Tener una actitud fastidiosa es una queja frecuente de las parejas casadas. Es un ciclo de comportamiento que usualmente comienza si una de las partes siente que la única forma de conseguir lo que quiere es fastidiando. Si la actitud fastidiosa de tu esposa está molestándote, existen varias formas de sobrellevar esta situación. En el momento, mantente calmado y respetuoso y, si es necesario, aléjate. Sin embargo, en el futuro esfuérzate por abordar problemas más importantes y hacer pequeños cambios con el fin de cultivar un hogar más feliz y armonioso.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Proteger tu salud emocional

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    Cálmate. En la tensión del momento, quizás sientas que es imposible lidiar con una actitud fastidiosa. Y definitivamente puede ser frustrante e hiriente. Sin embargo, no dejes que esto te altere demasiado. La ira y el sufrimiento pueden tener efectos negativos para tu salud física y mental.[1]
    • Ya vas a tener que lidiar con mucho estrés debido a su actitud fastidiosa. No dejes que te lastime más. El estrés puede causar dolores de cabeza, ritmo cardiaco acelerado e hiperventilación.
    • Respira profundamente 5 veces, inhalando y exhalando lentamente. Esto ayudará a calmarte.
    • Después de alejarte de la situación, escucha música relajante o toma una ducha caliente.
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    Aléjate. Una actitud fastidiosa a veces puede sentirse insoportable. Si tu esposa simplemente no deja de ser negativa contigo, debes sentirte libre de alejarte. Nadie tiene derecho a tratar de hacerte sentir mal contigo mismo.[2]
    • Deja en claro que has terminado con esta interacción. Puedes decir “Voy a salir a caminar para calmarme. Tus palabras son hirientes”.
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    Reconoce tus emociones. Al lidiar constantemente con una actitud fastidiosa, es importante que reconozcas cómo te sientes. Reprimir tus emociones probablemente solo te hará sentir peor. En su lugar, esfuérzate por ser abierto con lo que sientes. Algunas emociones comunes son:[3]
    • ira
    • frustración
    • preocupación
    • baja autoestima
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    Practica el cuidado personal. Es importante esforzarte por proteger tu salud emocional. Cuando esta actitud fastidiosa te cause mucho estrés, recuerda tomarte un poco de tiempo para tu cuidado personal. Este es el acto de tratarte amablemente y permitirte tomar un descanso.[4]
    • Pasa un poco de tiempo al aire libre. Realiza una caminata o lanza una pelota de béisbol.
    • Disfruta de tu comida favorita.
    • Tómate un tiempo para ir a ver una película que hayas querido ver.
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    Desahoga tus frustraciones. No es saludable mantener tus emociones reprimidas. Esto puede dar como resultado aún más frustración e ira. En su lugar, permítete expresar tus sentimientos. Esto puede ayudarte a desahogarte un poco.[5]
    • Reúnete con un amigo de confianza y dile que necesitas hablar con él.
    • Prueba a escribir en un diario. Puede ser catártico escribir lo que sientes.
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Encontrar formas positivas de hacerte valer

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    Define el problema. A nadie le gusta que le fastidien. Pero ¿qué parte de esta actitud fastidiosa te molesta más? ¿Son los pedidos o la forma en la que los formula? ¿O es posible que te moleste más el momento o la frecuencia de esta actitud fastidiosa?[6]
    • ¿En realidad estás molesto porque tu esposa te pide que saques la basura? ¿O te molesta más que te lo pida al minuto que llegas del trabajo?
    • Una vez que puedas expresar el problema con claridad, podrás abordarlo mejor.
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    Ofrece un acuerdo. Tu esposa podría sentirse a la defensiva si tienes exigencias. En lugar de insistir que cambie su comportamiento inmediatamente, usa un tono más comprensivo.[7]
    • Por ejemplo, podrías ofrecer llegar a un acuerdo sobre un tema que te moleste.
    • Podrías decir “Con mucho gusto sacaré la basura, pero no es un buen momento para mí hacerlo apenas llegue del trabajo. Mejor comenzaré a sacarla en la mañana”.
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    Aclara tus sentimientos. Cuando te sientas estresado, puede ser fácil ponerte combativo. Intenta evitarlo y ten una conversación productiva con tu esposa en su lugar. Asegúrate de decirle claramente cómo te sientes y por qué.[8]
    • Habla en primera persona para evitar culpar a nadie.
    • Intenta decir “Me siento estresado cuando me pides varias veces que haga lo mismo”.
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    Hazte valer. Podrías desanimarte si tu esposa no entiende tu punto de vista. Sin embargo, es importante que te mantengas firme. Recuerda que tienes importancia y tus sentimientos importan.[9]
    • Repítete que nadie tiene derecho a menospreciar tus emociones. Incluso si tu esposa no entiende tu punto de vista, tus sentimientos son válidos.
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Trabajar para comunicarse mejor

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    Escucha cuidadosamente. La mejor forma de entender el punto de vista de tu esposa es escuchar lo que diga. Tómate un poco de tiempo para trabajar en mejorar su comunicación. Esto incluye practicar tus habilidades de escucha activa.[10]
    • Muéstrale que estás escuchando manteniendo contacto visual y haciendo gestos tales como asentir con la cabeza.
    • También puedes parafrasear para indicar tu interés. Por ejemplo: “Entiendo que sientes que no ayudo lo suficiente en la casa”.
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    Encuentra formas de estar de acuerdo. Debes tener una conversación abierta y honesta sobre el comportamiento de tu esposa. Durante esta conversación, trata de encontrar puntos en común. Quizás descubras que ambos están frustrados por las mismas cosas.[11]
    • Podrías decir “Estoy de acuerdo en que no estamos trabajando juntos en los quehaceres del hogar. ¿Cómo podemos dividir equitativamente las tareas? Me siento muy sobrecargado últimamente”.
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    Muestra afecto. La actitud fastidiosa podría ser un grave problema para ti. Pero recuerda que también hay muchas cosas que amas de tu esposa. Vuelvan a conectarse siendo afectuosos.[12]
    • Date tiempo todos los días para abrazar a tu esposa.
    • Sé afectuoso masajeando sus hombros mientras ven televisión.
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    Asegúrate de que te escuche. Si estás lidiando constantemente con la actitud fastidiosa de tu esposa, probablemente le has pedido reiteradamente que se detenga. Quizás parezca que te escucha e incluso esté de acuerdo con lo que pides. Pero es importante darte cuenta de que no es lo mismo a ser escuchado. Ser escuchado significa que tu esposa internaliza lo que dices, lo entiende y responde.[13]
    • Si tu esposa continúa con este comportamiento, claramente no está escuchándote. Deja en claro tus emociones.
    • Intenta decir “Te he explicado que me siento dolido, enojado y frustrado. Siento que no estás escuchándome porque sigues fastidiándome, a pesar de que me duele. Necesito que entiendas mi punto de vista”.
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    Ve a terapia. A veces, las parejas pasan por un momento difícil. Si parece que tus esfuerzos por resolver el problema no funcionan, podría ser recomendable considerar una ayuda externa. La terapia puede ser una buena manera para que las parejas aprendan nuevas formas de comunicarse.[14]
    • Pregúntale a tu esposa si está dispuesta a ir a terapia contigo. De esta manera, pueden trabajar para resolver sus problemas juntos.
    • Si no quiere ir, puedes ir por tu cuenta. Aún puedes obtener ayuda para procesar tus emociones.
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    Reconsidera el problema. Es importante obtener algún tipo de resolución. No es justo para ti tener que vivir con todas esas emociones negativas. Si tu esposa no cambia su comportamiento, necesitas seguir reconsiderando el problema.[15]
    • Deja en claro que no vas a olvidar el tema.
    • Intenta decir “Sé que acabamos de hablar de esto la semana pasada, pero no he visto ningún cambio positivo. Necesito que te des cuenta de lo hiriente que estás siendo”.
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    Insiste en que cambie. Si tu esposa simplemente no se detiene, tienes todo el derecho de exigir algún tipo de resolución. Si has intentado comunicarte y tal vez incluso ir a terapia, podría ser momento de hacer una exigencia firme.[16]
    • Piensa en si su actitud fastidiosa es un motivo de ruptura para ti. Si no lo es, puedes seguir tratando de hacer que tu esposa te escuche.
    • Si simplemente no puedes soportarlo más, déjalo en claro. Intenta decir “No puedo seguir viviendo con este estrés. Si no puedes hacer algunos cambios inmediatos, voy a tener que considerar darme un tiempo de nuestra relación”.
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Tratar de entender el comportamiento de tu esposa

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    Pon sus comentarios en perspectiva. Tómate un minuto para ponerte en el lugar de tu esposa. ¿Realmente le molesta tanto el tema de la basura? ¿O es posible que esté molesta por un problema más importante? Muchas veces, las personas se obsesionan con un problema más pequeño para ocultar su ansiedad por algo más grave.[17]
    • Es posible que tu esposa sienta que no la escuchas cuando te habla. Esto podría causar que siga insistiendo con la basura, cuando realmente necesita que reconozcas sus palabras.
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    Muestra interés en ella. Es posible tu esposa necesite un poco más de atención de tu parte. También es posible que tenga problemas para expresar sus emociones. Tómate un minuto para considerar sobre qué está fastidiándote.[18]
    • ¿Te exige constantemente que llegues temprano del trabajo? Aunque sea molesto, esta podría ser su forma de decir que necesita pasar más tiempo contigo.
    • Pasa más tiempo de calidad con ella. Tómate un tiempo para sentarte a hablar por lo menos una vez a la semana. Podrías descubrir que deja de fastidiarte.
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    Replantea el problema. Si sientes que la actitud fastidiosa de tu esposa en verdad no se trata de la basura, tómate un tiempo para considerar cuál es el problema. Luego descubre cómo plantearlo con palabras. Pregúntale si pueden hablar y luego trabaja para resolver el problema.[19]
    • Podrías decir “Entiendo que dices que siempre estoy demasiado ocupado para sacar la basura. ¿Es posible que sientas que estoy demasiado ocupado para sacar tiempo para ti?”.
    • También puedes replantear el tema explicando tu versión. Podrías decirle “Sé que sientes que ignoro lo que me pides. Pero en realidad, prefiero tomarme un tiempo para hablar contigo en lugar de hacer quehaceres apenas entre a la casa”.
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    Asume que tiene buenas intenciones. Cuando tu esposa esté molestándote, es natural concentrarte en los aspectos negativos. Quizás descubras que es irritante, fastidiosa o incluso mala. Combate estos sentimientos pensando en sus intenciones. Podrías descubrir que realmente quiere lo mejor para ti.[20]
    • Por ejemplo, tal vez tu esposa te fastidia constantemente para que vayas al gimnasio. Tómate un momento para entender que probablemente solo se preocupa por tu salud física.
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Consejos

  • Deja en claro tus sentimientos. Está bien defenderte.
  • Concéntrate en los aspectos positivos de tu relación.
  • Si una discusión se torna acalorada, toma un descanso y tranquilízate.
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Acerca de este wikiHow

Omar Ruiz, LMFT
Coescrito por:
Licenciado en terapia familiar y matrimonial
Este artículo fue coescrito por Omar Ruiz, LMFT. Omar Ruiz es licenciado en terapia familiar y matrimonial, además del propietario de TalkThinkThrive, PLLC. Con más de 11 años de experiencia en consejería, se especializa en ayudar a las parejas a solucionar sus problemas y recuperar la intimidad. Ha aparecido en numerosas publicaciones, incluyendo The New York Times, Women’s Health y WebMD. Recibió una licenciatura en psicología en la Universidad Howard, así como una maestría en terapia familiar en la Universidad de Massachusetts Boston. Este artículo ha sido visto 35 433 veces.
Categorías: Problemas maritales
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