Plantar árboles y arbustos grandes es estupendo para aportar cobertura a un jardín o un patio, y es importante ofrecerles sujeción adicional mediante tutores en el caso de que lo necesiten. Los árboles y los arbustos nuevos, o aquellos que hayan sufrido daños, pueden necesitar sujeción adicional, así que deberás entutorarlos para ayudarles a crecer fuertes y a alcanzar un buen tamaño. Hay varios métodos para guiar el crecimiento mediante tutores que funcionarán estupendamente con tus árboles o arbustos, dependiendo de su tamaño y su sistema radicular.

Método 1
Método 1 de 3:
Utilizar un solo tutor

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    Elige un tutor de bambú o madera. El método de un solo tutor funcionará bien para un árbol de raíces limpias o un árbol que haya sido extraído del piso tras perder sus hojas y de cuyas raíces se haya sacudido toda la tierra. Elige un tutor de bambú o madera para los árboles de tamaño pequeño o mediano, o un tutor de metal para los árboles grandes.
    • Elige un tutor inclinado, si quieres asegurarte de que el árbol tenga margen suficiente para flexionarse y desarrollar su propia fuerza.
    • Elige un tutor alto y recto, si tu árbol es de copa pesada.[1]
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    Clava el tutor junto a la cara del árbol que quede opuesta a la dirección del viento. Cava un hoyo de entre 15 y 20 cm (de entre 6 y 8 pulgadas) de profundidad a unos 5 cm (2 pulgadas) de la base de la rama primaria de la cara del árbol que quede opuesta a la dirección del viento predominante. Si colocas el tutor a este lado, el árbol se apartará de él en lugar de rozarlo durante el crecimiento.[2]
    • Si entutoras el árbol como método de prevención, coloca el tutor en el piso antes de plantar el árbol. De este modo, evitarás dañar las raíces del árbol si, por accidente, clavas el tutor sobre ellas.[3]
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    Localiza la rama primaria. Una vez que hayas plantado el árbol, busca la rama primaria de la que sale mayor cantidad de follaje. Normalmente, se encuentra cerca del centro, pero si tienes un árbol dividido en dos por el centro, es posible que haya dos ramas primarias.
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    Ata la rama primaria al tutor a unos 2/3 de su longitud respecto al tronco. Utilizando un material de superficie plana y ancha, como un elástico o un alambre dentro de una manguera de goma, ata la rama a varios puntos del tutor para crear un soporte firme. Debes realizar un amarre en ocho para atar la rama y evitar que el tutor haga fricción con el tronco.
    • Ten cuidado de no utilizar cuerda recia o alambre sin recubrir para amarrar la rama, ya que estos materiales causarán cortes en el árbol y lo dañarán.
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    Retira los tutores una vez que haya pasado una temporada de crecimiento. Una vez superada la primera temporada de crecimiento, el sistema radicular del árbol debería haberse expandido lo suficiente para sujetar el árbol sin necesidad de usar tutores. Retira los tutores y resérvalos para reutilizarlos en el futuro con otro árbol o arbusto.
    • Siempre puedes dejar los tutores en su sitio después de retirar los amarres. De este modo, el árbol quedará protegido de los cortacésped tras una barrera de tutores.[4]

Método 2
Método 2 de 3:
Utilizar tutores dobles o triples

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    Agarra dos o tres tutores de madera y materiales de amarre anchos y de superficie lisa. El método del tutor doble o triple funciona bien para los árboles con cepellones de arpillera, evitando que se balanceen hacia atrás y hacia delante a causa del viento. Necesitarás 2 o 3 tutores del mismo tamaño. Su longitud debe corresponder aproximadamente a 1/3 de la altura del tronco. Consigue 2 o 3 amarres anchos y de textura lisa para atar el árbol a los tutores.[5]
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    Coloca los equidistantes alrededor del árbol. Coloca los tutores inclinados a una distancia de entre 38 y 46 cm (entre 15 y 18 pulgadas) del tronco y en lados opuestos. Asegúrate de que los tutores estén clavados a una profundidad suficiente para que no cedan ante la presión.
    • Esto ayudará a mantener el árbol estable en épocas de mal tiempo y tormenta.
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    Coloca los amarres a 1/3 de la altura del tronco. Coloca cada amarre a 1/3 de la altura del tronco, de modo que el árbol tenga cierto margen de flexibilidad para reaccionar al viento.
    • Los amarres deben quedar firmes, pero con cierta holgura.
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    Retira los tutores tras la primera o las dos primeras temporadas de crecimiento. Asegúrate de retirar los tutores tras la primera temporada de crecimiento. Si el sistema radicular del árbol se mueve en la tierra al retirar los tutores, déjalos puestos durante una temporada más.

Método 3
Método 3 de 3:
Anclar un árbol

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    Elige tutores robustos y un material de amarre fuerte. Anclar un árbol es el mejor método para los ejemplares grandes y expuestos a vientos fuertes.[6] Los tutores para anclar árboles son más cortos y fuertes, por lo que necesitarás 3 o 4 tutores de madera bien robustos. Deberás conseguir alambre y algún material para recubrir el alambre alrededor del árbol.
    • Dado que tendrás que usar tutores más cortos, asegúrate de marcarlos con pintura de color llamativo para que nadie tropiece con ellos.[7]
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    Clava los tutores inclinados hacia fuera del árbol. Debes colocar los tutores equidistantes del tronco del árbol y por debajo del borde inferior de la copa. Asegúrate de que queden inclinados hacia fuera del árbol para ofrecer un soporte óptimo.[8]
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    Ata los alambres al tronco de la copa. Tensa bien el cable atándolo del tutor al árbol, pero sin restringir toda la movilidad. Debes atar el alambre alrededor del tallo, sobre el primer grupo de ramas, también llamado tronco de la copa. Asegúrate de recubrir el alambre con algún material, como una manguera de goma, para proteger el tronco del árbol.
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    Retira los tutores después de la primera o las dos primeras temporadas de crecimiento. Si el sistema radicular del árbol parece estar firmemente aferrado al piso, retira el sistema de anclaje tras la primera temporada de crecimiento.[9]

Consejos

  • La tierra mojada hace que las raíces se muevan excesivamente. Asegúrate de que la tierra en la que plantes tu árbol esté húmeda, pero no excesivamente mojada.[10]

Advertencias

  • Solo debes entutorar un árbol si es estrictamente necesario, ya que, a veces, el uso de tutores puede causar más daños que beneficios. Un árbol puede requerir la sujeción de un tutor cuando está plantado en un terreno abierto y expuesto a fuertes vientos, cuando está plantado en un piso de tierra limosa, y cuando es alto pero su cepellón es pequeño.

Cosas que necesitarás

  • tutores de madera, bambú o metal
  • materiales de amarre anchos y de textura lisa
  • un martillo o un mazo grande para clavar los tutores
  • tutores y alambres de anclaje

Acerca de este wikiHow

Lauren Kurtz
Coescrito por:
Horticultora profesional
Este artículo fue coescrito por Lauren Kurtz. Lauren Kurtz es especialista en naturalismo y horticultura. Lauren ha trabajado para Aurora, Colorado administrando el jardín Water-Wise en el Centro Municipal de Aurora para el Departamento de Conservación del Agua. Recibió una licenciatura en estudios ambientales y de sostenibilidad en la universidad Western Michigan en 2014. Este artículo ha sido visto 35 080 veces.
Categorías: Siembra y cultivos