Las fantasías pueden constituir un escape hacia momentos y lugares más felices. Sin embargo, si te la pasas soñando más que viviendo, entonces ha llegado el momento de parar. Debido a que las fantasías pueden ser un mecanismo de escape, debes aprender a lidiar con sus causas. Debes esforzarte por reorientar tus pensamientos e incrementar tu concentración para que puedas estar más enfocado y alerta. Es probable que tus fantasías resulten productivas, siempre y cuando las canalices para que se vuelvan más proactivas en tu vida diaria.

Método 1
Método 1 de 3:
Determinar la raíz de tus fantasías

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    Lleva un registro de tus fantasías. Debes escribirlas para ayudarte a determinar la razón por la que se presentan. Además, el acto de escribir te ayuda a reorientar las fantasías permitiéndote canalizar tu imaginación hacia una actividad creativa. Debes describir todos los detalles que puedas.[1]
    • Trata de determinar si las fantasías manifiestan necesidades insatisfechas en tu vida. Por ejemplo, si en su mayoría son de naturaleza sexual, es probable que lo que anheles es tener más intimidad.
    • Debes buscar patrones en cada entrada de tu diario de fantasías. Si todas describen que obtienes un mejor trabajo o te vuelves famoso en tu campo de especialidad, es probable que tus fantasías tengan que ver con tus ambiciones en la vida.
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    Descubre los desencadenantes. A veces, es probable que te descubras fantaseando mientras se reproduce una determinada canción o mientras realizas una actividad específica (como conducir). Cada vez que notes que tu mente empieza a divagar, debes tomar nota de todo lo que sucede y lo que estás haciendo. Los desencadenantes podrían ser los siguientes:[2]
    • un lugar (por ejemplo, la oficina, la ducha o el automóvil)
    • un tipo de música o sonido
    • una actividad (por ejemplo, sentarse en una reunión o pasear al perro)
    • una persona (por ejemplo, un compañero o un familiar complicado)
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    Administra tu tiempo si pospones las cosas por estar fantaseando. Las fantasías pueden constituir una manera efectiva de posponer el trabajo. Si utilizas tus fantasías para evitar trabajar o retrasar alguna actividad, puede resultarte útil administrar mejor tu tiempo.
    • Debes ceñirte a un horario todos los días para que te mantengas dentro de los límites.
    • Debes realizar las tareas importantes al comenzar el día para que te asegures de terminarlas.
    • Debes evitar hacer varias cosas al mismo tiempo, ya que es probable que no logres concentrarte en ninguna tarea.
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    Comienza un nuevo pasatiempo si estás aburrido. Si tus fantasías te permiten escapar del aburrimiento de la vida cotidiana, es probable que necesites un nuevo pasatiempo o una salida creativa. Tu diario personal, la escritura creativa o la pintura pueden ofrecerte una salida creativa para tus sueños. Los pasatiempos activos (como los deportes o escalar montañas) también proporcionan algo de emoción a la vida.[3]
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    Soluciona tus problemas interpersonales para evitar las fantasías románticas. Si tus fantasías suelen ser sobre sexo o romance, es probable que te encuentres insatisfecho con tu estado romántico actual. Si estás soltero o tienes una relación, trata de encontrar aquellas áreas en las que experimentas insatisfacción para que puedas mejorarlas.[4]
    • Si tienes una relación y sigues pensando en alguien del pasado, debes considerar si realmente deseas quedarte con tu pareja actual. Si decides hacerlo, puede resultarte útil acudir a terapia de parejas.
    • Si estás obsesionado con personas que no están disponibles (por ejemplo, celebridades o personas casadas), debes buscar relacionarte con personas que estén disponibles para ti a través de citas por internet o citas rápidas.
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Método 2
Método 2 de 3:
Mejorar tu enfoque y concentración

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    Cambia tu rutina. Es más probable que fantasees mientras realizas tareas mecánicas (por ejemplo, lavar los platos). En lugar de seguir la misma rutina o realizar tareas en el mismo orden todos los días, debes variarlas. De esta manera, le añades chispa a tu día y ayudas a que tu cerebro se concentre y mejore su atención.
    • Por ejemplo, si normalmente te despiertas, haces ejercicio, te preparas un refrigerio y limpias la casa los domingos, puedes probar algo nuevo. Puedes salir a comer, hacer ejercicio por la noche o limpiar la casa a primera hora de la mañana.
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    Reorienta tu atención cuando tu mente divague. Cuando te encuentres a punto de fantasear, debes detenerte. Puedes distraerte iniciando una tarea diferente o concentrándote en otro objeto.[5]
    • Para interrumpir la fantasía, puedes levantarte y estirarte o realizar un ejercicio sencillo (por ejemplo, dar saltos).
    • Comienza a concentrarte en un objeto a tu alrededor (por ejemplo, un pisapapeles o una taza). Fíjate en sus pequeños detalles. Tócalo para que veas cómo se siente. Esta operación puede ayudar a volverte más consciente.
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    Realiza ejercicios de plenitud mental. Esta práctica te devuelve al momento presente al hacer que te concentres en tus sensaciones. Siéntate en una silla cómoda y respira profundamente. Debes concentrarte solo en la sensación de tu respiración. Si tu mente comienza a divagar, debes detenerte y empezar a concentrarte nuevamente en tu respiración.[6]
    • Puedes comenzar con un período breve (por ejemplo, diez minutos) y avanzar hacia períodos más prolongados.
    • También puedes expandir tu consciencia hacia otros detalles sensoriales. Por ejemplo, ¿qué estás tocando? ¿Percibes algún aroma? ¿Qué sonidos distingues?
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    Toma recesos entre tus actividades. Tu cerebro solo puede concentrarse en una tarea por una cantidad determinada de tiempo antes de que empiece a divagar. Toma un descanso de cinco a diez minutos entre las tareas o luego de una hora de trabajo. De esta manera, lograrás mantenerte concentrado cuando comiences de nuevo.[7]
    • Entre las cosas buenas que puedes realizar durante el descanso se encuentran beber una taza de té, dar un pequeño paseo o estirarte.
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    Evita hacer varias cosas al mismo tiempo. En esta sociedad que vive a un ritmo tan acelerado, realizar varias cosas al mismo tiempo se ha convertido en la norma, ya que las personas intentan cumplir con varias actividades en periodos breves. Los cerebros son muy fluidos, y cuando entrenas el tuyo para que funcione de esta manera, pierdes la capacidad de concentrarte. La falta de concentración conduce a distracciones (como soñar despierto o pensar en otras cosas). Debes eliminar este hábito de tu vida y comenzar a concentrarte en una tarea a la vez.
    • Desactiva todas tus distracciones y dedica toda tu atención a una tarea a la vez.
    • En el momento en el que sientas que tu cerebro comienza a divagar, debes dejar lo que estás haciendo, tomar un descanso de cinco minutos y volver a la misma tarea.
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    Duerme lo suficiente. Si tienes sueño, es más probable que comiences a fantasear. Trata de dormir entre siete y nueve horas todas las noches. También puede resultarte útil contar con un horario de sueño consistente (en el que te duermes y te despiertas a la misma hora).[8]
    • Trata de despejar tu mente por la noche para que no te quedes despierto fantaseando en la cama. Puedes meditar antes de acostarte y evitar las pantallas brillantes durante una hora antes de acostarte.
    • Por la mañana, en lugar de quedarte recostado soñando despierto, trata de levantarte de inmediato y comenzar el día.
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Método 3
Método 3 de 3:
Volver realidad tus sueños

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    Utiliza tus fantasías para identificar aquello que anhelas en la vida. Las fantasías no constituyen necesariamente una actividad infructuosa. De hecho, pueden revelarte aquello que anhelas en la vida. Si bien es probable que no logres convertirte en un golfista profesional o casarte con una persona millonaria, puedes descubrir metas más realistas.[9]
    • Por ejemplo, si sueles soñar que te ganas la lotería, es probable que tu preocupación sea el dinero. Lo ideal sería que comiences a ejercer prácticas financieras más efectivas.
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    Fija tus metas. La mejor manera de lograr tus sueños es establecer objetivos realistas y alcanzables para tu vida. Debes dividir cada meta en una cantidad de pasos manejables y asignar una fecha para lograr cada paso. De esta manera, tu fantasía puede volverse realidad en muy poco tiempo.[10]
    • Si deseas contar con más dinero, puedes establecer un objetivo de ahorro. Establece una cantidad manejable de dinero para ahorrarlo en una determinada fecha. También puedes establecer objetivos para que obtengas un mejor trabajo o realices presupuestos de manera más efectiva.
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    Coméntales a otras personas acerca de tus objetivos. Es probable que te resulte sencillo volver a caer en la fantasía. Para hacerte responsable, debes comentarles a tus amigos y familiares acerca de tus objetivos. Una vez que otras personas lo sepan, es probable que te esfuerces más para no decepcionarlas.[11]
    • Puedes pedirle a un amigo o familiar que te haga asumir tu responsabilidad. Esta persona debe visitarte de manera periódica para verificar cuánto has progresado.
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    Acude a un médico o terapeuta para obtener ayuda. Si no logras evitar fantasear, puedes acudir a un médico o terapeuta para que te ayude. Estos profesionales pueden ayudarte a comprender las causas subyacentes de tus fantasías o identificar alguna afección médica que pueda incrementar su recurrencia.[12]
    • Si te sientes incapaz de dejar este hábito o sientes que el exceso de fantasías se está apoderando de tu vida, es probable que sufras de una ensoñación excesiva.
    • Si tus fantasías te ayudan a sobrellevar el abuso o un trauma, la terapia profesional puede ofrecerte estrategias de afrontamiento más saludables.[13]
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Consejos

  • Debes tener paciencia contigo mismo y tratar de darte tiempo para dejar de fantasear.
  • Evita las películas y la televisión, y haz otras actividades (centradas en la realidad) como ir al aire libre.
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Acerca de este wikiHow

Noel Hunter, Psy.D
Coescrito por:
Psicologa clínica
Este artículo fue coescrito por Noel Hunter, Psy.D. La Dra. Noel Hunter es una psicóloga clínica que reside en la ciudad de Nueva York. Es la directora y fundadora de MindClear Integrative Psychotherapy. Se especializa en utilizar un enfoque humanista basado en traumas para tratar y defender a las personas diagnosticadas con trastornos mentales. Además, tiene una licenciatura en psicología de la Universidad del Sur de Florida, una maestría en psicología de la Universidad de Nueva York y un doctorado en psicología de la Universidad de Long Island. Ha aparecido en National Geographic, BBC News, CNN, TalkSpace, y Parents magazine. También es autora del libro Trauma and Madness in Mental Health Services. Este artículo ha sido visto 16 997 veces.
Categorías: Sueños y pesadillas
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