Las moreras son grandes miembros de la familia de las Moráceas y alcanzan entre 9 y 15 m de altura. Si bien algunas de ellas vienen en la forma de arbustos pequeños, las que producen frutos son árboles grandes. Son conocidas por ser resistentes, autopolinizantes y de hoja caduca. Sus frutos maduran en pleno verano y son conocidos por ser deliciosos, suaves y dulces (similares a las zarzamoras). Si aprendes a plantar y mantener tu morera de forma adecuada, podrás disfrutar tanto del árbol como de sus frutos por los próximos años.[1]

Método 1
Método 1 de 3:
Plantar la morera

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    Selecciona un cultivar. Asegúrate de preguntar en el vivero o revisar el catálogo para saber el tipo específico de cultivar que vas a comprar. A la hora de adquirir una morera, elige un cultivar fuerte, autopolinizante y con frutos sin semillas. También están disponibles los cultivares llorones y estériles si no te interesa un árbol que dé frutos. Busca cultivares resistentes y frondosos para plantar.[2]
    • Los híbridos de Morus alba (mora blanca) y Morus rubra (mora roja) (como Downing e Illinois Everbearing) son conocidos por sus frutos grandes y dulces y por su resistencia.
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    Elige el suelo adecuado. Las moreras crecen en muchos tipos de suelo, siempre y cuando haya un buen sistema de drenaje. Asegúrate de que no se encuentren en una zona donde las inundaciones sean comunes, ya que no toleran ser cubiertas en agua. De preferencia, elige suelos profundos y bien drenados siempre que sea posible. Opta por un suelo ligeramente ácido con un pH de 5,5 a 6,5. Pueden tolerar suelos de moderada alcalinidad.[3]
    • Si no sabes el pH de tu suelo, lleva una muestra a la Agencia de extensión cooperativa de tu condado (si vives en Estados Unidos).
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    Elige un lugar para plantar. Las moreras pueden sobrevivir en condiciones salinas y de sequía, ya que suelen ser buenas para plantarlas en zonas urbanas o costeras. Se desarrollan en climas con cambios de temperatura estacionales, incluidos los veranos soleados y los inviernos fríos.[4] Los frutos que caen de los árboles pueden provocar manchas oscuras, así que evita plantarlas cerca de los accesos peatonales y vehiculares, puesto que las ramas pueden ser muy débiles.[5]
    • Los pollos, pavos y cerdos disfrutan las moras, así que siempre puedes plantar una morera en un lugar donde cuelgue y les ofrezca a tus animales una golosina.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Lauren Kurtz

    Lauren Kurtz

    Horticultora profesional
    Lauren Kurtz es especialista en naturalismo y horticultura. Lauren ha trabajado para Aurora, Colorado administrando el jardín Water-Wise en el Centro Municipal de Aurora para el Departamento de Conservación del Agua. Recibió una licenciatura en estudios ambientales y de sostenibilidad en la universidad Western Michigan en 2014.
    Lauren Kurtz
    Lauren Kurtz
    Horticultora profesional

    Lauren Kurts, horticulturista profesional, aconseja: "Las moreras producirán más frutos cuando hay más sol. Se desarrollan mejor cuando reciben al menos de 6 a 8 horas de luz solar directa a diario.

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    Determina la estación más adecuada para plantar. Aunque no existe una estación especial para plantar, la regla general es hacerlo cuando las condiciones sean favorables. No debes plantar cuando el suelo esté congelado, cuando las temperaturas diurnas sean inferiores a 0 °C (32 °F) o superiores a 32 °C (90 °F) o cuando haya climas extremos como tormentas de nieve o lluvias torrenciales.[6]
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    Prepara el agujero de plantación y planta tu árbol. El agujero de plantación debe ser 3 veces el ancho de la maceta y tan profundo como el cepellón. Además, debe haber una distancia de 7 a 9 m (25 a 30 pies) entre cada árbol. Mezcla la tierra que has reservado con compost de champiñones envejecidos, abono envejecido o corteza de pino podrido (mitad y mitad). Retira la planta de la maceta, afloja la raíz y colócala en el agujero. Llénalo con la mezcla de tierra previamente reservada y riégala para dejar que las raíces se asienten.[7]
    • Evita enterrar muy profundo la raíz asegurándote de que las raíces más altas estén ubicadas en la línea del suelo.
    • Evita agregar fertilizante al agujero de plantación, a menos que sea durante un periodo de fertilización adecuado. La fertilización se basa en la edad del árbol y puede ocurrir entre febrero y agosto.

Método 2
Método 2 de 3:
Mantener la morera

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    Fertiliza tu morera. El fertilizante debe contener hierro, zinc, manganeso, magnesio, molibdeno, cobre y boro. Al momento de aplicarlo, espárcelo de forma homogénea bajo el follaje del árbol regándolo o rastrillándolo en el suelo. Evita esparcir el fertilizante dentro de un área de 12,5 cm (5 pulgadas) alrededor del tronco del árbol.[8]
    • El tiempo y la frecuencia de aplicación del fertilizante depende de la edad del árbol.
    • La mayoría de las moreras se desarrollan con poco o ningún fertilizante. Está bien fertilizarlas al menos una vez al año.[9]
    • Evita fertilizarlas más de dos veces al año y empieza en marzo, pero no después de julio. Fertilizar después de agosto dará lugar a daños por congelación.[10]
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    Riega la morera. Riégala dos veces por semana si está rodeada de suelos ligeros y una vez por semana si está plantada en un suelo arcilloso. El riego debe tomarte de 40 a 50 minutos para asegurarte de que el sistema radicular quede empapado por completo. Cada semana, la morera debe recibir al menos 2,5 cm (1 pulgada) de agua, sobre todo durante los periodos demasiado secos.[11]
    • No es necesario regarla de forma manual si recibes un mínimo de 2,5 cm (1 pulgada) de lluvia en tu zona.[12]
    • Los frutos podrían caer del árbol antes de tiempo si no recibe abundante agua. La mejor forma de evitar los periodos secos es dejar que la manguera de tu jardín gotee lentamente para permitir que el agua penetre las raíces en vez de escurrir.
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    Poda la morera. Debes retirar las ramas muertas, enfermas o cruzadas en invierno cuando el árbol se encuentra inactivo. Evita podarlo en pleno verano para permitir que se prepare para dar frutos el próximo año.[13] Los cortes deben seguir la forma del árbol y nunca deben ser más de 5 cm (2 pulgadas) de diámetro.[14]
    • No deben ser necesarios más de 5 cortes para podar una morera saludable.
    • Los cortes con más de 5 cm (2 pulgadas) de diámetro pueden provocar el derrame de la savia, del cual el árbol probablemente no se recupere. También lo dejan vulnerable a ciertas enfermedades y hongos.
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    Cosecha los frutos de tu árbol. Puedes recolectarlos a mano o colocar una sábana o una lona debajo del árbol y agitar las ramas con suavidad. No coseches antes de mayo o los frutos podrían no estar del todo maduros.[15] Las moras maduras deben estar grandes, dulces y negras.[16]
    • A la hora de colocar las moras en un recipiente, evita amontonar muchas de ellas o las del fondo quedarán aplastadas.
    • Puedes almacenar las moras sin lavar por varios días en un recipiente cubierto en el refrigerador.
    • También puedes almacenarlas por varios meses lavándolas, secándolas con toquecitos y colocándolas en bolsas para congelador.

Método 3
Método 3 de 3:
Controlar las plagas y enfermedades

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    Aplica un espray para evitar la cochinilla blanca del duraznero. Las cochinillas blancas son plagas o insectos pequeños que atacan las ramitas y los troncos de los árboles e incluso pueden matarlos. Aplica un espray de aceite inactivo en invierno para controlar las plagas. Evita usar insecticidas debido a que los insectos se protegen contra ellos usando sus corazas.[17]
    • Las proporciones y las pautas de aplicación del producto varían en función de tu árbol. Asegúrate de leer y seguir las instrucciones que figuran en la botella.[18] La mayoría de los productos requieren que uses una mezcla de 1 a 2 cucharadas (15 a 30 ml) de aceite por cada 4 litros (1 galón) de agua con un rociador presurizado.[19]
    • Evita rociar el árbol cuando las temperaturas son inferiores a 4 °C (40 °F).
    • A la hora de aplicar el producto, asegúrate de cubrir todo el árbol, incluidas las ramas, el tronco y por debajo de las ramas.
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    Mantén y poda el árbol para evitar la enfermedad del cancro de hollín. Se trata de una enfermedad (causada por el hongo Hendersonula toruloidea) que afecta las extremidades y ramas de las moreras. Por lo general, los árboles afectados se marchitan en las estaciones cálidas, presentan cancros en las extremidades que terminan muriendo y tienen grietas marrones que se abren para exponer a los hongos. Mantener el árbol fertilizado y bien regado ayudará a prevenir esta enfermedad. Si la infección parece afectar las ramas, corta las extremidades al menos 30 cm (1 pie) por debajo del sitio de la infección.[20]
    • No existe un control químico para la enfermedad del cancro de hollín, así que siempre asegúrate de podar las ramas muertas apenas las reconozcas para evitar que se propague la enfermedad.[21]
    • Evita regar y fertilizar en exceso el árbol, ya que esto le causa estrés y lo vuelve más susceptible a las enfermedades.
    • Siempre asegúrate de limpiar las herramientas de podar después de usarlas.[22]
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    Escoge y tira los frutos infectados para evitar la enfermedad de las palomitas de maíz. Es una enfermedad causada por el hongo Ciboria carunculoides y se da a finales de la primavera e inicios del verano.[23] Los frutos afectados se vuelven grandes y se extienden de forma más prominente que los frutos sanos, hasta parecerse a las palomitas de maíz. El mejor método de prevención es escoger y tirar cualquier fruto que se vea infectado, incluso los frutos caídos.[24]
    • La enfermedad no es dañina para el árbol en sí. Por lo tanto, si no te interesan los frutos, no es necesario preocuparte por prevenir la infección.
    • También puedes rociar el árbol con el caldo bordelés para tratar la enfermedad. Sin embargo, muchas veces no resulta eficaz porque es difícil rociar todo el árbol.[25]
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    Evita el mildiú polvoso con tratamientos fungicidas. El mildiú polvoso es causado por hongos y es notorio cuando la superficie de la hoja parece estar cubierta con una sustancia blanca y polvorienta.[26] Para controlarlo, rocía el árbol con un fungicida orgánico.[27]
    • Las proporciones y las pautas de aplicación del producto varían en función de tu árbol. Asegúrate de leer y seguir las instrucciones que figuran en la botella.[28]

Consejos

  • Si usas un fertilizante, opta por una mezcla orgánica.
  • Usa las moras en un batido con plátanos para obtener una deliciosa bebida fría de verano.
  • A medida que envejece la morera, se volverá más alta y producirá más moras.

Advertencias

  • No laves las moras hasta que estés a punto de usarlas.
  • No laves el árbol cuando tenga frutos en él, ya que estos pueden podrirse y caerse del árbol.

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Categorías: Cultivo de frutas