La sensibilidad al gluten y la intolerancia a la lactosa presentan síntomas muy parecidos y puede ser difícil diferenciarlas. Ambas producen gases, hinchazón, dolor estomacal, náuseas y diarrea tras consumir un alimento que contenga dichas sustancias. La intolerancia a la lactosa afecta a muchas personas, en concreto, al 65 % de la población mundial y no es una alergia.[1] Es la incapacidad de cuerpo de digerir la lactosa, el azúcar de los productos lácteos. La sensibilidad al gluten (no debe confundirse con la enfermedad celiaca) provoca síntomas muy similares al de la intolerancia a la lactosa. Los efectos secundarios de cualquiera son incómodos y frustrantes de sobrellevar. Sin embargo, es posible minimizar o evitar la reaparición de los síntomas si cambias tu dieta y modificas tus opciones alimenticias.

Parte 1
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Determinar si tienes sensibilidades alimentarias

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    Consulta con tu doctor. Es de vital importancia que consultes con tu doctor (o tal vez, un alergólogo) si sospechas que tienes una alergia alimentaria. Él te guiará en todo lo que respecta a las pruebas de diagnóstico, la dieta y el tratamiento adecuado.
    • Nunca empieces una dieta restrictiva o de eliminación sin antes hablar con tu doctor o un nutricionista especialista en alergias.
    • No ingieras alimentos que crees que podrían desencadenar reacciones alérgicas mortales, a menos que sea bajo la supervisión de un doctor.
    • Si los síntomas no desaparecen después de eliminar el alimento sospechoso de ser el causante de la alergia, vuelve a hablar con el doctor para hacerte más evaluaciones.
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    Empieza a escribir un diario de alimentos y síntomas. Si registras todas tus comidas, bocadillos y bebidas junto con los síntomas que manifiestes, podrás descubrir qué tipo de sensibilidad alimentaria tienes y a qué comida.[2] No será fácil determinar qué alimento causa tus síntomas sin un diario.
    • Tal vez sea conveniente escribir el diario a mano. Empieza con un cuaderno y anota todo lo que consumes (incluyendo los suplementos o medicamentos) y los síntomas que manifiestas. Muchas aplicaciones de diarios de alimentos no son lo suficiente detalladas para todo lo que debes registrar.
    • Asegúrate de anotar la hora en que has comido y la hora en que presentas los síntomas (si los hubiere). Los síntomas típicos de sensibilidad alimentaria pueden abarcar: náuseas, vómitos, malestar estomacal, diarrea, cólicos estomacales y gases.
    • También incluye el tamaño de la porción de los alimentos que ingieres. Por ejemplo, algunas personas tienen una intolerancia extrema a la lactosa (lo cual significa que no pueden tolerar nada de lactosa), pero otras presentan una intolerancia leve a la lactosa (y pueden soportar dosis pequeñas de lactosa). Anotar la cantidad que comes te permitirá calcular la cantidad que tolera tu cuerpo sin manifestar síntomas adversos.
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    Consume una dieta normal por 2 semanas. Para ayudarte a decidir qué alimento te trae problemas, en realidad necesitas comerlo. Es necesario provocar los síntomas para poder relacionarlos con un alimento específico y evitarlo posteriormente para ver si los síntomas desaparecen.[3]
    • Tal vez no sea cómodo continuar con un dieta normal y sin restricciones, pero provocar los síntomas ayudará a encontrar el alimento sospechoso. Solo después de eliminar el alimento y resolver los síntomas tendrás una respuesta precisa.
    • Es posible que solo manifiestes un síntoma o varios síntomas. Por lo general, empiezan entre 30 minutos y 2 horas después de ingerir el alimento.[4]
    • Los síntomas típicos de la sensibilidad alimentaria son: hinchazón, gases, dolor estomacal, diarrea y náuseas.[5]
    • Si los síntomas ponen en riesgo tu vida, no consumas ningún alimento que consideres responsable de ellos. En este caso, puedes someterte a pruebas de provocación oral bajo la supervisión de un doctor en un ambiente seguro y controlado.[6]
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    Elimina los productos que contienen lactosa. Identifica los alimentos que contienen lactosa y elimínalos de tu dieta. Si eres intolerante a la lactosa, los síntomas que presentaste durante la dieta sin restricciones deben aliviarse y desaparecer.
    • La leche y sus derivados contienen el azúcar llamado lactosa. Los alimentos que son principalmente lácteos o que han sido elaborados con lácteos contienen lactosa en cantidades variables.
    • Verifica la lista de ingredientes de todos los productos. Algunos productos lácteos menos conocidos que contienen lactosa son: suero de leche, caseína, leche malteada, derivados y materia seca de la leche. Los productos lácteos menos conocidos normalmente se usan como ingrediente en otro tipo de alimentos.[7]
    • Evita los antiácidos. Muchos antiácidos contienen lactosa y por ende, empeoran los síntomas. Pídele al doctor que te prescriba otros medicamentos alternativos a los antiácidos si lo consideras necesario.
    • Si los síntomas persisten después de 2 semanas de llevar una dieta sin lactosa, lo más probable es que sufras de otra sensibilidad alimentaria. En este caso, puedes volver a incorporar a tu dieta los lácteos y otros productos con lactosa.
    • Si vuelves a incluir la lactosa en tu dieta y los síntomas empeoran, es posible que tengas doble sensibilidad y que la lactosa solo sea parte del problema. Por lo tanto, sigue excluyéndola de tu dieta.
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    Elimina los alimentos que contienen gluten. Identifica los alimentos con gluten y elimínalos de tu dieta. Si tienes sensibilidad al gluten, los síntomas deben desaparecer después de dejar de comerlos.
    • El trigo y sus derivados contienen gluten. Además, otros granos como la cebada y el centeno también contienen gluten. El gluten está presente en una gran variedad de alimentos y puede ser muy difícil de evitar. Se encuentra en la mayoría de los panes, la cerveza, otros productos horneados y las pastas.[8]
    • Lee la lista de ingredientes de todos los productos. A veces el gluten se agrega a los alimentos por sus propiedades funcionales y podría figurar en la lista de ingredientes como gluten vital de trigo, gluten de trigo o simplemente gluten. Además, la malta contiene gluten y con frecuencia se incluye como un saborizante en muchos alimentos procesados (como la salsa de soya). Algunos otros ingredientes menos conocidos que contienen gluten son: harina atta, trigo bulgur, cuscús, farina, harina de Graham (harina de trigo sin cernir), salvado de trigo, germen de trigo, almidón de trigo, triticale y matzá.[9]
    • Si los síntomas persisten después de 2 semanas de llevar una dieta sin gluten, lo más probable es que tengas otra sensibilidad alimentaria. En ese caso, puedes volver a incorporar a tu dieta los alimentos que contienen gluten.
    • Si volviste a incluir el gluten en tu dieta y los síntomas empeoran, es posible que tengas doble sensibilidad y que el gluten solo sea parte del problema. Por lo tanto, sigue excluyéndolo de tu dieta.
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    Sométete a una prueba para la intolerancia a la lactosa. Si el doctor te recomienda o sientes la necesidad de hacerte un diagnóstico concreto, puedes someterte a una de las tres pruebas que utilizan los profesionales de la salud para determinar la intolerancia a la lactosa.
    • La prueba de sangre para la tolerancia a la lactosa mide la capacidad del cuerpo de digerir la lactosa. Primero bebes una solución con lactosa y luego te toman varias muestras de sangre que se extraen durante un periodo de tiempo. Esta prueba se usa mayormente en los adultos.[10]
    • La prueba de hidrógeno en el aliento mide la cantidad de hidrógeno durante la respiración. Mientras más hidrógeno exhales, mejor digiere el cuerpo la lactosa. Esta prueba es no invasiva y se utiliza en los adultos.[11]
    • La prueba de acidez en las heces mide el grado de acidez después de consumir lactosa. Mientras más ácidas sean las heces, menos capaz es el cuerpo de digerir la lactosa. Esta prueba se emplea mayormente en los niños.[12]
    • No existe una prueba de diagnóstico para la sensibilidad al gluten. Solo es posible de "diagnosticar" excluyendo el gluten de la dieta. Por lo tanto, si los síntomas desaparecen o los controlas bien siguiendo una dieta sin gluten, entonces puedes asumir que tienes sensibilidad al gluten.[13]

Parte 2
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Seguir una dieta saludable y equilibrada para las sensibilidades alimentarias

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    Consulta con un nutricionista certificado. Puede ser difícil vivir con alergias o sensibilidades alimentarias. Esto ocurre en especial si tienes un problema con más de un alimento. Las dietas restrictivas o el temor a los alimentos podrían hacer que no comas una dieta equilibrada. El nutricionista te ayudará a encontrar una dieta adecuada para ti.
    • Reducir o eliminar el alimento responsable de tus síntomas es una de las únicas formas de lidiar con las sensibilidades alimentarias.[14] Sin embargo, es probable que una dieta muy restrictiva no le proporcione al cuerpo la cantidad recomendada de diversos nutrientes esenciales.
    • Revisa con el nutricionista tu historial médico, tus sospechas sobre cuáles son los alimentos responsables de tu problema y tu diario de alimentos y síntomas. Este profesional es experto en nutrición y te brindará un plan de comidas y sustitutos alimenticios que no provocarán ninguna reacción.
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    Sigue escribiendo tu diario de alimentos y síntomas. Aunque hayas encontrado el alimento responsable de los síntomas, es mejor continuar con el diario. Esto te ayudará a ti y a otros profesionales de la salud mientras continúas modificando tu dieta.
    • El diario de alimentos y síntomas también es muy útil para los alergólogos, nutricionistas y otros profesionales de la salud. Ellos pueden notar en tu diario patrones o tendencias que tú no puedes percibir.
    • Si tienes un nuevo brote de síntomas, podrás revisar tu diario para ver cuál era el alimento causante del problema y cómo sustituirlo o evitarlo en el futuro.
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    Elige alimentos sin lactosa. La mejor forma de tratar la intolerancia a la lactosa es evitar los productos que la contienen. Evitar la mayoría o todos los alimentos con lactosa será la forma principal de evitar los síntomas a largo plazo.[15] Sin embargo, es importante sustituir los nutrientes presentes en los alimentos que contienen lactosa.
    • Los alimentos que contienen lactosa normalmente son ricos en calcio, vitamina D y fósforo. Puedes obtener dichos nutrientes a través de los siguientes alimentos: brócoli, salmón enlatado, jugos fortificados, frijoles pintos y espinaca.
    • Existen muchas leches, yogures y quesos sin lactosa y bajos en lactosa. Este tipo de productos podría no ser fácil de encontrar y su sabor es ligeramente distinto al original, pero son muy buenos como sustitutos. Todos los productos veganos (como el queso vegano) tampoco contienen lactosa. Estos son una opción segura a la hora de comprar alternativas a los lácteos.
    • Toma un suplemento de la enzima lactasa. Se trata de pastillas que puedes tomar antes de consumir productos con lactosa para ayudar a digerirla. Las venden en la mayoría de las farmacias y tiendas de alimentos saludables.[16]
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    Consume alimentos sin gluten. La mejor forma de evitar los síntomas relacionados con la sensibilidad al gluten es eliminar de tu dieta todos los alimentos que contienen gluten. Nuevamente, es importante sustituir los nutrientes que se encuentran en los alimentos con gluten.
    • La fuente de gluten más importante y más común es el trigo (seguido de la cebada y el centeno). Los nutrientes presentes en dichos granos son: folato, tiamina, riboflavina y otras vitaminas B.[17] Afortunadamente, otros grupos alimenticios contienen muchas de estas vitaminas (por ejemplo, los alimentos con proteínas). Además, consume otros granos que no contienen gluten y que tienen una variedad de vitaminas B como los siguientes: quinua, teff, amaranto, arroz, maíz y trigo sarraceno.
    • En la actualidad, existen muchos alimentos preenvasados sin gluten. Puedes encontrar de todo: pastas, muffins, panes, mezclas para hornear, gofres, panqueques, etc. Están disponibles en la mayoría de los supermercados.
    • No existen medicamentos o suplementos que puedan evitar o disminuir los síntomas de sensibilidad al gluten.
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    Toma suplementos. Si planeas evitar los alimentos que contienen lactosa o gluten, consulta con el doctor sobre los suplementos. Es posible que necesites sustituir las vitaminas, los minerales y otros nutrientes presentes en dichos alimentos.
    • Existen muchas vitaminas y minerales de venta libre que ayudan a sustituir los nutrientes de los alimentos que evitas.[18]
    • Ten en cuenta que no es ideal ni recomendable depender solo de los suplementos para nutrirte. La mejor fuente de nutrientes es la comida.
    • Siempre consulta con tu doctor antes de empezar a tomar cualquier suplemento de vitaminas o minerales para asegurarte de que sean seguros y adecuados para ti.

Consejos

  • Siempre consulta con tu doctor antes de eliminar ciertos grupos alimenticios o de diagnosticarte tú mismo con una alergia.
  • Muchos medicamentos pueden estar elaborados con ingredientes que contienen gluten o lactosa. Asegúrate de consultar con un farmacéutico antes de tomar un nuevo medicamento.
  • Las dietas de eliminación no están diseñadas para seguirlas a largo plazo. Solo sigue eliminando los alimentos responsables de los síntomas.

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