El polvo de freno se acumula en las ruedas y los tapacubos como parte normal de parar y arrancar el auto. La presión de los rotores de freno hace que las diminutas partículas se desprendan de las pastillas de freno mientras el conductor presiona los frenos del vehículo. Aunque el polvo de freno a menudo solo es algo desagradable, si no lo tratas, puede provocar la aparición de marcas y manchas en las ruedas de aluminio que serán difíciles de eliminar. Además, se cree que inhalar algunos tipos de polvo de freno durante periodos de tiempo prolongados contribuye al cáncer, aunque raras veces.[1] Para mantener tus ruedas en buenas condiciones (y posiblemente tu salud), límpialas regularmente como parte del mantenimiento de tu vehículo.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Prepararse para limpiar

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    Estaciónate en una superficie plana y segura con un buen drenaje.
    • Coloca la palanca de velocidades en “park” (estacionar) y pon el freno de mano. No te estaciones en una inclinación escarpada (como una cuesta) debido a que siempre es una preocupación el hecho de que el vehículo podría rodar al momento de realizar cualquier tipo de mantenimiento (aunque es poco probable).
    • Ya que para este método vas a usar jabón o limpiadores de ruedas comerciales, no debes estacionarte en un lugar donde el agua de enjuague se encuentre con un desagüe pluvial. En vez de ello, estaciónate en tu césped. Este absorberá el agua y los químicos sin contaminar el suministro de agua de tu zona.
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    Retira los tapacubos de las ruedas de tu auto.
    • Puedes quitar la mayoría de los tapacubos modernos jalándolos con tus dedos o una herramienta extractora de punta ancha.[2] Sin embargo, algunos tipos selectos de tapacubos están asegurados con tuercas o tornillos de plástico. Si no estás seguro de qué tipo de tapacubos tienes, consulta tu manual del usuario. Tratar de extraer tuercas atornilladas puede romperlas.
    • Puedes (y debes) lavar, enjuagar y secar los tapacubos por separado de las ruedas de aluminio. No olvides lavar el interior de los tapacubos, ya que el polvo de freno también se asienta allí.
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    Asegúrate de que las ruedas estén frías antes de empezar.
    • El proceso de frenado genera una fricción intensa entre la pastilla de freno y el disco (o rotor). Después de frenar bruscamente, es posible que el disco u otras partes de la rueda se calienten mucho. Para evitar quemaduras dolorosas, deja que se enfríen las ruedas antes de empezar si acabas de conducir el vehículo.
    • Para determinar si tus ruedas están o no calientes, coloca con cuidado el dorso de tu mano sobre la rueda una vez que hayas quitado los tapacubos. Retrocede y deja que tu auto se enfríe durante unos minutos si sientes algún calor radiante.
    • Ten en cuenta que el exceso de calor después de conducir puede ser una señal de problemas con los frenos.[3] Considera hacer que examinen tus pastillas de freno si notas que la rueda emite mucho calor.
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    Considera ponerte una mascarilla y guantes al momento de trabajar cerca del polvo de freno.
    • Es importante tener en cuenta que hay algunas pruebas de que la exposición al polvo de freno, con el tiempo, puede contribuir con un tipo de cáncer llamado mesotelioma.[4] Sin embargo, dicha relación aún no está muy clara y se cree que los efectos causantes de cáncer podrían estar limitados a las pastillas de freno que contienen asbesto.
    • Para estar seguro, debes considerar usar mascarilla de cirujano básica y guantes protectores cada vez que trabajes con polvo de freno. Sin embargo, sin importar qué precauciones tomes (o no tomes), es poco probable que exponerse una sola vez al polvo de freno provoque cáncer.

Parte 2
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Limpiar las ruedas

Usar agua y jabón

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    Haz una mezcla de agua jabonosa tibia.
    • Si quieres hacer un limpiador de polvo de freno fácil y económico, mezcla jabón y agua tibia. Echa 1 cucharadita (cerca de 20 ml) de detergente para platos en un balde y añade agua tibia del fregadero.
    • Revuelve brevemente la mezcla unas cuantas veces con tu mano o un palito antes de empezar.
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    Enjuaga rápido las ruedas.
    • Rocía las ruedas de aluminio con agua de una manguera (no tu agua jabonosa) para soltar la arenilla y la suciedad acumulada. Quitar esta materia indeseable evitará que raspes las ruedas al momento de frotarlas.
    • Para obtener una potencia adicional, enrosca un accesorio en la boquilla de la manguera y usa la configuración de "chorro".
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    Quita el polvo de freno de las ruedas de aleación.
    • Agarra un cepillo de mano pequeño. Mójalo en el agua jabonosa y empieza a frotar la rueda. El polvo de freno saldrá con mucha facilidad, pero podría ser necesario ejercer una presión ligera para quitar los depósitos acumulados. Ten paciencia y tómate tu tiempo, asegurándote de frotar cada centímetro de las ruedas. No olvides las superficies internas, las cuales puedes ver fácilmente si tienes ruedas con radios separados.
    • Los mejores cepillos para este trabajo son los cepillos pequeños para automóviles con cerdas suaves o medianamente rígidas. Algunas tiendas de autopartes venden "cepillos para ruedas" específicamente diseñados para esta tarea, los cuales lucen como las escobillas para el baño.
    • No uses un cepillo rígido y duro (como el de cerdas de acero que usarías para limpiar tu parrilla). Estos cepillos pueden raspar y arruinar el acabado de aluminio de tus ruedas.
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    Considera usar un guante para limpieza.
    • Un accesorio de limpieza que podrías considerar para facilitar tu trabajo se llama guante para limpieza. Tiene la apariencia de un mitón de goma con un cepillo adherido a los dedos. Algunos expertos en mantenimiento de vehículos aseguran que este facilita la limpieza de las grietas difíciles de alcanzar de las ruedas, mientras que otros prefieren usar los cepillos tradicionales.
    • Si deseas experimentar, los guantes para limpieza usualmente están disponibles a un bajo costo en las tiendas de reparación de automóviles. Por lo general, no te cuesta más de $10.[5]
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    Enjuaga cada rueda, retirando todos los residuos de jabón.
    • Una vez que hayas frotado bien tu vehículo, enjuágalo con la manguera para eliminar el polvo y los restos de jabón.
    • Repite el proceso para cada rueda mientras las limpias. Normalmente es más rápido frotar todas las ruedas del auto y luego enjuagarlas, en vez de frotarlas y enjuagarlas por separado, puesto que no perderás mucho tiempo cambiando entre las herramientas para frotar y la manguera.
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    Si es necesario, repite el proceso de frotado.
    • Después de enjuagar, podrías notar que aún quedan algunas manchas en las ruedas. Si este es el caso, frota y enjuaga una vez más hasta estar satisfecho con el resultado.

Usar un líquido de limpieza

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    Agarra un bote de limpiador de ruedas adecuado.
    • Los limpiadores de ruedas comerciales (usualmente cuestan menos de $10)[6] son efectivos para quitar el polvo de freno acumulado. Sin embargo, antes de comprar un bote de limpiador de ruedas, asegúrate de leer la etiqueta ya que algunos limpiadores están formulados solo para ruedas hechas de ciertos tipos de metal y pueden dañar el acabado si los usas de forma inadecuada.
    • En un estudio, la revista Consumer Reports descubrió que los productos de las marcas Eagle One, Meguiars y Mothers están entre los limpiadores más efectivos para limpiar ruedas. Sin embargo, el mismo estudio encontró que Zep Industrial Purple Cleaner & Degreaser (un limpiador para todo uso) es mucho más efectivo.[7]
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    Rocía el limpiador directamente en la rueda.
    • Rocía el limpiador en la rueda (o aplícalo según las instrucciones de la etiqueta). Asegúrate de cubrir todas las áreas de la rueda que deseas limpiar.
    • Ten en cuenta que ciertos tipos de limpiadores de ruedas te recomendarán usar un equipo protector para los ojos, la boca y las manos y no inhalar los vapores del producto. Si no estás seguro de estar protegido de forma adecuada, consulta la etiqueta del producto.
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    Considera usar un limpiador de horno.
    • Si no quieres gastar dinero en un limpiador de ruedas o simplemente no puedes encontrar un producto adecuado para las ruedas de tu vehículo, podrías considerar usar un limpiador de horno. Según algunas fuentes de aficionados, el limpiador de horno es similar a los limpiadores comerciales respecto a su capacidad de eliminar la suciedad y el polvo de freno acumulado en las ruedas.[8]
    • Sin embargo, ten en cuenta que el limpiador de horno no está específicamente diseñado para su uso en ruedas metálicas. Por lo tanto, es posible que usarlo tenga efectos negativos en el acabado de tus ruedas, así que ten cuidado si te preocupa la apariencia de tus ruedas.
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    Deja "remojar" el limpiador.
    • Una vez que hayas aplicado el limpiador de ruedas, espera unos minutos para que el polvo de freno se suelte. El tiempo de espera recomendado podría variar de producto a producto; consulta la etiqueta de tu limpiador para obtener mayor información.
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    Frota con un cepillo de limpieza.
    • Después de dejar remojar el limpiador en la rueda, empieza a frotarla. Aunque puedes hacerlo con cualquier cosa, desde un trapo viejo hasta una escobilla de baño, los cepillos para ruedas de autos generalmente son más efectivos.
    • Según lo indicado anteriormente, para este trabajo debes usar un cepillo de cerdas suaves o medianamente rígidas. Si usas uno más rígido o duro, este podría raspar o arruinar el acabado de tus ruedas.
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    Si es necesario, enjuaga y vuelve a aplicar el limpiador.
    • Al igual que con el método del agua y jabón que describimos anteriormente, debes enjuagar las ruedas con una manguera después de frotarlas, teniendo cuidado de eliminar el exceso de espuma. Como se indicó anteriormente, no dejes que el agua de enjuague se drene en un desagüe pluvial, ya que los químicos del limpiador pueden ser nocivos para el suministro de agua local.
    • Al momento de enjuagar, podrías notar algunas manchas en las ruedas que dejaste pasar. Si este es el caso, aplica una segunda capa y frota y enjuaga una vez más.

Parte 3
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Completar la tarea

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    Seca de inmediato cada rueda.
    • Una vez que estés contento con el aspecto de tus ruedas, no esperes para secarlas. Si lo haces, algunas gotitas de agua podrían secarse en ellas, lo cual les dará un aspecto manchado desagradable. Ya que has trabajado duro para dejar tus ruedas con un aspecto impecable, no olvides este paso muy importante.
    • Las mejores toallas para realizar este trabajo son las toallas de felpa viejas y desgastadas o las toallitas limpiadoras para todo uso.[9] Debes usar una toalla suave para no dejar marcas en forma de remolinos. Sin embargo, las toallas de alta calidad (como las hechas de microfibra) pueden arruinarse si las usas en las ruedas, incluso después de haberlas limpiado.
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    Considera aplicarles cera para protegerlas a largo plazo.
    • La cera en pasta de alta calidad puede ayudar a mantener tus ruedas impecables evitando que el polvo de freno se acumule y deje marcas en el futuro. Antes de volver a colocar los tapacubos, considera encerar las ruedas; no te tomará mucho tiempo y es una buena inversión a largo plazo.
    • Para obtener una máxima protección, aplica cera en las ruedas cada seis meses como parte de su mantenimiento regular.[10]
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    Vuelve a colocar cada tapacubos.
    • Después de haber terminado de limpiar, enjuagar y secar las ruedas, ya casi has acabado. Vuelve a colocar los tapacubos del auto (los cuales debes remojar y limpiar por separado) para terminar esta tarea.
    • ¡Felicitaciones! Acabas de quitar el polvo de freno de las ruedas de tu vehículo, lo cual te permitirá garantizar que lucirán y funcionarán muy bien en el futuro cercano.

Consejos

  • El polvo de freno provoca daños permanentes si no lavas tus ruedas con regularidad. Las ruedas de aluminio soportarán las manchas permanentes del polvo.
  • Pide pastillas de freno de alta calidad cuando le hagan mantenimiento a tus frenos. De este modo, no se acumulará mucho polvo de freno y además tendrás una mejor potencia de frenado.
  • Lava regularmente tus ruedas para que no se acumule en exceso el polvo de freno.
  • Instala protectores de polvo de freno entre los rotores de freno y las ruedas. Dichos protectores alejan el polvo de freno. Si conduces un vehículo de alto rendimiento, invierte en un juego de protectores de polvo de freno ventilados para que los frenos se enfríen más rápido después de detener el auto.
  • Haz que revisen los frenos de tu auto de acuerdo a las especificaciones del fabricante. Los frenos bien mantenidos son más eficientes y liberan menos polvo.

Advertencias

  • El polvo de freno puede dañar tus pulmones. Lava y limpia los frenos en un área abierta y bien ventilada.

Cosas que necesitarás

  • Un balde
  • Un detergente para platos
  • Agua tibia
  • Un guante para limpieza (opcional)
  • Una manguera de jardín
  • Un accesorio para manguera
  • Toallas viejas
  • Un limpiador para ruedas comercial
  • Un limpiador de horno (opcional)

Acerca de este wikiHow

Rocco Lovetere
Coescrito por:
Máster en Mecánica
Este artículo fue coescrito por Rocco Lovetere. Rocco Lovetere es un máster en Mecánica en Rocco’s Mobile Auto Repair en California, del cual es dueño junto con su familia. Tiene la certificación de Excelencia en Servicio Automotriz (ASE, por sus siglas en inglés) y trabaja en reparaciones de automóviles desde 1999. Este artículo ha sido visto 10 850 veces.