Las grosellas rojas son un tipo de arbusto que produce bayas rojas hermosas. Son relativamente fáciles de cuidar y el esfuerzo invertido da una buena recompensa. No obstante, puedes asegurarte de que las grosellas rojas crezcan saludables y libres de plagas y enfermedades si las podas. Lo fundamental que debes recordar es podar el arbusto en invierno para que el centro esté despejado.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Realizar una poda básica para fomentar el crecimiento

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    Consigue un par de tijeras de mango largo y de mano de buena calidad para podar. Deberás usar las primeras en los tallos gruesos y las últimas en los tallos delgados. Ambas herramientas deben estar afiladas de modo que puedas realizar un buen corte limpio. Si rompes los tallos, la herida no sanará de forma rápida ni limpia.
    • Puedes usar estos métodos para podar las grosellas blancas y silvestres.
    • Estos métodos no funcionarán bien con las grosellas negras. Estas grosellas tienen diferentes necesidades a diferencia de las grosellas rojas en lo que respecta a podarlas.[1]
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    Despeja el centro del arbusto a finales de invierno o principios de primavera. Usa unas tijeras de mango largo para sacar los tallos entrecruzados en el centro del arbusto de modo que esté libre, como si fuera una jaula o copa. Esto permitirá que el aire y la luz alcancen mejor el centro de la planta, lo cual significará que habrá más crecimiento y menos enfermedades.[2]
    • En la mayoría de los casos, estará bien podar a finales de invierno. Sin embargo, si plantas el arbusto en otoño, debes esperar definitivamente hasta la primavera antes de podarlo.[3]
    • Planifica mantener aproximadamente 10 tallos que crezcan hacia el exterior.[4]
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    Saca los tallos que tengan más de tres años. Lo ideal es que debas tener tallos nuevos y viejos, que tengan entre uno y tres años. Una vez que un tallo tenga cuatro años, deberás podarlo.[5]
    • A diferencia de las grosellas negras, las rojas crecen mejor en los tallos más viejos. Sin embargo, una vez que tengan cuatro años, producirán pocas bayas o ninguna en realidad.
    • Mientras que los tallos más viejos son más oscuros y gruesos, los más jóvenes son más delgados y claros.[6]
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    Deja 1 o 3 yemas en cada tallo que cortes. Asegúrate de que la última yema se encuentre en el lado externo de la planta. De esta forma, crecerá como un tallo hacia el exterior.[7]
    • Al hacer esto, estarás cortando esencialmente un tercio del tallo.
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    Poda los nuevos brotes y tallos hasta que tengan 5 hojas a mitad del verano. El arbusto crecerá bastante entre las estaciones de invierno y verano, así que deberás podarlo de nuevo. Ya que a las bayas les gusta crecer en los tallos viejos, céntrate en podar las nuevas en su lugar.[8]
    • Mantener los tallos viejos permitirá que sigan produciendo bayas.
    • Podar los tallos nuevos ayudará a fomentar el crecimiento y crear una planta frondosa.
    • Intenta terminar de podar cuando una hoja esté en dirección hacia el exterior en lugar de hacia el interior.
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    Corta los chupones, sobre todo en los arbustos recién plantados. Los chupones son tallos delgados y verticales que crecen a partir de las raíces. No se conectan a la base del arbusto. Estos chupones aparecerán en verano, luego de la temporada de crecimiento. Es en este momento en que debes podarlos.[9]
    • Así como el nombre lo implica, los chupones absorben el agua y los nutrientes que podrían ir hacia la planta. Si los sacas, la planta recibirá más agua y nutrientes.
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Evitar las plagas y enfermedades

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    Saca los tallos muertos o enfermos tan pronto como los veas. Los tallos muertos o enfermos tendrán un color más oscuro que los saludables. Es posible que tengan manchas o se vean arrugados. Si los cortas, es probable que la madera esté seca en lugar de húmeda. Ten en cuenta dónde termina el daño. Luego, corta a un par de centímetros (o pulgadas) de distancia.
    • Luego de cortar el tallo, observa la madera que ha quedado expuesta. Si se ve muerta o enferma, poda más. Es posible que debas sacarlo por completo en casos extremos.
    • Recuerda limpiar las tijeras después de que realices cada cortes. Es probable que parezca que es demasiado trabajo, pero no querrás transferir la infección a una parte saludable.
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    Saca los tallos enfermos o infectados para evitar la contaminación. No te deshagas de estos tallos colocándolos simplemente en el tacho de basura o contenedor para compost. Si hay alguna plaga en estos, seguirá viviendo. También es posible que las enfermedades se propaguen en el compost y lo contaminen. Quema los tallos si es posible.[10]
    • Si no puedes quemar los tallos, trátalos con un fungicida o pesticida destinada para las enfermedades.
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    Limpia las herramientas con alcohol o lejía después de usarlas. Rocía alcohol sobre las tijeras y límpialas con un paño. Si no tienes ninguno de estos líquidos a la mano, usa una solución compuesta por 1 parte de lejía y 10 partes de agua en su lugar.
    • Si vas a podar un tallo muerto o enfermo, deberás limpiar las tijeras después de cada corte que hagas. Si no lo haces, correrás el riesgo de transferir la infección.
    • Si no has usado las tijeras por un tiempo o si ya las usado en otras plantas, límpialas antes de podar las grosellas.
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    Mantén poco follaje en la parte inferior del arbusto para controlar las plagas. Las grosellas rojas son especialmente susceptibles a los insectos voladores. Mantener la base del arbusto libre de hojas ayudará a impedir estas plagas.[11]
    • Las hojas crecen en los tallos delgados, así que debes tener un par de tijeras de jardinería lo suficientemente grandes para cortarlos.
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    Asegúrate de que los tallos no toquen el suelo una vez que estén cargados de vayas. Tendrás que pensar con anticipación y usar tu juicio para esto. Toma un tallo que esté cerca del suelo y tira de él con cuidado hacia abajo para estimular el peso de las bayas. Si el tallo llega al suelo, recórtalo.[12]
    • Esto en verdad no fomentará una nueva cosecha, pero evitará que tu cultivo toque el suelo y se pudra.
    • Otra razón por la que no debes dejar los tallos colgando demasiado cerca del suelo es porque es posible que se enreden en las hierbas.
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Consejos

  • Recuerda aplicar fertilizante en primavera. Un estiércol bien fermentado funcionará bien.[13]
  • Si la planta está en una maceta, riégala con un fertilizante en líquido cada dos semanas entre finales de invierno y principios de primavera.[14]
  • Puedes podar las grosellas rojas de la misma forma que podas las blancas. No obstante, no podrás podarlas de la misma forma que las negras.
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Cosas que necesitarás

  • tijeras de jardinería de mango largo
  • tijeras de mano
  • guantes de jardinería

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Categorías: Siembra y cultivos
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