Si eres un aficionado a la jardinería, debes saber que no hay nada más emocionante que ver surgir al primer brote pequeño luego de haber plantado semillas. Para germinar las semillas, tendrás que brindarles el tipo correcto de tierra y cerciorarte de que tengan la cantidad adecuada de sol o sombra. También tendrás que regular la temperatura para que no estén demasiado calientes o frías. Sigue leyendo para conocer la manera de brindarles a las semillas el entorno adecuado para germinar y crecer.

Método 1
Método 1 de 3:
Alistarte para plantar las semillas

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    Empieza con buenas semillas. Estas deben tener menos de 2 años de antigüedad, deben provenir de una fuente de buena reputación y deben ser adecuadas para tu región de cultivo. Tendrás más suerte con las semillas que provengan de las plantas oriundas de tu localidad, ya que gozarán el entorno, la tierra y otras condiciones que puedas brindarles. Compra tus semillas en un vivero o un mercado de productores de tu localidad, o a través de un vendedor en línea que venda semillas para diferentes regiones de cultivo.[1]
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    Planea sembrarlas en el momento adecuado. Algunas semillas tienen que germinar en espacios cerrados por varias semanas antes de que el clima se vuelva cálido, mientras que otras solo necesitan unos días. El tiempo requerido para sembrar tus semillas también diferirá según la región de cultivo. Emplear los tiempos adecuados será importante si deseas que tus semillas tengan la mayor probabilidad de convertirse en plantas fuertes y saludables.
    • Revisa el reverso del envase en el que vengan tus semillas para obtener instrucciones sobre el momento en el que deban sembrarse. Los paquetes de semillas incluyen mucha información esencial.
    • También puedes buscar en Internet para obtener más información sobre el momento en el cual sembrar tus semillas.
    • Si aún no sabes con certeza cuándo deberías hacerlo, siémbralas algunas semanas antes de la última helada de la estación. Puedes empezar a cultivarlas en un espacio cerrado y dejar que broten unos cuantos centímetros antes de pasarlas al aire libre. Esta es una opción segura para muchos tipos de plantas.
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    Obtén el medio de cultivo adecuado. Las semillas necesitan germinar en un medio de cultivo que suele ser diferente a la tierra para macetas común. Estas requieren una composición química determinada para germinar, la cual es diferente para los diversos tipos de semillas. Investiga sobre las necesidades de las semillas que vayas a sembrar y obtén el medio de cultivo adecuado mediante un vivero o un vendedor en línea.
    • Puedes comprar un medio de cultivo sin tierra que esté mezclado previamente, el cual funcionará para muchos tipos de semillas.[2]
    • Ahorrarás más si preparas tu propio medio con vermiculita, perlita y musgo esfagno molido, los cuales puedes conseguir en las tiendas de jardinería. Una proporción de 1:1:1 suele ser eficaz.
    • No intentes sembrar semillas en tierra común. Las semillas ya cuentan con todos los nutrientes que requieren para germinar. Los nutrientes adicionales en la tierra para macetas común son perjudiciales para el periodo de germinación.
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    Escoge un recipiente para semillas. Requerirás un recipiente con una profundidad de 5 a 8 cm (2 o 3 pulgadas) y que cuente con agujeros en el fondo. Puede tener la forma de una bandeja abierta o puede contar con segmentos individuales para diferentes semillas. El ancho de tu recipiente dependerá de la cantidad de semillas que vayas a sembrar; asegúrate de que haya mucho espacio para que las semillas germinen.
    • Puedes comprar una paleta o una bandeja para semillas; no obstante, es muy sencillo hacer la tuya con un cartón de huevos viejo, periódico, una caja de madera u otros implementos del hogar.
    • Cuando las semillas germinen y broten, tendrás que pasar las plántulas a recipientes más grandes, o tendrás que plantarlas en el suelo. Por este motivo, la estética de los recipientes de germinación de semillas no es tan importante como su funcionalidad.

Método 2
Método 2 de 3:
Sembrar las semillas

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    Alista los recipientes. Cubre los recipientes con tu medio de cultivo para semillas. Llena los recipientes a 1,5 cm del borde abierto, en lugar de hacerlo por completo hasta la parte superior. Rocía agua sobre el medio de cultivo para humedecerlo. No lo empapes; solo debe estar un poco húmedo para brindarles un buen entorno a las semillas.
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    Determina si remojarás las semillas. Algunas semillas requieren que las remojen por unas horas antes de sembrarlas, mientras que otras pueden colocarse en el medio de cultivo de forma directa sin remojarlas. Determina si las semillas que tengas requerirán algún tipo de proceso previo antes de sembrarlas. Revisa el envase de las semillas o en Internet.
    • Remoja las semillas colocándolas en un recipiente limpio y cubriéndolas con agua a temperatura ambiente. Déjalas reposar de 3 a 24 horas. Cuélalas y sécalas dándoles toques suaves con un papel toalla.
    • Si remojas tus semillas, planea sembrarlas justo después de hacerlo. No dejes que vuelvan a secarse.
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    Siembra las semillas. Esparce las semillas de forma uniforme en el medio de cultivo y presiónalas levemente con los dedos. Cubre las semillas con una capa del medio de cultivo que tenga un grosor 3 veces mayor al de las semillas. Vuelve a humedecer el medio de cultivo cuando hayas sembrado las semillas.
    • No siembres demasiadas semillas juntas; procura no hacinarlas.
    • Algunas semillas deben plantarse a una mayor profundidad en el medio de cultivo, y otras no deben cubrirse en lo absoluto. La mayoría de las semillas pueden cubrirse con una pequeña cantidad de medio de cultivo tal como ya se ha indicado, pero deberás cerciorarte de que tus semillas no requieran algún tratamiento especial.
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    Coloca los recipientes con semillas en el entorno adecuado. La mayoría de las semillas no requieren la luz del sol para germinar, pero algunas sí; por ello, tendrás que brindarles las condiciones adecuadas. Una opción segura consiste en colocar las semillas en una habitación con una temperatura de entre 15 y 27 °C (60 y 80 °F). Nuevamente, para desarrollarse de forma adecuada, algunas semillas requerirán un tratamiento especial y temperaturas muy frías o calientes.
    • Puedes colocar una alfombrilla de calefacción debajo de la bandeja de semillas para regular la temperatura y hacer que haya más calor durante el periodo de germinación.[3]
    • Luego de que las plántulas broten, tendrás que mantenerlas en un área con una temperatura por encima de los 21 °C (70 °F), hasta que estén listas para pasarlas al aire libre.[4]
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    Mantén húmedo el medio de cultivo. Cubre un poco las bandejas con una lámina de papel film para mantener la humedad en su interior y regular la temperatura. Levanta el papel film todos los días para regar un poco las semillas. Cerciórate de que nunca se sequen, o no germinarán de forma adecuada.
    • No riegues las semillas en exceso. Si se quedan inundadas, no crecerán.
    • Puedes usar periódico en lugar de papel film. Emplea una botella rociadora para mantener el periódico húmedo mientras las semillas germinen.

Método 3
Método 3 de 3:
Cuidar las semillas luego de la germinación

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    Lleva las plántulas a un lugar soleado. Cuando veas que los primeros brotes surgen, lleva las plántulas a un área soleada. La temperatura ambiente debe estar por encima de los 21 °C (70 °F), pero bríndales un espacio brillante para que puedan crecer fuertes y saludables.
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    Mantén las plántulas húmedas. Si has cubierto tus plántulas con una lámina de papel film o periódico, retíralos y mantén las plántulas húmedas regándolas un par de veces al día. Riégalas en la mañana y en las primeras horas de la tarde, pero no lo hagas a altas horas del día. Si el agua se asienta en el medio de cultivo toda la noche, podría fomentar el desarrollo de moho.
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    Alimenta a las plántulas luego de unas semanas. El medio de cultivo no cuenta con nutrientes; por ello, tendrás que fertilizar las plántulas con alimento para plantas luego de que hayan crecido unos centímetros. Averigua qué tipo de alimento para plantas es adecuado para las plántulas que vas a cultivar. Emplea un fertilizante orgánico, si es posible.
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    Corta las plántulas. Si muchas semillas germinan y brotan, será necesario que cortes algunas de las plántulas más débiles, así las fuertes podrán ganar incluso más fuerza. Córtalas hasta contar con 2 o 3 brotes por recipiente de semillas, o 2 o 3 brotes por cada área del tamaño de un segmento de cartón para un huevo. Toma los brotes sobrantes desde un punto cercano a la base, jala las raíces y deséchalos.
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    Transfiere las plántulas cuando sea el momento. Al iniciar la temporada de cultivo, será el momento de pasar las plántulas a recipientes más grandes o a tu jardín al aire libre. Deberás conseguir el tipo de tierra adecuado para tus plantas y tendrás que plantarlas en un área con la cantidad correcta de luz solar y drenaje.

Consejos

  • Etiqueta las semillas para que sepas a qué tipo de planta pertenecen.
  • Algunas semillas pueden almacenarse más tiempo que otras. Puedes verificar si aún puedes utilizar tus semillas colocando al menos 10 de ellas en un papel toalla humedecido y cubriendo todo con un poco de papel film. Observa las semillas en los siguientes días y determina cuántas han brotado. Si brotan, puedes plantar los brotes. Si no lo hacen, o si muy pocas brotan, consigue semillas más frescas.
  • Lee el envase de las semillas. Los paquetes de semillas cuentan con mucha información útil sobre el momento adecuado para sembrar plantas, la cantidad de luz y agua requeridas, etc. Si tienes semillas que has guardado, revisa las instrucciones para tu tipo de planta en Internet. Algunas semillas requerirán calor y luz además de agua.

Advertencias

  • Cuando las plantas generen brotes, mantenlas alejadas de las babosas u otras criaturas que coman plantas, ya que podrían comerse todas tus plantas con mucha rapidez.

Cosas que necesitarás

  • semillas
  • un medio de cultivo
  • un recipiente

Acerca de este wikiHow

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Categorías: Siembra y cultivos
Resumen del artículoX

Para germinar semillas, primero llena una bandeja para semillas con un medio de cultivo hecho específicamente para semillas. Luego, presiona suavemente las semillas en el medio de cultivo con tus dedos y cúbrelos con una capa delgada del medio. Después de sembrarlas, ponlas en un lugar que oscile entre los 15 y 25 °C (60 y 80 °F) y riégalas ligeramente. Cubre la bandeja con papel film para retener el calor y la humedad, lo cual ayudará a que germinen. Si sigues regándolas un poco todos los días, ¡no tardarán en germinar! Si quieres más consejos de nuestro experto en jardinería, por ejemplo, para cuidar las semillas una vez que germinen, ¡sigue leyendo!