Limpiar las hornillas de la estufa podría parecer una tarea abrumadora, pero hay formas sencillas de tratar incluso los elementos más sucios. Para una limpieza básica, retira los quemadores o parrillas de la estufa eléctrica o de gas, y límpialos con agua y jabón. Puedes usar una pasta de bicarbonato de sodio para eliminar manchas difíciles o puedes usar amoníaco si las hornillas tienen grasa y suciedad. Las hornillas de cubierta de vidrio se pueden limpiar con bicarbonato de sodio y vinagre, o con almohadillas de borrador mágico.

Método 1
Método 1 de 4:
Hacer limpieza básica

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    Retira las hornillas. Antes de limpiarlas, retíralas de la estufa de gas o eléctrica. Asegúrate de que la estufa esté apagada y que las piezas estén completamente frías antes de retirar los quemadores o parrillas. Colócalas en otro lado, como encima de un mostrador, para limpiarlas.[1]
    • La mayoría de las hornillas se quitan fácilmente, pero otras podrían necesitar un giro o apretón suave. Si se pone difícil, lee el manual del usuario para encontrar instrucciones detalladas.
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    Limpia los quemadores o parrillas. Vierte unas gotas de jabón líquido para platos en un recipiente con agua tibia y revuelve la mezcla hasta que haga espuma. Sumerge un trapo limpio en el líquido, exprímelo y limpia cada quemador para eliminar manchas o residuos. Vuelve a mojar y exprimir el trapo para limpiar todas las hornillas.[2]
    • No mojes la conexión eléctrica de los quemadores eléctricos ni los sumerjas en agua.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Chris Willatt

    Chris Willatt

    Profesional de limpieza de casas
    Chris Willatt es el propietario y fundador de Alpine Maids, la agencia de limpieza mejor calificada en Denver, Colorado. Recibió su licenciatura en Ciencias en la Universidad de Colorado en 2012.
    Chris Willatt
    Chris Willatt
    Profesional de limpieza de casas

    Remoja los quemadores en agua jabonosa en caso de que estén realmente sucios. Chris Willatt de Alpine Maids afirma: "Para limpiar las manchas difíciles de los quemadores en una estufa, sácalos y sumérgelos en el fregadero con agua jabonosa por unos 30 minutos. Luego, restriégalos. Si tienes prisa o si hay mucha grasa, puedes usar un limpiador especializado".

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    Enjuaga y seca las hornillas. Moja un trapo limpio con agua simple y pásalo sobre los quemadores o parrillas una vez más. Asegúrate de retirar cualquier residuo de jabón que pueda haber quedado. Coloca las hornillas sobre una toalla limpia para que se sequen.[3]
    • Para los mejores resultados, deja secar las hornillas durante varias horas antes de colocarlas de nuevo en su lugar.

Método 2
Método 2 de 4:
Usar bicarbonato de sodio en las manchas difíciles

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    Prepara una pasta con bicarbonato de sodio. Si quedan manchas difíciles después de haber limpiado las parrillas, friega bicarbonato de sodio para eliminarlas suavemente. En un recipiente pequeño, vierte 1 o 2 cucharadas de bicarbonato de sodio. Agrega gotas de agua lentamente y mezcla hasta que la pasta tenga una consistencia espesa.[4]
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    Aplica la pasta. Aplica el bicarbonato de sodio sobre las manchas de las hornillas con un trapo suave, una esponja o un cepillo de dientes viejo de cerdas suaves. Para los mejores resultados, aplica la pasta únicamente cuando hayas retirado los quemadores y las parrillas de la estufa. Déjalos reposar durante 15 o 20 minutos.[5]
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    Limpia y seca las hornillas. Retira la pasta de bicarbonato de sodio con un trapo limpio y mojado. Hazlo con mucho cuidado para asegurarte de que no quede nada de la mezcla en las hornillas. Deja que los quemadores o parrillas se sequen por completo antes de colocarlos de nuevo en su lugar.[6]

Método 3
Método 3 de 4:
Usar amoníaco

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    Coloca las hornillas en una bolsa y agrega amoníaco. Retira los quemadores o parrillas de la estufa y colócalos por separado en bolsas de cierre hermético grandes. Agrega ¼ de taza (2 onzas) de amoníaco puro en cada bolsa. Asegúrate de mantener el amoniaco lejos de cualquier cosa que contenga lejía, ya que la combinación de los dos químicos puede crear vapores tóxicos.[7]
    • No es necesario que las hornillas queden cubiertas. Los vapores del amoníaco en las bolsas disolverán lentamente los residuos y la suciedad.
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    Sella y guarda las bolsas. Sella fuertemente cada bolsa de cierre hermético. Saca las bolsas o llévalas a una habitación en donde el olor a amoníaco no te afecte, y colócalas en una superficie que no pueda ser dañada por goteo de amoníaco (por ejemplo, piso de concreto). Deja reposar las bolsas toda la noche o durante 12 horas.[8]
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    Limpia las hornillas. Usa guantes de goma como protección antes de tocar las hornillas remojadas en amoníaco. Saca los quemadores o parrillas de las bolsas. Límpialos cuidadosamente con un trapo limpio y mojado o una esponja, y déjalos secar al aire.[9]

Método 4
Método 4 de 4:
Limpiar las hornillas de cubierta de vidrio

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    Esparce bicarbonato de sodio sobre la superficie. Espera hasta que la superficie de vidrio de la estufa esté completamente fría antes de limpiarla. Esparce bicarbonato de sodio sobre el círculo de cada hornilla (o toda la superficie de la estufa, si lo deseas). Asegúrate de agregar una capa gruesa de bicarbonato para cubrir toda el área que quieras limpiar.[10]
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    Rocía la superficie con vinagre. Llena un atomizador con vinagre blanco. Rocía la superficie de la estufa con este. Asegúrate de que todo el bicarbonato de sodio quede cubierto y deja ahí los ingredientes durante 15 minutos.[11]
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    Limpia la superficie. Usa un trapo limpio y mojado para limpiar toda la superficie de la estufa. Vuelve a mojar y exprimir el trapo según lo necesites para eliminar el bicarbonato de sodio y el vinagre por completo. Deja secar la estufa al aire antes de usarla.[12]
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    Elimina las manchas difíciles. Para las manchas difíciles de comida o quemaduras, usa una almohadilla de borrador mágico para limpiarlas. Moja la almohadilla y limpia las manchas suavemente. Para facilitar la limpieza, elimina las manchas tan pronto como ocurran para evitar que se peguen a la superficie de la estufa.[13]

Acerca de este wikiHow

Chris Willatt
Coescrito por:
Profesional de limpieza de casas
Este artículo fue coescrito por Chris Willatt. Chris Willatt es el propietario y fundador de Alpine Maids, la agencia de limpieza mejor calificada en Denver, Colorado. Recibió su licenciatura en Ciencias en la Universidad de Colorado en 2012. Este artículo ha sido visto 9430 veces.
Categorías: Limpieza de la cocina