“Larva” es el término simplificado para referirse a una larva de mosca (del género Cuterebra). Estas larvas pequeñas y similares a un gusano viven en madrigueras en el suelo y pueden ingresar al cuerpo del gato a través de la nariz, el hocico o el ano. Una vez adentro, el parásito se traslada hasta llegar a la piel, donde crea un pequeño agujero para respirar mientras crece y madura dentro del animal. Este proceso puede causarle comezón e incomodidad a tu mascota.[1] Es importante que un veterinario retire las larvas, así que si sospechas que este es el caso de tu gato, asegúrate de concertar una cita tan pronto como sea posible.

Parte 1
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Identificar las larvas en tu gato

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    Fíjate si ves o sientes alguna parte hinchada debajo de la piel. Si bien la presencia de larvas no es evidente inmediatamente después de que ingresan al cuerpo del animal, se pueden ver y sentir una vez que crean una madriguera superficial bajo la piel. A simple vista, parecen pequeños bultos. Además, se pueden tocar: si acaricias a un gato y sientes un pequeño bulto bajo la piel, es posible que hayas encontrado una larva.[2]
    • Existen muchas especies de la larva Cuterebra en Norteamérica. Principalmente, se les encuentra al sur de Canadá y en el territorio de Estados Unidos, pero también pueden hallarse en México y otras regiones tropicales de América Central.
    • Si no vives en las regiones mencionadas, es poco probable que tu gato tenga esta larva.
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    Inspecciona el bulto para ver si hay un agujero para respirar. Una vez que la larva crea una pequeña madriguera bajo la piel del gato, hace un agujero para poder respirar. Si te acercas lo suficiente, podrás verlo. Es un hoyo pequeño en el centro del bulto. Asimismo, si la larva ya ha crecido dentro de tu mascota, el tamaño del agujero también se habrá incrementado.[3]
    • Busca las larvas cerca de la cabeza y el cuello del gato. Si bien estas pueden hacer su madriguera en otras partes del cuerpo y crear sus agujeros en ellas, por lo general habitan en la cabeza y el cuello.
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    Fíjate si hay algún quiste vacío en la piel del gato. Si no has notado que había una larva mientras esta crecía bajo su piel, tal vez si encuentres el quiste vacío que queda luego de que el parásito sale por sí solo. Estas heridas pueden infectarse fácilmente, sobre todo si tu mascota ha estado rascando, lamiendo o mordiendo el área afectada. Hasta podría llegar a dejar un absceso abierto en la superficie de la piel.[4]
    • Un quiste es básicamente una pequeña herida abierta. Pero no creas que el problema está “solucionado” una vez que la larva sale del cuerpo de tu mascota. Todavía debes llevarla a la veterinaria para que limpien el quiste y le receten algún antibiótico.

Parte 2
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Tratar las larvas

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    Lleva a tu gato a la veterinaria. En lugar de tratar de deshacerte de la larva tú mismo, pide una cita lo antes posible con un veterinario. El especialista podrá confirmar el diagnóstico y seguirá los pasos necesarios para eliminar el parásito y limpiar la herida de manera que no haya riesgo de infección.[5]
    • Ten en cuenta que si bien las larvas pueden traer consecuencias graves para la salud del gato (incluyendo la muerte en el caso de una infección grave), su presencia no constituye una emergencia.
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    Coloca al gato bajo anestesia. Dependiendo de la profundidad a la que se encuentre la larva, existe la posibilidad de que el veterinario deba dormir o sedar a tu mascota. Luego, procederá a agrandar el agujero para respirar del parásito a fin de poder llegar hasta él.[6] Dado que se trata de una cirugía, el proceso tendrá que realizarse en un ambiente esterilizado, por lo que no podrás estar presente.
    • Por otro lado, si el gato es dócil y la larva se encuentra cerca de la superficie de la piel, es posible que no necesite estar completamente dormido o sedado. Tal vez el veterinario pueda usar simplemente un tipo de anestesia local para entumecer el área afectada.
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    La larva debe extraerse con una pinza. Una vez que el agujero para respirar esté lo suficientemente grande, el veterinario utilizará una pinza esterilizada para acceder al hoyo y retirar la larva por completo.[7] Afortunadamente, el gato no sentirá dolor alguno en el proceso, ya que estará sedado o se le habrá aplicado anestesia local.
    • Es importante que el veterinario retire la larva completa de la piel del gato. Si se parte por la mitad y deja residuos, podría producirse una infección grave o una reacción alérgica.
    • Asimismo, es posible que el especialista le administre un medicamento como Capstar para matar al parásito antes de extraerlo.
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    Limpia o enjuaga el quiste. Una vez que el veterinario extraiga la larva, el gato tendrá un quiste abierto en la piel. Entonces, el especialista tendrá que enjuagar o limpiar la herida con una solución salina o un antiséptico, como la clorhexidina diluida.[8] De esta manera, evitará posibles infecciones y limpiará la suciedad o bacterias que puedan haber quedado en la piel del animal.
    • Una vez que la herida esté limpia, lo más probable es que el veterinario la deje abierta para que pueda sanar y no se forme un absceso.
    • Por otro lado, si el quiste es bastante grande o profundo, tal vez el veterinario prefiera vendar la herida o hasta cerrarla con unos cuantos puntos.
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    Pídele al veterinario su opinión sobre el uso de antibióticos. Incluso luego de retirar la larva y limpiar el quiste, existe la posibilidad de que se desarrolle una infección. Conversa al respecto con el especialista y pregúntale si recomienda el uso de antibióticos para tratar a tu gato. Es posible que te recete algunas tabletas para disminuir el riesgo de infección.[9]
    • Asimismo, pregúntale si es necesario lavar o enjuagar el quiste como parte del cuidado posterior.

Parte 3
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Evitar que tu gato contraiga larvas

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    Evita que tu gato salga. Esta es la solución más sencilla al problema: si tu mascota nunca sale de la casa, no se expondrá a las larvas en primer lugar. Mantén cerradas las puertas y ventanas del lugar donde vives y usa una reja para niños o hasta tus piernas y cuerpo para evitar que tu gato salga a la calle cuando abras la puerta principal.[10]
    • Existen muchas otras razones por las que es una buena idea mantener a tu gato en casa. Por ejemplo, así no correrá el riesgo de ser atacado por animales salvajes o hasta un perro agresivo. Tampoco podrá ser atropellado por un auto y nadie lo robará ni se perderá.
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    Adminístrale un medicamento para eliminar parásitos que sea seguro para gatos. Un parasiticida es un tipo específico de insecticida que ataca y mata parásitos, como las larvas de mosca. Generalmente, se aplican en la parte posterior del cuello del animal. Si decides dejar que tu mascota salga a la calle, conversa con el veterinario sobre un producto que sea efectivo para tu caso particular.[11]
    • Algunos ejemplos de componentes y medicamentos son: fipronil (presente en Frontline), ivermectina (presente en Heartgard), selamectina (presente en Revolution) e imidacloprid (presente en Advantage).
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    Procura ahuyentar a los roedores. Técnicamente, los gatos contraen larvas “por error”: las moscas ponen huevos cerca de la entrada de las madrigueras de roedores pequeños (como ratones, ratas, ratones de campo o topillos, conejos, entre otros) de tal manera que las larvas puedan infectar a estos animales. Si un gato está fisgoneando en estas áreas, es fácil que se contagie de estos parásitos. Por lo tanto, si logras disminuir la población de roedores cerca de tu casa o departamento, habrá menos probabilidades de que tu gato contraiga larvas.[12]
    • Puedes colocar trampas para ratones o ratas alrededor de la entrada de las madrigueras que encuentres cerca de donde vives, o llamar a un exterminador.
    • Si bien es poco probable que un exterminador logre eliminar todos los roedores en un radio de 1 km (1/2 milla) de tu casa, por lo menos podría darte algunos consejos sobre los lugares donde es más probable que encuentres madrigueras.

Consejos

  • Si confirmas que tu gato tiene una larva, no permitas que se rasque o mordisquee el área afectada. Considera que podría inflamarse o lastimarse, lo que solo hará que sienta más comezón y fastidio. Además, existe el riesgo de que desarrolle una infección en el pequeño agujero donde está la larva.[13]
  • Si dejas la larva en tu gato, quedará en su cuerpo por alrededor de un mes y luego saldrá sola para transformarse en una pupa en el piso.[14]

Acerca de este wikiHow

Deanne Pawlisch, CVT, MA
Coescrito por:
Técnica veterinaria certificada
Este artículo fue coescrito por Deanne Pawlisch, CVT, MA. Deanne Pawlisch es una técnica veterinaria certificada, que realiza capacitaciones corporativas para prácticas veterinarias y ha enseñado en el Programa de Asistentes Veterinarios aprobado por NAVTA en el Harper College en Illinois y en 2011 fue elegida miembro de la junta de la Fundación Veterinaria de Emergencia y Cuidados Críticos. Deanne ha sido miembro de la Junta de la Fundación Veterinary Emergency and Critical Care en San Antonio, Texas desde 2011. Tiene una licenciatura en antropología de la Universidad de Loyola y una maestría en antropología de la Universidad de Northern Illinois. Este artículo ha sido visto 39 826 veces.
Categorías: Salud de los gatos