La manicura con esmalte en polvo es una especie de híbrido entre la manicura normal y las uñas postizas, y puede durar entre tres y cuatro semanas.[1] Comparada con las típicas uñas de gel o acrílicas, la manicura con polvo es más fina, requiriendo menos limado y utensilios especiales. Tiene un aspecto más natural, es más improbable que se levante y resulta más fácil de aplicar. Además, no se necesita lámpara ultravioleta ni monómeros líquidos de olor desagradable.[2] Puedes sellar uñas rotas o melladas con esta ligera aplicación de polvo y resina.[3]

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar las uñas

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    Usa quitaesmalte y una gubia de cutículas. Si tienes esmalte en las uñas, retíralo con un quitaesmalte sin acetona aplicado con una almohadilla sin pelusa. Usa una gubia de cutículas para hacer retroceder ligeramente tus cutículas. Elimina con suavidad cualquier exceso con un recorta-cutículas o un raspador.[4]
    • Esto permitirá que se vea la uña recién crecida, lo que permitirá que la manicura dure más antes de precisar un relleno.
    Respuesta de especialista
    P

    Un lector de wikiHow preguntó: "¿Cómo te quitas el esmalte de uñas en polvo?"

    Laura Martin

    Laura Martin

    Cosmetóloga con licencia
    Laura Martin es una cosmetóloga con licencia en Georgia. Es estilista desde 2007 y profesora de cosmetología desde 2013.
    Laura Martin
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Laura Martin, cosmetóloga licenciada, responde: "El esmalte en polvo es un tipo de acrílico, por lo que es más difícil de eliminar que el esmalte regular. Remoja tus uñas en acetona y retira suavemente el acrílico de la uña utilizando una lima de uñas".

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    Pule la superficie superior de las uñas. Ya sean naturales, acrílicas o de gel, alisa la superficie de tus uñas manualmente con una lima de grano 180 (metálica o de bloque) o con una piedra para uñas natural. Elimina los residuos del limado con un cepillo de uñas o de maquillaje.[5]
    • Pule con especial cuidado los surcos laterales y la zona de la cutícula.
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    Lima todas las zonas problemáticas. Examina los lados de tus uñas buscando cualquier borde suelto o dañado. Mira también si hay algún levantamiento, en caso de que estés rellenando una manicura con polvo previa. Usa una lima áspera (de grano entre 100 y 180) en estas zonas.[6]
    • Si no tienes puntas y quieres añadirlas para ganar longitud, córtate tus uñas naturales y usa la lima para suavizar los bordes.
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    Desinféctate las uñas con alcohol. Empapa con alcohol o desinfectante de uñas una toalla de papel o una almohadilla sin pelusa. Puedes usar un spray antiséptico o un desinfectante de manos. Frótate las manos con la toalla empapada, desde el nudillo más cercano a las cutículas hasta las uñas.[7]
    • Esto limpiará y deshidratará la superficie de las uñas, preparándolas para una manicura con polvo. No te conviene dejar ninguna bacteria ni suciedad ahí debajo.
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    Encuentra puntas del tamaño adecuado. Si quieres aumentar la longitud de tus uñas, busca una punta para cada uña que no cubra más de un tercio de la base. Cada punta debe abarcar toda la anchura de la uña, de surco a surco, sin solaparse con la piel.[8] Cubre los pozos de las puntas con resina para puntas. Sostén cada una suave pero firmemente contra la punta de la uña, a un ángulo de 45º, durante veinte segundos.[9]
    • Si no puedes encontrar una punta del tamaño adecuado, puedes usar una lima e ir ajustando las puntas postizas hasta que encajen bien.
    • Pellizca los costados de las puntas unos segundos para adherirlas a la curvatura de los bordes. Intenta no mancharte los dedos con resina.
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    Recorta y lima las puntas. Lima todo el borde de las puntas, puliendo la superficie superior para quitarles el brillo. Luego pule toda la uña.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Cubrir las uñas de polvo

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    Aplícate el fijador. Debes seguir los pasos descritos en este método con todas las uñas. Aplícate el fijador en pequeñas pinceladas, empezando a aproximadamente 2 mm (1/16 de pulgada) de las cutículas. Extiéndelo de forma que no se acumule por la zona de la cutícula.[10] Déjalo reposar un minuto.[11]
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    Aplícate resina en las uñas. Extiéndela despacio y de forma regular.[12] La resina debe ponerse a puntitos con la parte inferior del aplicador, no en pinceladas como el esmalte.[13]
    • Intenta aplicar la resina de la forma más limpia y regular posible. Concéntrate en crear un borde limpio justo encima de la cutícula, pues ahí es donde se adherirá el polvo.
    • Si solo estás haciendo un relleno y han pasado dos semanas desde tu última manicura con polvo, aplica resina hasta el grosor deseado (por ejemplo, tres o cuatro capas). No es necesario que apliques polvo luego.[14]
    • Si estás haciendo manicura a tus uñas naturales o han pasado tres semanas o más desde tu última manicura en polvo, aplica una capa de resina solo en este punto.
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    Sumerge un dedo en el recipiente del polvo transparente para uñas. Primero remueve bien el recipiente. Luego ábrelo y usa un palillo de uñas o gubia para mezclar el polvo. Sumerge el dedo en el contenedor y gíralo suavemente durante cinco segundos. Saca el dedo y da un toquecito en el borde del recipiente.[15] Luego, con la otra mano, sacude ligeramente el dedo que acabas de sumergir, para que cualquier exceso de polvo vuelva al contenedor.[16]
    • Una vez la uña esté seca, usa un cepillo de uñas para eliminar el exceso de polvo y depositarlo en una toalla de papel.[17]
    • No uses polvo de color en este momento. Si quieres añadir color, eso vendrá después de añadir más resina.
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    Aplica más resina y polvo. Pon una capa de resina sobre toda la uña, incluyendo las puntas. Hazlo de forma lenta y regular. ¡Si quieres usar el polvo de color, ahora es el momento! Vuelve a sumergir el dedo en el polvo, y luego elimina el exceso. Haz una tercera y última aplicación de la resina.[18]
    • Puedes repetir este paso para obtener una manicura algo más fuerte y gruesa.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Curar y darles acabado a las uñas

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    Aplícate un activador. Extiéndelo en pinceladas como si estuvieras poniéndote esmalte normal. Deja que repose cinco segundos, aplica una segunda capa y déjala reposar también cinco segundos.[19]
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    Lima los bordes de las uñas para quitarles el filo y darle forma. Usa una lima de grano suave sobre los bordes expuestos y los costados de las uñas.[20]
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    Aplica un acabado con una capa de finalizador. Asegúrate de que sea finalizador para uñas acrílicas. Mantén los dedos en reposo y deja secarse las uñas durante dos minutos. Aplica suavemente aceite para cutículas en la piel que rodea las uñas.[21]
    • Aplica el finalizador como si fuera esmalte normal.
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    Lávate las manos. Primero asegúrate de que las uñas estén completamente secas. Usa agua tibia, jabón y un cepillo para uñas. Asegúrate de limpiar también los costados y la parte inferior de las puntas. Luego sécate las uñas con una toalla, sin frotar.
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    Cuida tu manicura. Si sigues los consejos adecuados para alargar la vida de tu manicura, podrá durarte tres o cuatro semanas antes de necesitar relleno. No obstante, puede que veas crecer uña nueva cerca de las cutículas y desees rellenar unas dos semanas después de realizar la manicura con polvo.[22]
    • Si aplicas esmalte de color sobre la manicura, procura que no llegue a las cutículas. Esto puede hacer que se agriete y se levante. Recuerda mezclar el esmalte dando vueltas al frasco entre tus manos, en lugar de agitarlo. De ese modo evitarás burbujas, que también causan agrietamiento.
    • Si usas un ventilador para secarte las uñas, escoge aire frío en lugar de caliente. También puedes usar un secador de pelo en posición de frío.
    • Reaplica finalizador transparente cada pocos días para prevenir el agrietamiento. Si es posible, también debes darte diariamente aceite de cutículas en las uñas.
    • Usa un jabón suave para lavarte las manos en lugar de desinfectante. El desinfectante es una sustancia fuerte que deshidrata y que puede comerse la capa protectora del finalizador.

Consejos

  • Extiende unas cuantas toallas de papel sobre tu superficie de trabajo para una fácil limpieza.
  • Al aplicar productos en las uñas, mantenlos siempre una distancia de 2 mm (1/16 pulgadas) de las cutículas y los costados de las uñas.[23]
  • Puedes quitarte una manicura de polvo sumergiendo las uñas en acetona durante diez minutos, o en un producto específico para retirar uñas postizas. Si quieres, puedes añadir unas gotas de aceite como humectante. Usa un palillo de manicura para quitarte suavemente las capas que tengas sobre las uñas.[24]

Advertencias

  • Los acrílicos que contengan metacrilato de metilo (MMA) o metacrilato de etilo (EMA) pueden causar deformidades y daños en las uñas.[25]
  • Evita usar tornos eléctricos para uñas siempre que sea posible. Algunos médicos e informes de consumidores indican que el exceso de torneado puede causar infecciones y daños nerviosos.[26]
  • Una manicura con polvo sigue siendo un postizo, más que una uña natural. No resulta menos dañino que otros postizos como las uñas de gel o las acrílicas.[27]

Cosas que necesitarás

  • quitaesmalte
  • gubia de cutícula
  • recorta-cutículas o raspador
  • lima de uñas con grano 100 o 180
  • resina para puntas
  • fijador líquido
  • polvo acrílico o de gel
  • activador
  • finalizador
  • cepillo de uñas o cosmético
  • toallas de papel
  • almohadillas sin pelusa
  • puntas de uñas postizas
  • cortauñas
  • alcohol o desinfectante de uñas
  • agua corriente
  • jabón de manos
  • toalla

Acerca de este wikiHow

Laura Martin
Coescrito por:
Cosmetóloga con licencia
Este artículo fue coescrito por Laura Martin. Laura Martin es una cosmetóloga con licencia en Georgia. Es estilista desde 2007 y profesora de cosmetología desde 2013. Este artículo ha sido visto 5615 veces.
Categorías: Cuidado de las uñas