Si tu gato sufre una lesión o una enfermedad que afecta su capacidad de miccionar por su cuenta, podrías tener que ayudarlo a ir al baño. Para lograrlo, tendrás que vaciarle la vejiga, el cual es un procedimiento en el que presionas el extremo trasero de su vientre para liberar la orina. Esto requiere un poco de práctica, pero puede ser esencial para mantener saludable a un gato de edad avanzada, enfermo o lesionado. Es vital que lo sostengas en la posición correcta para que se mantenga cómodo y tranquilo mientras le aplicas presión de forma suave en la vejiga.

Método 1
Método 1 de 3:
Poner al gato en posición

  1. 1
    Infórmate sobre los riesgos que corres si las cosas salen mal. Haz que un veterinario te supervise las primeras veces que le vacíes la vejiga, por si ocurre algún problema. Si la vacías de forma incorrecta, el gato podría tener malestar o sufrir una ruptura en la vejiga. Si no puedes vaciarla por completo, podría sufrir una infección o lesiones en la uretra.[1]
  2. 2
    Llévalo a un lavabo, inodoro o su caja de arena. Estos son los lugares más fáciles en los cuales vaciarle la vejiga. Puedes elegir el que prefieras, pero la mayoría de las personas usan el que les parezca más accesible.[2]
    • Algunas colocan una silla junto al inodoro para poder sostener al gato con más comodidad sobre la taza.

    Consejo: usa estas tres opciones para determinar cuál te parece más fácil.

  3. 3
    Tranquilízalo con caricias y una voz agradable, si es necesario. Algunos gatos se resistirán a que los ayuden a miccionar. Si al tuyo no le agrada que lo pongas en esta posición, dedica un tiempo a tranquilizarlo y ponerlo cómodo. Dale muchas caricias y haz que se relaje mucho antes de vaciarle la vejiga.[3]
    • También puedes darle golosinas para alegrarlo más y hacer que esté más dispuesto a cumplir lo que necesitas.
    • Algunos gatos pueden angustiarse o ponerse agresivos cuando les vacían la vejiga. Consulta con el veterinario para determinar si hay alguna otra opción.
  4. 4
    Recuéstalo de costado si está totalmente paralizado. En esta posición, lo mantendrás echado de costado con las patas abiertas. Su peso reposará en tu regazo o en una encimera, mientras su trasero se encuentra sobre el lavabo, el inodoro o la caja de arena.[4]
    • Cuando vacíes su vejiga en esta posición, tendrás que presionarla con una mano y colocar la otra en su lomo para mantenerlo en su lugar.
  5. 5
    Elige la posición de muñeca de trapo si el gato puede usar sus patas traseras. En esta posición, lo sostendrás por debajo de sus patas delanteras, con el trasero colgando y el estómago alejado de ti.[5]
    • Esta posición funciona para los gatos que no están totalmente paralizados, ya que tendrán más control muscular en el torso.
    • Cuando lo pongas en posición, verifica que puedas sostenerlo de forma segura, ya que sostendrás la mayor parte de su peso con uno de tus brazos justo detrás de sus patas delanteras.
  6. 6
    Asegúrate de que tenga el trasero sobre el lavabo, el inodoro o la caja de arena. Antes de empezar a vaciarle la vejiga, verifica que la orina caiga en el lavabo, el inodoro o la caja de arena. La uretra de los gatos se encuentra justo debajo de su cola, por lo que esta área de su cuerpo debe estar en la posición correcta.[6]
    • Al principio, cuando vacíes su vejiga, podría haber ocasiones en las que la orina no vaya al punto deseado. Tan solo practica tu técnica y pronto dejarás de tener accidentes que limpiar.

Método 2
Método 2 de 3:
Presionar la vejiga

  1. 1
    Busca la vejiga en la parte baja del abdomen. Esta se encuentra sobre la abertura urinaria, pero debajo de la caja torácica, en la parte posterior del estómago. Presiona su abdomen de forma suave con los dedos, en la parte inferior del estómago y busca una bola firme.[7]
    • La vejiga se siente como un globo con agua.
    • No la presiones con demasiada firmeza al buscarla, ya que podrías liberar la orina.

    Consejo: al principio, es más fácil encontrarla al sostener al gato echado boca arriba y apoyado en tu regazo o en tus brazos. Si le encanta que le froten el estómago, este también será un buen momento para buscar la vejiga.

  2. 2
    Presiónala con dos dedos y el pulgar. Coloca los dedos en un lado de la vejiga y el pulgar en el otro lado. Usa una presión firme y uniforme para apretar la vejiga. A medida que se vuelva más pequeña al liberar la orina, tendrás que cambiar la posición de los dedos a fin de mantener la presión.[8]
    • Esto no debe causarle dolor ni incomodidad. Por lo tanto, si muestra signos de dolor, detén lo que estés haciendo y cambia la posición de los dedos.
  3. 3
    Vacíale la vejiga hasta que la orina deje de fluir. Luego de apretar la vejiga una vez y que la orina deje de salir, suéltala y cambia la posición de los dedos, y vuelve a apretarla. Si no sale más orina, esto significa que la has vaciado por completo.[9]
    • La mayoría de los gatos tan solo expulsan un par de chorros. No tendrá mucha orina si le vacías la vejiga con frecuencia.
    • Si no estás seguro, suelta la vejiga y vuelve a tocarla. Debe estar mucho más suave de lo que estaba al empezar a vaciarla.
    • Nunca la vacíes de manera forzada si sientes resistencia. Comunícate con un veterinario para consultar sobre las opciones y detectar todo problema.
  4. 4
    Limpia la orina con la que se manche. Luego de que miccione, limpia la orina que le caiga en el pelaje usando un pedazo de papel higiénico. También límpiale el área de forma rápida justo alrededor de la abertura del tracto urinario.[10]
    • En muchos casos, los gatos que necesitan que les vacíen la vejiga no tendrán la movilidad necesaria para limpiarse el cuerpo después de hacer sus necesidades.
  5. 5
    Repite este proceso 4 veces al día. Los gatos con incontinencia necesitarán que les vacíen la vejiga con frecuencia, para no sufrir fugas de orina o evitar que se llene demasiado.[11]

    Consejo: hacerlo 4 veces al día requiere mucho tiempo, así que prepárate para este compromiso importante cuando asumas este proceso.

Método 3
Método 3 de 3:
Determinar si necesita ayuda para miccionar

  1. 1
    Evalúa si tiene problemas de movilidad. Cuando lo mires caminar, observa si se mueve de forma anómala, en especial si tiene dificultades para mover las patas traseras. Muchos gatos que necesitan que les vacíen la vejiga de forma manual tienen la parte trasera paralizada. Si no puede usar las patas traseras, es probable que los músculos alrededor de su vejiga tampoco funcionen.[12]
    • La mayoría de los gatos con problemas de movilidad nacen con un problema, sufren una lesión o desarrollan problemas a una edad avanzada. Si el tuyo está a la mitad de su vida y no está lesionado, probablemente no tenga parálisis en sus patas traseras.

    Consejo: si notas que este tipo de problema se desarrolla, llévalo al veterinario de inmediato.

  2. 2
    Identifica los signos de un bloqueo urinario u otros problemas similares. Si el gato no ha hecho sus necesidades con frecuencia, tiene filtraciones de orina o parece sentir dolor abdominal, llévalo al veterinario de inmediato. Podría tener un bloqueo en el tracto urinario u otro problema que le causa dificultades para miccionar, lo que podría poner en riesgo su vida.[13]
    • La recuperación de un bloqueo del tracto urinario es uno de los motivos más comunes por los que podrías tener que vaciarle la vejiga.
  3. 3
    Consulta con el veterinario si tienes que vaciarle la vejiga. En la mayoría de los casos, será un veterinario quien te indique que debes hacerlo. No obstante, si identificas los signos de problemas de movilidad o del tracto urinario, tendrás que mencionárselos.[14]
    • Si te dice que debes vaciarle la vejiga, tendrá que enseñarte cómo hacerlo. Si no se ofrece a enseñarte, pídeselo. Observa cómo lo hace, trata de hacerlo en la veterinaria y hazle todas las preguntas que tengas.
    • Determina si tienes el tiempo y la energía para comprometerte a vaciarle la vejiga con frecuencia si no puede miccionar. Si se angustia con facilidad o no puedes hacerlo, la eutanasia podría ser la mejor opción para que no sufra.

Consejos

  • Considera otras alternativas a este procedimiento. Si bien muchas personas cuyos gatos tienen problemas con su vejiga se encargan de vaciarla, otras les brindan catéteres, medicamentos o tratamientos quirúrgicos para reducir la incontinencia.[15]

Advertencias

  • Este proceso no debe realizarse en gatas preñadas, ya que puedes presionar el feto por accidente.

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años. Este artículo ha sido visto 29 663 veces.
Categorías: Salud de los gatos