Las hamburguesas caseras constituyen una opción deliciosa para el almuerzo o la cena y se pueden preparar en una estufa o una parrilla. Al mantener la hamburguesa jugosa, encerrarás todo el sabor dentro de la carne. Una hamburguesa jugosa y gruesa tendrá más sabor que una delgada, seca y achicharrada. Para preparar hamburguesas jugosas, debes comprar carne de res picada con una gran cantidad de grasa y manipular las hamburguesas con suavidad al moldearlas. Por último, debes evitar aplastarlas con una espátula durante la cocción.

Método 1
Método 1 de 3:
Preparar las hamburguesas

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    Consigue carne picada fresca para preparar las hamburguesas. La carne de res picada es la mejor para preparar hamburguesas jugosas. Puedes buscarla en la sección de carnes del supermercado, ya que es probable que hayan picado esa carne más recientemente que la carne envasada. En general, debes evitar comprar carne previamente envasada para preparar hamburguesas.[1]
    ¿Por qué utilizar carne picada fresca?
    Porque es más jugosa y sabrosa. A menudo, la carne picada congelada y envasada presenta quemaduras por congelamiento en su interior, lo que disminuye el delicioso jugo característico de las hamburguesas. Además, es imposible saber qué tan fresca estaba la carne al momento de congelarla. Si compras productos frescos, sabrás de antemano la calidad que vas adquirir.
    Busca carne de res picada fresca en una carnicería o el mostrador de carnes de una tienda de comestibles. Si conoces una carnicería local, debes dirigirte a ese lugar para que consigas los cortes de carne más frescos. También puedes verificar si venden carne de res fresca en el mostrador de carnes de una tienda de comestibles local.
    Puedes congelar la carne de res tú mismo. Tan solo envuelve firmemente la carne con papel parafinado ceroso o papel para congelador y cinta adhesiva. Debes sellar bien el paquete y luego envolverlo con una capa de papel de aluminio. Vuelve a sellarlo y escribe la fecha encima del paquete. Puedes cocinar la carne hasta en 4 meses. Para preparar la carne, debes dejarla en el refrigerador hasta que se descongele por completo. Si tienes prisa, puedes sacarla de la envoltura y colocarla en agua fría de 20 minutos a una hora.
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    Compra carne picada con una proporción de 80 % de carne magra y un 20 % de grasa. La carne que tiene esta proporción presenta un porcentaje relativamente alto de grasa. Mientras más grasosa sea la carne de res, más jugosa te quedará la hamburguesa. Una proporción de 85 % de carne magra y 15 % de grasa también debería funcionar bien. Simplemente debes evitar cualquier carne de res picada que tenga 90 % de carne magra o más, ya que la hamburguesa te quedará seca. Puedes conseguir carne picada en cualquier supermercado. Si prefieres utilizar carne orgánica, puedes consultar la sección de productos orgánicos de una tienda de alimentos saludables.[2]
    Interpretación de las etiquetas de la carne
    Verifica el porcentaje de la carne. La mayoría de la carne de res se etiqueta con 2 porcentajes que indican la cantidad de carne magra y la grasa que contiene el corte. Este es el método más preciso para informarte sobre la proporción de grasa y carne magra, por lo que debe ser tu prioridad al comprar la carne.
    Revisa el nombre o el corte de la carne. Es probable que la carne se encuentre etiquetada según la parte de la vaca de la que proviene. Si el corte está etiquetado, pero no presenta un porcentaje, puedes seguir las siguientes pautas generales para indicar la proporción de grasa y carne magra:
    Hamburguesa (que puede provenir de cualquier parte de la vaca): 73 % de carne magra, 27 % de grasa
    Carne picada: 80 % de carne magra, 20 % de grasa
    Cuadril picado: 85 % de carne magra, 15 % de grasa
    Solomillo picado: 90 % de carne magra, 10 % de grasa
    Carne de res magra picada: 95 % de carne magra, 5 % de grasa
    Observa qué tan roja es la carne. Mientras más carne magra contenga la carne picada, lucirá más roja. No escojas un corte de color rojo oscuro, ya que no contiene suficiente grasa jugosa.
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    Corta un pedazo grande de carne para preparar las hamburguesas. Una vez que hayas conseguido la carne picada, puedes comenzar a formar hamburguesas individuales. Puedes hacerlas del tamaño que prefieras, pero en general
    puedes preparar una buena hamburguesa con un trozo de carne del tamaño de un puño.
    [3]
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    Manipula la carne con suavidad. Si vas a cortar la porción de carne que compraste, no manipules ni exprimas demasiado los cortes.
    Si trituras la carne mientras la manipulas, harás que pierda parte de su humedad.
    [4]
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    Moldea las hamburguesas con las manos. Puedes utilizar las manos para presionar suavemente cada pedazo de carne picada del tamaño de un puño y darle la forma de una hamburguesa relativamente plana y con forma de disco. Si vas a trabajar sobre una superficie dura (una encimera limpia o una tabla de cortar de plástico), puedes presionar las hamburguesas contra dicha superficie para evitar exprimirlas demasiado con las manos.[5]
    • Puedes darles a las hamburguesas la forma que quieras. En general, las hamburguesas deben tener aproximadamente 10 cm (4 pulgadas) de largo y 2 cm (¾ de pulgada) de alto antes de cocinarlas.
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    Haz un hoyuelo de 6 mm (¼ de pulgada) en el centro de cada hamburguesa. Las hamburguesas se cocinarán rápidamente en los bordes, y más lentamente en los centros. Para lograr que se cocinen de manera uniforme, debes utilizar los dedos índice y medio para formar un hoyuelo en la parte superior de cada hamburguesa. Trata de hacer que el centro de cada hamburguesa sea entre 3 y 6 mm (1/8 y ¼ de pulgada) más bajo que los bordes.[6]
    • El hoyuelo también evitará que las hamburguesas se abulten en el centro.

Método 2
Método 2 de 3:
Cocinar hamburguesas en la estufa

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    Coloca una sartén plana en una hornilla con el fuego de medio a alto. Dependiendo de la cantidad de hamburguesas que planeas preparar, puedes utilizar una sartén grande o pequeña.[7]
    • En la mayoría de los rangos, el calor de medio a alto será de aproximadamente 7.
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    Coloca las hamburguesas en la sartén una vez que se caliente. Las hamburguesas deben chisporrotear en cuanto toquen la superficie caliente de la sartén.[8] Debes darle a cada hamburguesa al menos 2 cm (1 pulgada) de espacio en cada lado de la sartén, de manera que ninguna se pegue durante la cocción.
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    Voltea las hamburguesas con una espátula delgada después de 3 o 5 minutos. Una vez que las hamburguesas se hayan cocido por unos minutos, debes deslizar una espátula delgada debajo de cada una para voltearlas. Al igual que al moldearlas, las hamburguesas se mantendrán más jugosas si las manipulas lo menos que puedas durante la cocción. Al voltearlas, cada hamburguesa debe presentar un color dorado oscuro en la parte inferior.[9]
    Consejos para voltear las hamburguesas:
    Primero debes revisar la parte inferior. Desliza la espátula debajo de la hamburguesa después de 3 minutos aproximadamente e inclínala hacia arriba para revisar la parte inferior. La hamburguesa debe tener un color dorado agradable. Si aún luce un poco rosada, debes dejar que se cocine durante un minuto más.
    Utiliza una espátula ancha y delgada. Este tipo de espátula se puede deslizar con facilidad y rapidez debajo de las hamburguesas. También te permite voltearlas sin que la corteza se divida y ayuda a que una hamburguesa suelta no se desparrame del todo al momento de voltearla.
    Evita presionar las hamburguesas con la espátula. Este procedimiento solo eliminará el jugo de la carne, volviendo la hamburguesa más seca y haciendo que tarde más en cocinarse.
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    Cocina el lado opuesto de las hamburguesas por 3 o 5 minutos. Debes dorar las hamburguesas durante 3 o 5 minutos en ambos lados para garantizar que se cocinen bien. Una vez que la hamburguesa comience a chisporrotear en el segundo lado, sabrás que está lista. Verifica si la hamburguesa tiene un color dorado agradable.
    • Debes resistir el impulso de voltear las hamburguesas más de 3 o 4 veces, ya que solo una vez es suficiente.
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    Revisa cada lado de las hamburguesas para verificar si ya están listas. Si cortas una hamburguesa para verificar si está lista, corres el riesgo de que pierda parte del jugo que estás tratando de conservar. En vez de esto, debes observar de cerca cada lado de la hamburguesa.
    Si observas una línea de color rosa en los costados, la hamburguesa está cocida a término medio.
    [10]
    • Si los lados están dorados, la hamburguesa está cocida al punto.
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    Sirve las hamburguesas cuando estén cocidas a término medio o al punto. Si continúas cocinándolas, las hamburguesas perderán más jugo.[11] Para asegurarte de que te queden jugosas y sabrosas, debes servirlas cuando se encuentren a término medio o al punto.
    • Coloca la hamburguesa dentro de un bollo y aderézala con tomate, lechuga, mostaza, kétchup y cualquier otra salsa de tu preferencia.

Método 3
Método 3 de 3:
Asar hamburguesas jugosas a la parrilla

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    Calienta la parrilla con anticipación antes de colocar las hamburguesas. Debes calentar dos áreas separadas de la parrilla: una a temperatura alta a aproximadamente 120 °C (250 °F) y otra a temperatura baja a aproximadamente 66 °C (150 °F).[12]
    • Debes dejar que la parrilla se caliente durante 15 minutos antes de colocar las hamburguesas.
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    Engrasa la parrilla a medida que se calienta. A medida que la parrilla se calienta, debes rociar aceite de oliva sobre un pedazo de papel absorbente. Frota el papel a lo largo de la superficie de la parrilla para engrasarla. Este procedimiento ayudará a que las hamburguesas se cocinen de manera uniforme y evitará que se adhieran a la parrilla mientras se doran.[13]
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    Cocina las hamburguesas en el área a temperatura alta de la parrilla durante aproximadamente 2 minutos. El calor intenso de la parrilla formará una deliciosa corteza dorada en ambos lados de la hamburguesa, lo que acentuará el delicioso sabor de la carne.[14]
    • Si dejas la hamburguesa a fuego alto, la temperatura hará que su interior se seque y se cocine en exceso.
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    Voltea las hamburguesas después de 2 minutos aproximadamente. Una vez que las hamburguesas se hayan cocido durante 2 minutos en el área a temperatura alta, debes utilizar una espátula para voltearlas. Al voltear las hamburguesas,
    debes mantenerlas separadas a una distancia aproximada de 13 mm (½ pulgada).
    [15]
    • Si las hamburguesas se encuentran demasiado juntas, es probable que se cocinen de manera desigual o se peguen durante la cocción.
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    Mueve las hamburguesas al área a temperatura baja una vez que se doren en ambos lados. Una vez que los lados de las hamburguesas se hayan dorado de manera uniforme, debes utilizar la espátula para levantarlas con cuidado y colocarlas sobre el área a temperatura baja de la parrilla. [16]
    • Debes observar de cerca las hamburguesas durante la cocción para que puedas retirarlas de la parrilla en cuanto alcancen el punto de cocción de tu preferencia.
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    Cocina las hamburguesas de 3 a 4 minutos en el área a temperatura baja. En esta área, el interior jugoso de las hamburguesas continuará cocinándose sin secarse ni quemarse. Debes utilizar la superficie completa de esta área de la parrilla para evitar que las hamburguesas se toquen entre sí.[17]
    • Voltea las hamburguesas después de 2 minutos aproximadamente.
      De esta manera, te aseguras de que todas las hamburguesas se cocinen de manera uniforme en ambos lados.
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    Retira las hamburguesas cuando se cocinen a término medio o al punto entre 54 y 60 °C (130 y 140 °F). Debes prestar atención al tamaño y la firmeza de las hamburguesas para evaluar la forma en la que se cocinan. Las hamburguesas se contraen y se endurecen durante la cocción.
    Una hamburguesa cocida a término medio seguirá jugosa si la presionas ligeramente con la espátula (además de suave y ligeramente blanda).
    [18]
    • Si vas a emplear un termómetro de carne, una hamburguesa a término medio tendrá aproximadamente 52 °C (125 °F). Una hamburguesa bien cocida tendrá aproximadamente 66 °C (150 °F).
    • Si cocinas la hamburguesa a una temperatura más alta, no te quedará jugosa.

Advertencias

  • La carne picada no se considera completamente cocida a menos que su temperatura interior alcance los 70 °C (160 °F). Si deseas asegurarte de que la hamburguesa se cocine por completo, debes insertar un termómetro de carne en el centro. Ten en cuenta que, si cocinas la hamburguesa por completo, tendrás como resultado una carne bien cocida. Si no doras la carne hasta que alcance un punto de cocción completo, corres el riesgo de ingerir la bacteria Escherichia coli.[19]

Cosas que necesitarás

Cocinar hamburguesas en la estufa

  • hamburguesas de carne picada
  • una espátula fina
  • una sartén
  • un termómetro de carne (opcional)

Asar hamburguesas jugosas a la parrilla

  • hamburguesas de carne picada
  • aceite de oliva
  • papel absorbente
  • una espátula
  • un termómetro de carne (opcional)

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Categorías: Consejos en la cocina