Si bien la secreción vaginal puede ser vergonzosa, no suele ser un motivo de preocupación. Es normal que la vagina produzca una secreción entre transparente y lechosa todos los días durante su proceso de limpieza. Por lo general, la secreción normal no tendrá mal olor, pero puede tener un aroma leve.[1] Si tienes una secreción vaginal excesiva, puedes reducirla haciendo cambios en tu hábitos de cuidado personal o de estilo de vida. Sin embargo, visita a un médico si tienes una secreción vaginal anormal.

Método 1
Método 1 de 3:
Mantener la vagina limpia y seca

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    Reconoce la secreción transparente o lechosa como algo normal y saludable. La vagina se limpia a sí misma naturalmente todos los días produciendo la secreción. Esta secreción no debe tener mal olor ni producir comezón, pero es posible que percibas un aroma leve. Además, puede que sientas humedad. En el transcurso del ciclo menstrual, la secreción cambiará de espesor y color. No te preocupes si la secreción es transparente o lechosa y no produce mal olor.[2]
    • Puedes tener mucha o poca secreción, ambas cosas son normales.
    • La secreción generalmente será más espesa y viscosa en el tiempo de la ovulación, que ocurre más o menos a los 14 días después del primer día del período.
    • Además, la secreción puede lucir más espesa y lechosa justo antes del periodo.
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    Lávate el área vaginal externa solo con agua y un jabón suave. Mantener el área vaginal limpia impedirá el crecimiento de bacterias que puedan causar una infección. Sin embargo, usar los productos incorrectos puede producir un exceso de secreción. Límpiate el área vaginal usando agua y un jabón suave y sin fragancia. Asegúrate de enjuagar todo el jabón.[3]
    • Puedes probar lavados femeninos hechos especialmente para el área vaginal. Sin embargo, asegúrate de que sean inodoros.
    • No te laves el interior de la vagina, porque desequilibrará el pH natural y posiblemente aumentará la secreción. Solo debes limpiarte el área externa.
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    Límpiate de adelante hacia atrás después de usar el baño para prevenir las infecciones. No debes dejar que las bacterias que están en torno al área anal se introduzcan en la vagina. Si las bacterias ingresan a la vagina, pueden producir una infección que a su vez ocasione una secreción anormal. Afortunadamente, puedes evitarlo limpiándote siempre de adelante hacia atrás después de la micción o la evacuación intestinal.[4]
    • Está bien usar paños húmedos para limpiarte, pero no los uses si tienen fragancia.
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    Usa ropa interior de algodón durante el día para que la vagina pueda respirar. Si el área vaginal se calienta y suda, es más fácil que la levadura prolifere, lo cual puede producir una infección. Además, puede hacer que el cuerpo produzca naturalmente más secreción para mantener limpia la vagina. Para evitarlo, usa siempre ropa interior que sea 100 % de algodón para que la vagina pueda respirar.[5]
    • Cámbiate de ropa interior al menos una vez al día para que esté limpia.
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    Quítate la ropa interior por la noche para que la vagina se mantenga seca. Dejar circular el aire en torno al área vaginal mantendrá seca la vagina, lo cual puede impedir la proliferación de bacterias o levaduras que puedan causar una secreción anormal. Antes de ir a dormir, quítate la ropa interior y la parte de abajo del pijama. Esta medida puede impedir que el sudor y la humedad alteren el equilibro natural de la vagina.[6]
    • Está bien usar ropa interior si tienes el periodo y te sientes más cómoda usando una toalla sanitaria adicional.
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    Evita usar ropa ceñida, pues puede aumentar la secreción. La ropa ceñida retiene el sudor y la humedad, lo cual se convierte en un caldo de cultivo para las levaduras y las bacterias. Esto puede conducir a una secreción vaginal anormal o excesiva. Afortunadamente, puedes evitarlo fácilmente usando ropa holgada y transpirable.[7]
    • Por ejemplo, usa pantalones que nos sean demasiado ceñidos u opta por una falda suelta.
    • La ropa como mallas, pantimedias, pantalones ajustados, trajes de baño, leotardos y pantalones cortos de bicicleta pueden producir un exceso de secreción, pues no dejan respirar el área vaginal.
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    Usa un protegeslip si la secreción te molesta. Es completamente normal que algunas mujeres produzcan de forma natural mucha secreción. Si sigues teniendo un exceso de secreción, un protegeslip puede ayudarte a mantener limpia la ropa interior. Escoge uno fino para que no lo notes. Luego, cámbialo cuando quieras sentirte fresca.[8]
    • Es posible que solo necesites un protegeslip durante momentos determinados del ciclo. Por ejemplo, es normal que la vagina produzca más secreción en torno a la mitad del ciclo menstrual, cuando ovulas.

Método 2
Método 2 de 3:
Evitar la irritación vaginal

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    Evita usar duchas vaginales y productos personales perfumados en la vagina. Aunque es posible que hayas oído que las duchas vaginales limpian la vagina, estas pueden realmente causar problemas. La vagina se limpia a sí misma de forma natural y debe tener un olor suave. Interrumpir el ciclo natural del cuerpo hará probablemente que aumente la secreción vaginal, así que no uses ningún producto de cuidado personal en el interior de la vagina, incluyendo las duchas.[9]
    • De manera similar, los lavados que contienen fragancias para ocultar el olor natural pueden producir una secreción y una irritación no deseadas.
    • Si sientes que necesitas una ducha vaginal, habla con el médico sobre tus inquietudes.
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    Usa un detergente para ropa sin fragancia si los olores te molestan. En algunos casos, el detergente que usas para lavar la ropa interior puede causar irritación en la piel. Si la piel que rodea la vagina se irrita, puedes tener un exceso de secreción. Afortunadamente, puedes evitarlo fácilmente usando un detergente inodoro.[10]
    • Lee la etiqueta del detergente para saber si tiene fragancia. Algunos detergentes incluso están etiquetados como “sin fragancia”.
    • Puedes considerar la posibilidad de usar un detergente que esté específicamente hecho para prendas delicadas a fin de lavar tu ropa interior.
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    Usa otra forma de anticonceptivo si los espermicidas te producen la secreción. Aunque muchas mujeres pueden usar espermicidas sin problemas, es posible que estos te irriten la vagina. Incluso es posible que te produzcan un exceso de secreción. Para asegurarte, habla con el médico al respecto. Si cree que un espermicida puede ser problemático, pregúntale acerca de otras opciones de anticonceptivos.[11]
    • Es posible que debas probar varias formas de anticonceptivos antes de encontrar el que sea adecuado para ti.
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    Evita los hidromasajes porque pueden alterar el pH de la vagina. Si se altera el pH natural, la vagina producirá naturalmente más secreción. Si bien los hidromasajes pueden ser relajantes, también son cálidos, húmedos y pueden contener bacterias. Es mejor evitar los baños calientes si te preocupa la secreción vaginal.[12]

Método 3
Método 3 de 3:
Diagnosticar una secreción anormal

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    Habla con un médico si un medicamento o una enfermedad puede ser la causa. Algunas veces el exceso de secreción es producto del medicamento que tomas, de los productos de cuidado personal que usas o de una enfermedad que tengas. Si tienes un exceso de secreción y no sabes por qué, pídele al médico que te ayude a averiguar la causa. Las siguientes son algunas causas posibles de la secreción vaginal anormal:[13]
    • duchas vaginales
    • antibióticos
    • pastillas anticonceptivas
    • diabetes
    • algunas infecciones
    • embarazo
    • estrés
    • productos perfumados para el cuidado femenino
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    Busca un tratamiento para la infección por levaduras si tienes una secreción blanca y grumosa. Una secreción blanca que parezca requesón es un indicio de una infección por levaduras. Por lo general, si tienes una, tendrás también comezón, hinchazón y dolor alrededor de la vulva. Además, las relaciones sexuales pueden ser dolorosas o incómodas. Si tienes estos síntomas, habla con un médico para averiguar si padeces una infección por levaduras.[14]
    • El médico puede prescribirte un tratamiento corto para la infección, que consistirá en una crema, un supositorio o una pastilla. Si tomas el medicamento prescrito tal y como se te indique, te sentirás mejor en 2 o 3 días.
    • Es posible que puedas usar un tratamiento para la infección por levaduras de venta libre. Sin embargo, es mejor buscar antes un diagnóstico oficial.[15]
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    Visita al médico si hay una posibilidad de que tengas vaginosis bacteriana. Si las bacterias proliferan excesivamente en tu vagina, puedes desarrollar una vaginosis bacteriana. Este trastorno produce una inflamación alrededor de la vagina, así como una secreción apestosa. Para recuperarte, tendrás que tomar el medicamento que te haya prescrito el médico. Visita al médico si tienes los siguientes síntomas:[16]
    • secreción vaginal blanca, gris o amarilla
    • olor a pescado (especialmente después del sexo o del baño)
    • comezón
    • ardor
    • enrojecimiento e hinchazón alrededor de la vagina o la vulva
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    Hazte una prueba de tricomoniasis si tienes una secreción espumosa y fétida. La tricomoniasis es una infección de transmisión sexual (ITS) común que requiere tratamiento médico. Afortunadamente, el médico puede tratarla con un ciclo breve de antibióticos. Visita al médico si tienes los siguientes síntomas:[17]
    • secreción espumosa que sea acuosa, amarillenta o verdosa
    • olor desagradable
    • dolor y comezón durante la micción

    Consejo: notarás más los síntomas de la tricomoniasis después del periodo.

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    Habla con el médico si te preocupa la posibilidad de tener una ITS. Algunas veces, una secreción anormal puede ser producto de una ITS. Aunque no es algo de lo que debas preocuparte, necesitarás tratamiento para que puedas sentirte mejor. Visita a un médico para que te haga un examen y sepas si es una ITS la que te produce la secreción anormal.[18]
    • Por ejemplo, una secreción amarilla puede ser un indicio de gonorrea.

Consejos

  • Es normal que la secreción sea más espesa en el momento de la ovulación, de la excitación sexual o de la lactancia.[19]
  • Controla los niveles de azúcar en la sangre si tienes diabetes. Los niveles altos de azúcar en la sangre no controlados pueden producir una secreción excesiva o anormal. Para evitarlo, registra diariamente tus niveles de azúcar, sigue las recomendaciones dietéticas del médico y toma los medicamentos como se te indique.[20]
  • Consume probióticos para estimular las bacterias saludables que mantienen el equilibrio de la vagina. Los probióticos pueden ayudar a controlar la secreción vaginal porque contribuyen a mantener los niveles de bacterias digestivas saludables, especialmente de los lactobacilos. Come alimentos que contengan cultivos vivos o alimentos fermentados, como kéfir, encurtidos o chucrut, o habla con un médico sobre la posibilidad de tomar un suplemento probiótico.[21]

Acerca de este wikiHow

Erik Kramer, DO, MPH
Coescrito por:
Doctor en medicina osteopática
Este artículo fue coescrito por Erik Kramer, DO, MPH. El Dr. Erik Kramer es médico de atención primaria en la Universidad de Colorado, especializado en medicina interna, diabetes y control de peso. Recibió su doctorado en Medicina Osteopática en el Touro University Nevada College of Osteopathic Medicine en 2012. El Dr. Kramer es miembro diplomado de la Junta Estadounidense de Medicina de la Obesidad y está certificado por el colegio oficial. Este artículo ha sido visto 1533 veces.
Categorías: Salud vaginal