Una cocina o estufa de acero inoxidable se limpia usualmente con vinagre y una solución de limpieza suave. Asegúrate de saber la dirección del grano del acero de tu cocina para que puedas limpiarla en ese sentido. Después prepara y aplica el limpiador. No uses cepillos abrasivos ni lejía para no dañarla.

Método 1
Método 1 de 3:
Realizar el trabajo preliminar

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    Lee el manual de instrucciones. Antes de limpiar la cocina, siempre es buena idea leer el manual de instrucciones, si lo tuvieras. Algunas cocinas de acero inoxidable vienen con instrucciones de limpieza específicas. Por otro lado, hay limpiadores que dañan algunos tipos de acero inoxidable. Si tienes el manual de tu cocina, léelo bien antes de limpiarla.[1]
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    Determina la dirección del grano. Mira tu cocina de cerca. Verás unas líneas pequeñas que se extienden en la superficie y que irán en dirección horizontal o vertical. Al momento de limpiar, es importante hacer movimientos en la misma dirección del grano, lo que evita las rayas y otros daños.[2]
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    Saca los residuos superficiales con vinagre. Pon un poco de este líquido en una botella con atomizador. Rocíalo generosamente en la superficie de la cocina. Luego, usa papel toalla o un paño muy suave para limpiarla y recoge la suciedad y los residuos visibles con las manos.[3]
    • Recuerda las indicaciones del manual del fabricante. Si te indican que no debes usar vinagre en la cocina, escoge otro limpiador suave.
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    Prepara una solución limpiadora. La mayoría de las cocinas de acero inoxidable se pueden limpiar con un detergente lavavajilla suave. Mezcla una cucharadita de lavavajilla en 1 L (1 cuarto) de agua caliente. No es necesario que sea embotellada o destilada. El agua de grifo se puede usar sin problemas en el acero inoxidable.[4]
    • No olvides usar guantes para protegerte las manos del agua caliente.

Método 2
Método 2 de 3:
Limpiar la cocina

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    Limpia el electrodoméstico en la dirección del grano. Humedece un poco un paño y pásalo sobre tu cocina. Empieza por la parte de arriba y ve avanzando hacia abajo conforme vayas limpiado. No olvides hacerlo en la dirección del grano. Frota los granos verticales de forma vertical; y los horizontales, en sentido horizontal.[5]
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    Aplica un limpiador especial sobre las manchas resistentes. Después de hacerle una primera limpieza a la cocina, busca manchas resistentes. Si tiene comida o grasa derramada, usa un limpiador especial para quitarla.[6]
    • Los limpiadores que tienen ácido oxálico por lo general son el mejor método para las cocinas de acero inoxidable. Sin embargo, debes verificar en el manual del usuario de la tuya para asegurarte de que estos productos no la dañen.
    • Al aplicar el limpiador en las manchas de tierra y grasa, recuerda mover el trapo en la misma dirección del grano.
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    Enjuaga y seca la cocina. Después de aplicarle el limpiador, enjuaga la cocina por completo. Humedece un paño limpio con agua caliente. Después, pásalo sobre la cocina en el mismo sentido del grano hasta que el agua salga limpia. Sécala inmediatamente con papel toalla o un trapo.[7]
    • Es muy importante usar solamente agua caliente para enjuagar la cocina de acero inoxidable.
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    Sácale brillo con aceite. Para que tu cocina tenga un brillo bonito después de limpiarla, moja un trapo suave con un poco de aceite, como el mineral o el de oliva. Haz movimientos en dirección del grano para pulir bien tu cocina. Así le quitarás las vetas que hayan quedado de la limpieza y la dejarás brillante.[8]

Método 3
Método 3 de 3:
Evitar errores comunes

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    Evita los cepillos o limpiadores abrasivos. Usa solo papel toalla y trapos suaves en la cocina de acero inoxidable. Los cepillos duros y abrasivos, como la lana de acero, rayarán este material con facilidad.[9]
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    No uses ningún tipo de lejía. El uso de cualquier tipo de lejía en el acero inoxidable está prohibido. Los productos con cloro y los limpiadores para hornos a menudo contienen este componente, que podría lastimar gravemente el acero.[10]
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    No limpies la cocina cuando esté caliente. Si acabas de cocinar, no la limpies hasta que se enfríe. Espera hasta que esté fría al tacto antes de aplicarle un limpiador.[11]
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    No dejes la cocina desordenada. Para mantenerla limpia, tendrás que limpiarla después de cada uso y evitar dejar que los derrames de comida se queden reposando en ella. Mientras más tiempo permanezca la comida en el acero inoxidable, mayor será la probabilidad de que se manche.
    • Limpiar la cocina después de cada uso también ayudará a evitar la necesidad de usar limpiadores fuertes.

Acerca de este wikiHow

Michelle Driscoll, MPH
Coescrito por:
Fundadora de Mulberry Maids
Este artículo fue coescrito por Michelle Driscoll, MPH. Michelle Driscoll es la propietaria de Mulberry Maids en el norte de Colorado. Ella recibió su maestría en Salud Pública en la Escuela de Salud Pública de Colorado en 2016. Este artículo ha sido visto 14 012 veces.
Categorías: Limpieza de la cocina