Este artículo fue coescrito por Liana Georgoulis, PsyD. La Dr. Liana Georgoulis es una psicóloga clínica licenciada con más de 10 años de experiencia. Actualmente, es directora clínica de Coast Psychological Services en Los Ángeles. Recibió su doctorado en Psicología en la Universidad de Pepperdine en 2009. Su práctica proporciona terapia cognitiva conductual y otras terapias basadas en la evidencia para adolescentes, adultos y parejas.
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Todos los padres gritan a sus hijos en algún momento de sus vidas. Si esto te sucede, recuerda mantener la calma. La mayoría de los padres gritan a sus hijos de vez en cuando, lo cual es normal. Sin embargo, el abuso verbal nunca es correcto, pues incluye regañar, decir groserías, gritar, culpar, insultar, amenazar, ridiculizar, menospreciar y criticar.[1] Este artículo te brindará algunos mecanismos de afrontamiento para que lidies con tus padres mientras te gritan. Además, te ayudará a identificar y a reportar el abuso verbal.
Pasos
Método 1
Método 1 de 4:Identificar el abuso verbal
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1Entiende lo que es el abuso verbal. El abuso verbal es difícil de identificar. Este tipo de abuso puede suceder en todo tipo de familias, ya sea que la tuya sea rica o pobre, e independientemente de la raza o de la ubicación. Los siguientes son algunos signos comunes de abuso verbal (si respondes afirmativamente a algunas de estas preguntas, es probable que debas buscar la ayuda de un profesional):
- ¿Tus padres te amenazan para lograr que hagas algo o para impedir que lo hagas?
- ¿Tus padres te dicen groserías, te ponen apodos, te humillan en público o te degradan?
- Cuando compartes tus pensamientos y tus sentimientos acerca de algo importante con tus padres, ¿te ignoran o se burlan de ti?
- ¿Temes a tus padres?
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2Conoce los efectos que el abuso verbal puede tener. Si tu(s) padre(s) abusan de ti verbalmente, es muy probable que esto tenga consecuencias negativas en tu vida. El abuso verbal serio puede conducir al mismo tipo de estrés postraumático que experimentan las tropas de combate.[2] Si exhibes cualquier consecuencia negativa del abuso verbal, es probable que debas buscar la ayuda de un profesional. Las siguientes son algunas de las consecuencias más comunes del abuso verbal:
- problemas de inseguridad y baja autoestima
- aislamiento social
- ser demasiado exigente o demasiado complaciente con los demás
- depresión
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3Determina si se trata de abuso verbal o de conducta normal. El conflicto es parte normal de cualquier relación, pero no el abuso verbal. Si una discusión parece siempre unilateral, si involucra amenazas y si tus padres te humillan o te degradan, una pelea califica como abuso verbal. Los siguientes son algunos ejemplos de declaraciones verbalmente abusivas:
- “¡Ven aquí, panzón!”. Esto equivale a humillación.
- “Si no hicieras que me enoje, no tendría que amenazarte de esta manera”.
- “¡No te atrevas a hacer eso o te golpearé!”. Las amenazas son siempre abuso.
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4Reporta cualquier abuso verbal a las autoridades adecuadas. Debido a que el abuso verbal suele convertirse en ataques físicos y que puede tener consecuencias serias, es necesario reportar cualquier abuso verbal que suceda en tu vida.
- Si crees que la definición y las consecuencias del abuso verbal describen con precisión los problemas con los que luchas, el número 1-800-4-A-CHILD (1-800-422-4453) te pondrá en contacto con la línea directa nacional de abuso infantil Childhelp (si vives en los Estados Unidos).[3]
- Un profesional te ayudará a reportar el abuso verbal.
- Si no tienes acceso a un teléfono, pide a un profesor o a un adulto de confianza que te ayude a llamar.
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Método 2
Método 2 de 4:Mantener la calma
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1Apártate de la situación. Los gritos hacen que las personas se enojen, así que retomar el problema en 20 minutos o incluso la siguiente mañana algunas veces es la única manera de calmarse.[4] Si tus padres creen que simplemente los evitas, diles que necesitas un descanso.
- Di algo como “Por favor, ¿podemos hablar de esto en media hora?”.
- Pregunta respetuosamente, “¿Me puedo sentar en otra habitación por algunos minutos?”.
- Diles “Me gustaría mucho que hablemos de este tema mañana”.
CONSEJO DE ESPECIALISTAPsicóloga licenciadaLa Dr. Liana Georgoulis es una psicóloga clínica licenciada con más de 10 años de experiencia. Actualmente, es directora clínica de Coast Psychological Services en Los Ángeles. Recibió su doctorado en Psicología en la Universidad de Pepperdine en 2009. Su práctica proporciona terapia cognitiva conductual y otras terapias basadas en la evidencia para adolescentes, adultos y parejas.Liana Georgoulis, PsyD
Psicóloga licenciadaDate a ti y a tus padres algunos minutos para tranquilizarse. La psicóloga la Dr. Liana Georgoulis señala: "Cuando estás molesto, tu ritmo cardiaco aumenta y surge tu respuesta de lucha o huida. Cuando eso sucede, es casi imposible escuchar activamente, solucionar problemas o hablar con calma. Si intentas tener una conversación durante ese momento, generalmente crearás más conflicto".
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2Practica la respiración profunda. Recupera el control de ti mismo respirando profundamente. La mejor manera de hacerlo es ir a una habitación distinta, lejos de tus padres. Siéntate en una silla con la espalda recta e inhala por la nariz por 5 o 6 segundos. Luego, aguanta la respiración por un segundo y exhala lentamente por 7 segundos. Repite esta operación 10 veces.[5]
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3Sal a caminar.[6] La actividad física puede ayudar a que te calmes y es una buena manera de alejarte del griterío. Asegúrate de pedir permiso a tus padres y no salir corriendo de la casa.Anuncio
Método 3
Método 3 de 4:Comunicarte de una manera saludable
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1No seas inmaduro aunque realmente lo desees. La conducta inmadura incluye imitar a tus padres, responder irrespetuosamente o tratar de hacer que tus padres se molesten más. Las ganas de responder a tus padres mientras gritan puede ser casi irresistible, pero no lo hagas. Esto solo hará que se molesten más y empeorará la situación. Guárdate tus comentarios y espera a que dejen de gritar.
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2Mira a tus padres a los ojos. La comunicación cara a cara es mucho más efectiva que mirar a un lado cuando alguien te habla. Si miras a tus padres a los ojos, parecerás mucho más honesto y sincero con respecto a cualquier cosa que digas.
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3Explica la situación desde tu punto de vista. Si hay algo específico que hayas hecho mal, como reprobar una clase o mentir a tus padres, ahora es el momento de disculparte y dar explicaciones. Sé sincero y honesto acerca de lo que hiciste mal, y de cómo mejorarás en el futuro.
- No pongas excusas por algo que hiciste.
- Hacerte responsable de tus acciones es una actitud muy madura.
- Algunas veces, admitir que cometiste un error hará que tus padres dejen de gritar, pues valorarán la honestidad.
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4Escucha a tus padres. Si tus padres te gritan, lo más probable es que estén realmente sensibles y contrariados por algo. Una vez que hayas explicado tu punto, escucha su versión de la historia. Es muy probable que estén preocupados por algo y escucharlos hará que los puedas entender.
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5Dile a tus padres que cuando gritan hieren tus sentimientos. Cuando las cosas se calmen, dile a tus padres que te sientes herido cuando te gritan. Tal vez no sepan eso, y quizás ni siquiera noten que están gritando.
- Di algo como “Me siento herido cuando me gritan”.
- Diles “Cuando me gritan, me dan ganas de llorar”.
- Pídeles que actúen de manera distinta. Di algo como “La próxima vez, ¿pueden hablarme en un tono de voz normal?”.
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Método 4
Método 4 de 4:Cambiar tu conducta
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1Averigua qué es lo que hace que tus padres griten. A menudo, sabrás el motivo por el que tus padres te gritan. Ya sea que no hayas limpiado tu dormitorio, que te hayas comportado de manera irrespetuosa o que hayas hecho algo malo, identifica la conducta. Algunas veces, no sabrás sinceramente la razón por la que tus padres te gritan, así que trata de preguntarles.
- Di algo como “¿Pueden decirme por qué están gritando?”.
- Pregunta “¿Qué hice mal?”.
- Pide consejo. Di algo como “¿Cómo puedo cambiar mi conducta?”.
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2Cambia tu conducta. Una vez que hayas averiguado la razón por la que tus padres te gritan, antes de que sea necesario que te griten, cambia tu conducta para que tus padres la aprueben. Esta es la táctica más segura y la más beneficiosa en el largo plazo. La mayoría de los padres valorarán que trates de actuar de manera distinta.
- Por ejemplo, si tus padres te gritan cuando no haces la tarea, hazla todos los días.
- Limpia tu dormitorio si te gritan porque eres desordenado.
- Si tus padres te dicen que tienes una mala actitud, trata de ser más respetuoso.
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3Llega a un acuerdo con tus padres. Si te gritan por algo que no deseas cambiar, simplemente llega a un acuerdo con ellos. Tal vez te griten por la manera en que te vistes, por el color con el que deseas pintar tu habitación o incluso por la comida que comes.[7] Tratar de ponerse de acuerdo contribuye mucho a mejorar la situación.
- Dile a tus padres algo que sea importante para ti. Por ejemplo, “Me gustaría mucho pintar las paredes de rojo porque creo que el color es hermoso”.
- Ofrece un acuerdo. Por ejemplo, “De acuerdo, ¿qué les parece si como dos comidas saludables al día en vez de una?”.
- Trata de llegar a un punto medio. Por ejemplo, “Realmente no quiero usar jeans sueltos, ¿puedo usar jeans ajustados parte del tiempo?”.
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Consejos
- Recuerda que tus padres te aman.
- Incluso las familias felices y saludables pelean de vez en cuando.[8] Sigan tratando de hablar para dejar atrás cualquier desacuerdo.
- Sé paciente con tus padres, algunas veces simplemente han tenido un mal día.
- Responder gritando probablemente es lo peor que puedas hacer. Esta es una competencia que nunca ganarás.
- Trata de no ponerte a su nivel. Aunque algunas veces esta estrategia funciona, también puede ser contraproducente y hacer que tus padres terminen diciéndote que son ellos los que están al mando.
- No olvides que tus padres también tienen sentimientos. Dales algo de tiempo para pensar y quizás entiendan el problema.
- Recuerda que quizás tus padres tengan un mal día o que atraviesen una situación difícil, así que sé respetuoso y amable con ellos.
- Si tus padres te gritan, trata de razonar con ellos. Trata de entender las dos versiones de la historia.
- Cuando tus padres te gritan, la mayoría de las veces es por algo que les molesta.
- Recuerda que el hecho de que te griten no significa que te odien. Tus padres pueden enojarse contigo, pero te aman.
Advertencias
- Cuando tengas conversaciones cara a cara con ellos, no te rías aunque no puedas tolerar sus rostros serios. Pueden pensar que tratas la situación como una broma y no seriamente.
- El abuso físico y psicológico nunca es correcto. Habla con un profesional y llama a la policía si tus padres te golpean o abusan de ti.[9]
- Si abusan de ti, llama a una línea directa de abuso inmediatamente.[10]
Referencias
- ↑ http://news.harvard.edu/gazette/story/2007/04/verbal-beatings-hurt-as-much-as-sexual-abuse/
- ↑ http://news.harvard.edu/gazette/story/2007/04/verbal-beatings-hurt-as-much-as-sexual-abuse/
- ↑ http://safety.more4kids.info/202/signs-of-emotional-child-abuse/
- ↑ https://www.washingtonpost.com/lifestyle/on-parenting/study-says-yelling-as-harmful-as-spanking-in-disciplining-kids-so-what-should-parents-do/2013/10/01/dcb01b74-1bf1-11e3-8685-5021e0c41964_story.html
- ↑ http://www.calmclinic.com/anxiety/treatment/breathing-exercises
- ↑ http://psychcentral.com/blog/archives/2011/07/08/how-to-calm-down-after-a-fight/
- ↑ http://kidshealth.org/teen/your_mind/families/fight.html?tracking=T_RelatedArticle#
- ↑ http://kidshealth.org/teen/your_mind/families/parents_fight.html#
- ↑ https://www.childwelfare.gov/topics/responding/reporting/how/