Algunas chicas sienten vergüenza de preguntarles a sus mamás sobre temas como el uso de tampones. Supera tu miedo a pedir permiso para usar un tampón preparándote con el tiempo y los materiales adecuados. Sé amable cuando pidas permiso, pero no lloriquees si tus padres se niegan. femenino, cambio titulo

Parte 1
Parte 1 de 3:
Abordar el tema

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    Dile a tu padre o tutor que quieres conversar en privado. Si sientes que estás lista para usar tampones en lugar de toallas higiénicas para tu menstruación, podrías tener que obtener el permiso de tus padres (en muchos casos, el de la madre). Obtener su permiso es importante porque ellos comprarán tus productos de cuidado femenino. Asimismo, es una buena idea que sepan lo que ocurre en tu vida, así podrán cuidarte.
    • Por ejemplo, si tu mamá te dice que irá a la tienda en una hora, pregúntale si puedes conversar con ella antes de que se vaya.
    • Podrías enviarle un mensaje rápido a tu padre o tutor para que se encuentre contigo, así cuando se vean cara a cara, estará listo para oírte. Di algo como “Cuando llegue de la escuela, ¿podemos conversar por un minuto?”.
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    Escríbeles una carta. Si sientes vergüenza o estrés por tener que conversar con tus padres sobre el uso de tampones, puedes escribirles una carta. También podrías tener que escribir una carta si tienes dificultades para encontrar un momento en el cual sentarte con ellos. Escribir una carta te ayudará a organizar tus pensamientos y exhortarlos con firmeza a darte permiso.[1]
    • Escribe tus pensamientos en un orden lógico, como iniciar explicando tu deseo de usar tampones, describir el motivo por el que son una buena idea, explicar que tienes la responsabilidad de encargarte de ellos, y cerrar con una petición amable.
    • Revisa tu carta para asegurarte de usar las palabras y la puntuación adecuadas.
    • Podrías empezar diciendo algo como “Estimada mamá, sé que puede parecerte extraño que te escriba una carta, pero quería pedirte algo personal y me siento más cómoda escribiendo una carta en lugar de hablarte cara a cara”.
    • También podrías escribir por un medio electrónico, como un mensaje de texto o un correo electrónico, si tu padre o tutor lo leería.
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    Conversa con alguien de confianza. Si conversar con uno de tus padres o tu tutor es demasiado difícil, ya sea a nivel emocional o logístico, podrías tener que conversar primero con otro adulto de confianza. Recibe consejos de esa persona sobre la manera de hablar con tus padres. Conversa con ella sobre tus miedos. Podría brindarte consejos que hagan que te sientas menos incómoda de lo que te sentirías al hablar con tus propios padres.
    • El doctor es otro adulto con el que podrías conversar de ello. Él podrá brindarte consejos médicos sobre el uso del tampón, y podrá calmar los miedos de tus padres y los tuyos.
    • Conversa a solas con un adulto de confianza y pregúntale “Hey, ¿puedo hablar rápido contigo sobre un problema personal?”.
    • También puede ser una amiga experimentada.
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    Debes estar lista para el rechazo. Parte de pedir permiso consiste en estar lista para que rechacen tu petición. Es probable que tus padres consideren que no estás lista a nivel emocional para dar dicho paso. Podrían pensar que necesitas ser un poco mayor o que los tampones no son seguros. Prepárate para demostrar tu madurez al no molestarte cuando rechacen tu petición.
    • Piensa en su personalidad y tus experiencias pasadas con ellos a fin de anticipar lo que podrían decirte.
    • Pregúntales con respeto por qué no están de acuerdo con dejarte usar un tampón.
    • Si no te molestas, esto puede ser el signo de madurez que tus padres requieran para dejar que empieces a usar tampones. Por ejemplo, una persona madura es agradecida, lo que significa que expresará su gratitud incluso cuando las cosas no salgan como esperaba.[2]
    • Ten en cuenta que lo más probable es que a tus padres les importe tu seguridad, y que no intentan ser crueles.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Pedir permiso

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    Diles qué es lo que ocurre. Cuando tengas la atención de tus padres, exprésales tu deseo de usar tampones. Deberán comprender tu postura con claridad. Incluso si crees que no te comprenderán, aun así tendrás que expresarles tu deseo.
    • Empieza diciendo algo como “He estado pensando en ello y quiero empezar a usar tampones”.
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    Explica el motivo por el que deseas usar tampones. Si explicas todos los motivos por los que deseas hacer algo, esto será importante para convencer a la otra persona. Emplea tácticas de persuasión como escoger los momentos adecuados, estar dispuesta a hacer algo a cambio y ser persistente. Es probable que tus padres se impresionen con el argumento lógico que hagas sin lloriquear.[3]
    • Opta por pedirles a tus padres que conversen contigo sobre los tampones cuando estén relajados, no justo después de que lleguen a casa del trabajo.
    • Debes estar dispuesta a hacer las tareas del hogar o cualquier otra tarea que hayan estado esperando que culmines a cambio del permiso para usar tampones.
    • Si al inicio te dicen que no, cumple toda condición que brinden y vuelve a pedírselo. Sigue pidiéndolo hasta que cedan.
    • Di “Tengo edad suficiente para usar tampones y los necesito porque practico deportes”.
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    Pídelo de manera educada. Sé amable y educada cuando pidas permiso. Haz contacto visual con tu mamá o tu papá, y di cosas agradables sobre ellos. No los halagues para que estén de acuerdo contigo; en lugar de ello, sé auténtica con todo cumplido que hagas. Asimismo, no muevas las manos de forma inquieta, no lloriquees, ni los acuses si no te gusta su respuesta.[4]
    • Di algo como “Gracias por tomarse un tiempo para reunirse hoy conmigo”.
    • Emplea palabras como pueden, podrían, harían, etc.[5] Estas palabras tienen un tono humilde en lugar de exigente, y es probable que te ayuden a obtener lo que deseas.
    • Por ejemplo, di algo como “Me gustaría empezar a usar tampones”, en lugar de “Tengo que usar tampones ahora”.
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    No lloriquees si te dicen que no. Si la respuesta es “no”, no hagas un berrinche. Esto solo les ratificará a tus padres que no estás lista para la responsabilidad de usar tampones. En lugar de lloriquear, quejarte o estar irritable, acepta su decisión con calma.
    • No delates a uno de tus hermanos para hacerte lucir mejor.[6]
    • Por ejemplo, si tu hermana mayor usa tampones sin el permiso de tus padres, delatarla para salirte con la tuya podría provocar un drama familiar en lugar de ayudarte.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Exponer tus argumentos

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    Calma sus miedos. Al pedirles a tus padres que te dejen usar tampones, podrías tener que empezar calmando sus miedos. Por ejemplo, si les preocupa que te enfermes por usar tampones, asegúrales que sabes cuándo sacártelos. Si les preocupa que los uses de forma inapropiada, asegúrales que has aprendido a usarlos de forma correcta.
    • Por ejemplo, explícales que sabes que debes cambiarte un tampón cada 4 a 6 horas.[7]
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    Demuestra que has averiguado sobre los tampones. Empieza imprimiendo páginas web. Podrás mostrarles a tus padres que has leído sobre la forma correcta de colocarte un tampón. También puedes mostrarles que has leído sobre los riesgos.
    • Muéstrales que has leído sobre el síndrome del choque tóxico y la forma de prevenirlo.[8]
    • También bríndales pruebas de que tu edad no guarda relación alguna con tu capacidad de usar tampones. Toda chica con un ciclo menstrual puede usar un tampón.[9]
    • Explica la forma en la que los tampones son totalmente seguros para las chicas que sean vírgenes y las que no. El tampón no interfiere con el himen (la piel que cubre la vagina).[10]
    • Indícales que los tampones no pueden ingresar al cuerpo, por lo que son una opción segura si deseas dejar de usar toallas higiénicas.[11]
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    Cuéntales historias de otras chicas de tu edad. Háblales a tus padres sobre tus amigas que atraviesen situaciones similares a la tuya, como la misma edad y practicar el mismo deporte. Explícales que usan tampones y están totalmente bien.
    • Si te sientes excluida porque no tienes permiso para usar tampones, explícaselo a tus padres.
    • Si alguien intenta acosarte por no usar tampones, díselo a un adulto de inmediato.
    • Puedes determinar que te acosan si solo te molestan a ti de forma constante; la persona acosadora tiene una estatura mayor a la tuya o una personalidad más fuerte; y disfruta que te sientas incómoda.[12]
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    Explica las situaciones en las que los necesites. El motivo por el que los tapones son una opción en el mercado es porque las mujeres activas los necesitan. Si practicas un deporte como la natación, no deberás nadar salvo que puedas retener la sangre de tu ciclo menstrual; de lo contrario, podrías contaminar el agua. Podrás practicar mejor cualquier deporte si usas un tampón.
    • Estas son otras situaciones en las que podrías tener que usar un tampón: al usar ropa ajustada, si tienes que cambiarte de ropa en un vestidor público, o para sentirte cómoda.
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Consejos

  • Empieza usando un tampón de baja absorción. Aumenta la absorción de tu tampón conforme te sientas más cómoda usándolos.
  • Siempre es sensato hacer que tu madre te ayude y mantenerla informada, ya que será la persona más adecuada en la cual confiar si surge algún problema.
  • Si te avergüenza ir a comprarlos, pregúntale a tu mamá si puede conseguírtelos. No obstante, sería mejor que escojas los tuyos.
  • Podrías tener que usar una toalla protectora en los días en los que tu periodo sea abundante.
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Advertencias

  • Nunca te coloques un tampón si no estás menstruando o para detener una descarga.
  • Siempre cámbiate el tampón cada 4 a 6 horas, o cuando esté empapado.
  • El síndrome del choque tóxico es muy poco común y por lo general puede prevenirse al cambiar el tampón con frecuencia. No obstante, si conoces los síntomas, esto puede evitarte problemas.
  • Entre los síntomas del síndrome del choque tóxico tenemos a los dolores musculares, los dolores de cabeza, el enrojecimiento de los ojos, fiebre elevada repentina, mareos o desvanecimiento, vómitos, diarrea o erupciones similares a una quemadura de sol.[13]
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Acerca de este wikiHow

Rebecca Levy-Gantt, MPT, DO
Coescrito por:
Obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Rebecca Levy-Gantt, MPT, DO. La Dra. Rebecca Levy-Gantt es una obstetra y ginecóloga certificada que dirige un consultorio privado en Napa, California. La Dra. Levy-Gantt se especializa en menopausia, perimenopausia y manejo hormonal, incluidos los tratamientos hormonales compuestos y tratamientos alternativos. También es una profesional de menopausia certificada a nivel nacional y se encuentra en la lista nacional de médicos especializados en el manejo de la menopausia. Obtuvo una maestría en fisioterapia en la Universidad de Boston, así como un doctorado en medicina osteopática en la Facultad de Medicina Osteopática de Nueva York. Este artículo ha sido visto 10 379 veces.
Categorías: Higiene femenina
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