Si vas a prepararte para un examen de ciencias sociales, ten en cuenta que la práctica hará la perfección. Si te sientes abrumado con todos los nombres y las fechas que has aprendido en clase, ¡no deberás preocuparte! Podrás usar fichas y tomar apuntes grandiosos para revisar esta información. Luego relacionarás todo en líneas de tiempo o resúmenes a fin de garantizar que los entiendas bien. En poco tiempo, ¡estarás listo para obtener una calificación excelente en este examen!

Método 1
Método 1 de 3:
Revisar los temas principales

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    Lee detenidamente la guía de estudio y las instrucciones del examen. Será importante que revises toda la información que el profesor te brinde sobre el examen. Escucha con atención cuando hable sobre el próximo y apunta lo que diga. Si te brinda una guía de estudio, deberás dedicar un tiempo a revisar el material indicado en ella, así podrás estudiar el contenido de la prueba.
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    Crea tus propias fichas. Podrías encontrar fichas adecuadas en internet, pero si creas las tuyas, esto te permitirá usar los términos de la clase y te dará un tiempo de estudio adicional conforme las escribas. Usa las fichas por 10 a 20 minutos todos los días para así mejorar la capacidad de retención de tu memoria. No agregues más de 1 o 2 oraciones de información en cada una, así podrás recordar su contenido con facilidad.[1]
    • Las fichas son muy útiles para memorizar a los personajes, los acontecimientos o las fechas importantes.
    • Dales un código de color para organizarlas y ayudarte a memorizar con un poco más de facilidad. Por ejemplo, podrías resaltar todas las fechas importantes con color rosado, todos los personajes históricos con azul, y todos los eventos importantes con amarillo.
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    Agrégales elementos visuales a tus apuntes. Durante un examen, podrás recordar las imágenes con mucha más facilidad que las páginas de apuntes. Dibuja una imagen al resumir o estudiar tus apuntes, lo que será de utilidad para recordar los hechos importes. Incluso podrías colocar elementos visuales en las fichas para así recordar los términos difíciles de memorizar. Dibuja imágenes sencillas para así poder recordarlas con facilidad mientras rindas el examen.[2]
    • Por ejemplo, si intentas recordar quién fue el 16.° presidente de los Estados Unidos, podrías dibujar un sombrero de copa que simbolice a Abraham Lincoln. También podrías dibujar un bicornio para recordar que el ejército de Napoleón perdió la batalla de Waterloo.
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    Enséñale a alguien más. En ocasiones, si repites tus apuntes en voz alta, esto puede ser de utilidad para consolidarlos en tu mente. Pregúntales a tus padres o tutores, tus hermanos o amigos si puedes enseñarles un concepto de tu clase. Intenta resumirles los conceptos principales en algunos párrafos. Responde toda pregunta que tengan después de hacerlo, así practicarás para tu examen.[3]
    • Elabora de antemano una lista de personajes o acontecimientos importantes que puedas mencionar mientras le “enseñas” a esta persona.
    • Si no puedes encontrar a alguien que te ayude, puedes enseñarle a un estudiante imaginario o un animal de peluche.
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    Vuelve a leer los capítulos y hazte preguntas específicas. Estudia cada capítulo con un propósito predeterminado. Reflexiona sobre los temas, los personajes o los acontecimientos importantes que hayas estudiado en este semestre; e identifícalos mientras le des una lectura rápida al capítulo. Si no sabes con certeza qué temas son los más importantes, deberás prestarles mucha atención a los subtítulos del capítulo o pedirle al profesor que te oriente.[4]
    • Escribe títulos fáciles de recordar para incluirlos en tu lista de vocabulario.
    • Estudia tus libros de texto con el objetivo de relacionar los temas de los capítulos, en lugar de leer en orden cronológico.
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    Haz líneas de tiempo con tus apuntes. Si tienes que memorizar acontecimientos en orden cronológico, deberás crear una línea de tiempo que te ayude a visualizar el orden de los mismos con más claridad. Primero deberás escribir todos los acontecimientos que puedas recordar de memoria. Luego tendrás que revisar el libro de texto y tus apuntes para incluir otros que sean importantes. Resalta todo acontecimiento que tengas dificultades para recordar, así podrás estudiarlos más antes de rendir el examen.
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    Resume tus apuntes en párrafos a fin de garantizar que los hayas entendido. Podrás resumirlos en partes concisas si escribes párrafos de 4 a 6 oraciones. Vuelve a escribir los apuntes de la clase o del libro de texto dos veces. Primero deberás crear el resumen con los apuntes delante de ti. Una vez que estés listo, tendrás que escribir otro párrafo sin ningún apunte o material de estudio a la vista.
    • Este método te puede ayudar a alistarte para las preguntas de respuestas cortas o las de tipo ensayo.
    • Al escribir sin apuntes, deberás tratar de recordar como mínimo una cantidad de información equivalente a 5 oraciones.

Método 2
Método 2 de 3:
Tomar exámenes de práctica

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    Resuelve todo problema de práctica en el libro de texto. La mayoría de los libros tendrán preguntas de práctica luego de un capítulo o un resumen del mismo. Deberás anotar toda pregunta al darle una lectura rápida al libro antes del examen. Respóndelas conforme encuentres las respuestas de las preguntas correspondientes.
    • Luego podrás crear fichas con estas preguntas y sus respuestas.
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    Crea tu propio examen de práctica basándote en tus apuntes. Podrías encontrar un examen de práctica en internet, pero si deseas una sesión de estudio más personalizada, deberás crear las preguntas basándote en los conceptos explicados en clase. Presta mucha atención a cualquier punto en el que debas mejorar y haz más preguntas sobre dichos conceptos.[5]
    • Escribe las preguntas enfocándote en los temas principales que se hayan cubierto en clase o en los libros de texto.
    • Espera como mínimo un día antes de rendir el examen, así podrás empezar a resolverlo con la mente fresca.
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    Llena el examen con preguntas variadas. Pregúntale al profesor qué tipo de preguntas vendrán en el examen, y crea uno de práctica basándote en sus respuestas. Haz que este se centre en el tipo de preguntas que te pongan más nervioso. Si el examen está compuesto en un 50 % por preguntas de emparejamiento y el resto son preguntas de ensayo, pero te preocupan más las primeras, podrás agregar más de dicho tipo.
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    Resuelve el examen en un entorno libre de distracciones. Practica el examen en un entorno que sea similar a tu área de estudio y que sea igual de tranquilo que el aula en la que vayas a rendir el examen real. Las bibliotecas o las mesas de estudio pueden brindar el ambiente adecuado. Solo deberás llevar materiales que puedas usar durante el mismo, como los lápices, las hojas de borrador y los borradores.[6]
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    Cronometra tu tiempo. Pregúntale al profesor si el examen de ciencias sociales tendrá un límite de tiempo. Si es así, deberás culminar los de práctica en ese mismo lapso. Programa un temporizador antes de empezar a resolverlo y préstale atención conforme resuelvas los problemas. Planea dividir el tiempo entre las diversas secciones, así podrás trabajar con eficacia.[7]
    • Si no terminas el examen de práctica a tiempo, no te alteres. Sigue realizando este tipo de prácticas para así mejorar tu tiempo.
    • Empieza con las respuestas que sepas y omite todo aquello sobre lo que no estés seguro. Regresa a dichas preguntas luego de haber respondido las demás, así podrás culminar la mayor cantidad posible del examen.[8]
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    Califícate y revisa los errores. Luego de terminar el examen de práctica, deberás buscar las respuestas en el libro de texto o revisarlo con un compañero de clases. Apunta las respuestas incorrectas y crea otro examen centrado en dichas preguntas.

Método 3
Método 3 de 3:
Estudiar en el momento y el lugar adecuados

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    Estudia cuando te sientas con más energía. A algunas personas les va mejor cuando despiertan para estudiar una hora antes de su horario habitual. A otras les va mejor estudiando por la noche. Determina en qué momento piensas con más claridad y programa una sesión de estudio para dicha hora.[9]
    • Elige una hora que sea la más apropiada para tu horario. Incluso si estudias mejor a las 6:00 p. m., tus padres o tutores podrían no querer que te pierdas la cena. Podrás estudiar una hora antes o después.[10]
    • No consumas azúcar o cafeína para mantenerte alerta. Los picos altos y bajos de energía pueden hacer que las sesiones de estudio sean menos productivas.
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    Elige un lugar tranquilo sin distracciones. Busca un lugar en el que nadie pueda molestarte, como la biblioteca de la escuela, tu dormitorio o una mesa del parque. Mantén fuera de vista todo lo que pueda distraerte, como tu teléfono o una consola de videojuegos.[11]
    • Apaga tu teléfono mientras estudies, así no te concentrarás en los mensajes o las notificaciones de las redes sociales.
    • Si no puedes estudiar sin música de fondo, podrás reproducir algunas canciones instrumentales. Las letras podrían distraerte mientras estudies.
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    Cerciórate de que el lugar que elijas sea cómodo. Necesitarás un lugar en el que puedas sentarte por un mínimo de 45 a 60 minutos, lo que dependerá del tiempo durante el cual vayas a estudiar. Evita las sillas duras o los espacios estrechos. Si vas a estudiar en un escritorio, deberás mantener una buena postura para así evitar los dolores de espalda.[12]
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    Alista todo lo necesario antes de empezar a estudiar. Elabora una lista de todo lo que vayas a necesitar, así no tendrás que pararte para buscarlo mientras estés estudiando. Incluye materiales como el libro de texto, los apuntes de la clase, un bolígrafo y papel, y todo lo que se te ocurra. Vuelve a revisar tu lista luego de haber organizado el espacio de estudio, así verificarás que tengas todo.[13]
    • No olvides preparar algunos bocadillos que te brinden energía para estudiar, como las palomitas de maíz, las almendras, el queso en tiras, las frutas, los vegetales, las barras de granola y el agua.[14]
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    Estudia en el mismo lugar durante todas tus sesiones. Si desarrollas una rutina, esto puede ser de utilidad para adoptar una mentalidad de estudio con más rapidez. Si no puedes estudiar siempre en el mismo lugar, trata de recrear las mismas condiciones de estudio en cada sesión. Reproduce música similar, usa los mismos materiales y estudia a la misma hora todos los días.[15]
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    Crea un grupo de estudio con tus compañeros antes del examen. Pregúntale al profesor si podrías pasar una ficha antes o durante la clase para que otros estudiantes interesados en estudiar juntos se inscriban. Comunícate con cada miembro del grupo de estudio para elegir una hora en la que todos puedan practicar con las fichas, revisar los apuntes o rendir exámenes de práctica juntos. Crea el grupo como mínimo una semana antes del examen, así aprovecharás al máximo las sesiones de estudio.
    • Haz que los estudiantes incluyan su teléfono o correo electrónico en la hoja de contacto, así podrán coordinar con facilidad.
    • Invita a una combinación de amigos y compañeros de clase que no conozcas mucho a fin de evitar que la sesión de estudio se convierta en una hora para socializar.
    • Si participas en un grupo de estudio, esto puede ser de utilidad para contemplar otros puntos de vista. Tus compañeros de clase podrían tener ideas diferentes sobre aquello en lo que se centrará el examen, lo que puede ser de utilidad para prepararte mejor.

Consejos

  • Estudia como mínimo varias semanas antes de que programen el examen, así podrás estar tranquilo y preparado en los días previos.[16]
  • Organiza una o dos sesiones de estudio con tus compañeros de clase si tienes amigos en ella.
  • Si tomas descansos entre las sesiones de estudio (las cuales deberán durar alrededor de una hora), podrás mejorar tu energía y productividad.[17]
  • Duerme lo suficiente antes del examen y come un desayuno nutritivo por la mañana.

Advertencias

  • ¡No estudies toda la noche anterior! Estudiar por horas sin parar suele ser ineficaz. Divide las sesiones de estudio en varios periodos de 20 a 50 minutos en el transcurso de varias semanas.[18]
  • Apaga la televisión mientras estudies. Incluso si la tienes encendida como fondo, esto puede reducir la eficacia de las sesiones de estudio.[19]

Acerca de este wikiHow

Emily Listmann, MA
Coescrito por:
Tutor de preparación para pruebas
Este artículo fue coescrito por Emily Listmann, MA. Emily Listmann es una tutora particular en San Carlos, California. Ha trabajado como maestra de estudios sociales, coordinadora de currículo y maestra de preparación para el SAT. Recibió su maestría en Educación en la Escuela de Postgrado en Educación de Stanford en 2014. Este artículo ha sido visto 31 277 veces.