No siempre es fácil ser un buen hijo. A veces, cometes errores y no puedes encontrar la manera de arreglarlos. Otras veces, básicamente no estás de acuerdo con tus padres y no sabes cómo decírselos sin empezar una discusión. Lo más importante que debes recordar es que si bien ser un hijo tiene sus retos, ser padre también los tiene. Lo mejor que puedes hacer es darles a tus padres amor y apoyo. Al final del día, lo que más los complacerá a es ver que su hijo se convierte en un adulto feliz y responsable.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Mostrar tu amor

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    Pasa tiempo con tus padres. Una de las mejores maneras de mostrarles a tus padres lo mucho que los amas es simplemente pasar tiempo con ellos. Aunque sientas que tienes muchas cosas que hacer entre la escuela, los amigos y tu vida personal, siempre debes pasar un tiempo agradable con tus padres tan a menudo como puedas. Esto podría ser cenar con ellos cada noche, tener una noche familiar de juegos de mesa, ver televisión o simplemente pasar tiempo alrededor de la casa en lugar de salir corriendo para pasar tiempo con tus amigos. Nunca sabrás lo mucho que significa para tus padres que pases tiempo a su lado. Las mamás particularmente adoran cuando sus hijos las aman.
    • Cuando pases tiempo con ellos, no blanquees tus ojos o actúes como si fuera obligatorio. Por el contrario, debes esperar con entusiasmo el tiempo especial que van a pasar juntos.
    • Ten noches de rutina en donde pasen tiempo juntos, como la noche de los domingos o lunes. De esta manera, no tendrás que tratar de crear un tiempo en tu agenda tan apretada.
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    Diles a tus padres lo que está pasando en tu vida. Tus padres te aman y querrán saber lo que está pasando en tu vida. Si bien es probable que no necesiten saber todo el drama diario que vives en tu círculo social o conocer los detalles del juego de béisbol que viste con tus amigos, les encantaría saber qué hay en tu mente, desde tus esfuerzos en tus estudios hasta cualquier gran problema que tengas con tus amigos. Ellos realmente se preocupan e incluso aunque no siempre pueden ayudar, les gustaría saber qué está pasando. Tus padres se sentirán descontentos si están completamente excluidos de tu vida.
    • Trata de dejar la puerta de tu habitación abierta tanto como puedas para darles la bienvenida a tus padres a tener una conversación cuando ellos quieran. No hagas que sientan como si no quieres saber nada de ellos.
    • No tengas miedo de pedir sus consejos. Lo creas o no, tus padres alguna vez tuvieron tu edad y han pasado por las mismas dificultades que estás pasando. Apreciarán que valoras sus opiniones y es posible que aprendas mucho en el proceso.
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    Expresa gratitud. Es fácil dar a tus padres por sentado. Sin embargo, después de todo, hubo un momento en que hacían absolutamente todo por ti, desde bañarte, hasta alimentarte y hacerte descansar. A medida que creces, puede sentirse natural para ti olvidar el hecho de que a tus padres les toma tiempo y esfuerzo cuidarte. Por eso, tienes que acordarte de darles las gracias por todo lo que hacen. Ya sea que les digas verbalmente “gracias” cada vez que hagan algo bueno por ti, les hagas tarjetas o cartas de agradecimiento, los llames o les hagas favores a cambio, es importante hacerles saber a tus padres cuánto los aprecias.[1]
    • No pienses que no tiene sentido hacerles a tus padres una tarjeta o escribirles una carta solo por el hecho de vivir en la misma casa. ¡Les encantará el gesto!
    • Cuando digas “gracias”, mira a tus padres a los ojos para demostrarles que lo haces en serio y que no solo lo estás diciendo porque te sientes obligado a decirlo.
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    Enséñales cosas a tus padres. Es probable que tus padres no sean expertos en la tecnología y tal vez no sepan algunas de las cosas que suceden en el mundo moderno. Si tu mamá quiere saber cómo funciona su nuevo iPhone o tu papá quiere crearse una cuenta de Facebook, ayúdalos a que aprendan cómo utilizar algunos de estos desafíos modernos. Trata de no reírte de ellos o hacer que se sientan insuficientes por no saber de estas cosas y en su lugar, ayúdalos a aprender nuevas habilidades. ¡Recuerda todas las veces que te enseñaron cómo hacer algo!
    • Enseñarles cosas hará que su relación sea menos unilateral. No sentirás que siempre tienes que aprender de ellos y su tiempo libre juntos puede ser más interesante.
    • Cuando los ayudes, no suspires o te quejes y muéstrales que estás dispuesto a ayudarlos.
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    Realiza actividades que fortalezcan los vínculos afectivos con tus padres. Además de pasar un tiempo agradable con tus padres alrededor de la casa, también puedes mostrarles que te preocupas por ellos al realizar una variedad de actividades que los unan más. Estas pueden incluir ir de pesca, ir de excursión, salir a caminar, ir al cine o tener un buen almuerzo con tu mamá. No creas que todas las actividades tienes que hacerlas con tu padre. Asegúrate de pasar la misma cantidad de tiempo con tu madre, ya sea que cocinen, paseen a tu perro o pasen una tarde en la biblioteca.[2] [3]
    • Haz un viaje de campamento con tu familia un par de veces al año.
    • Pasen la temporada de vacaciones cocinando juntos.
    • Haz un proyecto de trabajo doméstico con tu papá o tu mamá, como colocar baldosas, barnizar los muebles o incluso construir una estantería.
    • Encuentra un programa de televisión que tú y tus padres puedan ver y disfrutar juntos y haz que sea parte de tu rutina semanal.
    • Trata hacer voluntariado con tus padres en un parque o biblioteca local.
    • Ve a ver a tu equipo favorito con tu mamá o papá.
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    No pongas a tus padres en contra. Si quieres ser un buen hijo, debes ayudar a mantener la relación de tus padres fuerte (si tus padres siguen juntos). Las relaciones son lo suficientemente difíciles de por sí y no debes tratar de abrir una brecha entre tus padres. Acepta las reglas de tus padres como un mandato unificado en lugar de tratar de que sean más flexibles para que puedas conseguir lo que quieres. Trata en mantener su relación fuerte; por lo menos, te hará más feliz ver a tus padres felices juntos.
    • Si le dices a tu mamá: “¡Pero papá dijo que está bien!” cuando no te dio permiso para hacer algo, entonces solo crearás una fricción entre tus padres al enfrentarlos.
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    Tómate el tiempo para escuchar. Es posible que pienses que tu relación con tus padres es unilateral y que deberían escuchar tus problemas, aconsejarte y dar la charla por terminada. De hecho, algunas veces los padres también pueden necesitar que los escuches, ya sea que estén teniendo problemas con uno de tus hermanos o estén pasando un momento difícil en el trabajo o con tus abuelos. Es posible que ni siquiera tengan algún problema, sino que solo quieran compartir algo interesante que les ocurrió en el trabajo o algo que leyeron. Lo importante es que estés ahí para escucharlos en lugar de actuar como si estuvieses muy ocupado o escuchándolos a medias mientras revisas tu teléfono cada 5 minutos. Dales el tiempo que necesiten para decirte qué es lo que están pensando. ¡Ellos se lo merecen!
    • Cuando tus padres estén hablando contigo, dales toda tu atención. No te muevas da lado a lado o mires tu dormitorio con ansias. Nunca hagas que sientan como si tuvieras mejores cosas que hacer que hablar con ellos.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Desarrollar un carácter fuerte

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    Ayuda en la casa sin que te lo pidan. Es probable que tengas una lista asignada de quehaceres por hacer o tal vez solo una idea general de ayudar a tus padres cuando lo necesiten. Cualesquiera que sean las reglas en tu hogar, debes tomar la iniciativa y ayudar a tus padres incluso antes de que te lo pidan. Ya sea que esto signifique lavar los platos, lavar la ropa, cortar el césped o ir a hacer las compras en el supermercado, debes asegurarte de ayudar sin que te lo pidan y sin esperar algo a cambio, ya es uno de tus deberes como hijo.
    • Lo mínimo que puedes hacer es limpiar siempre las cosas que ensucias, ya sea que esto signifique lavar tu propia ropa, lavar los platos en donde comiste o mantener tu cuarto limpio. Sin embargo, después de terminar estos quehaceres, debes hacer algo más y ayudar a fregar el suelo del baño, sacar la basura o incluso limpiar la nevera.
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    Esfuérzate tanto como puedas en la escuela. Tus padres no esperan que seas un ingeniero espacial o que entres a Harvard. Sin embargo, estarán felices si respetas a tus profesores, haces tus tareas y mantienes tus calificaciones altas dando siempre lo mejor de ti. Si necesitas ayuda en la escuela, pídeles ayuda a tus profesores o a tus padres y haz que el estudio sea una prioridad por encima de socializar. Esto no solo te pondrá en el camino del éxito para tus proyectos futuros, sino que también hará que la vida de tus padres sea mucho más sencilla.
    • Lo mejor que puedes hacer es respetar tu institución de aprendizaje en lugar de jugar videojuegos o quejarte todo el tiempo. Tus padres no deben obligarte a que tomes consciencia del valor de tu educación.
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    Establece tu independencia. A medida que creces, te darás cuenta de que no puedes depender de tus padres para que hagan todo por ti. Tus padres apreciarán que seas independiente y capaz de hacer cosas por tu cuenta, a pesar de que te amarán y todavía querrán cuidar de ti, por supuesto. Una vez que estés entre las edades de 10 a 12 años, puedes empezar a limpiar lo que ensucias sin pedirle ayuda a tu mamá con las tareas básicas como lavar la ropa o lavar los platos y empezar a pensar por ti mismo un poco más. Esto te ayudará a desarrollar un carácter fuerte y te hará un mejor hijo.
    • Tus padres apreciarán el hecho de que aprendas a hacer cosas por tu cuenta, desde prepararte tus propias comidas, hasta limpiar lo que usaste para hacerlas. Tu previsión les ayudará mucho.
    • No tengas miedo de ser diferente a tus padres, ellos no esperan que seas un clon de ellos.
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    Sé amable con tus hermanos. Una de las mejores cosas que puedes hacer para ser un buen hijo y un buen hermano es ser amable con tus hermanos. No siempre es fácil llevarse bien con ellos, pero debes tratar de desarrollar relaciones con ellos que sean alentadoras y no competitivas. Esto no solo te ayudará a ser un buen modelo a seguir para tus hermanos, sino que también ayudará a tus padres más de lo que te imaginas.
    • También puedes ser un buen hijo ayudando a tus hermanos a hacer sus tareas escolares, asearse o enseñarles habilidades básicas. Esto les dará a tus padres un poco más de tiempo para relajarse.
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    Ten en cuenta cuándo estar en desacuerdo. A medida que creces y desarrollas tu propia personalidad y tus ideales, es posible que te des cuenta de que tú y tus padres básicamente están en desacuerdo sobre muchas cosas. Tal vez tus padres son católicos devotos, mientras que tú tienes problemas para creer en un poder superior. Tal vez tus padres son conservadores, mientras que tú te identificas como alguien liberal. Lo importante que debes tener en cuenta no es tener que estar de acuerdo con todo lo que tus padres creen, sino que tienes que saber cómo estar en desacuerdo respetuosamente con ellos en lugar de comenzar una discusión por cada diferencia pequeña que puedan tener.
    • Si tus padres quieren que hagas algo que no quieres hacer, como ir a la iglesia, trata de explicarles porqué no es el camino para ti. No simplemente te niegues rotundamente, asegúrate de mantener la calma mientras explicas tus propias creencias. Si tus padres no cambiarán de opinión, encuentra una manera de mantener las cosas de una manera civil e incluso amable y evita tocar temas que causarán una discusión.
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    Aprende a ver a tus padres como personas. A medida que creces, debes empezar a ver a tus padres como personas que son algo más que solamente tu “papá” y “mamá”. Ellos tienen vidas muy ocupadas, amistades, relaciones con sus propios padres, carreras con las cuales pueden estar contentos o no y por lo menos un hijo del cual cuidar. Tómate tu tiempo para considerar cuán abrumadora y ocupada puede ser la vida para tus padres y considera cómo ciertas situaciones difíciles pueden hacerlos sentir antes de que empieces una discusión o protestes demasiado.
    • Se necesita carácter para ser capaz de ponerse en los zapatos de otra persona. La próxima vez que tengas una discusión con uno de tus padres, trata de evaluar la situación desde su punto de vista para ver si tienes una mejor compresión de por qué no está de acuerdo contigo. Esto puede ayudar a fortalecer su relación y te dará una comprensión más profunda quiénes son tus padres en realidad.
    • Para verlos como personas, puedes hacerles preguntas sobre sus amigos, sus trabajos, su niñez o cualquier otra cosa que te dé alguna pista de quiénes son.
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    Pídeles disculpas cuando hayas cometido un error. Está bien cometer errores siendo un hijo, ¡tus padres no esperan perfección de ti! Sin embargo, esperan que seas responsable de tus errores y lo mejor que puedes hacer en realidad es pedirles perdón cuando te equivoques. Si has hecho algo mal, no importa cuán grande o pequeño sea, es importante sentarte con tus padres, mirarlos a los ojos y decirles que realmente te equivocaste. También es importante que te asegures de no repetir el mismo error.
    • Asegúrate de que sepan que lo dijiste en serio y que no solo te estás disculpando para que no estén enojados contigo.
    • Si has molestado a uno de tus hermanos, es igual de importante pedirle disculpas también.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Ser un buen hijo como adulto

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    Comunícate con tus padres tan a menudo como puedas. Una vez que te vayas de la casa, ya sea porque estés en la universidad o vivas en otro estado por un puesto de trabajo nuevo, es importante mantenerte en contacto con tus padres. Comunícate con ellos por lo menos una vez o un par de días a la semana, envíales correos electrónicos cuando pienses en ellos y asegúrate de visitarlos en las vacaciones, los fines de semana largos o tan a menudo como puedas. Ellos apreciarán el tiempo que les brindarás y se sentirán amados y cuidados por el esfuerzo que haces para verlos.
    • Recuerda los aniversarios y los cumpleaños. Es importante enviarles a tus padres tarjetas de cumpleaños o regalos en sus aniversarios, el Día de la Madre o el Día del Padre (si tu familia los celebra). Esto les demuestra que siempre los tienes en cuenta incluso cuando estás lejos.
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    Sé feliz y tranquiliza a tus padres cuando no lo estés. Los estudios demuestran que los padres son los más felices cuando sus propios hijos adultos son felices en sus vidas. Esto no significa que tienes que tener una vida perfecta o que tienes que sentirte mal si las cosas te han jugado una mala pasada, sino que debes esforzarte para vivir una vida plena y con sentido. Si cada vez que les hablas a tus padres todo lo que haces es quejarte de tu trabajo, tu vida romántica o tu situación de vida, entonces pensarán que te han fallado al darte una vida mala. Habla con ellos acerca de las buenas cosas en tu vida y endulza los problemas que estés enfrentando cada vez que puedas, siempre y cuando no sientas que estás siendo deshonesto.[4]
    • Con esto en mente, ten en cuenta que es mucho más importante para tus padres que estés feliz que si tienes un salario de seis cifras, vives en un barrio elegante o estás saliendo con la mujer más hermosa de la cuidad. Es más importante que des lo mejor de ti en lugar de luchar por alcanzar una versión imposible de felicidad.
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    Pide y acepta ayuda cuando la necesites. Es posible que sientas que tus padres están decepcionados si les pides una ayuda financiera o incluso apoyo emocional como adulto, pero los estudios muestran que en realidad los padres están encantados de brindar apoyo a sus hijos. A ellos les gusta el hecho de que todavía pueden ser útiles para ti. Por lo tanto, no debes avergonzarte de pedir ayuda de vez en cuando. Esto mantendrá su relación fuerte y también te permitirá crecer.[5]
    • Aunque es importante ser independiente de tus padres a medida que te conviertes en un adulto, desarrollas tus propios puntos de vista sobre el mundo y sigues tu camino, puedes recibir un poco de ayuda de ellos de vez en cuando.
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    No trates de “criar” a tus padres. A medida que creces, es posible que tengas la tentación de decirles a tus padres cómo vivir sus vidas. Si bien es probable que necesiten tu ayuda a medida que envejecen, especialmente si tienen problemas para cuidar de sí mismos, debes tratar de no ser condescendiente con ellos o hacerlos sentir como si estuvieran indefensos por su cuenta. Dales la ayuda que necesitan sin hablar con paternalismo delante de ellos o actuar como si estuvieran muy viejos y verás que te amarán por ello.
    • Evita ser condescendiente con ellos, molestarlos o hacerles pasar un momento difícil por hacer algo a su manera. Incluso si tu manera es más rápida o más eficiente, es posible que quieran seguir con sus viejas rutinas. ¡No puedes ponerte en su contra!
    • Sé paciente con ellos. A medida que envejecen, es posible que les tome más tiempo hacer las cosas que solían hacer, pero eso no significa que debes sentirte frustrado.
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    Trátalos como compañeros adultos. Otra cosa que puedes hacer para mantener tu relación fuerte a medida que creces, es tratar a tus padres como si fueran compañeros adultos en lugar de pensar en ellos siempre como “mamá” o “papá”. Esto te puede ayudar a discutir temas como finanzas o la crianza de los hijos en igualdad de condiciones. Además, es posible que te den algunos buenos consejos. Si bien es importante no condescender con tus padres cuando sientes que necesitas cuidar de ellos, verlos como compañeros adultos puede ayudar a agregar dinámica a su relación.[6]
    • Si los ves como compañeros adultos, podrás ser honesto con ellos en vez de simplemente decirles lo que piensas que quieren oír de un ejemplo de hijo. Ellos apreciarán tu sinceridad.

Consejos

  • ¡Piensa antes de hablar! Cada palabra que sale de tu boca los afecta. Son tus padres de los que estamos hablando, ¡así que ten cuidado!
  • Abrazar a tus padres cuando regresen del trabajo y cuando te levantas por la mañana ayudará a formar un vínculo afectivo muy fuerte.
  • Hazles favores a tus padres cada vez que los necesiten. ¡Lo apreciarán!
  • Ten en cuenta lo que les gusta. Cada persona tiene su propio estilo, sentimientos, aficiones, etc. Si quieres llegar a ser más íntimo con tus padres, primero debes saber todo lo que les gusta y lo que no.
  • Recuerda que puedes confiar en tus padres, así que diles lo que te molesta para que te puedan ayudar.
  • Tienes que hacerles saber a tus padres que te preocupas por la familia, aunque de verdad quieras salir con tus amigos.
  • Puedes compartir algo interesante o algunas bromas con tus padres cuando se sienten a cenar.
  • Si tus padres no tienen deseos de hacer algo contigo, espera hasta que estén listos.
  • Tratar de ser un buen hijo es tratar de ser un buen amigo para tus padres.

Advertencias

  • Si tus padres están equivocados, no los corrijas inmediatamente.
  • Nunca maldigas a tu padre o a tu madre.
  • Nunca trates de ser autoritario con tus padres.
  • Nunca trates de demostrarles que están equivocados.
  • Si tus padres están mal, no los corrijas inmediatamente.

Acerca de este wikiHow

Dr. Niall Geoghegan, PsyD
Coescrito por:
Psicólogo clínico
Este artículo fue coescrito por Dr. Niall Geoghegan, PsyD. El Dr. Niall Geoghegan es un psicólogo clínico que reside en Berkeley, California. Se especializa en terapia de la coherencia y aborda problemas como la ansiedad, la depresión, el manejo de la ira y la pérdida de peso, entre otros. Recibió su doctorado en Psicología Clínica en el Instituto Wright en Berkeley, California. Este artículo ha sido visto 269 424 veces.