Este artículo fue coescrito por Matthew Rava. Matthew Rava es experto en reparación de autos, además del cofundador y director de Marketing of Brakes to You. Se especializa en reparación de autos en lo concerniente a frenos. Matthew obtuvo una licenciatura en la Universidad de West Chester en Pensilvania.
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Mientras frenas para detenerte ante un semáforo descubres que los frenos están flojos y el pedal bajo. Esto puede ser una señal de que ha entrado aire en las líneas de freno y quizá sea necesario purgarlas para solucionarlo. Es un trabajo que requiere de dos personas que trabajen de forma coordinada, y el resultado ofrece mayor firmeza al pedal del freno así como un sistema de frenos más activo.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Prepararse
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1Confirma que necesitas purgar las líneas de freno. El descenso del pedal del freno suele significar que las líneas de freno necesitan purgarse. Sin embargo, es muy importante confirmar que el descenso del pedal no esté causado por algo más.
- Haz esta sencilla comprobación cuando estés parado y esperando en un semáforo en rojo. Con el pie, ejerce una presión constante sobre el pedal del freno. ¿Desciende el pedal ligeramente, aunque sea muy poco? En caso de que sea así, tendrás que hacer que un técnico cualificado en automoción (certificado ASE) revise el sistema de frenos para que confirme que el origen no se debe a otra causa. En caso de que el pedal mantenga la presión constante, no habrá aire en el sistema.
- El descenso del pedal del freno también puede estar causado por otras cosas que pueden ser muy peligrosas. Por ejemplo, es posible que los pedales de freno también desciendan en caso de que haya un problema hidráulico, como un cilindro maestro defectuoso, una fuga en el cilindro de la rueda trasera, o una pinza o ABS en mal estado. Por tanto, es importante descartar estas peligrosas posibilidades a través de una revisión profesional antes de continuar.
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2Sitúa el vehículo en una superficie plana. Los vehículos con transmisión automática deben estar en la posición de estacionamiento y los vehículos con transmisión normal deberán tener engranada la primera marcha. El freno de emergencia (o de estacionamiento) deberá estar activado en todo momento.
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3Retira cualquier tapacubos y levanta el vehículo asegúrandolo sobre soportes de gato. Quita las cuatro ruedas.
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4Abre el capó y localiza el depósito de líquido de frenos del cilindro maestro. Es un depósito transparente del tamaño de un puño (o mayor) que está atornillado a la pared ignífuga del vehículo en el lado del conductor y conectado a un objeto de aluminio que tiene tubos de metal que sobresalen de sus lados. Estas líneas de metal son las líneas de freno que dirigen el líquido de frenos hidráulicos a cada rueda individual y que hacen que tanto los componentes de los discos como de los tambores de frenos detengan el vehículo.
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5Vacía el líquido de frenos viejo y sucio que haya en el depósito del cilindro maestro. Llena el cilindro maestro con líquido de frenos limpio y transparente, asegurándote de que sea del tipo adecuado para tu vehículo. En caso de que tengas preguntas, pide ayuda al dependiente de la tienda para que busque el líquido de frenos de tu vehículo cuando lo compres.
Parte 2
Parte 2 de 3:Purgar los frenos
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1Ve a la rueda trasera derecha, limpia cualquier suciedad de la zona del tornillo de purga del freno y quita el tapón de goma para el polvo. Usa una llave de punta cerrada para aflojar la rosca del purgador. Toma un trozo de manguera de goma de vaciado y pon una punta en la rosca del purgador y la otra punta dentro de una botella de plástico transparente.
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2Sujeta la llave mientras sostengas la botella de plástico. Pide a tu ayudante que bombee lentamente el freno hasta que el líquido sucio salga de las líneas de freno hacia la botella. Permite que salga suficiente líquido para que la punta de la manguera de goma quede sumergida en el líquido de frenos. (Revisa con frecuencia el cilindro maestro de freno para asegurarte de que esté lleno de líquido de frenos).
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3Cuando el líquido de frenos se vuelva transparente, pide a tu ayudante que mantenga el pedal en el suelo. Cierra con la llave el tornillo del purgador y pide a tu ayudante que bombee el pedal 3 veces y lo mantenga. Abre brevemente el tornillo purgador para permitir que el líquido salga por la manguera de goma. Pide a tu ayudante que te avise cuando el pedal del freno esté en el suelo y que lo mantenga allí hasta que cierres el tornillo purgador. Repite este proceso dos veces más (recuerda revisar con frecuencia el nivel de líquido del cilindro maestro, para que no se quede seco). Después de la tercera vez, aprieta el tornillo purgador y repite este proceso en las otras tres ruedas siguiendo este orden: trasera izquierda, delantera derecha y delantera izquierda.
- En función del vehículo, el procedimiento de purga variará dependiendo de qué rueda deba purgarse primero, en segundo lugar y sucesivamente. La secuencia descrita en el paso anterior es válida para gran cantidad de vehículos, sin embargo, es posible comprobarlo en una página web como Alldata o similar para verificar la secuencia de purgado.
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4Para asegurarte de que los frenos no estén esponjosos ni tengan ninguna fuga en el sistema, realiza esta prueba cuando hayas acabado el purgado de los frenos. Con el motor apagado, pide a tu ayudante que pise a fondo el pedal del freno y comprueba las cuatro ruedas en busca de fugas. Una vez hecho esto, pídele que pise el pedal del freno con el pie. Deberá desplazarse entre 2,5 y 7,6 cm (1 a 3 pulgadas) y pararse. El pedal del freno deberá sentirse muy duro en este punto.
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5Deshazte de cualquier excedente de líquido de frenos de forma correcta y segura. Recuerda que el líquido de frenos se considera un residuo peligroso y nunca debe verterse por el desagüe o el inodoro, en la tierra del patio, en la basura, o por el alcantarillado y la fosa séptica.[1] Habla con tu tienda de automoción local o busca los puntos de recogida de residuos peligrosos.[2]
Parte 3
Parte 3 de 3:Probar los frenos
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1Vuelve a colocar las cuatro ruedas y aprieta a mano todas las tuercas de la llanta. Baja el vehículo al suelo y aprieta las tuercas de la llanta con el par adecuado. Cambia los tapacubos en caso de que sea necesario.
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2Haz una prueba de conducción para verificar que los frenos funcionen correctamente. En caso de que todavía haya problemas, haz que un técnico certificado en automoción ASE revise tu vehículo.
Consejos
- Mantén siempre lleno el depósito de líquido de freno.
- Sigue los procedimientos de seguridad adecuados cuando eleves un vehículo.
- Evita que el líquido de freno entre en contacto con materiales de goma o plástico.
- Purga las líneas de freno de tu vehículo cada dos años.
Advertencias
- No sueltes el pedal de freno hasta que esté cerrado el tornillo de purga.
- Utiliza únicamente el líquido de freno que esté recomendado para la marca y modelo de tu vehículo.
- El líquido de freno derretirá la pintura de tu vehículo.
- Es posible que las partículas de suciedad contaminen el líquido de freno y hagan que el freno falle.
Cosas que necesitarás
- soportes para gato hidráulico
- herramienta de succión, como una bomba de succión
- llave de punta cerrada
- líquido de freno
- tubo de plástico transparente
- contenedor desechable para desperdicios
- paño suave