Un padre tóxico es una persona cuyo comportamiento negativo causa un daño emocional al propio sentido de identidad de sus hijos.[1] Ser un padre tóxico no es intrínsecamente un trastorno mental, pero esta persona podría sufrir o no de una enfermedad mental. Identificar a un padre tóxico puede ser importante para el bienestar de su hijo o sus hijos. Debes fijarte en las señales que indiquen que se trata de una persona tóxica para identificar si lo es o no. Puedes seguir algunos pasos para aprender a vivir con ella si su comportamiento sugiere que es tóxica y si eres su hijo. De igual forma, puedes seguir pasos para lidiar con el comportamiento de una persona así de la mejor forma, en especial si sospechas que ocurre un abuso a un niño.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Fijarte en las señales

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    Considera las cosas que el padre le dice a su hijo. Un padre tóxico hace que su hijo se sienta mal consigo mismo. Quizás lo critique constante y severamente, además de ser indiferente con él y sus logros. También puede ser muy negativo y quizás le grite frecuentemente. No obstante, los padres tóxicos más sofisticados podrían ser más sutiles en la manera de criticar y abusar de su hijo. Podrían criticar sutilmente o de manera engañosamente dulce.
    • Un ejemplo clásico de esto es cuando un niño lleva a casa una buena calificación en una prueba. Él podría decir “¡Mira! ¡Obtuve una calificación alta en mi prueba de matemática!”. A lo que un padre tóxico respondería “Bueno, ¿por qué no obtuviste una calificación excelente?”. Esto menosprecia su trabajo arduo y hace que sienta que su padre se decepciona de él.
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    Comprende que un padre tóxico exige la atención de su hijo. Los niños de los padres tóxicos suelen terminar siendo el padre en las situaciones en las que la persona tóxica quiere la atención de su hijo. Es muy posible que esto suceda cuando el padre se siente alterado o preocupado por algo. Desafortunadamente, la mayoría de los niños no están listos para lidiar con la responsabilidad de la felicidad de su padre, ni deben estarlo.[2]
    • La mayor responsabilidad de un padre hacia su hijo es cuidarlo, no al revés.
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    Reconoce el hecho de que los padres tóxicos son egoístas. Un padre tóxico no es capaz de hacer a un lado su ego cuando discute con su hijo. En lugar de ello, quizás le deje de hablar hasta que le suplique perdón. A él no le importa lo que su hijo sienta, sino lo que él sienta. Esto le puede resultar al niño algo con lo que es difícil de lidiar, en especial a un edad temprana ya que no tiene la habilidad de comprender por qué su padre se comporta de esta manera.[3]
    • Para muchos padres tóxicos, esto también significa que sienten la necesidad de controlar a todos. Para que una persona tóxica sea feliz, tiene que conseguir lo que quiere, así que no teme hacer que otras personas (incluidos sus hijos) se sientan mal a fin de lograr su objetivo. Es posible que ni siquiera puedan identificar las emociones de otras personas y que no se den cuenta de que su comportamiento tiene un efecto negativo en ellas.
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    Recuerda que un padre tóxico es muy negativo. Todas las personas tienen un ánimo negativo en algún momento u otro, pero un padre tóxico rara vez dice algo positivo. Un padre tóxico suele tomarlo al extremo, ya que casi todo lo que dice será una queja de algo. Muchas de las cosas que diga serán una queja de su hijo o sus hijos, y no temerá que lo escuchen.[4]
    • La negatividad genera negatividad. Un niño que crece con un padre que es negativo constantemente podría desarrollar la misma actitud. Además de ello, se sentirá mal consigo mismo porque escuchó tantas cosas malas acerca de sí mismo de parte de su padre.
    • Ten en cuenta que algunos padres tóxicos serán perfectamente agradables con todos, salvo con sus hijos.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Liana Georgoulis, PsyD

    Liana Georgoulis, PsyD

    Psicóloga licenciada
    La Dr. Liana Georgoulis es una psicóloga clínica licenciada con más de 10 años de experiencia. Actualmente, es directora clínica de Coast Psychological Services en Los Ángeles. Recibió su doctorado en Psicología en la Universidad de Pepperdine en 2009. Su práctica proporciona terapia cognitiva conductual y otras terapias basadas en la evidencia para adolescentes, adultos y parejas.
    Liana Georgoulis, PsyD
    Liana Georgoulis, PsyD
    Psicóloga licenciada

    Existen muchas conductas que pueden considerarse tóxicas. Obviamente, existen conductas agresivas como gritar, culpar y golpear, pero también hay otros comportamientos más insidiosos que pueden ser aún más perjudiciales para tu sentido de identidad. Por ejemplo, tu padre podría ser muy despectivo con tus necesidades o podría depender demasiado de ti usándote como su sistema de apoyo emocional.

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    Fíjate en las señales de abuso explícito. A pesar de que no siempre sea el caso, un padre tóxico podría abusar verbalmente de su hijo a un grado. En algunos casos, esto podría darse al criticarlo constantemente o podría ser por medio de juegos mentales más complejos que hacen que sienta que es una persona mala. En otros casos, el abuso podría ser mayor, ya que un padre tóxico podría abusar de su hijo física o sexualmente.[5]
    • Golpear a un niño de alguna manera (incluidas las nalgadas) es un abuso físico.[6]
    • Cuando se trata de los niños, cualquier forma de roce sexual es considerado como abuso sexual.[7]
    • Si sospechas que el hijo de alguien que conoces sufre de abusos, debes comunicarte con las autoridades, incluso si no estás seguro. Algunos signos que debes buscar incluyen cambios súbitos en la conducta, el retraimiento extremo, la actuación o la búsqueda de atención, el aspecto desaliñado o sucio, y el uso de ropa que no sea apropiada para el clima. Es mejor prevenir que lamentar cuando se trata de una situación como esta. Puedes comunicarte con la policía, los servicios de protección al menor o la línea telefónica nacional de violencia doméstica si necesitas ayuda para encontrar a las personas correctas para contactar.
    • Si eres un niño que sufre de abusos, díselo a alguien. Puedes decirle a un profesor de la escuela en quien confíes o puedes llamar a la policía. Si tienes mucho miedo de hacer alguna de las dos opciones, puedes llamar a la línea telefónica nacional de violencia doméstica. También tiene una página web donde puedes charlar en vivo con alguien si no quieres llamar.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Vivir con un padre tóxico

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    Bríndate un espacio seguro para desahogarte. Cuando tienes que vivir con un padre tóxico, puede ser realmente difícil lidiar con las emociones que eso conlleva. Quizás esta situación te moleste. Tener un lugar para sacar la cólera es una buena manera para lidiar con las emociones negativas que vienen con ello. Una manera excelente de hacerlo es si llevas un diario, pero asegúrate de guardarlo en un lugar seguro donde tu padre no lo encuentre. Puedes tener un diario escrito o escribir un documento en la computadora si lo prefieres. En el diario, puedes escribir lo que quieras.[8]
    • Si lo quieres, puedes utilizarlo para identificar los patrones negativos que podrían ayudarte a lidiar con tu padre tóxico. Escribe los eventos que te afecten y piensa en cómo podrías lidiar con este tipo de eventos en el futuro.
    • También trata de escribir aspectos positivos de ti en dicho diario. Si tu padre te hace sentir mal contigo mismo, es importante brindarte recordatorios de que no eres una persona mala. Podrías cometer errores, pero todas las personas también los cometen. Trata de escribir un acto bueno que hagas cada día. Podría parecer tonto, pero podría tener un gran impacto en la manera en que te percibes. También puedes pedirles a tus amigos y familiares que colaboren con esta lista. Puede ser alentador escuchar cosas positivas sobre ti de parte de otras personas. Solo asegúrate de evitar a algún familiar a quien tu padre pueda haber influenciado porque su punto de vista podría estar sesgado.
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    Recuerda que no es tu culpa. Suele ser difícil estar en presencia de las personas tóxicas, ya que tienen el talento de difundir la negatividad y suelen dejar a todos sintiéndose mal consigo mismos. Desafortunadamente, muchas personas tóxicas son la forma en que son porque crecieron rodeadas de personas así. La manera en que tu padre se comporta no es tu culpa. Reconoce que tu padre es tóxico para enorgullecerte de ti. Esto te da la oportunidad de romper el ciclo ya que comprendes que la negatividad de tu padre no guarda relación contigo.
    • También debes recordar que la única persona que puedes controlar es a ti. Al ser un niño, no es tu responsabilidad mantener a tu padre feliz. Sin embargo, no vives en una relación saludable de padre e hijo. En este caso, lo único que puedes hacer es encargarte de tus comportamientos y reacciones. De esta forma, podría ser útil escribir en tu diario las maneras en las que puedes manejar las situaciones. También escribe las reacciones pasadas. ¿Cómo podrías haber reaccionado mejor? Este no es un ejercicio de autocrítica, sino una manera proactiva de tratar de darte un poco más de control sobre la situación.[9]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Liana Georgoulis, PsyD

    Liana Georgoulis, PsyD

    Psicóloga licenciada
    La Dr. Liana Georgoulis es una psicóloga clínica licenciada con más de 10 años de experiencia. Actualmente, es directora clínica de Coast Psychological Services en Los Ángeles. Recibió su doctorado en Psicología en la Universidad de Pepperdine en 2009. Su práctica proporciona terapia cognitiva conductual y otras terapias basadas en la evidencia para adolescentes, adultos y parejas.
    Liana Georgoulis, PsyD
    Liana Georgoulis, PsyD
    Psicóloga licenciada

    Los padres tóxicos te hacen dudar de ti mismo. La doctora Liana Georgoulis, psicóloga clínica licenciada, comenta: "Cuando un niño intenta expresar lo que le sucede de una manera básica, como decirles a sus padres que quiere comer, los padres tóxicos tienen una forma de hacerlo cuestionar la legitimidad de sus necesidades. Ellos lo hacen creer que es increíblemente imperfecto o tiene defectos; lo hacen dudar de sí mismo. Una vez que surge la duda, es increíblemente difícil desaprenderla, y muchas personas recurren a terapia para obtener ayuda."

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    Comunícate con las personas en quienes confías. Podrías tratar de hablar con tu padre tóxico acerca de tus sentimientos, pero podría no hacer mucho, en especial si no reconoce su propia toxicidad. Lo mejor que puedes hacer es comunicarte con un amigo adulto confiable o un familiar que pueda ayudarte a lidiar con la situación. Hablar con un consejero es otra buena opción y puedes darle a tu padre una razón “segura” para querer hablar con un terapeuta. Independientemente de a quien elijas, habla con él acerca de cómo tu padre te hace sentir y pregúntale si tiene algún consejo.[10]
    • Esto también es recomendable porque otro adulto podría actuar como un mediador entre tu padre y tú. Tener a otro adulto presente si quieres hablar con tu padre puede ser útil ya que tu padre podría simplemente descartarte al decir que eres un niño y que no sabes nada.
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    Márchate si es necesario. Desafortunadamente, si eres menor de 18 años y vives con un padre tóxico, podrías tener que lidiar con la situación lo mejor que puedas. Sin embargo, tienes que marcharte de inmediato si vives con un padre que es abusivo de alguna forma (emocional, física o sexual). No hay una justificación para un abuso y no hay una razón para que debas quedarte. Ve a la casa de un amigo o un familiar confiable. Si no tienes lugar a donde ir, trata de ir a la casa de tus vecinos.[11]
    • Si sufres de abusos, debes comunicarte con las autoridades de inmediato. Si temes llamar a la policía, puedes comunicarte con la línea telefónica nacional de violencia doméstica. De igual forma, puedes ir a su página web en http://www.thehotline.org/help para conversar con un representante. Esto es completamente confidencial y puede brindarte un consejo acerca de qué hacer, a dónde ir y a quién llamar.

Parte 3
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Lidiar con un padre tóxico

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    Distánciate de la relación. Cuando se trata de lidiar con padres tóxicos (o personas tóxicas en general), lo mejor que puedes hacer es distanciarte de ellos, ya seas su hijo o una persona externa. Quizás no sea posible interrumpir todo el contacto con ellos, pero puedes esforzarte de mantenerte fuera de su camino.[12]
    • Si eres mayor de 18 años, se te considera legalmente un adulto. Puedes marcharte de la casa de tus padres y nunca mirar hacia atrás si quieres. Si esperas mantener una relación con tu padre tóxico, podrías considerar explicarle por qué te distancias. Esto podría alentarlo a obtener la ayuda que necesita. Sin embargo, también debes prepararte para que no tenga interés en cambiar.
    • Asegúrate de evaluar si cortar los lazos con tu padre vale la pena o si extrañarías la relación que podrías perder en el proceso, como aquella con el otro padre o con tus hermanos. Podría ser mejor conservar la relación para mantener mejor estas otras relaciones.
    • En algunos casos, podría ser mejor que interrumpas todo contacto con tu padre tóxico, en especial si es claro que no tiene interés en actuar de manera diferente. Sal y encuentra a personas que te traten bien y conviértelas en tu familia. Muchas personas encuentran amigos que las tratan como familia. Esto podría ser doloroso, pero a la larga, podrías ser más feliz y más saludable por ello.
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    Comprende que quizás no haya mucho que puedas hacer. Es importante comprender que podría no haber mucho que puedas hacer para cambiar la situación, ya sea que seas el hijo de un padre abusivo o alguien cercano a la familia y que ve lo que sucede. La única persona sobre la que tienes control es sobre ti. Una persona tóxica solo cambiará cuando reconozca el error en su manera de actuar y si está lista para esforzarse para cambiar la manera en que piensa y se comporta. Desafortunadamente, no muchas personas tienen este tipo de autognosis.[13]
    • Si eres un amigo cercano de la familia, podrías tratar de hablar con el padre tóxico acerca de lo que te preocupa, pero esta será una conversación difícil y este padre podría terminar alejándote de la vida de esa familia. Si sospechas que el niño sufre de abusos, es más seguro para todos los involucrados si te comunicas con el servicio de protección al menor o la policía acerca del asunto, en vez de tratar de lidiar con él por tu cuenta.
    • Ten en cuenta que el abuso emocional puede ser difícil de probar en caso de que no se presente junto con abuso físico o sexual. Ten una lista de todo lo que hayas observado como prueba de que existe un abuso emocional.
    • Si no crees que puedas hablar con ellos al respecto, podrías tratar de convertirte en el aliado del niño. Si es apropiado, puedes darle el aliento que necesite para sentirse amado y apreciado. Tener al menos una persona en su vida que sea positiva será mejor que nada.
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    Trata de recordar que la persona tóxica es humana. Puede ser muy difícil sentir empatía por una persona tóxica. De hecho, este tipo de persona hace que sea muy difícil. Trata de hacerte recordar que es un ser humano, que probablemente sufra mucho dolor, ya sea que lo comprenda o no. Recuerda que el dolor que siente no guarda relación contigo. Recordarlo puede brindarte una dosis de compasión que podría hacer que sea un poco más fácil lidiar con ella cuando tengas que hacerlo.
    • Esto no significa que tengas que quedarte con ella para lidiar con ella siempre, ni es una excusa para su comportamiento. No hay ningún problema con que te marches si te estresa tratar de lidiar con un padre tóxico. Tu prioridad principal debe ser tu propio bienestar.

Consejos

  • Trata de mantener una actitud respetuosa cuando lidies con un padre tóxico. Definitivamente, no será fácil todo el tiempo, pero actuar de manera respetuosa podría mantener las cosas más sentadas.
  • Actúa de manera comprensiva si tu padre tóxico trata de cambiar. Quizás haya causado mucho daño, pero admitir que es culpable requiere de mucho coraje.

Advertencias

  • Comunícate de inmediato con las autoridades si sospechas que un niño es abusado física, verbal o sexualmente. Ningún niño merece ser abusado, y muchos niños no están en la posición de defenderse.

Acerca de este wikiHow

Liana Georgoulis, PsyD
Coescrito por:
Psicóloga licenciada
Este artículo fue coescrito por Liana Georgoulis, PsyD. La Dr. Liana Georgoulis es una psicóloga clínica licenciada con más de 10 años de experiencia. Actualmente, es directora clínica de Coast Psychological Services en Los Ángeles. Recibió su doctorado en Psicología en la Universidad de Pepperdine en 2009. Su práctica proporciona terapia cognitiva conductual y otras terapias basadas en la evidencia para adolescentes, adultos y parejas. Este artículo ha sido visto 10 507 veces.