Todas las personas han tenido sueños muy placenteros y reales, y se han decepcionado al despertarse repentinamente. Quizás intentes dormirte de inmediato con la esperanza de retomar el sueño donde lo has dejado. Desafortunadamente, los sueños no funcionan así. Sin embargo, si usas técnicas de meditación del sueño y te enfocas en la visualización correcta, es posible que puedas regresar a otra versión del sueño que te permita experimentarlo nuevamente de nuevas formas profundas.

Método 1
Método 1 de 3:
Volver a dormir de inmediato

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    No te muevas. Si despiertas en medio de un sueño que quieres retomar, quédate totalmente quieto. Si te mueves al despertarte, el estímulo sensorial de tu entorno comenzará a interferir con los restos del sueño que persisten en tu mente. Esto hará que los elementos recordados del sueño se disipen.[1]
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    Mantén los ojos cerrados. Es mucho más fácil retomar un sueño si mantienes el cuerpo en un estado listo para dormir. Esto significa que debes quedarte quieto, tu cuerpo debe estar relajado y, lo que es más importante, los ojos deben estar cerrados. La luz tiene el efecto de despertar el cerebro, que es lo último que querrás. Si quieres tener la posibilidad de recrear el ambiente de un sueño, tienes que hacerlo rápido, antes de que la impresión que deje desaparezca.[2]
    • Mantener la habitación tan oscura como puedas mientras duermes puede minimizar la estimulación indeseada de la luz.
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    Respira lento y profundo. Controla tu respiración. Procura dar las mismas respiraciones lentas y largas que darías al estirar después de entrenar. Cuanto antes lleves la respiración a la cadencia del descanso, mayores serán las probabilidades de dormirte mientras los componentes del sueño aún están vibrantes en tu mente inconsciente.[3]
    • Las técnicas de respiración reguladas (como el método 4-7-8) podrían ayudarte a dormirte más rápido si sueles necesitar un tiempo para volver a dormirte.
    • Para realizar esta técnica, todo lo que tienes que hacer es inhalar lento a la cuenta de cuatro, contener la respiración a la cuenta de siete, y exhalar con fuerza y por completo a la cuenta de ocho. A medida que el cerebro se oxigena, el cuerpo ingresará naturalmente en un estado de relajación y será más receptivo a las hormonas que inducen el sueño.[4]
    • Muchas personas afirman que regular la respiración les permite dormirse en tan poco como un minuto.
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    Recuerda las últimas impresiones del sueño. Esfuérzate por recordar tanto como puedas del sueño que estabas teniendo al despertar entre sobresaltos. ¿Qué ocurría? ¿Quiénes participaban del sueño? ¿Cómo lucía el entorno? ¿Cómo te sentías con respecto a lo que ocurría? Date permiso para entrar en ese estado emocionalmente receptivo e irreflexivo hasta volver a dormirte.[5]
    • Los sueños son combinaciones esencialmente aleatorias de reacciones sensoriales, sentimientos y pensamientos extraídos de la vida real. Si te enfocas en retomar un sueño interrumpido mientras te duermes, existe una mayor probabilidad de que tu próxima cadena de sueño contenga las mismas imágenes y eventos.
    • Muchos investigadores del sueño creen que la respuesta emocional es el factor más influyente en la cantidad de sueño que las personas recuerdan.
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Método 2
Método 2 de 3:
Tener un cuaderno de tus sueños

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    Recuerda todo lo que puedas. Si regresas al estado de consciencia y no logras dormirte de inmediato, recopila el sueño en tus pensamientos. Nota los detalles más importantes y memorables del sueño, y, en especial, de tu rol en él, como qué estabas haciendo, cómo percibías la acción, etc.[6]
    • Es importante tomar tanta información del sueño como sea posible mientras aún esté presente en tu memoria a corto plazo. La parte del cerebro que forma y almacena los recuerdos está efectivamente en reposo al dormir, por lo que los detalles se evaporan rápido y, con mucha frecuencia, para siempre.[7]
    • Si no tienes la seguridad de recordar cierto detalle o crees que tu imaginación llena los vacíos, profundiza en él de todas formas. Cuando menos, te resultará útil para retomar un sueño cercano al original, con detalles perdidos reemplazados por tu toque creativo.
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    Solidifica las ideas del sueño. Convierte cada impresión que recuerdes en algo real con cualidades físicas. Enfócate en cómo lucían y sonaban las cosas, cómo era el contexto y otros aspectos sensoriales que puedas recordar. Esto le dará a tu mente imágenes de sustancia para corregir mientras intentas redirigirla nuevamente al estado de sueño.
    • Un buen método para sonsacar tantos recuerdos detallados como sea posible es hacerle a tu memoria del sueño seis preguntas básicas que los periodistas intentan responder al investigar una historia: quién, qué, dónde, cuándo, por qué y cómo.[8]
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    Escribe los detalles del sueño. Con la mayor cantidad de detalles posible, escribe lo ocurrido en el sueño desde el punto de vista que haya ocurrido. Si logras recordar toda una escena, escríbela de principio a fin. Si solo recuerdas fragmentos, ordénalos con la mayor continuidad posible para que el cerebro pueda retomar el ritmo. Registra el contenido del sueño con precisión. Es importante que tu mente pueda recordar todos los detalles relevantes, como dar una descripción de un sospechoso a un artista de retratos de delincuentes.[9]
    • No esperes para anotar lo que recuerdes de un sueño. Es fácil engañarse y creer que podrás recordarlo más tarde, pero nunca es tan simple como crees que puede ser.
    • No te preocupes por la ortografía, la gramática e incluso por escribir en líneas rectas al anotar una entrada en tu cuaderno de los sueños. Solo asegúrate de plasmar todo lo que se cruce por tu mente.
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    Crea bocetos de la acción. En la siguiente página en blanco de la descripción, haz algunos dibujos rápidos de la acción ocurrida en el sueño. Dales a los personajes y eventos un punto de apoyo más visual en tu memoria, al igual que algo para retener en tu mente cuando quieras retomar el sueño. Piensa en los libros de historias que hayas leído durante tu infancia y cómo proporcionan una ilustración de los eventos principales de la narrativa. Tu cuaderno debe contener tanta información como recuerdes de cada fase del sueño.[10]
    • Si lo deseas, puedes colorear los bocetos o crear una especie de progresión de dibujos, como el guion gráfico de una película. Cuantos más detalles registres, mejor.
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Método 3
Método 3 de 3:
Guiar los sueños a través de la meditación

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    Prepárate para dormir. En algunos casos, es posible que puedas continuar o revisar un sueño que hayas tenido algunas noches e incluso semanas antes. Comienza por preparar al cuerpo para el descanso. Cierra los ojos, relaja todo el cuerpo y controla tu respiración. Permite que la respiración adopte un ritmo natural. Elimina todos los pensamientos que no estén relacionados con el sueño al que quieras acceder.[11]
    • Asegúrate de que no haya distracciones innecesarias en la habitación, como un televisor o una radio que hagan que te resulte difícil dormirte o que te despierten de manera inesperada.
    • Si tienes un cuaderno de los sueños, puedes revisarlo antes de dormirte para que las imágenes permanezcan frescas en tus pensamientos.
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    Evoca la experiencia del sueño. Recorre con los detalles del sueño recordado, todos los elementos sensoriales y la forma en que te has sentido al experimentarlo por primera vez. Ponte en ese estado emocional original. A medida que te duermes, piensa que tu consciente se encuentra en tránsito hacia tu destino (el sueño deseado).
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    Reproduce el sueño de forma repetida. Imagina que el sueño que quieres revivir es una escena de una película que se proyecta en tu mente una y otra vez. Recorre minuciosamente cada sección individual, sumergiéndote no solo en la atmósfera del sueño, sino también en la familiaridad del ciclo.
    • Los detalles que se recuerdan con más claridad de los sueños suelen provenir del final del sueño MOR: justo antes de despertarte. Si quieres seguir un sueño específico, calcula el ciclo del sueño recordado para dormirte con los detalles más vívidos frescos en tu mente. Combina la visualización del sueño con técnicas de respiración reguladas y relajantes, y reproduce las partes más memorables lento en tu mente, como una película que se proyecta a mitad de velocidad.[12]
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    Duérmete con el sueño en tu mente. Con un poco de suerte, te dormirás exitosamente durante el proceso de recordar los detalles del sueño y te encontrarás en una especie de variante del sueño original, completo con las mismas características básicas, pero distinto en cuanto a la forma en que ocurre. Con un poco de práctica, tendrás un mayor control sobre la estructura de tus sueños, reviviendo el mismo tipo de sueño muchas veces, cambiando la acción y el resultado e incluso escogiendo sobre qué soñar.
    • No te desanimes si no logras revivir cierto sueño en el primer intento. Es posible que tengas que intentarlo varias veces antes de recrear el sueño.
    • La práctica de entrenarte para moderar los sueños propios se llama “sueños lúcidos”, y algunos creen que es una forma poco conocida de explotar procesos subconscientes de la mente que dominan cuando se duerme.[13] [14]
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Consejos

  • Vacía la vejiga justo antes de acostarte para no tener que despertarte para ir al baño en medio de la noche si te has despertado de un sueño.
  • Existen evidencias que sugieren que jugar videojuegos con frecuencia les da a algunas personas la capacidad de acceder más fácilmente y modificar ciertos tipos de sueños, dado que están acostumbradas a controlar las acciones, la perspectiva y los resultados.
  • Si tienes problemas para dormirte y mantenerte dormido, invierte en un ventilador eléctrico o una máquina de ruido blanco. El sonido de ambiente es suave y no estimulante, y puede ayudarte a calmarte para dormir.
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Advertencias

  • La mayoría de los expertos coinciden con que no es posible continuar un sueño en el sentido estricto. Sin embargo, puedes crear un entorno mental conductor a generar nuevas formas del sueño para una experiencia similar, pero novedosa.
  • La experimentación de los sueños puede cambiar los ciclos naturales del sueño y causar mucha fatiga después de un tiempo. Quizás sea mejor reservar algunas noches por semana para intentar retomar sueños familiares en vez de convertirlo en una misión de todas las noches.
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Categorías: Sueños y pesadillas
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