Si tienes los pies sudorosos y apestosos, no eres el único. El mal olor en los pies es un problema muy común, sobre todo si vives en un entorno caluroso o húmedo. Por fortuna, puedes tratar el mal olor de los pies y deshacerte de él para siempre de varias formas distintas.

Método 1
Método 1 de 10:
Lávate los pies una vez al día.

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    Las bacterias en los pies se acumulan con el tiempo. Entra a la ducha o la bañera todos los días y lávate los pies con un jabón antibacteriano. Refriega toda la superficie con un paño o un estropajo, y no olvides limpiarte entre los dedos. Enjuágate bien los pies con agua tibia y luego sécalos por completo con una toalla limpia.[1]
    • Asegúrate de lavar el paño o el estropajo con frecuencia para que no acumule bacterias.
    • Es muy importante que te seques bien los pies. La humedad genera bacterias que pueden ocasionar un mayor olor.

Método 2
Método 2 de 10:
Lima la piel seca.

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    La piel muerta y seca acumula humedad que puede generar bacterias. Si observas que hay zonas duras de piel muerta en los pies, límala con suavidad usando una lima para pies hasta deshacerte de ellas. Hazlo con suavidad al principio y ten cuidado con las demás partes del pie, ya que las limas para pies pueden ocasionar irritación.[2]
    • Puedes conseguir una lima para pies en una farmacia local o tienda de artículos para el hogar.
    • Si tienes dificultades para limarte los pies, prueba a hacerlo apenas salgas de la ducha. La piel estará un poco más suave, por lo que debe ser más fácil de quitar.

Método 3
Método 3 de 10:
Prueba con remojar los pies en vinagre.

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    El vinagre mata los hongos que podrían ocasionar mal olor en los pies. Mezcla 2 partes de agua y 1 parte de vinagre blanco o de sidra de manzana en un cubo o cubeta grande. Revuélvelos y remoja los pies en la mezcla por 20 minutos. Luego, enjuágatelos. Puedes hacerlo una vez por semana para deshacerte del mal olor en los pies con el tiempo.[3]
    • Si tienes alguna llaga o herida abierta en los pies, no debes remojarlos en vinagre, ya que es muy irritante y podría ocasionarte dolor.

Método 4
Método 4 de 10:
Remoja los pies en sal de Epsom.

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    Puedes hacerlo si tienes la piel muy sensible como para remojar los pies en vinagre. La sal de Epsom extrae la humedad de la piel, y esto puede hacer que tus pies sean menos atractivos para las bacterias que les ocasionan mal olor. Si quieres preparar una solución de sal de Epsom para remojar los pies, vierte 1/2 taza (65 g) de sal de Epsom en una cubeta grande con agua caliente. Remoja los pies en la mezcla por entre 10 y 20 minutos una vez por semana.[4]
    • Puedes conseguir sal de Epsom en la mayoría de los supermercados.

Método 5
Método 5 de 10:
Usa sandalias o zapatos abiertos con frecuencia.

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    Estos dejarán que el aire fluya alrededor de los pies y los mantendrá frescos. Si llegas a sudar con un zapato abierto, el sudor se evaporará con rapidez y tus pies no olerán tan mal. Durante los meses más fríos, prueba con usar zapatos de cuero o de lona para que tus pies puedan "respirar".[5]
    • Evita los zapatos de goma y de plástico, ya que pueden hacer que los pies suden más.

Método 6
Método 6 de 10:
Usa calcetines que absorban la humedad.

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    Estos calcetines ayudarán a absorber el sudor y el olor. Opta por calcetines de algodón o de lana para asegurarte de que tus pies puedan respirar, incluso al sudar. Intenta evitar los calcetines o medias sintéticos, ya que pueden hacer sudar más los pies.[6]
    • Busca calcetines especiales para atletas que están diseñados para absorber una gran cantidad de sudor.

Método 7
Método 7 de 10:
Cámbiate de calcetines todos los días.

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    Los calcetines absorben mucho sudor (y, por ende, olor). Evita volver a usar tus calcetines, sobre todo por varios días seguidos. Si tus pies sudan mucho a lo largo del día, incluso podrías llevar un par adicional de calcetines y cambiártelos en algún momento.[7]
    • Siempre usa zapatos cerrados con calcetines.

Método 8
Método 8 de 10:
Alterna los zapatos.

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    Deja que tus zapatos se aireen por 24 horas antes de volver a usarlos. De serte posible, intenta alternar los días en los que uses determinados zapatos. Esto hará que no estén tan apestosos, y tu guardarropa también tendrá cierta variedad.[8]
    • Quizás te sea de ayuda tener unos cuantos pares de zapatos del mismo estilo. Por ejemplo, podrías comprar dos pares de zapatillas para correr por si acaso vayas al gimnasio dos días seguidos.

Método 9
Método 9 de 10:
Añádeles bicarbonato de sodio a tus zapatos.

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    Un poco de bicarbonato de sodio puede absorber el olor y el sudor. Cuando te quites los zapatos por el resto del día, espolvoréales una capa delgada de bicarbonato de sodio por dentro y déjalo allí de un día para otro. Antes de volver a ponerte los zapatos, tan solo vacía el bicarbonato de sodio en la basura para que tus zapatos tengan un olor más fresco.[9]
    • Si tus pies empiezan a sentirse secos o irritados, deja de usar bicarbonato por unos días. Quizás debas tomarte descansos periódicos de usarlo.

Método 10
Método 10 de 10:
Desinfecta tus zapatos.

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    Mata las bacterias que hayan estado acumulándose en tus zapatos. Saca la plantilla del zapato y consigue un desinfectante multipropósito en aerosol que contenga etanol. Luego, rocía generosamente las plantillas y deja que se aireen por 24 horas. Al volver a colocarlas en los zapatos, tendrán mucho mejor olor.[10]
    • Asegúrate de que la plantilla esté completamente seca antes de volver a colocarla en el zapato.

Consejos

  • En ocasiones, un profesional médico debe tratar el mal olor en los pies. Si ninguno de estos métodos surte efecto, programa una cita con tu doctor para hablar sobre tus opciones.[11]

Acerca de este wikiHow

Sarah Gehrke, RN, MS
Coescrito por:
Enfermera registrada
Este artículo fue coescrito por Sarah Gehrke, RN, MS. Sarah Gehrke es enfermera registrada y terapeuta de masajes licenciada en Texas. Sarah tiene más de 10 años de experiencia enseñando y practicando flebotomía y terapia intravenosa (IV) utilizando apoyo físico, psicológico y emocional. Recibió su licencia de Terapeuta de Masajes en el Instituto de Terapia de Masajes de Amarillo en 2008 y un master en Ciencias de Enfermería en la universidad de Phoenix en 2013. Este artículo ha sido visto 2 222 173 veces.
Categorías: Cuidado de los pies
Resumen del artículoX

Una forma fácil de quitar el mal olor de los pies es exfoliarlos con un paño y un jabón antibacteriano cada vez que te bañes. Cuando termines, sécalos por completo y, si no tienes la piel agrietada, frótales un desinfectante de manos para eliminar los gérmenes y las bacterias restantes. Usa unos zapatos abiertos si es posible. Si los zapatos tienen mal olor, aplícales un poco de bicarbonato para absorber la humedad y el mal olor durante todo el día. Si eres diabético o tienes mala circulación, debes consultar con un profesional de la salud antes de probar estos remedios.