojos claros. Es sutil porque no se logra identificar qué de distinto tiene una persona inmediatamente, pero definitivamente es algo notorio. También se les conoce como “lentes de contacto circulares”.
    • Los lentes de contacto tintados personalizados o para deportes son una opción que cada vez se vuelve más popular. Estos cumplen un propósito cosmético y práctico, ya que la elección de color podría mejorar tu habilidad en los deportes. Estos pueden reducir los reflejos, mejorar la sensibilidad del contraste y aumentar la percepción de profundidad. Por ejemplo, un jugador de tenis podría utilizar lentes de contacto verdes para poder ver la pelota con mayor claridad.[2]
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    Determina el color de tu piel. La piel oscura puede tener una tonalidad “cálida” o “fría”. Una tonalidad fría implica que la base del color de tu piel puede ser rosada, roja o azulada. Por otro lado, una tonalidad cálida tiene como base los colores amarillo o melón. Algunas personas tienen una tonalidad neutral, que es una mezcla entre cálida y fría.[3]
    • ¿Tiene tu tez un tono oliváceo? De ser así, tu tonalidad es cálida. ¿Te ves mejor con los colores blanco y negro brillante o los tonos plateados? Quizá tu tonalidad sea fría. En este caso, es probable que te veas mejor con lentes de contacto de color marrón, ámbar o verde.
    • Si tu tez es clara, la mejor forma de determinar si la tonalidad de tu piel es cálida o fría es mirar tus venas. Si se ven azules, es probable que tu tonalidad sea fría. Por otro lado, si se ven verdosas, quizá tu tonalidad sea cálida.
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    Ten en cuenta el color natural de tus ojos. La mayoría de las chicas de tez oscura también tienen ojos oscuros, aunque no todas. Si tus ojos son claros, puedes elegir lentes de contacto de color verde o azul para conseguir un efecto sutil. Por otro lado, si tienes ojos oscuros, quizá lo mejor sea que elijas lentes de contacto opacos.[4]
    • Los lentes de color avellana o miel se verán más naturales en ojos oscuros. Los colores claros, como azul, morado o verde harán que llames la atención.
    • Los lentes de contacto de colores también pueden servir para realzar el color natural de tus ojos.
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    Considera el color de tu cabello. Lo más probable es que las personas vean primero tus ojos y luego tu cabello. Si tu cabello es oscuro, considera conseguir lentes de color oscuro, como violeta o azul oscuro.[5]
    • Si tu cabello es de un color dramático, como rubio platino, o tiene más de un color, quizá quieras elegir un color dramático para tus ojos también. Considera conseguir lentes de contacto con un tono opaco de verde o azul pálido.
    • Si no tienes el cabello teñido, los lentes de contacto de un color dramático se verán incluso más dramáticos. Prueba distintos colores antes de tomar una decisión final.
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    Piensa en el efecto que deseas que tengan tus lentes de contacto. ¿Quieres que impacten a los demás? ¿O preferirías realzar tu apariencia natural? Utilizar lentes de contacto puede servir para cualquiera de esos propósitos.[6]
    • Si tienes ojos oscuros, los lentes de contacto de color claro definitivamente harán que sean más notorios.
    • Podrías comprar más de un par de lentes de contacto para conseguir distintos efectos según la ocasión. Por ejemplo, quizá quieras comprar un par para el trabajo y otro para salir por las noches.
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    Fíjate cómo se ven tus ojos con distintos tipos de iluminación. Utiliza tus lentes de contacto en un lugar con poca iluminación y observa cómo cambia su efecto. Este será distinto en un lugar bien iluminado. Continúa trasladándote a diferentes áreas, sosteniendo un espejo de mano de ser necesario, para tener una idea de cómo se ven tus lentes de contacto nuevos dependiendo de la iluminación.[7]
    • Ten en cuenta cuál es el lugar donde es más probable que uses tus nuevos lentes de contacto. ¿Planeas utilizarlos solo para salir a bailar o tendrán un uso diario?
    • Si lograste reducir tus opciones a dos colores distintos, intenta utilizar un lente de cada color mientras te trasladas a los lugares con diferente iluminación. Quizá esto te ayude a decidir.
    • Recuerda que igual puedes comprar más de un par de lentes de contacto de distintos colores para diferentes propósitos.
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    Conversa con un oculista. Recuerda que los lentes de contacto cosméticos también son aparatos médicos. Incluso si tus lentes no tienen una receta y no corrigen tu vista, deben estar hechos a la medida de tus ojos. Todo vendedor de este tipo de productos deberá consultar con tu doctor para conocer tu medida.[8]
    • Los lentes de contacto mal hechos o que no encajan tienen mayores probabilidades de causar una lesión o infección.
    • Evita comprar lentes de contacto por Internet, en una tienda de disfraces, en un mercado de pulgas o a un vendedor ambulante.

Método 2
Método 2 de 2:
Cuidar los lentes de contacto

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    Aprende más sobre los distintos tipos de lentes de contacto. Ya sea que te los hayan recetado para corregir tu vista o que sean cosméticos, serán uno de los muchos tipos de lentes de contacto que existe. La mayoría son blandos, lo que quiere decir que son flexibles. Estos permiten que el oxígeno pase hacia las córneas, son descartables y pueden durar un día (descartables para un día), dos semanas o hasta cuatro semanas. Los lentes de contacto también pueden ser duros, lo que significa que son rígidos y pueden romperse. También se les conoce como lentes de gas permeable.[9]
    • Los lentes de contacto también pueden ser bifocales.
    • Aun cuando los lentes de contacto pueden usarse varios días, es mejor quitárselos por la noche, antes de dormir.
    • Es probable que los lentes de contacto de gas permeable sean la mejor opción para una persona que sufre de alergias.
    • Pese a que los lentes de contacto de gas permeable se hicieron conocidos por “salirse” de los ojos, los modelos más actuales han mejorado en gran manera el nivel de comodidad y sostenibilidad.
    • Los lentes de contacto blandos tienen una mayor probabilidad de desplazarse debajo de los párpados o de doblarse mientras los usas.
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    Utiliza los lentes de contacto tal como se indica. Las personas con lentes de contacto tienen un mayor riesgo de desarrollar una infección en las córneas. Si no sigues las instrucciones de uso de los lentes, por ejemplo, si utilizas lentes de un día durante una semana o no te los quitas para dormir, podrías dañar tus córneas de manera temporal o a largo plazo.[10]
    • Los lentes de contacto blandos de larga duración son los que tienen el mayor riesgo de acumulación de proteínas. Esto podría dar como resultado el desarrollo de alguna alergia a los lentes.
    • Las infecciones suelen ser el resultado de una mala limpieza o del mal uso de los lentes de contacto.
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    Aprende más sobre los factores de riesgo que implica el uso de lentes de contacto. Aun cuando los lentes de contacto son una opción popular y son fáciles de usar, utilizarlos tiene sus riesgos. Incluso si sigues las instrucciones de uso, puedes sufrir infecciones oculares, abrasiones corneales y reacciones alérgicas que pueden notarse en los ojos llorosos, rojos y con comezón.[11]
    • Si decides utilizar lentes de contacto, también tendrás que comprometerte a cuidar tanto tus lentes como tus ojos.
    • Si utilizas lentes de contacto por razones cosméticas, asegúrate de que estén aprobados por una entidad de salud como la FDA.
    • Todo vendedor de lentes de contacto debe pedirte una receta de tu doctor, incluso si no los necesitas para corregir tu vista. Esto se debe a que los lentes deben amoldarse a tus ojos, ya que de lo contrario podrían dañarlos o incluso causar ceguera.[12]
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    Revisa tu historial médico. Si sueles tener infecciones oculares, o tus ojos se secan constantemente, o sufres de alergias graves, quizá no sea buena idea que utilices lentes de contacto. Asimismo, si trabajas en un área donde hay muchas partículas flotando en el aire, tal vez sea mejor que evites los lentes de contacto.[13]
    • Si eres el tipo de persona que tendría problemas para encargarse del lavado y cuidado diario que requieren los lentes de contacto, quizá sea mejor que no los utilices.
    • Utilizar lentes de contacto implica que tendrás que quitártelos en la noche. Si tu horario no es regular y haces distintas cosas por las noches, quizá sea mejor que sigas utilizando gafas. Si planeas utilizar lentes de contacto cosméticos, asegúrate de llevar un estuche contigo para guardarlos en caso de que tus ojos se cansen y debas quitártelos.
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    Mantén tus lentes de contacto limpios. Siempre lávate bien las manos con agua y jabón antes de tocar tus lentes. Lo mejor es que limpies el estuche a diario y que lo cambies al menos cada tres meses.[14]
    • Nunca compartas tus lentes de contacto de colores con nadie.
    • Las soluciones de limpieza caseras para lentes de contacto pueden causar infecciones oculares graves. Siempre compra una solución limpiadora aprobada por una institución de salud como la FDA.
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    Observa los cambios en tus ojos. Quítate los lentes de contacto y comunícate con tu doctor si empiezas a notar alguna incomodidad o dolor en los ojos. Si empiezan a dolerte, a picar o se tornan rojos y llorosos, quizá tengas una lesión o infección ocular. Si tus ojos se vuelven demasiado sensibles a la luz o tu visión se torna borrosa, llama a tu doctor.
    • Quizá sientas picazón en los ojos, cómo si tuvieras algo dentro. Esto podría indicar una abrasión corneal.
    • Lo primero que debes hacer en estos casos es quitarte los lentes de contacto.

Consejos

  • Para obtener mejores resultados, consigue tus lentes de contacto de colores en la oficina de un oculista o un proveedor médico.

Advertencias

  • Recuerda que el uso de cualquier tipo de lentes de contacto conlleva riesgos, como las abrasiones corneales, reacciones alérgicas e, incluso, ceguera.[15]
  • Nunca trates de limpiar tus lentes de contacto con tu saliva, ni mucho menos colocártelos en los ojos luego de hacerlo.
  • No compres lentes de contacto en Internet. Es muy importante que estén aprobados por una institución de salud como la FDA y que estén hechos a medida.

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