Muchas personas tienen problemas con las matemáticas y es natural que se preocupen de sacar buenos resultados en un examen de este curso. Por fortuna, hay muchas técnicas que puedes usar para que estos exámenes sean más fáciles. Leer todas las instrucciones, escribir las fórmulas, resolver cada pregunta con cuidado y desarrollar tu trabajo de manera prolija son trucos efectivos para resolver todas las preguntas. Si te quedas estancado en una de ellas, pásala y regresa a ella. Finalmente, mantente preparado para los exámenes participando en clases, realizando las tareas y revisando tu trabajo con regularidad. Requerirá práctica y trabajo, pero con las estrategias correctas, podrás tener buenos resultados en cualquier examen de matemática.

Método 1
Método 1 de 3:
Dar el examen de manera efectiva

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    Lleva todos los materiales necesarios para el examen. En algunos solo necesitarás un lápiz o un bolígrafo, pero a veces en los de matemáticas se requiere más herramientas. No te olvides de tu calculadora, transportador, regla, compás y cualquier otro material que necesites para dar el examen. Estarás en una gran desventaja si te permiten usarlos y no los tienes.[1]
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    Lee todas las instrucciones antes de empezar el trabajo. Entiende exactamente qué tienes que hacer en el examen. El profesor escribirá instrucciones específicas que tendrás que seguir. Lee y sigue las instrucciones que se dan para no perder puntos.[2]
    • No pierdas puntos tontos por no seguir las instrucciones. Por ejemplo, es posible que el profesor te haya indicado que encierres en un círculo todas las respuestas finales con un bolígrafo. Si no leíste las instrucciones, no sabrás y perderás puntos que hubieras podido recibir.
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    Escribe todas las fórmulas que necesites al principio del examen. Para la mayoría de los exámenes de matemáticas tendrás que memorizar varias fórmulas que te ayuden a resolver diferentes problemas. Incluso si las has estudiado y te las sabes bien, podrías olvidarte algunas si te pones nervioso en el examen. Para evitarlo, haz un “vaciado de mente” y escribe todas las fórmulas necesarias al inicio de la prueba. Luego mira la lista si te olvidas de alguna fórmula.[3]
    • También escribe brevemente la situación en la que utilizarías la fórmula. En lugar de escribir “Teorema de Pitágoras: a2 + b2 = c2” añade “Encontrar los lados de un triángulo” de modo que sepas para qué sirve la fórmula.
    • Si no hay espacio para escribir más en el examen, pregúntale a tu profesor si puedes usar una hoja en blanco. Muéstrale que no hay nada en el papel. Luego, escribe todas las fórmulas en él y úsalo como referencia.
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    Presta mucha atención a los problemas de palabras. Estos son particularmente complicados porque no siempre queda en claro qué se pregunta o es posible que te confunda la forma en que se expresa la pregunta. Tómate un tiempo extra para estos problemas a fin de identificar la idea de la pregunta. Lee bien lentamente y subraya palabras importantes que te dirijan a los cálculos que tienes que hacer.[4]
    • Pon el problema de palabras en la forma matemática para dejarlo en claro. Si un problema dice: “Johnny tiene 5 manzanas y Sarah tiene tres veces más. ¿Cuántas manzanas tiene Sarah?”. Escribe 5 x 3 para poner el problema en forma matemática. Probablemente tendrá mucho más sentido así.
    • Si te quedas estancado, divide la pregunta en sus componentes. Tacha las palabras que no son importante. Luego traduce las demás en términos matemáticos. Por ejemplo, la palabra “de” por lo general significa que tienes que multiplicar y "entre" usualmente implica división. Préstales atención a las palabras como estas que puedas convertir en términos matemáticos.[5]
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    Muestra todo tu trabajo si se permite recibir una parte de los puntos. Algunos profesores te dan algunos puntos si planteaste la ecuación correctamente y tomaste un buen camino para resolverla. Escribe todo el desarrollo de manera ordenada para recibir la mayor cantidad de puntos. Incluso si no obtienes la respuesta correcta, podrás sumar puntos valiosos.[6]
    • Por ejemplo, quizás sepas que un problema requiere el Teorema de Pitágoras, a2 + b2 = c2. Primero escribe la ecuación sin ingresar ningún número. Luego ingresa los números que conozcas en el lugar correcto. Esto le demuestra al profesor que incluso si la respuesta es incorrecta, conoces el proceso que tienes que hacer. Es posible que recibas una parte de los puntos.
    • Mostrar tu trabajo también te ayuda incluso si no obtuvieras una parte de los puntos. Con un desarrollo ordenado del proceso, será más fácil identificar los errores.
    • Si te quedas estancado en el problema, revisa todo tu trabajo. Fíjate si has cometido algún error en alguna parte o si has planteado la ecuación de manera incorrecta.
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    Sáltate las preguntas y regresa a ellas más tarde. Probablemente sea inevitable que llegues a una persona que no puedas resolver. Si te sucede, pásala por alto por ahora. Es probable que haya otras preguntas en el examen que puedas resolver rápidamente. Podrías pasar mucho tiempo resolviendo esta y quedarte sin tiempo para el resto del examen. Regresa a estas preguntas más difíciles después de completar el resto del examen.[7]
    • Si hubiera 20 preguntas y tuvieras 40 minutos para el examen, esto quiere decir que tienes 2 minutos para dedicarle a cada pregunta. Si ha pasado un minuto y no sabes por dónde comenzar con una pregunta, pásala por alto. Corres el riesgo de que se te acabe el tiempo si te quedas pensando en ella.
    • A modo de estrategia inversa, podrías revisar todo el examen y hacer las preguntas que sepas de inmediato. Luego tendrás mucho tiempo para trabajar en los problemas más difíciles.
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    Asegúrate de que todas tus respuestas estén en la unidad y el valor correctos. Algunos exámenes de matemáticas dicen que tus respuestas tienen que estar en el valor correcto, por ejemplo, kilómetros por hora, kilogramo y así sucesivamente. Si un problema utiliza unidades así, ponlas en la respuesta final.[8]
    • Además, ten cuidado con los números positivos y negativos. Si un número debe ser negativo, pero te olvidas del símbolo, la respuesta será incorrecta.
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    Utiliza un tiempo extra para revisar tu trabajo. Si terminas temprano, aprovecha al máximo el tiempo extra y revisa el examen. Lee las instrucciones nuevamente para asegurarte de que hayas cumplido las reglas. Cerciórate de haber escrito tu trabajo y tus respuestas en las unidades correctas. Prueba volver a trabajar en algunas de las preguntas que te parecieron difíciles y comprobar tus respuestas.[9]
    • Recuerda que las matemáticas funcionan de dos formas. Para revisar las respuestas, realiza la operación contraria. Por ejemplo, si encuentras que en 8x = 40 la X = 5, prueba multiplicar 8 por 5. Si obtienes 40, la respuesta será correcta. Si en la misma ecuación, obtienes que la X = 6, multiplicar 8 por 6 será 48. Entonces, sabrás que la respuesta era incorrecta.
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Método 2
Método 2 de 3:
Resolver los problemas difíciles

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    Utiliza técnicas de relajación si te sientes nervioso por una pregunta difícil. Estancarte en una pregunta es definitivamente estresante, pero no dejes que te arruine el resto del examen. El estrés puede impedir que tu mente funcione adecuadamente. Tómate un minuto para relajarte si te sientes ansioso. Luego regresa a la pregunta con la mente despejada. Quizás te des cuenta de que conoces la respuesta después de todo.[10]
    • Lleva a cabo la respiración profunda para relajar tu ritmo cardíaco y liberar tu ansiedad.
    • Cierra los ojos y enfócate en relajar cada grupo muscular si te sientes tenso.
    • Estira tus brazos un poco para que la circulación empiece a fluir nuevamente.
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    Identifica qué es lo que te pide la pregunta. Si estás estancado en un problema, no podrás resolverlo si no entiendes qué es lo que te pregunta. Da un paso hacia atrás y vuelve a revisar el problema. Piensa en lo que te pregunta este problema. ¿Te pide velocidad? ¿Se trata de una pregunta de geometría? De ser así, ¿de qué figura se trata? Todas estas preguntas te ayudarán a identificar lo que tienes que hacer.[11]
    • Si fuera un problema numérico, piensa en qué fórmula necesitarás. Revisa tu lista de fórmulas y fíjate cuál de ellas le corresponde a este problema.
    • Si se tratara de un problema de palabras, divide las preguntas en sus componentes. Tacha las palabras que no fueran importantes. Busca las que te indiquen qué operaciones tendrás que usar. Por ejemplo, la palabra “de” suele significar que tienes que multiplicar.
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    Elimina las respuestas de una pregunta de respuesta múltiple que sepas que están mal. El proceso de eliminar es una gran ayuda si estuvieras estancado en este tipo de pregunta. Revisa las respuestas y tacha las que te parezcan incorrectas. Luego, trata de discernir una respuesta de las que quedaran.[12]
    • Hay algunas maneras de saber si una respuesta parece equivocada. Por ejemplo, si el resultado que obtienes es similar a 3 respuestas pero totalmente diferente a la cuarta, elimínala.
    • Si puedes limitar las respuestas a 2, vuelve a realizar los cálculos. Si tu resultado es más cercano a una de las 2 respuestas, escógela.
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    Adivina estratégicamente si no puedes elegir una respuesta. A veces te quedarás estancado y no podrás resolver un problema. Sucede. Recuerda que solo es una pregunta y si el resto del examen está bien, tendrás un buen resultado. Haz tu mayor esfuerzo por escoger una respuesta. Es posible que tengas suerte y escojas la respuesta correcta.[13]
    • En el caso de un examen de respuesta múltiple, escoge la respuesta que te parezca mejor.
    • Si no se tratara de un examen de este tipo, escribe la respuesta que tú crees que sea. Podría ser la respuesta correcta después de todo.
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    Deja el desarrollo si no logras recibir una respuesta. Si estás totalmente perdido y no puedes adivinar la respuesta, no borres tu desarrollo. Si el profesor da una parte de los puntos, es posible que recibas unos cuantos por tu trabajo.[14]
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Método 3
Método 3 de 3:
Prepararse para los exámenes

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    Presta atención durante la clase. El trabajo de preparación para un examen empieza mucho antes del examen mismo. Si prestas atención a la clase, conocerás el material mucho mejor para el día del examen. Siempre llega a tiempo a la clase, saca tu bolígrafo y cuaderno y alístate para trabajar.[15]
    • Participa en los debates en clase y haz preguntas si necesitaras alguna aclaración.
    • Toma apuntes efectivos de modo que tengas un buen material para estudiar. Revísalos con regularidad.
    • Elimina las distracciones cuando estés en clase. No revises tu teléfono ni hables con tus amigos.
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    Haz la tarea. Aunque quizás no te guste la tarea, su objetivo es darte más práctica de modo que puedas rendir bien en los exámenes. Esto es muy importante con las matemáticas, porque usar diferentes fórmulas y ecuaciones requiere mucha práctica. Haz toda la tarea que el profesor te asigne de modo que estés listo para el examen.[16]
    • Ponte cómodo, pero no tanto. Hacer la tarea en tu cama es una tentación para tomar una siesta.
    • Elimina las distracciones, apaga la televisión y siéntate en una habitación silenciosa para hacer el trabajo.
    • Si te estancaras en un problema durante la tarea, pídele al profesor que te dé una explicación al día siguiente. Es posible que esta pregunta venga en el examen.
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    Estudia unos cuantos días antes del examen. No estudies de golpe para el examen. Apenas se anuncie la fecha, empieza a prepararte. Revisa tus notas y el libro de texto para estudiar el material todos los días por unos cuantos días antes del examen. De esta forma, evitarás la ansiedad en la noche anterior al examen si tratas de aprender todo en unas cuantas horas.[17]
    • Enfócate en las preguntas en las que te equivocaste en el trabajo en clase y la tarea. Examina por qué te equivocaste en esta pregunta y cómo puedes mejorar.
    • Utiliza ayudas para revisar o materiales de preparación que el profesor te haya dado. Si este te dijo que algo iba a venir en el examen, escúchalo.
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    Acércate al profesor para que te dé una ayuda extra si no estás seguro. Incluso si has estudiado bien y has prestado atención a la clase, es posible que haya cosas de las que no estás seguro. En ese caso, no dudes en acudir al profesor para que te explique mejor.[18]
    • Ten una lista específica de problemas que te gustaría debatir con el profesor porque probablmente te preguntará “¿Por qué no entiendes?”. Trata de ser más específico que si respondieras “¡No entiendo nada!”.
    • Pide ayuda al menos un día antes del examen. No la pidas el mismo día porque no tendrás suficiente tiempo para estudiar.
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Consejos

  • Escribe de manera muy ordenada en el examen para que tanto tus profesores como tú puedan leer tu letra.
  • Estudia con un compañero o un grupo de estudio si te confunde el trabajo.
  • Empieza a estudiar apenas sepas la fecha del examen, de modo que estés preparado y no tengas que estudiar de golpe.
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Advertencias

  • No esperes a la noche anterior para estudiar. Es difícil estudiar todo en una noche de estudio, te sentirás presionado y no te irá tan bien.
  • No hables con nadie durante el examen. Es posible que el profesor asuma que estás copiando.
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Acerca de este wikiHow

Daron Cam
Coescrito por:
Tutor académico
Este artículo fue coescrito por Daron Cam. Daron Cam es un tutor académico y el fundador de Bay Area Tutors, Inc., un servicio de tutorías con sede en el Área de la Bahía de San Francisco que brinda tutorías de matemáticas, ciencias y, sobre todo, el fomento de la confianza académica. Daron tiene más de 8 años enseñando matemáticas en las aulas y más de 9 años de experiencia en tutoría personalizada. Enseña todos los niveles de matemáticas, incluyendo cálculo, preálgebra, álgebra I, geometría y preparación de matemáticas para los exámenes SAT y ACT. Daron tiene una licenciatura de la Universidad de California, Berkeley, y una credencial de enseñanza de matemáticas otorgada por la St. Mary's College. Este artículo ha sido visto 27 607 veces.
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