Este artículo fue coescrito por Carlotta Butler, RN, MPH. Carlotta Butler es una enfermera registrada en Arizona. Es miembro de la American Medical Writers Association (Asociación de escritores médicos estadounidense). Recibió su maestría en Salud Pública en la Universidad del Norte de Illinois en 2004 y su título técnico en Ciencias en Enfermería en el Centro de Estudios Superiores de Heartland.
Someterse a un procedimiento médico nunca es divertido, pero puede ser aún más complicado como adulto solo. De manera ideal, busca un amigo o familiar que te acompañe al procedimiento. Además de la compañía, es posible que necesites a alguien para ayudar a garantizar una comunicación clara con el personal médico después del procedimiento. Finalmente, asegúrate de preparar tu hogar antes de someterte al procedimiento para que la recuperación sea rápida y sin problemas. Con un poco de preparación y un plan para las 24 horas posteriores al procedimiento, volverás a la normalidad en muy poco tiempo.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Regresar a casa de manera segura
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1Haz que un amigo o familiar te acompañe. Dependiendo del tipo de procedimiento médico al que planeas someterte, es posible que simplemente puedas pedirle a un amigo o taxi que te recoja del hospital. Sin embargo, si se te administrará anestesia, el centro puede requerir que alguien que pueda llevarte a tu hogar te acompañe al centro.[1]
- Además de la necesidad de que alguien te lleve a casa, un amigo o familiar puede ser invaluable después del procedimiento.
- De hecho, muchos profesionales médicos recomiendan que otro adulto pase tiempo contigo durante las 24 horas posteriores a un procedimiento médico que involucre anestesia.
- Pregúntale a alguien cercano diciendo algo como, "¿qué vas a hacer el próximo jueves? Tendré un procedimiento médico y necesito que alguien me acompañe. Si programo el procedimiento para la tarde, ¿puedes acompañarme y tal vez dormir en mi casa para asegurar de que no haya complicaciones?".
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2Pregunta a la clínica qué recomienda. En especial en los casos en que se requiere que otro adulto te acompañe al procedimiento, los profesionales médicos con los que trabajas pueden tener algunas recomendaciones importantes. Dado que los adultos solitarios son cada vez más comunes, incluso pueden ofrecer un servicio para ayudar a resolver esta preocupación.[2]
- Simplemente di algo como, "¿qué es lo que por lo general recomiendan para las personas en mi situación?" o "¿cuáles son mis opciones si no puedo encontrar un amigo que me acompañe?".
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3Contrata a un profesional de atención domiciliaria. Existen muchos tipos diferentes de opciones de atención médica a domicilio. Incluso puedes contratar a un profesional después de la cirugía para que te ayude a realizar un seguimiento de la información médica en el centro, llevarte a tu casa e incluso comenzar el tratamiento y la recuperación en el hogar durante las primeras 24 horas.[3]
- Solicita a la clínica que te brinda el procedimiento que te proporcione una lista de agencias que ofrecen estos servicios.
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Método 2
Método 2 de 3:Hablar con el personal del hospital luego del procedimiento
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1Pregúntale al equipo médico qué esperar. Si estás consciente por completo después del procedimiento, es probable que puedas tener esta conversación solo con el personal médico. De lo contrario, es recomendable tener a alguien que te acompañe en la sala después de que se complete el procedimiento, aunque solo sea para realizar un seguimiento de la información importante.[4]
- Si bien es probable que el personal de la clínica te ofrezca información sobre el procedimiento sin preguntar, asegúrate de saber si el mismo fue tan exitoso como se esperaba.
- Para conseguir más información, haz preguntas como: "¿tuvo el procedimiento algún efecto inmediato en mi condición?".
- No te preocupes por el aturdimiento o las náuseas. Si te sientes turbio, atontado o con náuseas después del procedimiento, no te preocupes. Esto es completamente normal, y es en parte por qué muchas clínicas requieren que otro adulto te acompañe y se asegure de que llegues a casa seguro.[5]
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2Ten a alguien que tome notas. Incluso si te sientes consciente por completo después del procedimiento, la anestesia a veces puede afectar la memoria. Esta es una de las razones por las que vale la pena tener a alguien en la habitación contigo, para ayudarte a recordar y grabar conversaciones con el personal médico.[6]
- Lo que es más importante, asegúrate de tener información escrita sobre cualquier tratamiento continuo que se administrará en tu hogar, como medicamentos para el dolor que debas tomar durante la recuperación.
- Pídele a quien te acompañó que tome notas detalladas, en especial con respecto a las instrucciones, advertencias o recomendaciones que te brinde el personal médico.
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3Haz cualquier pregunta que tengas en la clínica. Antes de abandonar el centro donde se realizó el procedimiento, no dudes en preguntar cualquier cosa que te preocupe o cualquier cosa que no esté clara. Puede ser más fácil hacerlo después de descansar un rato en la clínica.[7]
- La información que debes asegurarte de tener incluye a quién llamar si tienes dudas una vez que estés en casa, qué debes o no debe hacer por tu cuenta y cuánto dolor u otros efectos secundarios puedes esperar.
- Las preguntas importantes qué hacer incluyen: "¿qué tan rápido debo esperar que disminuyan ciertos efectos secundarios?" y "¿cuánto tiempo tardaré en volver a sentirme como antes?".
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4Asegúrate de tener todo lo que necesitas antes de ser dado de alta. Probablemente te verás inundado de información antes o después del procedimiento. De nuevo, es por eso que es muy recomendable (y quizás necesario) que alguien te acompañe al mismo. Antes de salir de la clínica, asegúrate de tener lo siguiente:[8]
- Orientación por escrito sobre cómo cuidar las heridas asociadas con el procedimiento, y los tipos y dosis de analgésicos que debes usar, si es necesario.
- Una lista de todos los equipos que necesitas para cuidarte en casa, como vendajes, férulas o muletas.
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Método 3
Método 3 de 3:Preparar tu hogar antes del tratamiento
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1Abastece tu casa para la recuperación. Antes de salir de tu casa para el procedimiento, prepárala para tu regreso. Esto puede hacer que la recuperación sea mucho más fácil, al garantizar que tengas lo que necesitas y que tengas un lugar cómodo para descansar. Habla con los profesionales médicos que brindan el procedimiento con anticipación para obtener detalles específicos.[9]
- Asegúrate de tener todos los artículos personales, incluidos los alimentos, que necesitarás durante el período de recuperación probable.
- No olvides cosas como jabón, champú y otros artículos esenciales para el baño.
- Además de los suministros y medicamentos recetados por el médico, consigue cualquier otra cosa que también pueda ayudar a recuperarte. Por ejemplo, artículos como un bálsamo pueden ayudar a calmar el dolor muscular. Solo asegúrate de que lo que uses sea seguro después del procedimiento.
- El tiempo de recuperación es importante. Por ejemplo, si esperas que necesites uno o dos días para recuperarte, prepárate para tres días por si acaso. Si el tiempo de recuperación puede ser de una semana, deberás abastecer tu casa con más cuidado.
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2Coloca todo lo que necesites cerca. Más específicamente, coloca los artículos que puedas necesitar en ubicaciones de fácil acceso en la habitación donde te recuperarás. En las habitaciones donde estarás parado, coloca los artículos en superficies entre la cintura y la altura de los hombros. En áreas donde puedes estar acostado o sentado, coloca los artículos en las mesas laterales a tu alcance.[10]
- Si la habitación está arriba, y te aconsejaron que no uses las escaleras después del procedimiento, considera preparar y almacenar una habitación en el piso inferior.
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3Considera comprar o pedir prestado otros artículos útiles. Hay todo tipo de cosas que pueden ayudar a sentirte más cómodo. Dependiendo del procedimiento, ciertos movimientos y actividades pueden ser más difíciles de lo normal, o incluso arriesgarte a reabrir una incisión, etcétera. Según la ubicación y el tipo de procedimiento que recibes, adquiere artículos como los siguientes:[11]
- Una esponja con mango largo para lavarte de manera más fácil en la ducha.
- Una bocina con un mango largo para ayudar a ponerte y quitarte los zapatos.
- Un brazo de agarre mecánico para alcanzar cosas sin moverse ni estirarse.
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4Mejora la seguridad de tu baño. Dependiendo de la extensión del período de recuperación, así como del tipo de procedimiento que recibas, tu movilidad y estabilidad pueden verse obstaculizadas. Por fortuna, hay algunas adiciones fáciles a tu baño para garantizar la seguridad en superficies húmedas.[12]
- Agrega alfombrillas o calcomanías antideslizantes al fondo de la bañera o ducha.
- Usa una alfombra de baño que tenga una superficie antideslizante en la parte inferior.
- Coloca los artículos en la ducha donde puedas alcanzarlos con facilidad.
- En algunos casos, cosas como barras de apoyo o sillas de ducha pueden ser necesarias para usar el inodoro o la ducha de manera segura.
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Referencias
- ↑ http://www.nhs.uk/Conditions/surgery/Pages/after-surgery.aspx
- ↑ https://www.washingtonpost.com/lifestyle/style/how-is-a-solo-adult-supposed-to-get-home-after-a-medical-procedure/2016/12/29/1c7deb30-cc86-11e6-a747-d03044780a02_story.html?utm_term=.a34b1c8ced69
- ↑ https://www.homewatchcaregivers.com/types-of-care/after-surgery-care
- ↑ http://www.nhs.uk/Conditions/surgery/Pages/after-surgery.aspx
- ↑ http://www.nhs.uk/Conditions/surgery/Pages/after-surgery.aspx
- ↑ http://www.nhs.uk/Conditions/surgery/Pages/after-surgery.aspx
- ↑ http://www.nhs.uk/Conditions/surgery/Pages/after-surgery.aspx
- ↑ http://www.nhs.uk/Conditions/surgery/Pages/after-surgery.aspx
- ↑ https://medlineplus.gov/ency/patientinstructions/000167.htm