Existen varios métodos para limpiar un horno; no obstante, muchos de ellos implican utilizar productos químicos. Utilizar bicarbonato de sodio es una alternativa excelente y natural a los productos químicos. Para limpiar tu horno, cúbrelo con una pasta de bicarbonato de sodio, déjalo reposar en la noche y luego completa la limpieza con vinagre blanco.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Cubrir el horno con pasta

  1. 1
    Saca las rejillas del horno. Debes sacar todo lo que esté adentro del horno, por ejemplo, la piedra para pizza o los termómetros del horno. Revisa a fin de asegurarte de que no se quede nada adentro del horno antes de que empieces a limpiar.[1]
  2. 2
    Saca los restos que se acumulen y que estén sueltos. Es posible que haya bastante comida quemada y restos acumulados en el horno. Trata de sacar lo más que puedas los restos acumulados y sueltos antes de echar bicarbonato de sodio. Utiliza una espátula de plástico o silicona para sacarlos. No lo tienes que sacar todo, solo saca lo que ya esté suelto o casi suelto.[2]
  3. 3
    Haz una pasta de bicarbonato de sodio y agua. Mezcla 1/2 taza (170 g) de bicarbonato de sodio con 3 cucharadas (14,8 ml) de agua en un tazón pequeño. Bate la mezcla hasta que se forme una pasta que puedas esparcir fácilmente. Ajusta la cantidad de agua en caso de que 3 cucharadas no haga una pasta que puedas esparcir.[3]
  4. 4
    Esparce la pasta dentro del horno. Puedes esparcir la pasta con tu mano si estás usando guantes de goma. Si eso no funciona para ti, también puedes esparcir la pasta con una espátula limpia. Cubre el interior del horno con la pasta; sin embargo, no la eches en las partes que se calientan.[4]
    • Está bien si la pasta se pone de color marrón o si se forman trozos de pasta en algunas partes del horno.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Chris Willatt

    Chris Willatt

    Profesional de limpieza de casas
    Chris Willatt es el propietario y fundador de Alpine Maids, la agencia de limpieza mejor calificada en Denver, Colorado. Recibió su licenciatura en Ciencias en la Universidad de Colorado en 2012.
    Chris Willatt
    Chris Willatt
    Profesional de limpieza de casas

    El bicarbonato de sodio es un limpiador natural efectivo. Chris Willatt de Alpine Maids afirma: "Haz una pasta con bicarbonato de sodio y agua, y cubre todo el interior del horno. Deja que se asiente durante aproximadamente una hora para darle al bicarbonato de sodio el tiempo para mezclarse con la grasa. Luego, límpialo y frota la grasa restante con una piedra pómez o una esponja para fregar".

    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 3:
Limpiar el horno con un trapo

  1. 1
    Deja la pasta durante la noche. La pasta funciona mejor si dejas que repose durante la noche o por 12 horas. Si no dispones de esa cantidad de tiempo, puedes dejar que repose por 40 minutos. No obstante, es posible que tengas que repetir el proceso para lograr una limpieza profunda si la dejas por una breve cantidad de tiempo.[5]
  2. 2
    Saca el bicarbonato de sodio con un trapo. Utiliza un trapo húmedo para sacar la pasta después de haberla dejado reposar. Utiliza agua tibia para humedecer el trapo. Es posible que tengas que sobar con fuerza para quitar la mayoría de la pasta.[6]
  3. 3
    Saca el resto de la pasta. Podrías tener problemas para sacar toda la pasta con un trapo húmedo. Si este es el caso, utiliza una espátula para sacar el resto de la pasta del horno. Es posible que haya residuos; sin embargo, eso está bien porque utilizarás vinagre para sacarlos.[7]
    Anuncio

Parte 3
Parte 3 de 3:
Finalizar con vinagre

  1. 1
    Rocía vinagre dentro del horno. Vierte vinagre blanco en una botella de espray. Rocía el vinagre en las partes en donde quedan residuos de pasta. El vinagre provocará que se forme espuma con el bicarbonato de sodio.[8]
  2. 2
    Limpia de nuevo el horno. Utiliza un trapo húmedo para limpiar las partes con espuma del horno. Si quedan residuos, utiliza más vinagre y luego límpialo de nuevo. Sigue pasando el trapo hasta que el horno esté limpio.[9]
  3. 3
    Limpia las rejillas del horno. Esparce bicarbonato de sodio sobre las rejillas del horno. Luego vierte o rocía ahí vinagre blanco. El bicarbonato de sodio debe empezar a formar espuma. Cuando eso suceda, sumerge las rejillas en una bañera o en agua caliente. Deja que reposen en el agua durante la noche.[10]
  4. 4
    Vuelve a poner las rejillas del horno. Una vez que hayas terminado de limpiar, vuelve a poner las rejillas en el horno. También puedes volver a poner lo que sea que hayas sacado de ahí. El horno ahora estará listo para usarse.[11]
    Anuncio

Consejos

  • Podrías tener que repetir el proceso de nuevo si la primera vez no puedes lograr que el horno esté tan limpio como lo deseas.[12]
  • Agrega a la mezcla 1/8 de taza (237 ml) de jabón líquido para platos si el bicarbonato de sodio y el agua no logran limpiar el horno.[13]
Anuncio

Advertencias

  • Asegúrate de utilizar guantes de goma mientras limpies para evitar la irritación de la piel.
Anuncio

Cosas que necesitarás

  • bicarbonato de sodio
  • agua
  • esponja
  • vinagre blanco
  • guantes de goma
  • espátula

Acerca de este wikiHow

Chris Willatt
Coescrito por:
Profesional de limpieza de casas
Este artículo fue coescrito por Chris Willatt. Chris Willatt es el propietario y fundador de Alpine Maids, la agencia de limpieza mejor calificada en Denver, Colorado. Recibió su licenciatura en Ciencias en la Universidad de Colorado en 2012. Este artículo ha sido visto 7895 veces.
Categorías: Consejos en la cocina
Anuncio