Faltar a la escuela es arriesgado, pero vale la pena si necesitas alejarte por un tiempo. Lo más importante es asegurarte de que tus padres no se enteren. Es difícil pero no imposible. Elaborar un plan sobre cómo faltarás a la escuela es mejor que faltar espontáneamente y esperar que funcione. Asegúrate de que no te atrapen saliendo del recinto escolar y actúa como si tuvieras una buena razón si te ven fuera de la escuela. Si quieres fingir una enfermedad como excusa para faltar, es bueno comenzar a mostrar síntomas la noche anterior para hacer que parezca más real.

Método 1
Método 1 de 3:
Elaborar un plan

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    Revisa la política de faltas de tu escuela. Busca el manual de tu escuela o cualquier paquete de información sobre las políticas que hayas recibido, y revisa la sección de políticas de asistencia. Averigua específicamente si llamarán a tus padres en caso de que tengas una falta injustificada. Si los llaman automáticamente cuando no llegas a clases, necesitarás encontrar una forma de asegurarte de que no reciban la llamada.
    • Consigue los teléfonos de tus padres y bloquea el número de la escuela el día anterior a tu falta. Engañar a tus padres y manipular sus teléfonos puede meterte en muchos problemas, así que sopesa el riesgo antes de hacerlo.
    • Si tu escuela no llama cuando faltas, no tendrás que preocuparte por que tus padres se enteren por la escuela.
    • Faltar a la escuela frecuentemente se llama “absentismo escolar” y puede llevarte a una suspensión. Podrías tener que presentarte ante un juez que puede ordenar terapia obligatoria, clases adicionales, castigo o libertad condicional. Faltar a la escuela puede dar como resultado absentismo escolar, lo que permanecerá en tu expediente académico.[1]
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    Elabora un plan antes de faltar. Elige un día específico en el que quieras faltar a la escuela, en lugar de decidir faltar espontáneamente. Date suficiente tiempo para tomar algunas precauciones y hacer planes. Toma en cuenta cualquier examen o actividad especial que no puedas perderte.[2]
    • Si te pierdes un examen o proyecto importante que tenga un efecto significativo en tu calificación, será mucho más probable que tus padres descubran tu falta.
    • Un día en el que no tengas mucho que hacer tendrá menos consecuencias cuando vuelvas a clase que un día en el que suceda algo importante.
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    Informa a la escuela sobre una ausencia próxima. Una forma de evitar que la escuela le comunique a tus padres de tu falta es entregar una justificación unos cuantos días antes de faltar. Escribe la nota con buena caligrafía y fírmala con el nombre de uno de tus padres. Entregar una justificación antes de faltar te ayudará a evitar que te descubran.
    • Practica la firma de uno de tus padres de tal manera que se vea auténtica.
    • Brinda una razón simple para tu ausencia. Di que irás a visitar a un familiar fuera de la ciudad, te tomarás un día de vacaciones o realizarás algún trabajo en la casa.
    • Ten en cuenta que mentir a las autoridades en tu escuela nunca es una buena idea. Si mientes sobre una falta, podrías meterte en serios problemas.
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    Planifica tu transporte con anticipación. Si tomas el autobús a la escuela, necesitas idear una forma de regresar a casa. Si tu casa está lo suficientemente cerca, tal vez puedas caminar. Toma un autobús urbano o un taxi si es posible. Haz que un amigo o hermano mayor te lleve a casa o a donde decidas ir.[3]
    • Este es un paso complicado, pero es importante. Si te quedas atascado en la escuela sin ninguna forma de salir, realmente no tendrás forma de faltar.
    • Otra opción es decirles a tus padres que un amigo te recogerá dicho día de tal manera que no necesites tomar el autobús. Luego, una vez que tus padres se vayan, simplemente quédate en casa.
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    Averigua las mejores salidas en tu escuela. Si planeas irte después de que ya estés dentro de la escuela, usa una puerta que sea poco probable que te vean usar. Si conoces una puerta que esté alejada y no muchas personas usen, esta es la mejor opción para escabullirte. Asegúrate de que no haya muchas ventanas exteriores ni profesores que puedan verte salir.
    • Tu mejor opción es no entrar al edificio en absoluto, pero si tus padres te dejan o los profesores te ven al llegar, la única opción es escabullirte.
    • Incluso quizás debas esconderte en algún lugar hasta que empiecen las clases de tal manera que sea menos probable que te vean salir del edificio.
    • Si te atrapan saliendo de la escuela, el castigo podría terminar siendo peor que si no hubieses ido en primer lugar. Salir de la escuela puede ser riesgoso, así que asegúrate de que valga la pena.
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    Sepárense si vas a escabullirte con amigos. Cuando te escapes de la escuela con amigos, no salgan juntos por la puerta. Salgan de a uno o dos para evitar llamar la atención. Si es posible, también haz que todos usen una puerta diferente. Establece un lugar y hora de encuentro en algún lugar lejos de los terrenos de la escuela, si es posible.
    • Si alguien no llega, asume que lo atraparon. No regreses a la escuela para encontrarlo.
    • Encuéntrense lo más cerca posible de la escuela, pero lejos de sus terrenos. No es recomendable tener que alejarte demasiado antes de encontrarte con los demás.

Método 2
Método 2 de 3:
Evitar que te atrapen

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    Actúa con confianza en lo que hagas. Ya sea que contestes el teléfono en casa, te interrogue un extraño por no estar en la escuela o un profesor te pregunte algo, responde con confianza al respecto. Si suenas sospechoso, es más probable que te atrapen.
    • Habla en voz alta y claramente en lugar de balbucear en voz baja. Da respuestas directas y simples de tal manera que no suenes como si estuvieras inventando nada.
    • Si contestas el teléfono en casa, distorsiona tu voz de tal manera que suenes enfermo o intenta sonar como uno de tus padres. En general, es mejor no contestar el teléfono a menos que sepas que es muy importante.
    • Si te ven afuera de la escuela y te preguntan al respecto, di: “En realidad estoy trabajando en una tarea, así que me dejaron salir. Pero tengo que terminar esto rápido, así que no puedo quedarme a hablar”.
    • Di: “Estoy de camino a una cita, pero quería hacer una parada rápida mientras pasaba por esta parte de la ciudad”.
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    Quédate en casa en vez de salir. Cuando faltas a la escuela, es tentador pasear por la ciudad y divertirte mucho. La desventaja es que incrementas las probabilidades de que alguien te vea, tal vez incluso tus padres. Tómate un divertido día de descanso en casa de tal manera que nadie vea que no estás en la escuela.[4]
    • Tal vez no suene divertido quedarte en casa todo el día, pero piensa en qué tan seguido tienes la casa para ti solo. Tómate el tiempo de hacer lo que usualmente no puedes hacer con gente en la casa.
    • Holgazanea en tus pijamas todo el día. Súbele el volumen al televisor. Tómate un baño largo sin que te molesten. Haz que un amigo falte contigo y pasen el rato juntos para que no te aburras.
    • Estar en la escuela es importante y te perderás de mucho si faltas. Asegúrate de hacer que el día sea memorable y úsalo sabiamente. Te arrepentirás de faltar a la escuela si desperdicias todo el día.
    • Ten en cuenta que faltar a la escuela nunca es una buena idea y la diversión que podrías tener no vale la pena si te atrapan.
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    Sal de la casa por un rato ante de que tus padres lleguen. Si planeas salir, asegúrate de regresar a casa aproximadamente a la misma hora que llegarías normalmente para que tus padres no cuestionen la diferencia de horario. Si te quedas en casa todo el día, sal a algún lugar de tal manera que tus padres no te encuentren antes de la hora usual.
    • Si tus padres normalmente llegan tarde a casa, es posible que no necesites salir, ya que esperarán que estés en casa de todas formas.

Método 3
Método 3 de 3:
Fingir enfermedad

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    Comienza a actuar enfermo la noche anterior al día que planeas faltar a la escuela. A medida que avance la tarde, comienza a estornudar de vez en cuando. Suénate mucho la nariz en un lugar donde tus padres puedan oírte. Si comienzas a fingir los síntomas de enfermedad la noche anterior, será menos probable que tus padres duden de ti cuando digas que estás enfermo en la mañana.[5]
    • Las enfermedades vienen en varias formas, con muchos síntomas diferentes. Decide unos cuantos que puedas usar, tal como malestar estomacal, estornudos o náuseas, pero no exageres con demasiados síntomas.
    • Si tus padres son muy precavidos, podría no ser una buena idea fingir que estás enfermo. Podrían preocuparse tanto que te llevarán al doctor inmediatamente. Si saben que mentiste acerca de estar enfermo, tu castigo podría ser peor.
    • Mentirles a tus padres acerca de estar enfermo es peor que faltar a la escuela y traicionar su confianza en ti.
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    En la mañana, pasa mucho tiempo en el baño. Apenas te despiertes, ve directamente al baño. Haz sonidos como si estuvieras sentado en el inodoro y no te sientas bien en absoluto. Vierte un poco de agua en el inodoro para imitar los sonidos apropiados.[6]
    • Asegúrate de tirar la cadena por lo menos 2 o 3 veces para acentuar el efecto.
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    Finge una lectura de fiebre en un termómetro. Calienta un poco de té y sujeta el termómetro contra el exterior de la taza hasta que se caliente a 38 °C (101 °F o 102 °F). Asegúrate de no dejar que el termómetro marque 40 °C (104 °F) o más, ya que esto causa alarma y podrías hacer que te lleven al doctor. Asegúrate de agregar otros síntomas de fiebre como hacerte sudar un poco y decir que sientes frío.[7]
    • La combinación de la lectura de fiebre en el termómetro, el sudor visible en la frente y la sensación de frío debe ser suficiente para convencer a tus padres de que estás con fiebre sin provocar mucha preocupación.

Consejos

  • Si terminan atrapándote, di que lo sientes y acepta el castigo inmediatamente en lugar de mentir, lo que te meterá en problemas más graves.
  • Si tu escuela tiene uniforme, póntelo de tal manera que cuando tus padres regresen a casa y te vean con el uniforme, asumirán que estuviste en la escuela todo el día. Esto hace que sea menos probable que piensen que hayas faltado.
  • Incluso si te quedas en casa todo el día y no te ensucias, dúchate o báñate de todos modos, de tal manera que tus padres piensen que estuviste en la escuela.

Advertencias

  • Faltar a la escuela casi siempre tiene consecuencias, así que piénsalo bien antes de elegir faltar.

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