Si tus padres ya no te tienen confianza, es probable que todos los involucrados se sientan desdichados. Podrías sentirte culpable, reprimido, expuesto o avergonzado. Probablemente tus padres se sientan vulnerados, frustrados y exhaustos. Ten presente que una relación de confianza, aunque es frágil, se puede reparar. Con un poco de comunicación atenta, acciones cuidadosas y expectativas claras, tú y tus padres podrán volver a tenerse confianza.

Método 1
Método 1 de 4:
Comuníquense

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    Habla con tus padres. Explícales cómo te sientes. Es posible que lo que crees que piensan de tus acciones no sea lo que ellos sienten al respecto.[1] Sé proactivo y pídeles que se sienten a hablar contigo, de ser posible en un espacio libre de distracciones tanto electrónicas como de otro tipo, como por ejemplo un parque cercano.
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    Escucha a tus padres. Para lograr una comunicación significativa, tendrás que hablar y escuchar.[2] Trata de ponerte en el lugar de tus padres y comprende realmente lo que te digan cuando hablen contigo. Si te dicen algo que te confunda u ofenda, pregúntales al respecto. Una vez que las líneas de comunicación estén abiertas, tus padres y tú podrán comenzar a reconstruir su relación de confianza.
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    Discúlpate por haber traicionado su confianza. Una disculpa sincera puede ser un gran paso para lograr que tus padres confíen en ti nuevamente. La mejor disculpa es que aceptes tu error, expliques claramente lo que sucedió, consideres la naturaleza del dolor o daño que causaste, pidas perdón y propongas un medio a través del cual evitar que el mismo error se repita en el futuro.[3]
    • Intenta no esperar nada a cambio. Aunque sería genial que la disculpa lo arreglara todo inmediatamente, es poco probable que suceda. Es posible que tus padres no sepan cuál es la mejor manera de responder a tu disculpa.
    • Considera que las palabras que uses serán menos importantes que hablar con sinceridad.
    • Otra parte de la disculpa es perdonarte a ti mismo.
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    Pregúntales a tus padres qué puedes hacer para recuperar su confianza. La manera más obvia de descubrir cómo recuperar la confianza de tus padres será que simplemente les preguntes qué puedes hacer. Tal vez ellos no tengan una respuesta preparada, pero diles que pueden pensar en ella y contestarte después.
    • Sé honesto en tu respuesta al pedido de tus padres. Si parecen tener una lista irracionalmente larga de cosas que quieren que hagas, diles sin quejarte que piensas que tendrás problemas para cumplir todas sus expectativas y ofrece un compromiso alternativo.
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    Confía en tus padres. La confianza genera confianza y confiar en ellos los alentará a confiar en ti. De hecho, podrías descubrir que por el momento sientes que no confías en ellos, considera que es normal que te sientas así. La confianza es una relación en dos sentidos, no en uno, así que tú también tendrás que recuperarla.[4]

Método 2
Método 2 de 4:
Modifica tus hábitos

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    Pasa tiempo con tu familia. Pasar más tiempo con tu familia beneficiará tu relación de confianza de varias maneras. Primero, tus padres no sospecharán de cómo pasas tu tiempo si estás con ellos. Segundo, pasar tiempo con las personas te ayudará a comprender y a comunicarte mejor con ellas, esto mejorará tus relaciones. Tercero, tus padres recordarán tus grandes cualidades, como tu sentido del humor, en lugar de concentrarse solo en la violación a su confianza.
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    Demuestra que eres responsable a través de tus acciones. Cumple con tus tareas, ve a buscar a tu hermano a la escuela a tiempo, ofrécete a ayudar con los platos después de la cena. Demostrar que eres responsable en las cosas cotidianas ayudará a tus padres a pensar en ti como en una persona responsable. Tal vez estos pequeños pasos no sean suficientes para recuperar su confianza, pero combinados con otras cosas, como la comunicación abierta, seguramente ayudarán a mejorar la situación.
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    Demuestra que te importa. Demostrarles a tus padres que te interesas en ellos, en ti mismo y en tu relación con ellos es un elemento importante en una relación de confianza en dos sentidos.[5] Demostrar que te importa de muchas maneras diferentes y hacer y decir cosas que sabes que los harán sentir bien es una buena manera de empezar.
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    Repara los daños. Si lastimaste a alguien, aparte de a tus padres, como parte de la violación de confianza, discúlpate e intenta hacer enmiendas. Si les preguntaste a tus padres qué podrías hacer para recuperar su confianza, haz lo que ellos te hayan pedido, aun cuando te parezca tonto. Aun en el caso de que parezca que, por ejemplo, lavarle el coche a tu papá no tiene nada que ver con recuperar su confianza, estarás demostrado que estás dispuesto a hacer todo lo que haga falta.
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    Demuestra tu disposición al cambio.[6] Demostrar tu buena voluntad con pequeños detalles, tales como hacer tu cama todos los días como siempre te ha pedido tu madre, podría probar que estás dispuesto a hacer grandes cambios y esto tal vez sea necesario para fomentar la confianza.

Método 3
Método 3 de 4:
Evita las situaciones que generen desconfianza

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    Controla tus emociones. A menudo, las situaciones y experiencias que perjudican a una relación de confianza surgen de decisiones imprudentes o emocionales.[7] Intenta actuar racionalmente y controlar tus sentimientos, ya que esto podría ayudarte a ser más confiable. Si sientes que no puedes controlar tus emociones solo, considera la posibilidad de consultar a un terapeuta a fin de encontrar algunas estrategias de afrontamiento.[8]
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    Comprende las expectativas de tus padres. Si sabes qué es lo que tus padres no quieren que hagas, te resultará más de evitar.[9] Si no estás seguro de sus reglas o expectativas exactas, pregúntales al respecto. Si tu violación a su confianza es reciente, es aconsejable que seas extra cuidadoso con todas las actividades que puedan considerar fuera de los límites.
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    Sigue las reglas de tu casa. Vivirás con tus padres por un tiempo limitado y lo más probable es que tengan reglas o expectativas respecto a lo que puedas hacer o no mientras vivas bajo su techo. Obedece esas reglas aunque te parezcan irracionales.
    • Recuerda que, en su momento, tendrás tu propia casa y podrás vivir de la manera que quieras.
    • Aun si te parece que falta una eternidad para que puedas mudarte de la casa de tus padres, el tiempo pasará y te irás a su debido momento.
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    Evita repetir la causa de la violación a la confianza. Si una persona específica, hábito, actividad o evento violó la relación de confianza entre tus padres y tú, evítalo a toda costa. Si sientes que necesitas ayuda para no repetir la conducta, pídela.
    • En el caso de que se trate de algo como el abuso de sustancias, tal vez requieras de ayuda profesional para combatir la adicción.
    • Si hay un amigo en particular que te impulse a tomar malas decisiones, tal vez haya llegado el momento de terminar con la amistad o de alejarte por un tiempo.

Método 4
Método 4 de 4:
Supera las violaciones de confianza específicas

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    Recupera la confianza después de mentir. Si violaste la confianza de tus padres porque les mentiste, en particular si tienes un historial de decir mentiras, tendrás que esforzarte por ser completamente honesto todo el tiempo. Demostrar el compromiso con la honestidad total te permitirá recuperar la confianza de tus padres. Desafortunadamente, lograrlo te podría llevar algún tiempo.
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    Enmienda la ruptura de reglas específicas. Si la naturaleza de tu violación a la confianza involucró el incumplimiento de alguna regla específica que hayan establecido tus padres, como por ejemplo que los menores no beban alcohol o llegar a casa a cierta hora, habla con ellos respecto a las reglas de la casa.
    • Es importante que comprendas cuáles son las reglas, por qué se establecieron y cómo apegarte a ellas.
    • Considera que un diálogo abierto con tus padres respecto a las reglas podrá ayudarte a tomar mejores decisiones en el futuro.
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    Alivia los sentimientos heridos. Si heriste a alguien es recomendable que repares el daño. Si heriste a tus padres por haber hecho algo que los desilusionó o entristeció, intenta comprender sus sentimientos.
    • Ponerte en sus zapatos y pensar en cómo querrías que alguien se disculpara contigo podría ayudarte a saber qué hacer para sanar sus heridas.
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    Resarcir un daño a la propiedad. Si tu transgresión involucró un daño a la propiedad ajena, por ejemplo si chocaste un coche o banalizaste alguna propiedad pública, tendrás que hacer todo lo que puedas por reparar el daño. Tal vez esto quiera decir que tendrás que hacer todo lo que puedas tú mismo, por ejemplo pintar un graffiti hecho con pinturas en aerosol, reparar el panel abollado de un auto o quitar el papel higiénico de los árboles. Sin embargo, también podría significar que tendrás que ofrecerte a pagar los costos de la reparación, como por ejemplo en el caso de un accidente automovilístico.
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    Acepta la responsabilidad financiera. Si hiciste algo que le costará dinero a otra persona, lo más sensato es que te ofrezcas a compensar financieramente a la parte perjudicada. Aun en el caso de que esto signifique entregarle toda tu remuneración económica a esa persona durante varias semanas, aceptar la responsabilidad financiera podrá ayudarte mucho a demostrar que comprendes las consecuencias de tus acciones.

Consejos

  • Esfuérzate mucho y busca oportunidades para tomar la iniciativa y aceptar responsabilidades.
  • Tus padres y tú podrían necesitar de tiempo y espacio para serenarse. Trata de hablar con ellos cuando todos estén calmados.
  • El tiempo lo cura todo. Podrías requerir de algún tiempo para recuperar la confianza de tus padres, pero lo harás. No te des por vencido.
  • Ten presente que los seres humanos, tanto tus padres como tú, son imperfectos y pueden equivocarse.

Acerca de este wikiHow

Jin S. Kim, MA
Coescrito por:
Licenciado en terapia familiar
Este artículo fue coescrito por Jin S. Kim, MA. Jin Kim es un terapeuta matrimonial y familiar con licencia que reside en Los Ángeles, California. Jin se especializa en trabajar con personas LGBTQ, personas de color y aquellas que pueden tener desafíos relacionados con la reconciliación de identidades múltiples e interseccionales. Jin obtuvo su maestría en Psicología Clínica en la Universidad Antioch de Los Ángeles, con una especialización en Psicología Afirmativa LGBT, en 2015. Este artículo ha sido visto 102 380 veces.