Las personas como el fundador de Microsoft, Bill Gate; el alpinista del Everest, Edmund Hillary; y la escritora y poeta, Maya Angelou, parecen superhumanos, pero son tan solo seres humanos como todos. La única diferencia es que han conservado la motivación hasta alcanzar sus objetivos. Todas las personas tienen metas que quieren alcanzar, pero perder la motivación es un problema común. Sin embargo, puedes hacer tus sueños realidad si eres persistente. Adopta una mentalidad correcta para mejorar tu motivación, cambia la forma en que trabajas por lograr tus objetivos y derrota la postergación de las cosas.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Adoptar la mentalidad correcta

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    Escoge un mantra o un conjunto de mantras que te motiven. Puedes crear tu propio mantra o utilizar una cita. Adopta el hábito de repetirla en voz alta en momentos programados a lo largo del día, como al despertarte, al almorzar o justo antes de acostarte. Publicar o exhibir los mantras también es útil.[1]
    • Algunos excelentes ejemplos de mantras incluyen “Cada día es un nuevo comienzo y una oportunidad para cambiar”, “Soy fuerte, poderoso y capaz de alcanzar mis objetivos” y “Si puedo creerlo, puedo lograrlo”.
    • Si quieres exhibir tus mantras en algún lugar, puedes usar algo tan básico como notas adhesivas u optar por impresiones artísticas que incorporen la cita. Pégalas en el refrigerador, cerca del espejo del baño o en las paredes de la casa. Escoge un lugar donde puedas verlas todos los días.
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    Adopta un diálogo interno positivo. Todas las personas tienen una voz interna que no siempre es amigable. Sin embargo, convertir ese diálogo en algo más positivo puede cambiarte la vida para bien. Además, repite conscientemente cosas positivas de ti mismo, tu vida y tus objetivos.[2]
    • Por ejemplo, quizás tu mente diga “No eres lo suficientemente bueno”. Puedes cambiar este pensamiento al decir “Soy lo suficientemente bueno, pero a menudo me siento abrumado al enfrentar desafíos. Mañana, las cosas se verán distintas”.
    • En general, procura repetirte cosas como “Me enorgullezco de mí mismo por trabajar duro todos los días”, “He logrado muchas cosas, y lo mejor aún está por llegar” y “Sé que puedo lograrlo si sigo esforzándome”.
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    Mejora tu autoestima a través de un logro. Esto es muy útil para las personas que establecen objetivos a largo plazo. Completa una meta pequeña que esté relacionada con tu objetivo a largo plazo, o prueba algo que siempre te haya intimidado. Ten en cuenta que lograr algo a menudo significa simplemente intentarlo.[3]
    • Por ejemplo, si tu objetivo es componer tu propia música, puedes mejorar tu autoestima al participar en una noche abierta de micrófono.
    • Si sientes que tu vida es muy rutinaria, puedes hacer algo audaz de tu lista de cosas que quieres hacer antes de morir, como paracaidismo. Esto te proporcionará una sensación de control sobre las cosas que haces con tu vida, lo que incrementará tu motivación.
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    Reformula las actividades que no disfrutes. Es normal no disfrutar algunas partes del camino hacia tus objetivos. Quizás te encante tu trabajo, pero odies algunas partes de la jornada laboral, o quieras correr una maratón a campo traviesa, pero odies correr en las colinas. Puedes modificar tu percepción de algo al imaginar que se atenúa y luego introducirle nuevas emociones. Por ejemplo, imagina que el estrés por los plazos se desvanece y luego visualiza qué tan bien te sientes cuando completas un proyecto.[4]
    • Enfócate en los aspectos de dichas actividades que disfrutas o que te benefician. Por ejemplo, correr por las colinas puede ser difícil, pero también proporciona una mejor vista del paisaje.
    • Una forma de lograrlo es enfocarte en lo que realmente haces y sientes al realizar las actividades que no disfrutas. Por ejemplo, quizás odies las reuniones laborales. En este caso, puedes enfocarte en el cambio de escenario, la oportunidad de conversar con tus compañeros de trabajo o la posibilidad de generar una buena impresión en tu jefe.[5]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Klare Heston, LCSW

    Klare Heston, LCSW

    Trabajadora social clínica
    Klare Heston es una trabajadora social clínica independiente licenciada que reside en Cleveland, Ohio. Con experiencia en asesoría académica y supervisión clínica, Klare obtuvo su maestría en trabajo social en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia en 1983. También tiene un certificado de posgrado de 2 años del Instituto Gestalt de Cleveland, además de una certificación en terapia familiar, mediación, y recuperación y tratamiento de traumas (EMDR).
    Klare Heston, LCSW
    Klare Heston, LCSW
    Trabajadora social clínica

    Es importante reconocer la falta de motivación personal. Klare Heston, trabajadora social clínica licenciada, sugiere: “En primer lugar, reconoce tu falta de motivación. Es importante que no te engañes. Para incrementar tu motivación, reduce el tiempo que pasas frente a las pantallas, duerme más, mejora tu diálogo interno positivo y lleva un diario donde puedas ser honesto contigo mismo y llevar un registro de tus avances”.

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    Relaciónate con personas que compartan tus objetivos. Cultiva amistades con quienes emprendan un viaje similar al tuyo o únete a un grupo de personas que piensen de forma similar. Estos pueden ser grandes motivadores que te ayuden a mantenerte en el rumbo correcto e incluso podrían ser consejeros útiles para los momentos en que enfrentes dificultades.
    • Busca amigos con mentalidades similares en línea o en sitios relacionados con tu objetivo. Por ejemplo, puedes asistir a una noche abierta de micrófono para encontrar otros aspirantes a músicos.
    • También puedes buscar grupos en sitios como Meetup.com.
    • No pases mucho tiempo con personas que te frustren o desanimen. En cambio, escoge a tus motivadores.
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    Compárate con tu versión del pasado, no con los demás. Por más tentador que sea compararte con los demás, siempre es un error. No importa qué tan bien te vaya en la vida, siempre sentirás que ocupas el segundo lugar. ¡Lo mejor es que te compares contigo mismo! Evalúa tu situación en el pasado y tus circunstancias actuales. Procura ser mejor que tu versión del pasado.
    • Cuando te encuentres comparándote con los demás, recuerda que estarás viendo los mejores momentos, no los meollos del día a día. La única comparación justa es entre tu versión actual y del pasado.
    • ¡Haz una lista de tus rasgos positivos y logros para recordar cuánto has logrado!
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    Crea una lista de gratitud. Al reconocer todas las cosas por las que sientes agradecimiento, podrás crear la mentalidad positiva necesaria para mantenerte motivado. Escribe todas las cosas buenas en tu vida, en especial aquellas por las que hayas trabajado duro. Coloca la lista en un lugar visible, como en el refrigerador o en la pantalla de bloqueo del celular.[6]
    • Lo mejor es crear una lista de gratitud con cierta frecuencia. Incluso puedes escribir entre tres y cinco cosas por las que sientas agradecimiento todos los días.
    • Con el paso del tiempo, tu lista te ayudará a sentirte más positivo con respecto a tu vida, lo que incrementará tu motivación para trabajar en las cosas que sean importantes para ti.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Trabajar para alcanzar tus objetivos

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    Establece objetivos pequeños y mensurables. Está bien tener objetivos importantes, pero debes reducirlos para que te resulte más fácil alcanzarlos. Divide las metas más grandes en objetivos más pequeños. Luego, identifica tu criterio para medirlos.[7]
    • Por ejemplo, tu gran objetivo podría ser publicar una novela. En este caso, puedes establecer un objetivo más pequeño como crear un resumen o completar un capítulo. Este objetivo será sencillo de medir, dado que estará completo cuando termines tu resumen o capítulo.
    • De manera similar, tu gran objetivo podría ser convertirte en maratonista. Puedes establecer un objetivo más pequeño de correr cinco kilómetros y medirlo al llevar un registro de la distancia que corres todos los días o inscribirte en una carrera.
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    Crea un plan de acción para tus objetivos. Puedes crear un plan general para alcanzar tu objetivo más grande, o reducirlo a tus metas más pequeñas. Incluye lo que quieres lograr, los pasos necesarios para alcanzarlo y la forma en que medirás el éxito.
    • Por ejemplo, tu gran objetivo puede ser convertirte en maratonista, y tus metas más pequeñas podrían ser correr 1,5 kilómetros (1 milla), 5 kilómetros, 10 kilómetros y luego media maratón.
    • No te abrumes con los detalles. Escribe un marco básico para tu plan de acción y luego comienza a trabajar para alcanzar tus objetivos. Siempre puedes cambiar o agregarle cosas al plan más adelante.
    • Adopta un enfoque básico al escribir un resumen breve. No es necesario que planifiques todos los detalles. Por ejemplo, puedes comenzar tu plan de acción de maratón al enfocarte en los pasos que debes dar para correr 1,5 kilómetros (1 milla), como comprar calzado nuevo, descargar una aplicación para correr, y correr tres veces por semana.
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    Coloca tu plan de acción en un lugar visible para verlo todos los días. Puedes colocarlo en tu casa, en tu agenda o convertirlo en tu fondo de pantalla digital. Revísalo diariamente para ver si sigues en el rumbo correcto. No hay nada de malo en atrasarse de vez en cuando, pero tu plan de acción te ayudará a retomar el camino.[8]
    • Coloca el plan en el refrigerador.
    • Si tienes un lugar de trabajo, coloca tu plan allí.
    • Escoge un lugar que sea fácilmente accesible para que puedas revisarlo.
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    Conecta las tareas difíciles y los obstáculos con su propósito. Esto te ayudará a impulsarte y seguir adelante cuando las cosas sean difíciles. Cada objetivo tiene una parte difícil y ciertos obstáculos, y es normal perder algo de motivación. Sin embargo, puedes evitar este problema al asignarles más propósitos a estos tiempos difíciles.[9]
    • Por ejemplo, correr tribunas en la pista local quizás no sea divertido, pero te ayudará a mejorar tu estado físico para lograr un rendimiento atlético.
    • De manera similar, recibir muchas críticas por un poema que has escrito puede desanimarte, pero también ayudarte a mejorar el trabajo y a crecer como escritor.
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    Lleva un registro de tu progreso. ¡Observar qué tan lejos has llegado puede ser un gran motivador! Lleva un registro de todos tus logros, grandes y pequeños. Incluso un pequeño paso que te acerque a tu objetivo representa un progreso, ¡así que date el crédito que mereces!
    • Escribe todos tus logros para poder leerlos cuando te sientas desanimado.
    • También puedes crear un recordatorio visual de tu progreso. Si tu objetivo es correr una maratón, puedes colocar un cartel con un sendero. Divide el sendero en 40 secciones separadas que representen 40 kilómetros o 26,2 secciones que representen las millas. Cada vez que incrementes la distancia que corres, colorea otra sección.
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    Recompensa tu trabajo duro y persistencia. Las recompensas te animarán a seguir en el rumbo correcto para alcanzar tu objetivo. Escoge una recompensa que te interese y, en caso de ser posible, que también te acerque a tu objetivo. Estas son algunas ideas muy buenas:
    • Recompensa tu capacidad de respetar el objetivo de escribir todos los días al comprarte un cuaderno nuevo.
    • Recibe un masaje para recompensarte por alcanzar tus objetivos de correr.
    • Disfruta una comida especial con amigos después de rechazar planes para poder trabajar en tu objetivo.
    • Toma un baño de burbujas.
    • Compra un par de guantes de entrenamiento para celebrar tus progresos en kick boxing.
    • Consiéntete con una sesión de yoga.
    • Disfruta un buen libro.
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    Haz algo que disfrutes todos los días. Incluso trabajar en algo que te gusta puede parecer abrumador en algún momento, así que tómate un tiempo para ti mismo. Tómate al menos unos minutos todos los días para disfrutar algo que te guste, ya sea un episodio de tu programa de televisión favorito, un dulce que te encante o un café con un amigo. Esto te ayudará a mantenerte motivado durante los momentos difíciles.
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    Prepárate para las recaídas. Las recaídas son parte de la vida, y todas las personas las experimentan. Sin embargo, ¡no significa que seas un fracaso! Haz un plan breve para saber cómo superar los obstáculos que surjan y recuerda que tú puedes lograrlo.
    • Por ejemplo, quizás tu plan sea hablar con un amigo que te motive, tomarte un día para pensar en posibles soluciones, y luego finalizar una tarea pequeña que te ayude a completar tu objetivo.
    • Prueba repetirte “Esto también es parte del viaje. Puedo superar este obstáculo al igual que lo he hecho en el pasado”.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Combatir la postergación de las cosas

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    Tómate un tiempo para trabajar en tu objetivo todos los días. Trabajar activamente en tu objetivo permite que tu cuerpo libere dopamina, la hormona que ayuda a actuar. Afortunadamente, puedes incrementar tu dopamina incluso con una pequeña cantidad de progreso. Por más que solo puedas dedicarle 15 minutos a trabajar en tu objetivo durante ciertos días, ¡observarás resultados![10]
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    Evita pensar demasiado en tu trabajo y objetivos. Pensar demasiado puede ser contraproducente por dos motivos. En primer lugar, hará que pienses todo el tiempo y no puedas actuar. En segundo lugar, pensarás en posibles problemas que quizás nunca ocurran. Cuando te encuentres atrapado en tus pensamientos, actúa al comenzar con una tarea pequeña. Tachar esta actividad te permitirá retomar el rumbo.[11]
    • Cuando comiences a pensar demasiado, escribe tus pensamientos y crea una lista de cosas por hacer para comenzar a trabajar. Quizás no puedas abordar todas tus preocupaciones en un día, pero podrás avanzar al menos un poco.
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    Construye tu rutina en función de tus objetivos. Ya sea que trabajes en tus objetivos personales o profesionales, es importante que tengas una rutina. Adopta el hábito de reservar bloques de tiempo para ocuparte de las tareas que debas completar.[12]
    • Por ejemplo, levántate temprano todos los días para trabajar en tu objetivo, como salir a correr temprano por la mañana o tomarte una hora para trabajar en tu manuscrito.
    • Comienza el día laboral de la misma forma todos los días. Por ejemplo, puedes tachar las cosas más fáciles en tu lista de cosas por hacer, responder los correos electrónicos o crear un plan diario de acción.
    • Desarrolla un hábito después de almorzar que te ayude a retomar el rumbo. Por ejemplo, puedes programar todas las reuniones para después de almorzar para retomar las actividades inmediatamente.
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    Asume el control de tu agenda. Las personas y otras responsabilidades demandarán parte de tu tiempo. Depende de ti encontrar el balance en tu agenda para asegurarte de tener tiempo para todo. Esto significa que a menudo tendrás que rechazar algunas cosas para tener tiempo para otras. No vivas tu vida de acuerdo a los deseos de los demás, sino en función de lo que sea importante para ti.
    • Programa citas contigo mismo para poder perseguir tus objetivos personales. También puedes aprovechar este tiempo para hacer cosas que te hagan feliz.
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    Aprende a decir "no" a las cosas que no quieres hacer. Cuando alguien solicite tu tiempo y esto afecte tu capacidad de trabajar hacia tu objetivo, está bien que digas “no” sin sentir culpa. Establece límites para proteger tu tiempo y practica decirles “no” a las personas. Cuando llegue el momento, elogia a la persona y luego recházala con amabilidad.
    • Por ejemplo, puedes decir “Tu fiesta de Noche de Brujas parece ser muy divertida, pero ya tengo un compromiso ese día”.
    • No es necesario que expliques los motivos por los que no irás, así que no te sientas presionado por justificar tu decisión.
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    Pide ayuda cuando la necesites. En ocasiones, quizás postergues las cosas cuando encuentres dificultades, como una tarea difícil o la falta de recursos. Cuando esto suceda, ¡busca ayuda! Todas las personas la necesitan de vez en cuando.
    • Por ejemplo, quizás necesites que la persona con quien vives sea más tolerante contigo en la casa para que puedas cumplir con tus plazos.
    • Puedes pedirles a los amigos con quienes corras que te ayuden a mantenerte hidratado durante las carreras largas.
    • Puedes pedir prestado una parte del equipo que necesites.

Consejos

  • Trabajar para lograr tu objetivo y celebrar los pequeños logros sobre la marcha son cosas que te ayudarán a mantenerte motivado.
  • El progreso constante puede llevar al deseo de crear objetivos nuevos y más desafiantes.
  • Al disfrutar el éxito, tu motivación mejorará y no solo querrás alcanzar, sino exceder tus objetivos.
  • Tus metas también pueden cambiar ligeramente a medida que completas los pasos hacia tu objetivo principal.

Acerca de este wikiHow

Sydney Axelrod
Coescrito por:
Coach de vida certificada
Este artículo fue coescrito por Sydney Axelrod. Sydney Axelrod es una coach de vida certificada y la propietaria de Sydney Axelrod LLC, un negocio de coaching de vida centrado en el desarrollo profesional y personal. A través del coaching individual, cursos digitales y talleres grupales, Sydney trabaja con sus clientes para descubrir su propósito, navegar por las transiciones de la vida, y establecer y lograr objetivos. Sydney tiene más de 1000 horas de certificaciones de coaching relevantes y tiene una licenciatura en Administración de Empresas en Marketing y Finanzas otorgada por la Universidad de Emory. Este artículo ha sido visto 14 914 veces.
Categorías: Salud emocional