Limpiar los azulejos de la ducha es sencillo, pero puede tomar algo de tiempo dependiendo de lo sucios que estén. Para empezar, trátalos previamente con una solución de agua y vinagre. Luego aplica sobre ellos una pasta de bicarbonato de sodio y usa un cepillo de cerdas duras para quitar la espuma del jabón, el moho y la suciedad. Para evitar una acumulación en el futuro, seca los azulejos entre cuatro y cinco veces a la semana después de ducharte.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Tratar previamente la espuma del jabón

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    Deja correr el agua de la ducha a una temperatura alta. Deja correr el agua caliente al menos durante 10 minutos. El agua caliente abrirá los poros de los azulejos, lo que facilitará la limpieza.[1]
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    Mezcla 1 parte de vinagre con 1 parte de agua en un tazón. Mezcla los ingredientes en el tazón hasta que queden bien integrados. Luego llena una botella de espray con la solución.[2]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Fabricio Ferraz

    Fabricio Ferraz

    Profesional de limpieza de casas
    Fabricio es el copropietario y operador de Hire a Cleaning with Reylia Ferraz. Hire a Cleaning es un negocio de propiedad y manejo familiar que ha brindado su servicio a las casas de San Francisco por más de 10 años, con más de 400 clientes habituales.
    Fabricio Ferraz
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    Profesional de limpieza de casas

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    Rocía la solución sobre los azulejos de la ducha. Asegúrate de rociar más solución sobre las zonas más sucias, así como en los espacios entre los azulejos, esto es, la lechada.[3]
    • Debido a que usarás esta solución más adelante, no la uses por completo en este punto, o prepara más a medida que limpies.
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    Deja actuar la solución durante cinco minutos. Esto aflojará la espuma del jabón. Dependiendo de lo sucios que estén los azulejos, es posible que debas dejar que la solución actúe durante 30 minutos o más.[4]
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    Restriega la espuma del jabón. Para hacerlo utiliza un cepillo de cerdas duras o un cepillo para lechada. Esto aflojará más la espuma del jabón, lo que facilitará la limpieza de los azulejos.[5]
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    Enjuaga con agua tibia. Para hacerlo abre la llave de la ducha de nuevo. Usa un nivel de temperatura más bajo, pero ten en cuenta que aun así el agua debe estar tibia.
    • De manera alternativa, puedes usar un balde o una jarra para enjuagar los azulejos.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Limpiar los azulejos con una pasta de bicarbonato de sodio

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    Mezcla 3 partes de bicarbonato de sodio con 1 parte de agua en un tazón. Mezcla el bicarbonato de sodio y el agua hasta que se forme una pasta espesa. La pasta debe tener la consistencia de una pasta dental. Si la mezcla queda aguada, entonces agrega más bicarbonato de sodio hasta que consigas la consistencia deseada.[6]
    • Para manchas difíciles, añade peróxido de hidrógeno a la mezcla. Para ello sustituye la mitad del agua con peróxido.
    • De manera alternativa, si no quieres usar una pasta de bicarbonato de sodio para limpiar los azulejos puedes usar un producto de limpieza para azulejos.
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    Aplica la pasta con una esponja. Para hacerlo extiende la pasta sobre los azulejos. Asegúrate de aplicar una cantidad generosa entre los azulejos y sobre las manchas difíciles.[7]
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    Rocía la pasta con la solución de vinagre. El vinagre reaccionará con el bicarbonato de sodio, haciéndolo burbujear. El vinagre ayuda a que la pasta corroa la espuma del jabón.[8]
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    Restriega los azulejos con un cepillo para fregar. Usa un cepillo de cerdas duras o un cepillo para lechada y restriega los azulejos con un movimiento circular. Aplica presión para quitar las manchas difíciles y el moho de los azulejos, así como cuando limpies entre ellos.[9]
    • Para grietas pequeñas, usa un cepillo de dientes.
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    Enjuaga con agua tibia. Usa un balde o una jarra para enjuagar los azulejos. Vierte el agua encima de ellos hasta quitar toda la espuma y los residuos.
    • Es posible que debas enjuagar los azulejos entre tres y cinco veces.
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    Seca los azulejos con un paño limpio. Esto evitará que el agua se acumule en las esquinas y las grietas, lo cual ayudará en la prevención del crecimiento del moho y los hongos.[10]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Evitar la acumulación

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    Rocía la solución de vinagre sobre lo azulejos. Hazlo después de que termines de ducharte entre dos y tres veces a la semana. Esto ayudará a mantener limpios los azulejos de la ducha durante un periodo de tiempo más largo.[11]
    • Ten en tu ducha una botella de espray etiquetada como “espray para ducha” para un acceso fácil. Si tienes niños, mantén la botella en alto y fuera de su alcance.
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    Escurre los azulejos. Para hacerlo, ten un escurridor de goma en tu baño. Escurre los azulejos del baño entre cinco y siete veces a la semana después de ducharte.[12]
    • Asegúrate de pasar el escurridor por las esquinas y grietas.
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    Seca los azulejos con un paño. Para hacerlo ten a la mano un paño especialmente designado para este propósito en tu baño. Seca los azulejos entre cinco y siete veces a la semana después de ducharte.[13]

Acerca de este wikiHow

Filip Boksa
Coescrito por:
Profesional de limpieza de casas
Este artículo fue coescrito por Filip Boksa. Filip Boksa es el presidente ejecutivo y fundador de King of Maids, un servicio de limpieza del hogar con sede en Estados Unidos, el cual ayuda a los clientes con la limpieza y la organización. Este artículo ha sido visto 13 195 veces.
Categorías: Limpieza de baños