Una máscara de gas, también conocida como respirador purificador de aire, se encarga de filtrar los gases químicos y las partículas del aire. Si se usa de manera correcta, puede protegerte de los efectos de respirar un aire contaminado con gas, vapor o partículas. Asegúrate de contar con los filtros adecuados para la máscara de gas que utilizarás y que esta te encaje muy bien en la cara. Puedes almacenar adecuadamente una máscara de gas y asegurarte de que sus filtros estén al día a fin de tenerla lista en caso de algún desastre.

Método 1
Método 1 de 3:
Utilizar una máscara de gas

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    Aféitate o depílate el vello facial. Una máscara de gas debe encajarte a la perfección en la cara. En ese sentido, el vello facial como el de una barba, las patillas o un bigote puede impedir que se cree un sellado adecuado. Por ello, asegúrate de afeitarte o depilarte el vello facial antes de probarte o usar una máscara de gas a fin de cerciorarte de que se cree un sello hermético.[1]
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    Quítate cualquier joya o sombrero que tengas. Las joyas tales como los pendientes, y los sombreros o chalinas pueden impedir que la máscara de gas genere un sellado apropiado. Por ello, antes de ponerte una, quítate cualquiera de estos artículos que puedan obstaculizar el ajuste correcto.[2]
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    Coloca el filtro de acuerdo a las instrucciones del fabricante. Existen muchos tipos distintos de máscaras de gas, por lo que la forma y el momento en el que se deba colocar el filtro varía según el fabricante. Llama o envíale un correo electrónico al fabricante de la máscara de gas y pregúntale sobre la forma correcta de colocar el filtro y cuándo es adecuado hacerlo.
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    Utiliza las correas para asegurar la máscara de gas a la cara. La máscara de gas se ajusta a la cabeza del usuario por medio de unas correctas. Por lo tanto, colócatela en la cara y ajusta las correas hasta que la máscara te encaje firmemente en la cabeza.[3]
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    Respira como lo harías normalmente. Una máscara de gas te protegerá de los contaminantes al filtrar los químicos y otros agentes nocivos. Una vez que te la pongas, respira con normalidad. Los contaminantes serán eliminados del aire a medida que este pasa a través del filtro.[4]
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    Déjate la máscara de gas puesta aun cuando no puedas hablar con ella. Es posible que no puedas hablar mientras usas la máscara de gas. Algunas sí cuentan con esta capacidad, lo que te permitirá hablar mientras las usas, pero otras te impedirán hacerlo. Consulta con el fabricante en caso de que tengas algunas preguntas sobre las capacidades de la máscara para permitirte hablar.[5]
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Método 2
Método 2 de 3:
Comprar y probar una máscara de gas

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    Escoge el tipo adecuado de máscara de gas. Una máscara de gas puede protegerte de diversos contaminantes presentes en la atmósfera, dependiendo de cuáles sean. Algunas máscaras de gas protegen de sustancias biológicas; mientras que otras, de sustancias químicas. Compra una que tenga la aprobación de una agencia gubernamental respetable para protegerte de peligros específicos. Por ejemplo, si vives en los Estados Unidos, una buena alternativa es una máscara de gas certificada por el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud (NIOSH, por sus siglas en inglés).[6]
    • Una máscara de gas no te protegerá de contaminantes relacionados con el fuego como el humo.
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    Compra los filtros adecuados. Una máscara solo es efectiva si se emplea el filtro correcto. Necesitarás un filtro distinto para cada tipo de amenaza que puedas afrontar. Ten en cuenta que no existe un filtro único para todo. Por ejemplo, si la amenaza es un ataque químico con gas de cloro, necesitarás uno especialmente fabricado para filtrar dicho tipo de gas del aire. Si también te enfrentas a un gas lacrimógeno, necesitarás un filtro específico para eso.[7]
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    Prueba la máscara de gas. Si quieres asegurarte de que la máscara de gas funcione correctamente, necesitarás probarla. Si recibiste la máscara de gas de tu empleador u otra organización, realiza una prueba para asegúrate de que funcione. Si la compraste por tu cuenta, ponte en contacto con el fabricante para que te indique cómo probarla en casa.[8]
    • Como todas las máscaras son distintas, asegúrate de consultar con tu empleador o con el fabricante para determinar exactamente cómo probarla.
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Método 3
Método 3 de 3:
Mantener la máscara de gas lista para desastres

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    Guarda la máscara siguiendo las instrucciones del fabricante. Es importante que una máscara de gas se almacene de manera adecuada. Consulta con el fabricante y pregunta cómo debe almacenarse. Procura hacerlo en una caja sellada y guarda esta en un lugar frío, oscuro y seco como un clóset.[9]
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    Mantén los filtros al día. Revisa frecuentemente las fechas de caducidad de los filtros. Si un filtro ha caducado, deséchalo de acuerdo con las instrucciones del fabricante. También asegúrate de estar al día con los tipos de filtros que podrías necesitar dependiendo de los peligros potenciales en el lugar donde vives.[10]
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    Revisa la máscara con regularidad. Debes revisar la máscara de gas una vez al mes para asegurarte de que los materiales no se hayan degradado. Verifica los sellos en la máscara de gas y busca la presencia de grietas o signos de desgaste. Si notas alguna grieta en los materiales de la máscara de gas, deberás enviarla a que la revise un profesional antes de necesitarla durante un desastre.
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