Es común que sientas que tus padres no te entienden o no están dispuestos a escuchar tu punto de vista. Sin embargo, tus padres desean tener una relación saludable contigo. Si te expresas con respeto, quizás puedan entenderte mejor. Planifica antes de hablar sobre los temas difíciles, explica tu perspectiva de una forma respetuosa y busca algunas formas de seguir teniendo un diálogo abierto en el futuro.

Método 1
Método 1 de 3:
Planificar una conversación

  1. 1
    Escribe lo que sientas. Quizás sea difícil explicarles a tus padres un problema que tengas, así que podría ser de utilidad escribir tus sentimientos con anticipación. De esta forma, podrás descubrir lo que quieres decir, y la conversación será eficaz y provechosa.
    • Para empezar, simplemente escribe lo que sientas. ¿Estás disgustado por una pelea que tuviste con tus padres? ¿Sientes que no te respetan ni te comprenden como podrían hacerlo? Explica tus sentimientos de forma detallada y anota también los motivos por los que te sientes así.[1]
    • También debes expulsar cualquier enojo por escrito. Si estás enojado cuando inicies la conversación, podría ser perjudicial para el diálogo saludable. Es recomendable que escribas con anticipación el enojo que sientas en lugar de expresarlo después.
    • Busca la mejor forma de expresar tus sentimientos. Mientras escribas, revisa tus palabras. Si es necesario, busca una forma de modificarlas para que sean más fáciles de entender. Esto te ayudará cuando hables con tus padres.[2]
  2. 2
    Ten en cuenta lo que quieras lograr con la conversación. Debes tener en cuenta cuál es tu meta principal para esta conversación. ¿Quieres que tus padres te ofrezcan una disculpa? ¿Quieres que hagan un cambio en el futuro? Una conversación difícil debe tener una meta, así que asegúrate de pensar en esto con anticipación.
    • Para empezar, quizás quieras simplemente que entiendan tus razones. Las diferencias generacionales pueden provocar malentendidos entre los padres y los hijos. Las cosas cambian con el transcurso del tiempo y es probable que las normas culturales sean distintas de cuando ellos tenían tu edad. Es importante que tus padres entiendan la forma que los tiempos te condicionan.[3]
    • Sin embargo, quizás busques algo más específico, como un permiso para ir a una fiesta, o tal vez necesites apoyo u orientación para la escuela o la vida social. Ten en cuenta lo que quieras pedir y la mejor forma de pedirlo. Por ejemplo, tus padres podrían pensar que querer una extensión del horario límite para la noche de tu graduación es algo insignificante. Sin embargo, si eres estudiante de último año en la preparatoria, esta será una de las últimas noches que pasarás en grupo con tus amigos. Expresa tu necesidad de socializar y de crear recuerdos duraderos.[4]
  3. 3
    Elige un buen momento para conversar. El momento para tener una conversación es tan importante como la forma en que lo harás. Elige un momento en que tus padres y tú no estén estresados ni distraídos, para que la conversación fluya sin problemas.
    • Busca un día de la semana en el que no tengan otras obligaciones. No es recomendable que inicies la conversación 30 minutos antes de una reunión de padres o cuando tengas una práctica de baloncesto 15 minutos después. Elige un día de la semana cuando la noche sea relativamente libre para todos.[5]
    • Elige un buen lugar. No querrás tener una conversación difícil en un restaurante lleno y ruidoso. En lugar de eso, puedes hacerlo en la sala de tu casa. Evita las distracciones externas, apaga el televisor y no revises el teléfono durante la conversación.[6]
  4. 4
    Evita tener expectativas. Si esperas que la conversación se desarrolle de cierta forma, quizás te sientas frustrado o decepcionado con los resultados. No intentes predecir la forma en que tus padres actuarán. Deja que las cosas fluyan con libertad.[7]
    • Las expectativas negativas podrían hacer que inicies la conversación con hostilidad. Si crees que tus padres no tomarán en serio tu deseo de quedarte hasta tarde la noche de tu graduación, es posible que inicies la conversación con enojo y de una forma conflictiva. Esto reducirá las probabilidades de que escuchen tu punto de vista.
    • Tampoco debes tener expectativas muy optimistas. Si pides permiso para quedarte hasta las 4 de la mañana, es muy poco probable que tus padres lo aprueben. Evita insistir en recibir lo que quieres con exactitud. Ten en cuenta que quizás debas aceptar algunos compromisos durante la conversación. Por ejemplo, tus padres podrían aceptar extender tu horario límite, pero únicamente hasta la 1:30 y solo si los contactas cada media hora.
  5. 5
    Ten en cuenta el punto de vista de tus padres. Antes de iniciar la conversación, analiza un momento su perspectiva. Aunque quizás sientas que son muy estrictos o injustos, en definitiva, quieren lo mejor para ti. Trata de comprender la razón de sus reglas. Estarán más dispuestos a escucharte si demuestras madurez y tienes en cuenta su perspectiva.[8]
    • ¿Existe alguna circunstancia atenuante? Por ejemplo, es posible que tengas un hermano mayor que se haya metido en problemas con anterioridad y tus padres hayan creado reglas más estrictas para evitar que sigas su ejemplo.
    • Ten en cuenta que es muy difícil ser padre. Criar a un hijo provoca mucho estrés, lo cual es difícil de entender para quienes no son padres. Muestra empatía. Ponte en el lugar de tus padres y trata de imaginar lo difícil y aterrador que debe ser criar a un hijo en un mundo que suele ser peligroso e impredecible.[9]

Método 2
Método 2 de 3:
Hablar con tus padres

  1. 1
    Mantén la calma. Antes de iniciar la conversación, procura mantenerte tranquilo. Si estás enojado o estresado al inicio de la conversación, es posible que quieras gritar y pelear. Este solo será un obstáculo más para demostrar tu punto de vista. Respira profundo unas cuantas veces antes de la conversación para empezar con calma.[10]
  2. 2
    Háblales a tus padres de una forma directa y clara. Tu propósito es lograr que te entiendan, así que sé lo más claro y directo que puedas cuando expreses tu perspectiva. Asegúrate de que la información no sea confusa.
    • Expresa de forma directa lo que quieras decir. Manifiesta tus preocupaciones cuando empiece la conversación. Puedes decir algo así como “Quería hablar con ustedes sobre la noche de la graduación. Lo he pensado durante un tiempo y me parece que llegar a las 11 sería muy temprano. Esta ocasión es especial y me gustaría quedarme más tiempo”.[11]
    • Sé sincero. Si omites u ocultas cierta información, podrías perder su confianza. Es muy poco probable que tus padres entiendan tu punto de vista si sienten que no eres honesto. Dales toda la información que necesiten. Por ejemplo, puedes decirles “Sé que creen que mi amigo Joel no es una buena influencia. Compartirá con nosotros un rato durante la noche de la graduación, pero les prometo que no haré nada indebido. Si veo bebidas alcohólicas o cualquier otra cosa ilegal, prometo que regresaré de inmediato a casa”.[12]
  3. 3
    Usa frases en primera persona. Las frases en primera persona son excelentes para expresarte y lograr que los demás vean tu perspectiva. Te permiten exponer tus sentimientos personales en lugar de verdades objetivas. Podrás decirles a tus padres cómo te sientes con ciertas acciones o conductas. De esta forma, no se sentirán juzgados ni culpados por lo que digas.
    • Para hablar en primera persona, debes incluir tres partes. Empieza diciendo “Me siento” y expresa tu emoción. Luego, comunica la acción que produjo esa emoción. Por último, explica las razones por las que te sientes así.
    • Si no expresas tus emociones en primera persona, corres el riesgo de parecer crítico. Por ejemplo, quizás tiendas a decir cosas como “Ustedes siempre suponen que haré lo mismo que Isabel. Sé que se metió en problemas durante la preparatoria, pero no me miren como si fuera mi hermana”. Este comentario es innecesariamente conflictivo y acusatorio. Podría empeorar la situación en lugar de hacer que tus padres entiendan tu perspectiva.
    • Puedes replantear la declaración anterior con una frase en primera persona. Di algo así como “Me siento juzgado erróneamente cuando señalan los errores de Isabel para establecer las reglas que debo cumplir, ya que soy una persona distinta”. Esto suena mucho menos crítico. No manifiestas enojo ni frustración, sino simplemente explicas la forma en que la conducta de tus padres afecta tus sentimientos.
  4. 4
    Escucha el punto de vista de tus padres. Del mismo modo que es importante que tus padres te comprendan, debes tener la disposición de analizar su perspectiva. Aunque te sientas frustrado con sus respuestas, quédate tranquilo y escucha lo que digan.[13]
    • Es probable que las reglas que tus padres hayan establecido tengan una razón. Aunque parezcan injustas, debes hacer lo posible por entender. Si algo te provoca confusión, pregúntales por qué se sienten de esa forma.
    • Habla con respeto. No les digas “No tiene sentido que asuman que beberé solo porque otros beben”. En lugar de eso, pídeles una aclaración con tranquilidad. Por ejemplo, puedes decirles “Entiendo que se preocupen por la influencia de los demás, pero siempre he demostrado ser muy responsable. ¿Podrían explicarme por qué aún tienen dudas?”.
  5. 5
    Evita las peleas y las quejas. Algunas veces, tus padres no cederán. Aunque se esfuercen por escuchar tu punto de vista, es posible que permanezcan firmes en su postura. En este caso, evita pelear y quejarte, ya que esto solo empeorará la situación y causará más frustración para todos.[14]
    • Si tus padres no escuchan tu perspectiva, ponle fin a la conversación. Aunque te sientas frustrado, sería contraproducente seguir presionándolos, peleando o quejándote después de un tiempo. Di algo así como “Lo siento. Creo que ya no estamos escuchando. Quizás podamos hablar después”.
    • Tus padres podrían cambiar de opinión después de unos días. Recuerda que no son perfectos y su reacción ante ciertas peticiones o afirmaciones podría ser exagerada. Incluso si solo querías expresar con sinceridad tu perspectiva, es posible que se haya malinterpretado como una acusación o un insulto. Si la conversación no se desarrolla muy bien, espera unos cuantos días para volver a hablar con ellos. Puedes decirles algo así como “Sé que ya hablamos sobre la noche de la graduación y no parecían estar muy contentos, pero ¿podríamos hablar otra vez? No estoy seguro de haber entendido algunas cosas”.

Método 3
Método 3 de 3:
Seguir adelante

  1. 1
    Busca una solución beneficiosa para todos. El objetivo de exponer tu punto de vista es encontrar una solución para un problema. Si tus padres y tú suelen malinterpretarse, esfuérzate por encontrar una solución beneficiosa para todos.[15]
    • Busca una forma de resolver los malentendidos cuando se presenten. Por ejemplo, es posible que tus padres piensen que pasas demasiado tiempo en el teléfono. Tus padres pertenecen a una generación que se comunicaba principalmente por medio de llamadas e interacciones en persona. Quizás no entiendan el propósito de las redes sociales y de los mensajes de texto en las relaciones modernas.
    • Intenta decirles algo así como “Cuando me vean usando el teléfono, piensen en mi edad. Durante toda mi vida, las formas de comunicación con mis amigos han sido los mensajes de texto y el internet. Quizás parezca insignificante, pero en realidad es lo mismo que cuando ustedes llaman a sus antiguos compañeros”.
    • También debes estar dispuesto a ceder. Aunque tus padres quieran que tengas una vida social saludable, podrían sentir que no disfrutas de su compañía cuando usas el teléfono durante la cena o las reuniones familiares. Puedes pedirles que no te regañen por usar el teléfono durante tu tiempo de descanso, pero comprométete a disminuir el tiempo que lo uses durante la cena o cuando todos estén reunidos.
  2. 2
    Ten paciencia. Los cambios no se producen de forma repentina. Es posible que tus padres necesiten un tiempo para escuchar y comprenderte después de que les hayas explicado tu punto de vista. No esperes que cambien al día siguiente.
    • Perdona los pequeños errores. Quizás aceptaron hacerte menos preguntas sobre tu vida social porque les has demostrado que pueden confiar en ti. Sin embargo, aún podrían sentir curiosidad de vez en cuando. Intenta ignorar el hecho de que tu madre te haga tres preguntas consecutivas sobre el nuevo novio de una de tus amigas.[16]
    • De una forma respetuosa, recuérdales a tus padres tu punto de vista cuando lo olviden. Si tu madre te pregunta por qué has usado el teléfono durante una hora, puedes decirle algo así como “Lo siento, mamá, pero ya hablamos de esto. Paso mucho tiempo en el teléfono conversando con mis amigos. Solo le enviaba mensajes de texto a Sofía. No es necesario que lo preguntes”.
  3. 3
    Aceptar las reglas y las responsabilidades. Aunque quieras que tus padres entiendan tu perspectiva, no puedes esperar que eliminen las reglas y tus responsabilidades. Es razonable que tengan ciertas expectativas sobre tu conducta, así que trata de respetarlas.
    • Di la verdad sobre lo que harás. Si irás al cine con Teresa, no les digas que estarás toda la tarde en su casa. Si te piden que te comuniques con ellos de vez en cuando, llámalos o envíales un mensaje de texto para contarles lo que estés haciendo.
    • Cumple con todas tus responsabilidades. Termina las tareas a tiempo, mantén al día tus quehaceres en la casa y sé respetuoso con tus padres.
  4. 4
    Habla con tus padres con frecuencia. Si quieres que te entiendan, es fundamental que tengan una comunicación activa. Esfuérzate por hablar con ellos con frecuencia para que puedan conocerte como persona. De esta forma, entenderán tus puntos de vista con mayor facilidad.
    • Habla con ellos todos los días. La comunicación es muy importante, incluso si solo conversan 10 minutos durante la cena. Si te preguntan cómo estuvo tu día, esfuérzate por darles una respuesta profunda en lugar de deciles únicamente “Bien”.[17]
    • Puedes hablar con ellos sobre cosas cotidianas. Si tienes dificultades para encontrar temas de conversación, habla sobre algunas cosas pequeñas. Cuéntales una anécdota sobre algo que haya pasado en la escuela o un chiste que tu amigo Juan haya contado durante el almuerzo.[18]
  5. 5
    Ten en cuenta el contexto completo. Cuando se produce un malentendido o una decepción entre dos personas, siempre existe un contexto más amplio. ¿Qué es lo que quieres que tus padres entiendan sobre ti en realidad? ¿De qué forma puedes aclararlo a medida que avances? ¿Qué pueden hacer tus padres para que la relación funcione con menos dificultades?[19]
    • Regresemos al ejemplo anterior. Quieres que tus padres entiendan las razones por las que la noche de tu graduación es importante para ti. Sin embargo, en el fondo, quisieras que confiaran más en tu criterio. ¿Cómo puedes aclararles esto?
    • Las cosas pequeñas pueden ayudar mucho a establecer la confianza. A partir de ahora, puedes tomar la iniciativa de informarles a tus padres sobre los pequeños aspectos de tu vida. Quizás esto disminuya las probabilidades de que piensen que ocultas algo. Si recibiste una mala calificación en un examen, diles que te descuidaste, pero tratarás de esforzarte más en el futuro. Será mejor que lo confieses con anticipación, en lugar de esperar a que tu maestro les dé las noticias después de unos días.

Acerca de este wikiHow

Jin S. Kim, MA
Coescrito por:
Terapeuta licenciado en matrimonio y familia
Este artículo fue coescrito por Jin S. Kim, MA. Jin Kim es un terapeuta licenciado en matrimonio y familia que reside en Los Ángeles, California. Jin se especializa en trabajar con personas que forman parte de la comunidad LGBTQ, personas de color y aquellos que pueden tener desafíos relacionados con la reconciliación de identidades múltiples e interseccionales. Jin recibiço su maestría en Psicología Clínica en la Universidad de Antioch con sede en Los Ángeles, con una especialización en Psicología Afirmativa de LGBT en 2015. Este artículo ha sido visto 13 415 veces.